UN MILAGRO PARA SEGUIR

Autor: Des_Sanchez
Género: Drama
Fecha Creación: 26/07/2012
Fecha Actualización: 26/07/2012
Finalizado: SI
Votos: 4
Comentarios: 3
Visitas: 3224
Capítulos: 1

A veces la vida es dura pero nos envía un milagro para esforzarnos "Dios aprieta pero no ahorca" 

Y el mayor milagro que llego a mi fuiste tu

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Capítulo 1: Un Milagro Para Seguir

-Isabella, papa quiere que bajes un momento- escuche a mi hermano menor detrás de la puerta de mi habitación

-Ok, ya voy- le respondí.

Mi nombre es Isabella Swan tengo 19 años soy la hija mayor de la familia Swan, tengo el pelo largo a la cintura de color chocolate igual que mis ojos, soy de estatura media, tengo un cuerpo pasable y estudio Ingeniería en Sistema en la universidad. Vivo con mi padre Charlie Swan y mis hermanos los mellizos Jacob y Jasper que tienen 9 años y Emmett de 4, mi madre murió cuando nació Emmett, su embarazo se complico en el último momento y los médicos no la pudieron salvar.

Soy muy hábil en los deportes los cuales los aprendo con facilidad, estuve viviendo y estudiando en Seattle pero mi padre perdió el empleo y decidió que nos teníamos que ir a Forks ya que ahí mi madre tenía una casa y aquí el alquiler es muy caro y ahora sin empleo era peor.

-Diga padre- hable luego de bajar de mi habitación.

-Mi niña ya hiciste los tramites de la universidad?-

-Si padre ya está todo listo.

-Ok mi niña termina de empacar y ayuda a tus hermanos, después de medio día nos iremos-

Termine de empacar lo poco que tenia y ayude a mis hermanos. Como dijo mi padre salimos después de medio día, teníamos una camioneta vieja Pickup Chevy así que nos fuimos en ella duramos una hora de camino pero llegamos bien gracias a Dios.

Es un pueblo pequeño donde la mayoría se conoce, un lugar muy lluvioso y frio, algo a lo que no estábamos acostumbrados.

La casa era más pequeña que nuestra anterior casa, tenía una sala pequeña al abrir la puerta, había un sofá muy viejo lleno de polvo y un televisor de los más antiguos que me podría llegar a imaginar, tenía una pequeña cocina con una simple mesa, al fondo de la casa, en el extremo derecho había una escalera que juraría que se caería en cualquier momento.

En la segunda había una habitación y un baño, la habitación estaba arriba de la sala y el baño quedaba sobre la cocina, en la habitación había dos camas grandes, un closet y una mesita que parecía de estudio.

-Y como dormiremos?- pregunto Emmett mientras se tiraba en una de las camas.

-Bueno, dos de ustedes dormirán conmigo y el otro dormirá con Isabella.

No escuche más de la conversación porque Salí del cuarto y seguí mirando, antes de llegar a los escalones mire que en el techo había una pequeña cuerda unida a lo que parecía ser una puerta, la jalé y cuando una escalera callo de golpe, tire un grito del susto, mis hermanos y mi padre salieron de la habitación.

-Que paso Isabella?- me pregunto mi padre.

Pero se quedo mirando a mi dirección y vio la escalera que quedaba justo al lado de la escalera que une con la primera planta. Me dispuse a subir y detrás de mi venían mis hermanos y mi padre. Era un ático del tamaño de la casa.

-Esta será una habitación grande- dijo mi padre

-Si- afirmamos todos.

-Porque mejor no te quedas en la habitación de abajo que es más pequeña y los chicos y yo acomodamos este lugar para nosotros- me dijo me padre.

-No padre, estarán más incómodos mejor quédense abajo y yo me quedo aquí.

-Nada de eso hermanita, que aras cuando te pongas los tacones eso que utilizas a veces cuando vas a salir- dijo Jacob mientras imitaba ser yo.

-Es cierto hija- dijo mi padre- quédate abajo.

-Ok, padre, pero me quedare con Emmett así no se caerá en estos escalones.

-Mañana vendrán nuestras pertenencias y nosotros nos quedaremos con las grandes que están en mejor condiciones que las nuestras- y todos estallamos en risas.

El día paso rápido entre el viaje y la limpieza de la casa. Mi padre y mis hermanos siguieron en la mudanza de la habitación y yo me dispuse hacer la cena.

Lo único que había en la cocina fue lo poco que teníamos en la otra casa así que me dispuse hacer espaguetis a la boloñesa.

-Bajen ya la cena esta lista- les grite desde los escalones.

Cuando bajaron devoraron todo lo que les deje a su paso, los chicos se fueron a dormir y mi padre y yo nos quedamos en la sala.

-Hable con un amigo de tu mama, antes de venir, y me ofreció un empleo en su taller, no es mucho pero para traer la comida a la mesa es algo- me dijo un poco apenado.

-No te preocupes pa, mañana saldré a buscar empleo de medio tiempo.

-No es justo mi hija, tú te tendría que dedicar solo a estudiar.

-tranquilo recuerda que Dios aprieta pero no ahorca y con su ayuda estaremos bien, el nunca nos abandonara.

-Es cierto mi hija Dios estará con nosotros siempre.

Mi padre subió a dormir y yo me dispuse a leer mi Biblia, tengo de costumbre leer un capitulo diario pero por el asunto de la mudanza no pude hacerlo en la mañana. Esa noche no pude dormir y me la pase viendo anuncios de trabajo en el periódico.

Había de todos tipos pero la mayoría era de tiempo completo cosa que yo no podía, así que solo pude encontrar tres, los ojos me empezaron a pesar y me quede dormida en el mueble.

-Hija- escuche a mi padre- hija despierta- abrí mis ojos y ahí estaba el con una inmensa sonrisa.

Me levante de golpe y subí al baño, solo me queda media hora para llegar a la uni.

Cuando baje los chicos comenzaron a salir, solo estaba mi padre que esperaría la mudanza así que yo tendría que llevarme la camioneta y llevar a mis hermanos.

-Adiós mi niña-

-La bendición

-Dios te bendiga cariño.

Agarre la llave de la camioneta y me fui, deje a mis hermanos en la escuela que quedaba a cuatro cuadra de la casa y la uni quedaba a 7 cuadras.

El día fue un poco pesado en la uni pero me fue bien conocí a un par de chicos que estaban dispuestos a ayudarme en todo y se los agradecí mucho, cuando salí fui por mis hermanos que ya estaban esperándome en la entrada.

-Como les fue chicos- les pregunte.

-Muy bien- me respondieron Jacob y Jasper que iban al lado mío.

-Iras por un trabajo- me pregunto Emmett que iba en el cajón y entro la cabeza por la ventanita para preguntarme.

-Si

-Algún día trabajare para que no tengas que trabajar hermanita- Emmett siempre fue más apegado a mí.

-Gracia.

Llegamos a la casa y ya la mudanza había llegado y papa estaba desempacando, mis hermanos lo comenzaron ayudar y yo me puse a cocinar. Hice una lasaña de plátano maduro y una tarta de queso y lima de postre, la favorita de Emmett.

Cuando comimos Salí de la casa a buscar empleo, pero no estaba a mi favor, el primer anuncio era de una veterinaria pero ya habían encontrado a alguien, el segundo era en una repostería pero era mucho trabajo para poco dinero, eso solo me dejaba el tercer anuncio que solo decía que solicitaban a una chica que cocinara y limpiara lo demás lo dirían en la entrevista.

Cuando llegue baje de la camioneta y me deleite con la enorme casa que tenía delante de mí. Era hermosa y muy grande, toque el timbre y una joven muy hermosa abrió la puerta. Rubia, alta ajos verdes, y un cuerpo que parecía de modelo.

-Si, en que te puedo ayudar- me dijo algo confusa.

-Eh si, vine por el anuncio.

-Ok ven pasa- dijo mientras abría mas la puerta para dejarme pasar.

La casa era más hermosa por dentro todo estaba decorado en caoba y amarillo quemado. Llegamos a la sala y ella se sentó en uno de los muebles y yo en el otro.

-Voy a ser directa, necesito a alguien que cocine, limpie, lave…- no la deje terminar

-Claro lo puedo hacer.

-Pero también que se quede a dormir.

-Bueno es que yo estoy en la universidad en las mañanas- le dije ya sin ánimos

-Pero puedes ir, lo que pasa es que voy a salir de la ciudad y mi hermanito se quedara solo, y ahí está el problema- agacho la mirada y continuo- el es invalido, y no quiero que este solo en las noches.

-Oh ya veo- me quede sorprendida- pero tengo que consultarlo con mi padre.

-Dentro de una hora vendrán seis personas para ser entrevistadas, yo me voy mañana a la 10 de la mañana y necesito a alguien ya, por el sueldo no hay problemas te pagare quince mil dólares mensual aparte del dinero de la compra, no gastaras nada de lo tuyo.

Es una buena oferta, y mi padre necesita la ayuda para pagar las deudas que tiene y ayudarlo en la casa aparte de una ayuda para mi universidad.

-Dame un minuto para hablar con mi padre.

-Claro- me dijo y salió de la sala.

Marque el teléfono de mi padre y le dije todo lo que la joven me dijo.

-Bueno mi niña esa ya es tu decisión- fue lo único que me dijo.

Cuando colgué me puse a pensar y esta oferta no la podía desaprovechar por nada de mundo, mi padre y mis hermanos necesitaban….

-Ya hablaste con tu padre?- me saco de mis pensamientos la joven.

-Sí, y si me quedo con el empleo.

-Que bueno déjame llamar a la compañía para que no manden a nadie.

Ella saco un celular y marco un numero hablo por un momento y colgó

-Ya está listo, empezaras mañana cuando salgas de la universidad, te daré una llave para cuando vengas.

-Ok

-Por cierto mi nombre es Rosalie, Rosalie Cullen.

-Mucho gusto Isabella Swan.

-Ok, ven y te enseño la casa.

Me dio un recorrido por el patio, por la primera planta y por la segunda, al lado de las escaleras había un ascensor lo cual imagino que es para su hermanito, Rosalie me dijo cual sería mi habitación que estaba al lado de la de su hermano, que por nada del mundo le quiso abrir la puerta y ni siquiera responderle a su hermana.

Cuando terminamos el recorrido me dijo…

-El siempre se la pasa en su habitación o en el cuarto de música así que no te dará muchos problemas.

-Ok- fue lo único que pude responder.

Ella me dio una llave y me fui a mi casa a informarle a mi padre de todo lo que aconteció.

Mientras cenábamos les cote a todos y como siempre mi padre me apoyo en mi decisión aunque se sentía mal porque yo tenía que trabajar.

Al día siguiente me fui caminando a la universidad con mis hermanos ya que mi padre se iría a trabajar, el día paso rápido llegue a casa hice unos sándwich a mis hermanos y a mi padre y empaque, mi padre me llevo a la mansión Cullen y después de darme las bendiciones y darme un sermón de que me cuide se fue.

 Entre a la casa y estaba en silencio así que fui directo a mi nueva habitación que por cierto era más grande que mi propia casa, cuando termine de desempacar me tire en la cama y me quede dormida.

Desperté con el sonido de una bella melodía, era una música suave y triste.

Salí de mi cuarto y baje as escaleras a el cuarto de música y si, era ahí que sonaba la música, cuando abrí la puerta el dejo de tocar…

-Quien eres tú?- me dijo de muy mal humor un joven que se notaba que era mayor que yo.

-Rosalie me contrato para que cuidara a su hermanito- hizo cara de disgusto, y ahí me percate de que él estaba en una silla de rueda eso significaba que él era el hermano de Rosalie.

-Primero que nada niñita aquí no entras y mucho menos cuando yo este tocando al menos que yo te lo diga, Segundo no soy ningún niñito que necesita niñera estas aquí para cocinarme y limpiar y tercero vete a cocinarme algo que tengo hambre.

Me quede en shock no sabía que decir, no le había hecho nada para que él se comportara así.

-Pero ya- me dijo casi gritando.

Salí de ahí lo más rápido posible y me dirigí a la cocina, que tenia este chico para hablarme así yo no le hice nada, mientras pensaba en el comportamiento del chico hice una lasaña.

Termine rápido y cuando me gire para buscarlo el ya estaba ahí, le serví un poco y me senté en la silla que quedaba frente del. Mientras comía no emitió ni una palabra así que decidí hablar.

-Creo que me debes una disculpa- le dije

-Y porque razón, yo a ti no te he hecho nada- me dijo de forma cortante, algo me dijo que no lo acorralara y lo que hice fue que me pare y me fui a mi habitación dejándolo ahí.

Solo hice llegar a mi habitación para empezar a llorar a cántaro, nunca he soportado que me hablen mal y mucho menos quedármele callada, si no fuera porque necesitamos el dinero ya me hubiera ido. Entre llanto me dormí.

Al día siguiente desperté temprano prepare el desayuno y me fui a la universidad, como no tenia vehículo me fui caminando, mi casa quedaba de camino y como aun estaba temprano me pare.

-Legue- dije mientras abría.

-Isabella- gritaron mis hermanos mientras corrían hacia mí para abrazarme.

-Hija, que haces aquí.

-Vine a preparar el desayuno, o creen que me voy a desatender de mis hermanitos y mi padre por un niño malcriado y amargado.

-Mi niña...

-No digas nada pa, vendré temprano todos los días para cocinar cuando salga de la uni vengo a cocinar y cuando haga la cena en la mansión Cullen vendré hacerla aquí, o quieren que papa les cocine?- les pregunte a mis hermanos.

-Noooo- gritaron los tres con cara de terror.

-Traidores.

Entre risas prepare el desayuno y de ahí me fui a la uni con mis hermanos, cuando Salí de la uni pase por mis hermanos y me fui a cocinar a la casa y cuando termine me fui a la mansión Cullen.

Cuando llegue la casa estaba en silencio, pero cuando pase por el estudio el estaba ahí pero estaba borracho, bebía a pico de botella y lloraba a cantaros.

-Pero que crees que estás haciendo- me miro y vi un brillo  en sus ojos y en sus labios quería asomarse una sonrisa, pero de pronto se puso serio y amargado.

-A ti no te importa niñita, yo hago lo que quiera en mi casa- me dijo gritando.

-Tu podrás hacer lo que quieras pero cuando yo me valla de esta casa, mientras estés a mi cargo aras lo que yo diga me entendiste- le grite mientras le quitaba la botella.

El se quedo mirando con mala cara pero no dijo nada, estaba sorprendido de que le hablara así. Lo arrastre hasta el ascensor y subimos a su habitación cuando iba abrir me grito.

-A donde crees que vas ahí no entras.

-Yo entro a donde se me da la regalada gana te guste o no, quien me contrato fue tu hermana y quieras o no yo entrare- le dije calmadamente y con una sonrisa de superioridad en mis labios.

Cuando entre el cuarto olía a cigarro y alcohol, había una botella bacía en el piso, tres en la mesa al lado de la cama y una cajetilla de cigarros.

-Sabes que te vas a matar- le regañe.

-Para lo que importa- fue lo que me dijo.

Entro a bañarse así que aproveche, cogí las botellas de alcohol y la metí en una bolsa que baje a buscar, recogí la habitación, abrí las ventanas y eche ambientador.

Tenía cuadros con sus amigos con su familia y de él solo, ahora que me pongo a analizar es muy lindo, todo él es hermoso, su pelo sus labios y sus verdes ojos penetrantes, que le abra pasado para que sea tan amargado.

-Qué rayos hiciste- grito detrás de mí

-Limpiar- fue lo único que respondí, si quería ayudarlo tendría que ser así con el de ahora en adelante seria dura.

-Nadie te dio el derecho, donde están las botellas- siguió gritando.

-No necesito tu permiso y las botellas y el cigarro lo bote.

-Que te ordeno ahora mismo que las busque.

-Tú a mi no me ordenas ok  ahora termina de cambiarte para que comas.

Le dije mientras salía de la habitación, baje las escaleras, calenté la lasaña de el día anterior y me senté a comer ya que el no bajaba, antes de terminar lo vi entrar a la cocina. Le serví en un plato y se dispuso a comer sin decir nada.

Cuando termine, cogí un suape, una cubeta, una escoba y un trapo para limpiar la casa o al menos comenzar, me puse mi I’pod con mis canciones cristianas y me dispuse a limpiar, podía sentir la mirada de el joven Cullen en mi espalda pero no le preste atención, si quería llevar la fiesta en paz tendré que evitarlo lo más que pueda.

Cuando termine de la primera planta me fui a la segunda limpie las 6 habitaciones con sus baños incluidos pero cuando iba a dirigirme a la habitación de el joven lo vi en la puerta mirando y me sobresalte porque no lo escuche llegar, “pero como lo escucharía con los audífonos puestos”. Me quite los audífonos.

-Entonces me estarás espiando a cada lugar que valla?- le dije seria.

-Algún problema?

-Tienes miedo de que vaya a robarme algo?- le contra ataque.

-Debería temer?

-Podrías dejar de esquivar mis preguntas?.- Le dije ya alterándome.

-Y tú podrías?

No aguante mas y Salí de la habitación y me dirigí a la de él.

-No entres- me ordeno pero no le hice caso y entre.

Como ya había recogido anteriormente solo fui a limpiar el baño, cuando termine me dispuse a salir y cuando salía del cuarto el joven me agarro por la muñeca muy fuerte.

-Te dije que a mi cuarto no entres- me grito.

-A mi no me grites, estoy aquí para limpiar y eso es lo que estoy haciendo te guste o no- le dije un poco elevado de voz- ahora suéltame- le ordene

-No lo haré- me dijo con una sonrisa de burla- como tú no hace lo que digo tampoco hare lo que dices.

De la rabia que tenia las lagrimas se me salieron, lo mire y vi dolor en sus ojos pero se recompuso.

-No estoy aquí para pelear contigo, vine a trabajar, hago lo que me ordeno la persona que me contrato o sea tu hermana y créeme que si tuviera alternativa me hubiera ido el mismo día que te vi por primera vez, no soporto que me hablen mal sin ni siquiera merecérmelo, no tengo la culpa de lo que te pase y así como tú tienes tus problemas los demás lo tenemos también pero no andamos gritándole a las personas que nos pasan por el lado- le dije y como sentí su agarre más flojo, jale la mano con fuerza y cuando me vi liberada agarre la cubeta y me fui a la cocina para preparar la cena e ir a preparársela a mi padre y hermanos.

Hice un mangú con huevo frito y cebolla, cuando me gire a poner el plato del joven en la mesa lo vi ahí con la cara gacha.

Puse el plato en la mesa y cuando iba a salir de la cocina el me hablo.

-Lo siento- dijo muy bajito- lamento verte tratado así, espero que me disculpes.

-si Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale. Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale…. Fue uno de los mensajes que Jesús nos dio para que lo lleváramos en nuestro diario vivir, así que esta perdonado.

-Eres Cristiana?- me pregunto con asombro.

-Sí, algún problema porque lo sea.

-No, solo que no lo aparentas- puse la cara seria y siguió- digo, porque no t he escuchado reprendiéndome ni diciéndome que el diablo me va a llevar.

-Yo no tengo potestad para decir que el diablo te va a llevar.

-Bueno como ya me perdonaste podemos comenzar desde el principio?

-Claro como quieras.

-Mi nombre es Edward, así que deja de llamarme joven Cullen.

-Isabella, Isabella Swan- le dije mientras le extendía la mano, me la cogió y me sonrió.

Lo deje en la mesa y subí a mi habitación para ducharme, cuando termine me puse un polo, mis jeans y mis converse, en el pelo me hice mi acostumbrada cola con el cabello envuelto y baje, Edward no estaba así que Salí de la mansión Cullen y mi fui a mi casa.

Ya estaba obscuro así que me apresure para regresar temprano, cuando llegue abrí la casa y mi padre estaba en el sofá con los chicos.

-Bendición.

-Dios te bendiga mi niña, pensamos que no vendrías y pedimos pizza- dijo mi padre un poco apenado- ya cenaste?

-No, así que me quedo a cenar.

La pizza llego a los pocos minutos y nos la pasamos entre risas y risas, pero todo lo que empieza tiene que terminar. Mi padre no permitió que regresara sola a la Mansión Cullen así que dijo que me llevaría el.

El camino se hizo corto mientras hablábamos de cómo nos estaba yendo en nuestros respectivos trabajos. Al llegar nos despedimos y sentí una opresión en el pecho que no me gusto para nada. Cuando abrí la puerta de la mansión el arranco el coche y se marcho.

La luz de la sala aun estaba encendida, serré la puerta y cuando iba para la segunda Edward apareció.

-Se puede saber dónde diablos estabas?- me grito, me quede en shock por su actitud- responde.

-Que te pasa a ti, a mi no me grites y a pesar de trabajar aquí también tengo una vida de la cual me tengo que ocupar.

-Tu estas aquí a tiempo completo, aparte de que te desapareces todas las mañanas también lo haces en la noche y aparte llegas pasado la hora de comida, acaso el sueldo que se te paga no es el suficiente.

Sin pensarlo le di una cachetada con toda la fuerza y la rabia que tenía en ese momento.

-A mi no me grites, tú no eres nadie- y Salí al patio.

Necesitaba relajarme, yo no era así, desde cuando era tan agresiva? Porque sentía este sentimiento de odio, las lagrimas comenzaron a salir y sin pensarlo caí de rodilla sobre el pasto y con la cabeza gacha…..

-Señor, tú me trajiste aquí por un propósito, ayúdame a permanecer en tu voluntad, lléname de paciencia y aleja estas tentaciones….

No termine de rezar cuando mi celular vibro.

-Diga- dije al no conocer el móvil

-Isabella soy Jasper- me respondió mi hermano un poco afligido.

-Dime, que pasa.

-Es papa tuvo un accidente mientras volvía a casa y esta inconsciente, ahora estamos en el hospital, ven pronto.

Me pare y escuche la puerta abrirse pero no me dio tiempo ni a pensar y Salí corriendo al hospital del pueblo, necesitaba llegar lo más pronto posible.

El tenía que estar bien el no podía morir, mis hermanos y yo lo necesitamos, pasado unos minutos corriendo una camioneta se aparco un poco mas delante de mí y cuando pase por su lado un joven me hablo.

-Hey Isabella que haces a estas horas de la noche sola y en esta calle tan solitaria- el callo al ver mis lagrimas- ven te llevo a donde valla- me dijo y subí- A donde?.

-Al hospital.

-Paso algo?

-Si mi padre tuvo un accidente y esta inconsciente.

-Ya veo.

-De donde me conoces- le pregunte porque el sabia mi nombre y yo no sabía el suyo.

-Lo siento, es que tenemos la clase de trigonometría juntos.

-Oh ya veo, lo siento no me había dado cuenta.

-No te preocupes, mi nombre es Mike Newton.

-Un placer.

El resto del viaje se hizo en silencioso y se lo agradecí porque no tenia deseos de hablar. En el hospital mis hermanos se encontraban en la sala de espera, el doctor me dijo que solo quedaba esperar porque estaba en coma.

Me senté con mis hermanos y deje que  el sueño me venciera.

EDWARD 

Mi vida ha sido un asco desde ese accidente.

Mis padres perdieron la vida y mi hermana se la pasa de viaje sin importarle nada, solo soy un estorbo para ella y para todo el que se me acerca, cuando me encariño con alguien se terminan yendo por diferente razones así que decidí no aferrarme a personas que se irán tarde o temprano.

Pero todo se vino a la mierda desde que Isabella llego a esta casa, necesito verla en todo momento, me molesta que se desaparezca a cada rato, la necesito conmigo, nunca sentí esta atracción que siento por ella.

Es tan terca y a la vez tan tierna pero fuerte en carácter, sé que me excedí al tratarla así, se que debe tener una vida fuera de esta casa llena de tristeza pero no la quiero lejos me molesta el no saber donde esta en tan poco tiempo me ha calado bien profundo y sin hacer nada extraordinario pero me es difícil volver abrir mi corazón y más aun siendo un invalido que no sirve para nada.

Cuando abrí la puerta de la casa para pedirle perdón la vi salir corriendo, intente llamarla pero no me escucho.

Volví a dentro y me percate que no tenía ni idea de cómo me comunicaría con ella…

Las horas pasaron y ella no llegaba, ya eran las dos de la mañana y no sabía que hacer, después del accidente nunca he salido de la mansión Cullen, soy prisionero de esta casa hace 4 años y ya se me olvido como es todo fuera de aquí.

Me dormí al borde de la escalera por si ella llegaba disculparme con ella pero nunca llego.

Me dolía el cuerpo por ver dormido en la silla de ruedas, pero eso no me importaba, ella no llego la noche anterior, y creo que no volverá más, me he quedado solo de nuevo.

ISABELLA

Me desperté temprano pero no había ninguna novedad, el seguía inconsciente, mis hermanos estaban durmiendo en los bancos pero se les nota que estaban incómodos.

-Señorita Isabella- llamo el doctor a mis espalda, me gire y seguí hablando- vallan a casa cualquier novedad yo les avisare, aunque en estos casos pueden pasar días hasta meses para despertar.

-Pero…

-Pero nada, tus hermanos están incómodos durmiendo ahí y supongo que deben tener hambre.

Asentí con la cabeza y cuando se fue desperté a mis hermanos y nos fuimos a casa, prepare el desayuno y llame a la escuela de los chicos para dar la escusa, así que nos pasamos el día en casa, mis hermanos estaban desbastados, casi no hablaban, no bromeaban, parecían muertos en vida.

-Chicos, iré a la mansión Cullen volveré en un par de horas.

Salí de la casa y me fui caminando. Necesitaba el trabajo más que nunca y en ningún otro lugar me pagarían tan bien, pero no puedo dejar a mis hermanos solos, no sé qué hacer. Mientras caminaba mire al cielo…

-Señor tú tienes el control.

Ya estaba obscureciendo cuando llegue a la mansión, todo estaba obscuro y cuando abrí la puerta pude ver su silueta, al prender la luz me percate de que estaba dormido.

-te abras quedado esperando por mi- le dije bajito al verle las ojeras.

Se paso la noche esperándome a demás me imagino que no ha comido nada, me agache frente a él, se veía tan tierno contrario al gruñón que es cuando está despierto, que habrá pasado para que se sienta tan miserable, a pesar de todo no lo quiero dejar solo, pero mis hermanos me necesitan, el abrió los ojos de golpe al sentir mis maños en la suyas.

-Isabella- me dijo sorprendido, y sin darme cuenta me estaba abrasando- lo siento, lo siento tanto, por favor no me dejes, no te vayas te juro que tratare de controlarme, no me dejes solo tú también.

Me quede de piedra, no daba crédito a lo que mis oídos escuchaban.

-Por favor, perdóname- me dijo mientras me soltaba, en su rostro se notaba el sufrimiento.

-Lamento ver hecho que esperaras la noche entera por mi- le dije con una sonrisa y poniéndole mi mano derecha en su mejilla, el serró los ojos automáticamente- debes tener hambre verdad- le dije mientras me paraba para ir a la cocina pero él me agarro.

-Porque eres tan buena conmigo a pesar de todo- solo le pude sonreír, parecía un niño- se que tienes una vida y un novio que atender y que yo no tengo derecho a recriminarte nada, pero te juro que no lo volveré hacer, pero por favor no te vayas Isabella.

-Lamento que te hallas puesto hacer un mundo en tu cabecita- le dije con una sonrisa- y si tengo ocupaciones pero no de un novio, tengo cuatro hombres maravillosos los cuales siempre esperan por mi y son los más importantes en mi vida.

Vi su cara de interrogación y me dio risa.

-No maquines cosas que no son, esos cuatros hombres son mi padre y mis tres hermanitos, lamento no volver anoche pero mi padre tuvo un accidente después de traerme y no las pasamos en el hospital.

-Lo siento tanto, como esta.

-Está en coma, Joven Edward yo necesito este trabajo más que nunca, estoy a cargo de mis hermanos y de mi padre, pero no puedo quedarme, tengo que cuidarlos ahora y buscar un trabajo que me permita costear los gastos principales, pero no puedo pasar el día lejos de ellos y menos la noche.

-Tráelos- iba hablar pero no me dejo- si que vengan, aquí hay muchas habitaciones, además podrás trabajar y cuidarlos sin preocuparte, y visitaras a tu padre diario.

-No sé, Joven.

-No me digas Joven llámame Edward, es lo mejor que puedes hacer, piensa, yo necesito a alguien tiempo completo, tú necesitas el dinero además cuidar a tus hermanos…. Estas tres cosas las puedes hacer si están aquí.

-Ok, lo haré porque necesito el dinero de verdad, pero desde que mi padre se recupere todo volverá a estar como antes jov… Edward.

-Gracias- me dijo.

-No, gracias a ti, bueno preparare la cena e iré por ellos.

-Ve por ellos, puedo aguantar, en que te irás esta de noche.

-Pues caminando.

-Esta tarde Isabella,  mejor llama un taxi.

-No me puedo dar el lujo de pagar un taxi con los gastos que tengo ahora.

-Yo lo pago.

-No, ni hablar.

-Tómalo como un adelanto de tu paga, por favor.

-Ok, deja llamar para que se preparen.

Así lo hice llame a mis hermanos y en lo que llegaba ellos se prepararan, el taxi llego unos quince minutos después, recogí a mis hermanos serré la casa y nos fuimos a la mansión Cullen.

-Isabella- me llamo Emmett- papá  se pondrá bien verdad?- Jasper y Jacob me miraron.

-Claro que si, solo que su cerebro está durmiendo y por eso no está aquí con nosotros.

No me gustaba mentirle a mis hermanos pero según el doctor mi padre podría quedar en coma permanentemente, pero como le digo algo así a ellos?

Llegamos a la mansión y pague al taxi con el dinero que Edward me dio.

-Wowww que casota- dijo Jacob y Jasper asintió.

-Viviremos aquí- pregunto Emmett.

-Solo en lo que papá se recupera, así puedo trabajar y cuidarlos sin ningún problema, solo les pido que se comporten el joven a sido muy amable en decirme que los trajeras y no quiero perder mi trabajo, entendido.

-Si

-Nada de entrar en habitaciones que no se les ha dicho, de su cuarto a la cocina a la sala y al patio, entendido.

-Si- respondieron los tres.

Cogi la maleta de Emmett, Jasper y Jacob cojieron la la suyas y abri la puerta.

Edward no estaba en la sala así que subí con los chicos, Jasper y Jacob dormirían en la habitación que me quedaba al frente y Emmett dormiría conmigo ya que siempre dormía con papa y le daba miedo dormir solo.

Cuando entramos los chicos se quedaron con la boca abierta.

-Es mas grade que nuestra casa- Dijo Jacob.

-Si- Confirmo Jasper.

-Chicos ese es el baño- le dije señalándole la puerta de la derecha- y ese es el closet- señalando a la izquierda- mi cuarto queda al frente.

-OK- dijeron los dos.

-Saquen su ropa de dormir vengo en un rato para ayudarlos arreglar el closet y elegir la ropa de mañana.

-Iremos a la escuela- pregunto Emmett.

-Claro corazón, no podemos faltar otro día y mucho menos yo.

-Y yo donde dormiré?- me dijo con la cara engurruña en forma de tragedia.

-Dormirás conmigo, o no quieres?

-Sssssiiiiiiiiiiii.

Cruce a mi cuarto con Emmett en brazos y los chicos se quedaron en el suyo, Emmett se fue a la cama de una vez  y yo fui a la cocina a preparar la cena de Edward que por cierto no lo había visto desde que llegamos.

Prepare pescado frito con puré de papa, iba a llevárselo pero en ese momento entro con Emmett en sus piernas.

-Isabella, me encontré a este pequeño asustado en el pasillo.

Ahí me percate de que tenía los ojos aguados.

-Mi pequeño lo siento tanto.

-Me dejaste solo.

-Perdón mi amor, vine a prepararle la cena a el Joven, pero ya nos vamos a dormir.

-Y no me dejaras solo?

-No mi pequeño.

Edward estaba mirando el espectáculo.

-Lo siento, Emmett el es Edward el dueño de la casa.

-Hola pequeño- le dijo Edward con una sonrisa.

-Hola, si me porto bien me prestas tu silla- mire a Edward que le cambio el semblante por completo.

-Emm, lo siento mucho joven.

-No te preocupes- cuando me iba a retirar hablo- ya se van a dormir?

-Sí, mañana hay escuela, pase buena noche joven.

-Igual para ustedes.

Subí al cuarto de mis hermanos y ahí estaban sacando ropa.

-Isabella que te parece esto- me dijo Jasper enseñándome un polo verde con diseños negros y un pantalón negro con sus tenis verdes del mismo color del polo.

-Excelente, creo que ya no vas a necesitar mi ayuda para vestirte.

-Y yo?- me pregunto Jacob que tenia la ropa similar solo que el polo y los tenis eran blanco.

-Muy bien corazón, ahora a la cama.

-Mañana iremos a ver a papa después de la escuela.

-Primero vendremos a comer y luego iremos los cuatro a ver a papá.

Mis hermanos se acostaron y con Emmett en brazos Sali del cuarto y justamente vi la puerta del joven Edward serrarse.

-Ya deberías caminar, pesas una tonelada.

-Yo no- dijo Emm con una sonrisa en su cara mientras entrabamos al cuarto.

Le puse la pijama y lo acosté a mi lado y ahí el sueño se apodero de nosotros.

EDWARD

Cuando me entere del axidente de su padre rememore el de los mío y el pecho se me encogió, acepto venir con sus hermanos y eso me agrado.

Cuando se fue en el taxi me fui a mi cuarto a tomar una ducha ya que me la pase en la sala esperando por ella, cuando termine me puse algo cómodo y me quede en el barcón de mi habitación con la luz apagada, tenia tanto tiempo que no salía aquí, es increíble.

Todavía puedo sentir su aroma en mí, no puedo creer que la abrace y que ella me acepto, y mucho menos que le haya rogado yo no era así, desde cuando me he convertido tan dependiente de otras personas, mejor dicho de ella.

El contacto con su piel fue único creo que nunca había sentido eso ni siquiera con Tanya, ella es tan buena persona a pesar de cómo la trate ella se preocupo por mi y aun esta aquí.

Necesitaba saber si había un hombre en su vida, pero para que como quiera ella nunca se fijaría en alguien como yo.

Ella llego con tres niños y a pesar de la distancia se podía ver el cariño que ellos se tenían, antes de entrar ella le dijo algo y escuche como los tres respondieron “si” al unisonó.

Entre a mi cuarto y serré el ventanal, cuando iba abrir la puerta la escuche con los niños en el pasillo y me acobarde.

Al poco tiempo la escuche salir y abrir la otra puerta y a los pocos mi nuto escuche sus pasos por el pasillo dirigirse a los escalones

Dure un rato no quería salir muy pocas personas me habían visto después del accidente y todas eran de fuera del pueblo, dure alrededor de media hora pensando si salir o no, hasta que me decidí al escuchar la voz de un niño llamar a Isabella.

En el pasillo había un niño y me miro con los ojos aguados.

-Hola pequeño, porque lloras?

-Tengo miedo- me respondió mientras automáticamente hacia una bembita.

-Quieres que busquemos juntos a Isabella?

-Si- me respondió con los ojitos llenos de lágrimas

Cuando me acerque a él, lo senté en mis piernas y le seque las lágrimas derramadas.

-No llores.

Cuando iba a entrar a la cocina me percate de un rico olor y ahí estaba ella, el niño la miro con la carita más alegre pero todavía con las lagrimas en sus ojos.

-Isabella, me encontré a este pequeño asustado en el pasillo- ella lo miro y le dio una sonrisa.

-Mi pequeño lo siento tanto- le dijo mientras lo cogía en sus brazos

-Me dejaste solo.

-Perdón mi amor, vine a prepararle la cena a el Joven, pero ya nos vamos a dormir.

-Y no me dejaras solo?

-No mi pequeño.

Me quede mirando el espectáculo, se notaba que sería una gran madre, ella me miro y hablo.

-Lo siento- me dijo- Emmett el es Edward el dueño de la casa.

-Hola pequeño- le dije

-Hola, si me porto bien me prestas tu silla- me dijo y eso me afecto tanto

-Emm, lo siento mucho joven.

-No te preocupes, ya se van a dormir?- le pregunte con la esperanza de que dijera que no.

-Sí, mañana hay escuela, pase buena noche joven.

-Igual para ustedes- le dije con el ánimo por el suelo.

Me dispuse a comer pero no tenia apetito así que solo le di un par de bocado y subí, cuando iba pasando por el cuarto de Isabella escuche que estaba en la habitación del frente.

Me quede ahí escuchando.

-Isabella que te parece esto- le dijo uno de los niños.

-Excelente, creo que ya no vas a necesitar mi ayuda para vestirte.

-Y yo?- pregunto el otro

-Muy bien corazón, ahora a la cama.

-Mañana iremos a ver a papa después de la escuela.

-Primero vendremos a comer y luego iremos los cuatro a ver a papá.

Cuando escuche sus pasos me dirigí a mi cuarto y serré la puerta en el instante que ella abrió la de sus hermanos, aun en el pasillo la escuche.

-Ya deberías caminar, pesas una tonelada.

-Yo no- dijo el niño mientras entraban al cuarto.

Me acosté inmediatamente mientras pensaba en el cambio que acaba de dar mi vida, estaba solo y ahora hay cuatro personas alojadas en mi casa,.

-Isabella, que estás haciendo conmigo?- dije en un susurro

Es una pregunta que me la are siempre, como he podido cambiar tanto de la noche a la mañana y sin ningún motivo, bueno solo uno, ella, me gusta y quede dormido con ese pensamiento.

Me desperté sobresaltado y al fijarme en la hora me di cuenta que ya era más de medio día.

Me levante, me bañe y me vestí medio sonámbulo, me dispuse a bajar al no escuchar ruido alguno en la segunda, me fui a la cocina pero no había nadie, como de costumbre solo estaba mi desayuno sobre la mesa.

Donde esta? Ya no son sus hermanos su ausencia porque ya viven aquí.

-Donde estas?- grite furioso mientras  golpeaba la mesa con un puño.

Quería salir a buscarla, necesitaba tenerla cerca, no verla me pone muy ansioso pero no he salido de esta casa desde el accidente ni siquiera e pasado de la puerta.

Pero de salir a donde iría a buscarla no tengo idea de a dónde va.

ISABELLA

Como de costumbre me levante temprano aliste a los chicos para la escuela, prepare el desayuno y los lleve a la escuela.

-Adiós Isabella- me dijeron Jacob y Jasper.

-Adiós chicos paso por ustedes a la salida.

Seguí un poco mas adelante para llevar a Emmett al maternal.

-Adiós hermanita- me dijo.

-Adiós mi pequeño pórtate bien- le dije mientras le daba un beso y un abrazo- toma- le dije mientras le entregaba su almuerzo- Te prepare un sándwich con mucho queso como a ti te gusta.

Sus ojitos les brillaron y entro a la escuela, mire el reloj y todavía tenía tiempo de llegar a mi primera clase así que me apresure en llegar, cuando entre al salón ya estaban casi todos.

-Isabella!!!- escuche a Mike llamar desde su asiento, habían seis personas más con él.

-Buenos días!!!.

-Ayer estuvimos en tu casa pero nadie respondió.

-Lo siento pero no estamos en casa ahora mismo, mis hermanos y yo nos estamos alojando en la Mansión Cullen.

-Qué???- dijeron todos al unisonó y alarmados.

-En la misión Cullen?- pregunto Mike.

-Sí, estoy trabajando ahí y por el accidente de mi padre lo iba a dejar pero el Joven Cullen me permitió llevar a mis hermanos ya que estoy a cargo de ellos y mi papa y necesito el dinero.

-No lo puedo creer- dijo una de las chicas- lo único bueno de el es que esta buenísimo pero según me he enterado es un cascarrabias.

-Sí, su hermana vive viajando para no soportarlo, su novia fue enviada a otro país por sus padres, según tengo entendido a un internado y sin comunicación para que no entablen comunicación, los padres de ella no lo querían por su comportamiento.

-Eso es cierto, además siempre contratan a personas que terminan dejando el trabajo porque  no lo soportan.

-Coincido contigo, mi tía vive en la reserva y la contrataron pero no lo aguanto ni una semana- escuchaba a todos hablar.

-Eso no es cierto, es verdad que tiene el carácter fuerte pero es muy buena persona.

-Pues estamos hablando de personas diferente- dijo una de las chicas.

-Cullen solo quedan la mamasota de Rosalie y el pesado del hermano así que hablamos de la misma persona- dijo uno de los barones.

-El tuvo un accidente cuando iba a entrar a la universidad, con el iban sus padres, según dicen el estaba borracho o drogado y se metió en la vía contraria y ahí venia un camión, ahí perdió la movilidad de sus piernas- dijo Mike- y sus padres murieron, desde ese entonces nunca a salido ni al jardín de su casa.

No podía dar crédito a lo que escuchaba, nunca he sido de la que cree en comentarios de la gente, siempre tienden a alterar la realidad.

Me pase la mañana como siempre y desde que Salí fui en busca de mis hermanos y derecho a la mansión Cullen.

-Que cocinaras hoy hermana?- me pregunto Jacob- Tengo mucha hambre.

-Eso no es raro- todos menos el comenzamos a reír- que quieren.

-Pizza- gritaron los tres.

Seguimos nuestros camino, a pesar de ser un poco lejos teníamos que hacerlo porque no teníamos vehículo para movernos.

-Hey Isabella- escuche a Mike hablar, mientras me pasaba por el lado en su camioneta- Los llevo?

No iba a decir que no, a pesar de que siempre me he valido sola con mi padre y mis hermanos no los quería hacer caminar tanto de regreso a la Mansión.

Cuando llegamos los chicos se desmontaron y cuando yo lo iba hacer Mike me paro.

-Isabella, quería saber si irías a la disco este fin de semana conmigo?

-Lo siento Mike, no frecuento esos lugares además no puedo dejar a mis hermanos solos.

-Entonces al cine.

-Mike no tengo…

-Yo invito de verdad- no quería aceptar pero a mis hermanos le caería bien una salidita después del accidente, mejor dicho desde que llegamos no han salido a parte.

-Está bien, el viernes?

-Sí, pues nos vemos mañana, quiere que los pase a buscar así no tienen que caminar- le iba a decir que no pero continuo- de verdad para mí no es problema además tus hermanitos no tendrían que caminar tanto.

-Está bien Mike, gracias.

Le dije mientras salía de la camioneta, agarre a Emmett y caminamos hasta el portón, lo abrí con mi llave y serré otra vez, pasamos el inmenso jardín en un debate de quien comería mas Pizza y cuando abrí la puerta vi a Edward cerca de la puerta juraría que iba a salir.

-Buenas joven- le dije y mis hermanos se quedaron mirándolo- chicos él es el Joven Cullen el dueño de la casa.

-Hola- dijeron Jacob y Jasper mientras lo miraban.

-Hola- dijo él.

-Chicos vallan a cambiarse mientras les preparo la Pizza.

-Si- dijeron y se marcharon mire que Edward me miraba extrañado

-le pasa algo joven?

-No nada- me dijo y se giro.

-Le preparare Pizza a mis hermano, si desea puede comerla o le preparo algo mejor.

-Pizza dijo algo asombrado.

-Sí, estuve en un curso de culinaria así que aprendí muchas cosas.

-Tengo tanto que no la como.

-Es un lindo día para iniciar de nuevo-le dije con una sonrisa que él me respondió.

Entre a la cocina y vi el plato del desayudo intacto pero no dije nada, así que me dispuse a sacar los ingredientes.

Cuando termine de la masa y la entre al horno subí a mi cuarto para tomar una ducha, pero cuando iba a entrar a mi cuarto escuche al joven Cullen hablar con Emmett.

-Y vives solito aquí?

-Si- le respondió

-Y no tienes hermanos?

-Si tengo una hermana que está viajando.

-Y tus papis?- se escucho una pausa y respondió

-Están en el cielo.

-Mi mama también, crees que se conozcan allá en el cielo.

-Si tal vez ellos hicieron que ustedes vinieran a esta casa para que yo no me sintiera tan solo.

Sentí algo correr por mis mejillas y me percate de que eran mis lagrimas, el hace creer que el fuerte pero en realidad sufre mucho.

No seguí escuchando y me fui a la cocina.

EDWARD

Cuando Isabella entro a la cocina subí a mi cuarto pero vi a Emmett parado frente a la puerta del cuarto de Isabella.

-Que haces?- le pregunte, el levanto la vista y me miro.

-No me gusta estar solo en el cuarto porque el monstruo del closet me sale a buscar.

-y porque no le demuestras de que tu eres valiente así te deja tranquilo.

-Y como hago eso?

-Fácil, cuando entres al cuarto ve al closet y abre la puerta.

-Es que me va agarrar.

-No, el te agarra cuando te acuestas con la puerta serrada, yo lo hice y dejo de molestarme.

-De verdad?- me pregunto asombrado.

-Sí, ve yo te estaré mirando desde aquí.

El asintió con la cabeza y entro al cuarto cuando iva por mitad me miro y le hice señas de que siguiera, cuando llego abrió la puerta y se quedo buscando.

Entre y él me miro.

-Vez, ya se fue porque no le tuviste miedo.

Duramos un rato hablando, me conto que quiere mucho a Isabella, y que sus hermanos son buenos con él, que le gusta como cocina Isabella, también me conto lo feliz que se sentía cuando estaban juntos, ellos jugaban siempre con su hermana mayor.

-Y vives solito aquí?

-Si- le respondí

-Y no tienes hermanos?

-Si tengo una hermana que está viajando.

-Y tus papis?- esa pregunta me calo mucho e intente que no se diera cuenta de que ponía triste y le respondí.

-Están en el cielo.

-Mi mama también, crees que se conozcan allá en el cielo.

-Si tal vez ellos hicieron que ustedes vinieran a esta casa para que yo no me sintiera tan solo.

-Isabella siempre nos dice que mami esta en el cielo y nos cuida desde allá, que cuando menos lo imaginemos ella está a nuestro lado, a mi me gusta pensar eso pero sé que no es verdad, Isa lo dice para que no nos sintamos tristes.

Entre las conversaciones él se quedo dormido y así que Salí del cuarto sin serrar la puerta y me iba a mi recamara pero pase a ver los demás hermanos de Isabella.

Toque la puerta y uno de ellos me abrió, se quedo sorprendido al verme ahí pero me dejo pasar.

-Como están?

-Con hambre- dijo uno y el otro le dio con el codo.

-Estamos bien gracias.

-Que bueno, solo les quería decir que cuando necesiten algo no duden en hablar conmigo- ellos asintieron y salí del cuarto.

Antes de entrar al cuarto escuche la voz de Isabella

-Joven la cena esta lista.

Después les dijo a sus hermanos y bajamos uno detrás de otro

ISABELLA

DOS MESES DESPUES

Mi padre despertó la semana pasada así que mis hermanos regresaron con el aunque Edward no quería que se fueran, se llego a encariñar mucho con ellos y mis hermanos con él.

Edward cambio mucho, ya no era el mismo gruñón de cuando llegue aquí, ahora era más jovial, siempre sonreía y hablaba, y hasta al patio llego a salir.

-Isabella, tus hermanos vendrán para el fin de semana?

-No, mi padre los quiere llevar a la playa.

El se quedo pensativo pero no dijo nada.

Mientras limpiaba encontré una caja en el ático llena de trofeos y premios con el nombre de Edward, fotos en el equipo de pelota y en el de natación.

Pero algo llamo mi atención que fue un sobre con el sello médico del hospital. Donde decía que Edward podía volver a caminar con tratamiento.

Baje en mi nube, porque él no hacia sus tratamientos de rehabilitación.

Ese mismo día lo encare con respeto a eso y se libro la batalla de Troya, me reclamo él porque estuve buscando en sus cosa y el que me metiera en su vida.

Pasaron dos días y el no me hablaba, eso me dolía mas que nada.

El estaba sentado frente a la piscina de espalda a mí, me acerque y me hinque a su lado.

-Porque no quieres coger la rehabilitación?

-Isabella- hizo una pausa- no quiero hablar del tema.

-Porque?

-Es lo mínimo que me merezco- me grito- yo los mate, y lo mínimo que merezco es no caminar y morir en mi soledad- dijo mientras las lagrimas salían de sus hermosos ojos.

-No te mereces eso Edward, ellos no quisieran verte así y yo tampoco- el me vio a los ojos por primera vez en dos días.

-Porque Isabella? Porque no quieres verme así.

No supe que contestar y solo baje la mirada, aunque en realidad si lo sabia Edward me gustaba mucho, pero no podía decírselo.

-Solo por lastima- dijo en susurro y se alejo, pero antes de entrar a la casa y sin levantarme le dije.

-Porque te quiero- le dije automáticamente.

El se paro y se giro a mi avanzo y se poso frente de mi.

-Que dijiste?

-Que te quiero- le dije sin levantar la vista.

El poso su mano en mi mentón y levanto mi mirada, el me miraba y sus ojos tenían un brillo especial que nunca había visto en ellos, poco a poco se acerco a mí.

Me dio un beso, un beso suave y lleno de amor, mi primer beso. Se separo pero no me dejo reaccionar porque me abrazo.

-Yo te amo Isabella, mi Bella.

Después de esa confección duramos mucho discutiendo sobre su rehabilitación, que acepto a cogerla, solo que tenía que ir a New York el no quería pero lo convencí.

Cuando estábamos en el aeropuerto antes de subir al avión me dijo algo con lo que me quede siempre.

-Cuando vuelva caminando, te pediré que seas mi novia y me matriculare en la universidad.

Después de ese día hablábamos a diario y me contaba que le iba bien, me conto que su hermana fue y a estado con él en todo este tiempo.

Hoy se cumplen cinco meses desde que se fue, y me hace mucha falta, pero todo sea por su bien.

-Isabella, iras con nosotros a la heladería- me pregunto Mike que se convirtió en mi mejor amigo junto a su novia Jessica.

-No lo siento, quede con mis hermanos hoy- le dije algo apenada.

-No te preocupes, será otro día no?

-Claro, pero entremos a clase que el maestro ya llego.

Así lo hicimos, el día paso rápido, la última hora nos la pasamos en el patio porque la maestra no vino.

Entre relajos y cuentos esperamos a que los demás chicos salieran de sus clases, pero cuando cada quien se iba a marchar Jessica hablo.

-Quien es ese nunca lo vi por aquí?

Pero al girarme me quede tiesa no sabía si lo que veía era verdad…

Era Edward venia caminando hacia mí, las chicas se quedaban mirándolo y eso me puso incomoda.

-Hola- le dije media nerviosa al estar frente de mí.

Pero no respondió, solo acorto la distancia y me dio un beso, uno suave y lleno de amor como el que me dio la primera vez.

-Hola- me dijo cuando se separo- regrese por ti- me dijo y volvió a besarme.

Escuche un carraspeo detrás de mi supuse que Mike y Edward se despego pero sin soltarme de la cintura.

-Isabella, pero te lo tenias bien calladito- automáticamente me puse roja como un tomate- no vas a presentar- dijo Laurent una del grupo.

-El es Edward Cullen- les dije y todos abrieron los ojos como plato- mi novio- ahí se les desencajo la mandíbula a todos.

Después de ese rato nos fuimos a mi casa en su auto.

Los meses pasaron y Edward comenzó a ir a la Iglesia conmigo y con mi familia.

Los meses se convirtieron en años y terminamos nuestras carreras universitaria, el preparo una fiesta para todos los compañeros en su casa.

A media noche el me llevo al lado de la piscina en el mismo lugar donde me dio mi primer beso.

-Isabella, estos años contigo han sido los mejores de mi vida, te has vuelto lo más importante para mí.

-Y tu para mi, te amo demasiado.

Me dio un tierno beso y me abrazo.

-Vengo ahora- me dijo y deposito un tierno beso en mi frente.

Al rato de esperar y no llegar me mando un msj de texto al móvil que me esperaba en el cuarto de música.

Sin pensarlo dos veces fui y cuando abrí la puerta me encontré con algo que no pensé nunca…

La habitación estaba llena de rozas y pétalos de rosas en el piso y por todos los lado pero habían velas prendidas en el piso con un oración que me cambiaria la vida para siempre… “TE CASARIAS CONMIGO”

Edward apareció por detrás de mí y me abrazo…

-Que dices Isabella? Te casarías conmigo?- me dijo mientras me mostraba una sortija de compromiso.

-Si- le dije en un susurro y con los ojos llenos de lagrima.

Sabía que la vida cambiaria el día que llegue aquí, que Dios me trajo con un propósito era el de convertirme en “UN MILAGRO PARA SEGUIR”

 

 

                                         FIN


 


 


 
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