Perdidas (One Shot)

Autor: PrincessCullen
Género: Suspense
Fecha Creación: 01/07/2012
Fecha Actualización: 02/07/2012
Finalizado: SI
Votos: 3
Comentarios: 4
Visitas: 3278
Capítulos: 1

Prólogo.

Bella y Alice, se encuentran de camino a casa de Rosalie, donde habrá una gran fiesta, pero por alguna extraña razón, se pierden en el camino, entonces mientras todos las esperan ansiosos en la fiesta, sucesos muy extraños les empiezan a pasar al par de amigas.

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 1:

Hola niñas, les doy la bienvenida a mi nuevo One Shot, jejejeje, otro pequeño fic donde el suspenso, el terror y la angustia son los protagonistas. Espero les guste, lo escribí exclusivamente para ustedes. Las quiero mucho. A leer. 

________________________

 

-¡Bella, vamos ya! -Grito Alice, como por enésima vez, rodé los ojos, mientras subía el cierre de mis botas color negro. De cuero por supuesto. 

-¡Alice, ya para! Apenas son las cuatro de la tarde, la fiesta empieza a las siete, ¿dejarías de presionarme? Solo me falta maquillarme. -Bufé frustrada, entrando al baño, tomando de sobre el lavabo mi estuche de maquillaje, y regresando al tocador, sentándome enfrente del espejo. En menos de quince minutos, estuve lista, busque a Alice por todo el departamento, y la encontré en la terraza, hablando por teléfono. Seguro con Jasper. 

Me encogí de hombros, regresando al interior del departamento, tome mi bolso, rebuscando a ver si nada se me quedaba, cuando terminé, Alice ya estaba frente a mí, dando saltos agitando sus manos frente a mi rostro, mientras decía: "Vámonos". Negué con la cabeza, mi pequeña amiga, podía ser a veces tan insistente. 

Después de muchos saltos, gritos y demás infantilismos, ya estábamos camino a casa de Rosalie, Alice tenía el celular pegado a la oreja, como desde hace un hora, y seguro hablaba con su novio, puesto que no dejaba de sonrojarse, y mandar a callar a la persona al otro lado de la línea. 

Para mi suerte había traído, mi Ipod, así que me coloque los audífonos, y lo puse a todo volumen, escuchando un buen ejemplar de la música clásica, estaba muy encimada en mis pensamientos, que no escuche a Alice hablarme, hasta que me toco el brazo, giré mi rostro a mirarla unos segundos, luego de vuelta al camino, quite los audífonos.

-¿Qué pasa Alice? -.

-¿Viste el cielo? -Me cuestiono como si fuera algo muy importante, negué, con un gesto de su mano, me incitó a hacerlo, baje el vidrio de la ventana, hice mi cabeza un poco para afuera, era cierto, el cielo estaba nublado, y oscuro, como cuando se acerca una tormenta. -¿Qué hora es? -Pregunté, subiendo el vidrio de nuevo.

Miró la pantalla de su teléfono. -Son las seis y cuarto Bells- Asentí, no era tan tarde, tome mi celular que descansaba sobre el tablero, marqué el número de Edward. Me contestó de inmediato. 

-Amor, ¿dónde estás? Las estamos esperando para empezar con la verdadera fiesta, sabes que nada es igual sin ustedes, principalmente sin ti aquí -Sonreí de lado al oírlo, luego negué con la cabeza, ubicándome de nuevo. 

-Ed, amor, estamos en camino -Miré a través de uno de los retrovisores, fruncí un poco el ceño, ¿que detrás de nosotros no venía una fila de autos? ¿A dónde fueron? -Dame un segundo... - Deje el celular de donde lo había tomando, manteniendo la llamada abierta- Alice, ¿dónde fueron los autos que venían detrás de nosotros? -Su respuesta fue, encogerse de hombros, suspire, cogiendo el teléfono de nuevo- Amor, ya vamos para allá, tranquilo. Te amo -Y colgué sin dejarlo hablar si quiera.

Miré a los lados y noté algo extraño. Abrí mis ojos como platos y frené de golpe, por suerte llevaba el cinturón de seguridad, me mantuve pegada a mi asiento, pero Alice, pego la frente del tablero, me llevé las manos a la boca.

-Dios, Ali, lo siento muchísimo, ¡perdóname!- Trate de disculparme, ayudándola a incorporarse. 

-Mierda Bella, ¿que tienes en la cabeza? -Comenzó a decir- ¡Auch! -Se llevo la mano a la cabeza, hice que girara el rostro, un moretón ya se marcaba en su piel- ¿Por qué coño frenaste así?, ¿estás loca? -Me miró enojada, yo le devolví una mirada de disculpa-.

-Perdóname, es que, noté algo extraño... -Me quité el cinturón y abrí la puerta del auto, saliendo de esté. Alice hizo lo mismo, me miró como si tuviera problemas mentales. 

-¿Que notaste? -Cuestiono sobando su cabeza.

-Alice, ¿me vas a decir que no notaste que esté no es el camino a casa de Rose? -Abrí los brazos, señalando a nuestro alrededor. Por primera vez en esos minutos, miró a nuestro alrededor, abrió su boca varias veces pero nada salió de ella. Hasta que dijo. -Bueno... creo que nos hemos perdido... -Se encogió de hombros, la miré alzando una ceja, cruzándome de brazos.

-¿En serio? Créeme, que no lo había notado Alice -Murmuré sarcástica. Caminé unos pasos lejos del auto, tratando de ubicarme, pero se me era imposible- ¿Pero como demo...? -Empecé a decir, observando que para atrás, no había más que una espesa penumbra. Nada más. 

-Bella, vuelve al auto, y vámonos, ya me dio frío -Asentí, volviendo a paso rápido al auto, pero en eso, una fuerte ráfaga de viento sopló, haciendo que mis cabellos cubrieran mi rostro, y mi torpeza hiciera acto de presencia, tropecé con una piedra y caí al suelo, de bruces, sin darme tiempo a reaccionar, mi mejilla pego del frío asfalto, cerré los ojos, quejándome del dolor de ese momento. 

-¡Bella, Dios mío! -Sentí las manos de Alice en mi hombros, ayudándome a ponerme de pie, cuando me incorpore, me sentí aturdida, tuve que apoyarme de la parte trasera del auto- ¿Estás bien?

-Si, tranquila, sube -Le indique con la cabeza, ella obedeció. 

Arranqué el auto, y conduje, buscando alguna señal de vida, pero al parecer no había, a cualquier lugar a donde miraba, eran puras casas en mal estado, y mucho, pero mucho monte, plantas, y resbaladeros. 

Llevábamos veinte minutos subiendo una colina, muy inclinada para ser sincera, pero bueno.

-Bells, ¿y si nos devolvemos mejor?, tal vez estábamos tan distraídas que tomamos el camino equivocado, y vinimos a parar aquí… -Señalo la negrura de la noche a través del vidrio.

-Sí, puede que tengas razón, daré la vuelta aquí… -Avise, girando el auto. Ahora bajando de la colina. Con mucho cuidado. Una vez abajo, procuré seguir el camino por el cual había venido, en el cielo los truenos se hicieron oír y el resplandor de los relámpagos nos dejo atontadas unos segundos. Segundos después comenzó a llover muy fuerte empapando el suelo de inmediato, encendí las luces de neblina, que alumbraban aun más que las normales, dejándome ver con más claridad el camino.

-Encenderé el reproductor… -Anuncio mi amiga, simplemente asentí, la música comenzó a sonar, pero después de unos minutos empezó a sonar una interferencia horrorosa, que mas bien parecía el grito de una mujer, de inmediato lo apagamos, mirándonos a las caras con la duda reflejada en el rostro.

-¿Y si llamamos a los chicos? –Sugirió, hasta ese momento, no me había tanto alegrado tanto de que mi querida Alice no insistiera tanto en comprarnos teléfonos último modelo.

-Si, si, si hagamos eso… -Tome mi celular que ahora estaba en el piso, le marque a Edward. De inmediato me salió la contestadora. Bufé frustrada, le marque a Emmett. Igual, la contestadora.

-¡Hay por Dios! ¡Esto es increíble! –Chillo Alice molesta. -¿Qué sucede?

-Ni, Jasper, ni Rosalie atienden el teléfono, me sale contestadora. ¿Tú tuviste suerte? –Negué, ella rodó los ojos.

Mientras manteníamos nuestro pequeño dialogo, me distraje del camino por un momento, momento en el cual no vi un parche que había en el camino, el auto cayó en él, y salió disparado hacia atrás, dio una cuantas vueltas y se quedo parado, con el motor ronroneando, Alice y yo nos abrazamos gritando como niñas.

Justo cuando pensamos que todo estaba bien, de pronto apareció una vez que se acercaba de frente a nosotras, “un auto…” pensé de inmediato, la luz se fue acercando cada vez más, junto con el sonido estridente de un motor que lucha para mantenerse encendido, tratamos de salir del auto pero los seguros estaban cerrado y no los podíamos abrir, gritamos cuando vimos que su intensión era llevarnos por el medio, y justo un segundo antes del impacto, cerré los ojos, pensando en Edward…

…Edward… Un momento… Aun oigo los latidos de mi corazón, ¿eso es normal cuando estas muerta? Supongo que si… Espera… Aun tengo a Alice abrazada… ¿Ella tambien murió? ¿Por qué todo está oscuro? ¿Por qué tengo los ojos cerrados? ¿Los tengo cerrados no? ¿Los abro?

Lentamente, fui abriendo los ojos, mi visión estaba borrosa, parpadee varias veces hasta que me adapte a la luz, abrí la boca sorprendida, miré a un lado, Alice, tenía su cabeza escondida en mi pecho, y gimoteaba como bebe, acaricie su espalda, tratando de calmarla, mientras que mi mente trataba de explicarme que es lo que estaba sucediendo.

-Alice… Ya, tranquila… Abre los ojos… -La tome de los hombros, agitándola un poco.

-¿Bella? –Sorbió su nariz, alzando la mirada, topándose con la mía. -¿Estamos vivas? –Yo también me hacia esa pregunta. –Creo que si…

Se separo completamente, miro por la ventana, grito de emoción al ver que estábamos en el estacionamiento de la casa de los Hale. Me tomo unos segundos asimilar lo que estaba haciendo, hasta que saco de su bolso, su estuche de maquillaje portátil, y comenzó a retocarse, minutos después hizo lo mismo conmigo. La mire como si estuviera loca.

-Alice… ¿Qué de…?... –No me dejo continuar.

-Ni una sola palabra de esto a nadie Bella, nos tacharan de locas… -Me miro seriamente, apuntándome con su dedo índice, asentí simplemente, nos bajamos del auto, acomodando nuestras ropas, y en mi caso el cabello, en eso la puerta de la gran casa se abrió dejando salir el ambiente musical y el olor a alcohol. Era Edward.

-Bella, amor, creí que nunca llegarías, ¿Dónde andaban eh? –Me rodeo con sus brazos, y no había mejor sensación en esta vida que sentirme protegida por Edward.

-Perdona mi amor… Se nos hizo tarde… -Alcé la vista, el me miro intrigado- ¿Tarde? Pero si fue hace veinte minutos que hablamos por teléfono, y me dijiste que venían en camino, ¿me mentiste pequeña traviesa? –Toco mi nariz-

Lo mire atenta, sin poder creerlo, ¿veinte minutos? Pero si ese tiempo para mí fue una eternidad, Dios, ¿Qué había sucedido? Negué con la cabeza, luego en un ataque de desesperación, tome el rostro de Edward entre mis manos, y estampe mis labios sobre los suyos, en un beso cargado de urgencia. El por suerte, lo respondió de la misma manera. Nos separamos por falta de aire, al mirar a un lado Alice y Jasper estaban en la misma situación, sonreí de lado.

Así paso el resto de la noche, Alice y yo decidimos olvidarnos por completo de lo que habíamos visto, de los que habíamos oído, de lo que habíamos sentido, y todo lo demás, incluso el miedo que habíamos sentido, todo, todo lo dejamos en el pasado, y disfrutamos de la fiesta como si nada hubiese pasado. Cada una con su pareja, un trago en la mano, y bailando, disfrutando de nuestra vida como siempre lo hemos hecho. 

 

___________________

 

¿Y? ¿Qué les pareció? ¿Les guto? Si es así, un comentario y si lo merezco un voto ¿sí? Besos. 

 

PrincessCullen. 


 


Capítulos

Capitulo 1:

 


 
14439839 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10757 usuarios