De sirvienta a princesa... ¿y luego que? (+18)

Autor: SaynaCullen
Género: Romance
Fecha Creación: 27/04/2013
Fecha Actualización: 19/08/2014
Finalizado: NO
Votos: 11
Comentarios: 15
Visitas: 14683
Capítulos: 9

Bella Swan trabaja en una empresa de limpieza para poder ayudar a sus padres. Charlie ha quedado en silla de ruedas después de un accidente y ya no es el padre cariñoso que era antes.

Edward es el heredero de un trono árabe, sus padres le presionan para que se case e intentando huir de las conversaciones incomodas se va a Nueva York un tiempo.

¿Cómo se unirán sus vidas? Y cuando eso ocurra, ¿el amor será lo suficientemente fuerte para las circunstancias? Registrada en Safe Creative.

Hola, os traigo a mi bebe número dos, espero de todo corazón que os guste y me dejeis comentarios diciendomelo. Disfrutar leyendo tanto como dirfruto yo escribiendo. Ademas, ¡acepto sugerencias!

¡Besos, amores y a leer!

Sayna C. 

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Capítulo 1: Capitulo 1

LOS PERSONAJES PERTENECEN A STEPHENIE MEYER, LA HISTORIA ES MÍA

Esta prohibida su copia y distribución. Esta registrada en Safe Creative.

"Capítulo 1"


Terminé mi turno en la casa de la señorita Kavanagh, en la que había trabajado durante estas semanas. La señorita Kavanagh era alemana, había venido a Estados Unidos para solucionar ciertos problemas que tenías su empresa. Era una mujer verdaderamente hermosa y joven, tenía 24 años y ya era la dueña de una multinacional.

Era alta, de cabellera rubia que le llegaba a la cintura, unos ojos azul-verdosos, labios rojos, rostro hermoso y un cuerpo escultural. Además, era una mujer muy noble, considerada, humilde y simpática. No voy a decir que nos habíamos hecho amigas en el último mes y medio porque no era así. En realidad, nos veíamos poco, ya que cuando yo entraba a trabajar ella salía, en ocasiones terminaba tarde y cuando ella volvía me encontraba allí y otras veces me iba antes de que llegara.

Desde un principio le gustó mi trabajo y solicitó a mi empresa que me quedaba trabajando para ella hasta que se fuera de nuevo a Alemania. Y ese día había llegado.

-Señora Kavanagh... - la llamé, se encontraba en el salón trabajando.

-Bella te dije que me llamases Tanya - me dijo con tono reprobatorio.

-Lo siento.

-No te disculpes - se acercó a mi y me agarró de los hombros - Has sido una empleada eficiente y una gran compañía. ¡Voy a echar de menos tus cafés! Nadie los hace como tú. - entonces me apretó ligeramente los hombros.

-Muchas gracias - sonreí

-No hay de que - me soltó y se dirigió a la mesa. Cogió un papel y me lo entregó, era un cheque de diez mil dólares. La miré sorprendida y cuando iba a protestar me interrumpió - No, por favor acéptalo.

-No tienes por qué pagarme, la empresa me pagará - intenté devolverle el cheque, pero no lo aceptó - No tienes porque hacer ésto.

-Pero quiero hacerlo, se que tu jefe te pagará pero yo te quiero dar esto - me cogió de las manos y sonrió - Acéptalo.

La miré durante unos segundos indecisa, este dinero me vendría muy bien en estos momentos. Suspiré y guarde el cheque en mi bolsillo, me sonrió contenta.

-Espero que nos volvamos a ver algún día.

-Yo también.

Después de despedirnos me fui de allí, tenía que pasar por la oficina para cobrar las semanas de trabajo. En la empresa no te pagaban hasta haber finalizado el trabajo que normalmente era de una semana. Cuando Charlie se enteró se enfadó, gritó e incluso me exigió que rehusara el trabajo pero Renee le convenció dejándole ver el dinero que ganaría al final.

En la empresa hice cola y recogí el cheque, después pase por el banco para cobrarlo. Eran cuatro mil dólares, no era mucho, estaba segura de que Charlie se esperaba más dinero pero era lo que había. Llegué a casa y suspiré cansada mientras colgaba el abrigo.

-¡Isabella! ¡Ven aquí! - gritó Charlie desde su cuarto. Me dirigí hacia allí y lo encontré sentado en la cama viendo el canal de deportes con 5 latas de cerveza en la mesita de noche junto con un plato de comida vacío.

-¿Si? - me acerqué al borde de la cama.

-¿Te han pagado ya? - preguntó sin apartar la mirada de la televisión.

-Si, pero...

-Dame el dinero, tengo unos asuntos que resolver.

-Pero Charlie, hay que pagar las facturas de...

-¡Que me des el dinero! - me gritó.

Apreté los labios y salí de la habitación, cogí los cuatro mil dólares pero cuando estaba por entrar de nuevo a la habitación decidí coger dos mil para pagar las facturas. Los cogí y los guardé en mi bolsillo.

-Toma - le entregué el dinero y esperé a que explotara.

-¡Dos mil dólares! - gritó - ¡Llevas un mes y medio sin traer nada y solo me das dos mil dólares! ¡No sirves ni para ganar dinero!

-Papá, no tengo la culpa de que me paguen solo dos mil dólares, ellos...


-¡Ellos nada! - gritó irguiéndose - Eres tú, no sabes hacer nada bien, por eso te pagan tan poco. En lo único en lo que podrías valer sería de prostituta - salí de la habitación con los ojos inundados de lágrimas - pero porque se acostarían contigo por pena - oí que gritaba a mi espalda, cerré los ojos con fuerza y me encerré en la cocina para preparar la cena.

Ví que en la nevera había una nota de Peyton que decía que se había ido a casa de Melissa, una amiga suya. Preparé algo elaborado para estar el mayor tiempo posible en la cocina.

-Hola - saludó mi hermana entrando a la cocina y dándome un beso en la mejilla - ¿Cómo estás? ¿Cuándo has llegado? - preguntó mientras se apoyaba en la encimera.

-Estoy bien, llegué hace una hora. Y tú, ¿qué has hecho con Melissa? - me lavé las manos después de poner el pollo en el horno.

-Pues hemos hablado, ya sabes cotilleos y tal y después hemos ido al centro a tomar algo. ¿Qué ha pasado con Charlie? - me preguntó cambiando radicalmente de tema.

-Bueno, le he tenido que dar los dos mil dólares que he cobrado.

-No deberías habérselo dado.

-¿Y que querías que hiciera? - le pregunté encogiéndome de hombros - Estaba como loco, me exigió que le diera el dinero - le dije en voz baja para evitar que Charlie escuchase nuestra conversación.

-Bella, hay que pagar facturas. Los de la luz han enviado un aviso de corte si no la pagamos antes del jueves y los del agua han hecho lo mismo solo que con una amenaza a acusación judicial. - me explicó.

Me acerqué y le acaricié el brazo para susurrar en su oído.

-He escondido dos mil dólares. Mañana, antes de que vayas al colegio pasa a pagar las facturas.

-¿De dónde los has sacado? - preguntó intrigada.

-Lo que ocurre en que en realidad he cobrado cuatro mil dólares, pero escondí la mitad para pagar las facturas. Ni Charlie ni Renee se darán cuenta si pagan o no los recibos.

Sonrió de acuerdo y en ese momento Renee entró cargada de bolsas

-Coger las bolsas y ordenarlas, pesan mucho. He tenido un día horroroso, sabeis, una señora vino a la tienda y no sabía exactamente qué comprar. Era un regalo. Entonces... - mientras ordenábamos las cosas, nos contó toda la historia de la señora y más cosas que realmente no me interesaban. - Por cierto, ¿cómo estáis? - preguntó como si se acabase de dar cuenta de algo.

-Bien - contestamos al unísono.

-Supongo, que ya te han pagado - me dijo como si nada tomándose un yogur.

Si - dije cautelosa.

-¿Y? - dijo esperando que dijese algo más.

-Lo tiene Charlie - frunció el ceño y la boca, y salió de la cocina en dirección a su cuarto.

Peyton y yo nos miramos sabiendo lo que vendría a continuación. Cada uno de ellos tenía sus necesidades; las de Charlie solo las sabía él, las de Renee consisten en compras, compras y más compras. Oímos sus gritos mientras poníamos la mesa de la cocina para cenar.

-Siempre es lo mismo, cuando Isabella cobra te quedas el dinero como si solo fuera tu hija. También es la mia y necesitaba de ese dinero, Charlie. - gritó Renne.

-Deja de decir tonterías, yo soy el hombre de la casa, soy quien manda. Me lo tiene que dar a mi. ¡Llevo los pantalones de la casa!

-Si no te los puedes poner solo. ¡No sirves para nada! Eres un maldito inútil, solo estas aquí para ser mantenido. No traes dinero a casa porque no trabajas y encima a los que trabajan no les dejas mantenerlo.

-Es tu culpa que esté así, ahora te toca mantenerme y cuidarme, y ni eso haces. Eres una mala esposa y mala madre, además de mala mujer.

-¡Ojala nunca te hubiera conocido! Debería mandarte a la mierda y buscarme a otro mejor - explotó Renee.

-¡Pues hazlo! - junto a las palabras de mi... de Charlie se escuchó el portazo que dio Renee al salir de la casa - Irte con otros hombres es lo mejor que sabes hacer - continuó gritando Charlie - ¡Zorra!

Después de eso vino un silencio sobrecogedor. Peyton miraba fijamente su plato sin probar bocado, me acerqué a ella y la abracé contra mi pecho y al cabo de segundos sentí sus lágrimas y temblores.

-¿Hasta cuando Bella? ¿Hasta cuando vamos a tener que soportar esto? - me abrazó por la cintura fuertemente enterrando su rostro en mi pecho.

-Solo hasta que termines tus estudios y tengas un buen trabajo y te compres un departamento.

-Entonces te iras a vivir conmigo - dijo más entusiasmada.

-Sí - murmuré poco convencida.

Después de cenar, llevarle la cena a Charlie y guardársela a Renee, nos fuimos a dormir. Mañana era sábado, no trabajaba en la empresa pero era mejor dormir mucho porque por la noche trabajaba en un bar-discoteca durante el turno de tarde. Primero bar y por la noche discoteca.

Me tumbé en la cama que compartía con Peyton con el corazón en un puño al recordar cuánto habían cambiado las cosas. Mis padres siempre discutían, desgraciadamente todo empezó a raíz del accidente de Charlie. Antes éramos una familia unida, Charlie trabajaba de policía en Nueva York; Renee prefería ir a las reuniones de té con sus amigas y volver para hacer la comida con la ayuda de Cecelia, nuestra antigua asistenta. Charlie nos trataba como si fuéramos la cosa más importante de su vida, Peyton y yo nos sentíamos afortunados de los padres que teníamos. Terminé mis estudios de secundaria y entré a la universidad para estudiar enfermería.

Hace año y medio, a comienzos de mi segundo año de universidad decidí venir a visitar a mis padres. Pero nada más entrar oí los gritos, lo que me extrañó porque nunca discutían gritando así, si es que lo hacían.

-¿Cómo has podido mentirme en algo así?

-Hemos estado contigo todos estos años, has visto crecer a nuestras hijas...

Oí objetos volando

-¡Cállate!

Oí los pasos de Charlie

-Charlie no me puedes dejar hablando sola

Los pasos de Renee

-¡Te la puedes quedar!

-Maldito seas

Oí a mi padre cayendo por las escaleras...

-¡NO!

Oí a mi madre bajando las escaleras apresurada y después silencio.

Recuerdo que vi a Charlie al pie de las escaleras de mármol de nuestra antigua casa, rodeado de un charco de sangre. A Renee a su lado llorando y a mucha gente en mi casa. Se que Peyton ese día no volvió a casa y yo no recuerdo donde pasé la noche solo que después de eso nada volvió a ser normal.

Charlie no pudo volver a trabajar porque había quedado inválido. Al principio con su pensión nos las arreglamos bien pero comenzaron las hostilidades entre mis padres, las discusiones, las deudas, las lágrimas... A los 6 meses tuve que dejar la universidad para buscar trabajo y un mes después nos embargaron la casa familiar de los Swan. Tuvimos que buscar un apartamento más barato y en un barrio de mala muerte, Renee dejó de ir a las reuniones porque sus "amigas" le habían dado la espalda y empezó a trabajar en la perfumería. Se despreocupó de nosotras completamente y yo me hice cargo de Peyton. Charlie cada vez estaba más amargado y al cabo de un tiempo empezó a tratarnos mal e insultarnos, se estaba haciendo adicto al alcohol y en ocasiones salía con sus nuevos amigos que no tenían ninguna pinta de decentes.

A medida que pasaba el tiempo la situación iba a peor, si antes ya discutían mucho, ahora lo hacían continuamente y a la menor excusa, y eso estaba afectando a Peyton. Charlie estaba empeñado en que cuando Peyton acabase sus estudios empezase a trabajar, pero no lo iba a permitir, no quería esta vida para ella. Quería que estudiara y se graduara y tuviese un buen trabajo, pero sobre todo quería que saliera de esta casa.

En cuanto a mi, tenía pensado seguir trabajando hasta que Peyton se fuera. Cuando se fuera a la universidad, yo buscaría otra casa y retomaría mis estudios universitarios.

En cuanto al amor, esperaba encontrar a mi príncipe azul algún día. Pero en este momento, eso estaba en el último puesto en mi lista de prioridades.


Hola!

Bueno espero que os haya gustado la historia y si es así, decírmelo. No tengo pensado hacer a la típica Bella débil que hace todo lo que Edward le diga, pero tampoco la rebelde sino una persona humana con su propio pensamiento y razonamiento.

Como veis en esta situación tan difícil sabe lo que va a hacer en el futuro, pero eso no significa que se vaya a desentender de sus padres completamente porque a pesar de todo los quiere.

Besitos, espero vuestro comentarios. ¡Nos vemos!

Sayna C.

 
Capítulo 2: Capitulo 2

 


 


 
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