De sirvienta a princesa... ¿y luego que? (+18)

Autor: SaynaCullen
Género: Romance
Fecha Creación: 27/04/2013
Fecha Actualización: 19/08/2014
Finalizado: NO
Votos: 11
Comentarios: 15
Visitas: 14835
Capítulos: 9

Bella Swan trabaja en una empresa de limpieza para poder ayudar a sus padres. Charlie ha quedado en silla de ruedas después de un accidente y ya no es el padre cariñoso que era antes.

Edward es el heredero de un trono árabe, sus padres le presionan para que se case e intentando huir de las conversaciones incomodas se va a Nueva York un tiempo.

¿Cómo se unirán sus vidas? Y cuando eso ocurra, ¿el amor será lo suficientemente fuerte para las circunstancias? Registrada en Safe Creative.

Hola, os traigo a mi bebe número dos, espero de todo corazón que os guste y me dejeis comentarios diciendomelo. Disfrutar leyendo tanto como dirfruto yo escribiendo. Ademas, ¡acepto sugerencias!

¡Besos, amores y a leer!

Sayna C. 

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Capítulo 6: Capitulo 6

LOS PERSONAJES PERTENECEN A STEPHENIE MEYER, LA HISTORIA ES MÍA

Esta prohibida su copia y distribución. Esta registrada en Safe Creative.

"Capítulo 6"


EPOV

Suspiré agarrándome el puente de la nariz. Llevaba toda la tarde trabajando, durante este último mes y medio no había habido más que problemas en la empresa. Jasper Whitlock y Alice Brandon habían venido desde Dojail para ayudarme a solucionar todo.

Los padres de Alice eran los mejores amigos de mis padres desde que tengo memoria, y Jasper siempre fue mi confidente y mejor amigo. Ambos trabajaban para la empresa que estaba en la capital del país, habían venido porque les había llamado para que buscásemos solución al problema. Cogí el teléfono móvil que estaba sonando.

-¿Si?

-¿Edward? Soy Alice.

-Alice, ¿cómo estás? - pregunté.

-Bien, pero ese no es el caso. Llamo para avisarte que mañana iremos todos juntos a desayunar - alcé una ceja y reí.

-¿Avisar? ¿Qué te hace pensar que no tengo planes?

-Vamos, Edward... - dijo con voz burlona - Estoy segura de que ahora mismo estás en la oficina, así que dudo que hayas tenido tiempo para hacer planes.

-Alice, mañana es viernes.

-¿Y?

-Trabajo, - dije como si fuera obvio - como tú.

-Venga - se quejó - La crisis ya ha pasado. Te prometo que por la tarde vamos a la empresa para repasar el informe. Además he invitado a los chicos y a las Robinson - estaba seguro de que estaba haciendo un puchero.

-Está bien, Alice - suspiré - ¿A que hora?

-A las 9:00 - dijo más animada - No te retrases, eh.

-Vale, nos vemos mañana. Salúdame a Jasper y dile que se está convirtiendo en una nenaza.

-¿Porqué? - preguntó extrañada.

-A salido antes del trabajo para ir de compras contigo, y no es la primera vez.

-Eres un tonto. - dijo - Hasta mañana.

-Hasta mañana.

Recogí mis cosas y apagué el ordenador. Una vez deje todo arreglado me fui a casa.


-Es la chica perfecta.

-¿Cuando nos la vas a presentar?

-No se, Vicky. Si esto va por donde yo quiero, pronto. - contestó Josh.

-¿Y tú, Ed? Me han contado que has sido víctima del amor a primera vista - se burló Riley.

-Bueno... - dije avergonzado - No la he vuelto a ver. Ni si quiera cruzamos más de dos palabras.

-Tiempo al tiempo, Edward - me dijo Alice - Tiempo al tiempo.

-¿Dónde está Jasper? - le pregunté.

-Se tuvo que ir a no se donde. Vendrá más tarde.

Pasamos toda la mañana en el club. Después de desayunar los chicos nos animamos a una partida de tenis y las chicas se fueron a la piscina.

-¿Tus padres te siguen presionando? - cuestionó Kellan pasando la pelota.

-Con todo esto de la crisis se han olvidado un poco, lo que es un alivio porque ese asunto empezaba a agobiarme.

-Lo que ocurre es que espera encontrarse a "Cinderella" - se burló Josh.

-Ah, si. Tu... ¿Cómo se llama? - preguntó Riley.

-Bella.

-Estás esperando a tu Bella - soltaron una carcajada.

-Ya, vale. Llevamos burlándonos de él desde que nos lo contó - me defendió Kellan calmándose.

-Gra...

-Quieres que vayamos al bar a buscarla. Tal vez deberías comprarle unos zapatos de cristal o algo así. - continuó doblandose de risa.

-Idiotas - musité tirándole la pelota a Kellan, pero solo conseguí que se riera más todavía - No tiene gracia.

-Si, si que la tiene - rodé los ojos y esperé hasta que se calmaron y pudimos continuar el partido.

Después de perder contra Josh y Riley nos fuimos a bañarnos y ponernos ropa limpia. Al salir fuimos a los asientos de fuera a esperar a las chicas-

-¿Dónde vamos a comer? - preguntó Carla.

-Podríamos ir al centro - sugirió Marta, su hermana.

-¿Al restaurante que fuimos con Natalie?

-¡Si, estaba todo buenísimo! - exclamó dando saltitos.

-Pues ya está, nos vamos - se apresuró Kellan, dirigiéndose a la salida.

-Porque tienes tanta prisa gordi - se burló Vicky.

-¡Hey! - exclamó ofendido - No estoy gordo. Todo esto son músculos, nena, y mira que te gustan - susurró pícaramente.

-Si, claro. Estás bueno Kellan pero eres demasiado infantil e inmaduro para mi - y con esto salió por la puerta moviendo sugerentemente las caderas. Palmeé el hombro de mi amigo.

-Olvidala, Kellan. Llevas años detrás de ella y siempre te rechaza.

-Caerá, Edward - me miró fijamente con una sonrisa - Te lo digo yo.

-Bueno tú sabrás. Nos vemos más tarde.

Me despedí de todos y me fui al coche junto con Alice y Jasper, que acababa de llegar.

-Edward, pasa por un Starbucks.

-¿Dónde voy a encontrar un Starbucks, Alice?

-Allí hay uno, ¿ves? Me apetece chocolate caliente.

Aparqué a un lado y salimos dejando a Jasper en el coche.

-¿Y? - pregunté sin mirarla.

-Me preguntó por ti - asentí - También me preguntó si había alguna mujer - abrí los ojos mirándola alarmado.

-No le habrás contado lo de Bella, ¿verdad?

-¡No! - me miró molesta - Me ofende tu poca confianza. Se tener tacto en algunas cosas, ¿sabes?

-Lo se, no te enfades, pero ya sabes que ese tema es... - busqué la palabra adecuada - complicada.

-Si, me doy cuenta por tu cara de vinagre - rió.

-Siguiente.

-Hola, quería un Frappuccino - miré Alice que se había quedado mirando el móvil. Miré a la chica sin verla realmente, se había quedado parada.

-Lo siento. ¿De que lo quieres?

-De café. ¿Y tú? - le pregunté a Alice.

-Un chocolate caliente para mi y un Frappuccino normal para Jasper. Edward, ahora vuelvo.

-¿Dónde vas?

-Jazz está solo en el coche. Me voy con él, no vaya a ser que le pase algo. - se rió y se fue, rodee los ojos y me entretuve mirando todo el establecimiento pero la chica me llamó la atención.

-Yo te he visto antes - dije en voz alta cuando se giró.

-¿Ah, si? - esa voz.

Era ella.

-¡Claro! Tú eres la camarera.

Entonces ví como se le caía el chocolate en la mesa y este salpicaba en mi camiseta.

-Lo siento, lo siento, lo siento - cogió un pañuelo limpiando la mesa. Después salió y limpió mi camiseta.

-No pasa nada - le resté importancia, estaba tan feliz que todo lo demás era nada - Al parecer siempre acabo empapado cuando estoy cerca de ti, y siempre acabas limpiándome - nos reímos suavemente.

-De verdad, lo siento.

-Pdrías recompensarme - sugerí acercándome a ella.

-¿Cómo? - susurró, sonreí torcidamente.

-Ven conmigo a comer.

-Mi turno no acaba hasta las 14:00. No...

-Si - La interrumpí - Paso a recogerte más tarde. Podríamos ir un restaurante que está al final de la calle, ya veremos después - me sentía feliz, como un niño vasos, saqué un billete de mi cartera y lo puse en la mesa.

-Tu cambio - sonreí y la miré de espaldas.

-No importa.

-¡Edward! - chilló Alice - ¿Qué ha ocurrido? - preguntó mirando mi camiseta manchada. Sonreí como un bobo entregándole los vasos y sentándose en el lado del conductor. Miré el reloj y eran las 12:20, tenía tiempo suficiente para lo que tenía planeado - ¡Edward!

-¿Qué? - miró a Alice inquisitivo.

-¿Qué te ha pasado? - volví a sonreír y me giré completamente en el asiento para encararla.

-Fue Bella.

-¿Bella? - preguntó Jasper asomando su cabeza por el hueco entre los asientos - ¿Tu Bella?

-Si, trabaja en el Starbucks.

-¿Y cómo has acabado así?

-Cuando la reconocí se pudo un poco nerviosa y se le calló el chocolate en la mesa manchándome - Alice arqueó una ceja - La he invitado a comer.

-Oh, Edward. ¡Eso es maravilloso! - exclamó Alice - Tengo tantas ganas de conocerla.

-No, Alice. La he invitado a comer conmigo. A solas - aclaré y me senté bien para arrancar el coche.

-¿Qué pasa con la comida? - preguntó.

-Puedo comer con vosotros cualquier otro día.

-Pero...

-Ya os presentaré, ¿vale? - hizo un puchero pero asintió resignada. Le despeiné el cabello con la mano derecha, se quejó pero acabó riendo conmigo y con Jasper.

Aparqué a un lado de la entrada del restaurante y entramos. Ya todos estaban allí sentados esperando.

-Hola, chicas - saludé Alice y Jasper se sentaron.

-¿Qué te duele que no te sientas? - preguntó Josh.

-Es que no me quedo.

-¿Qué No puedes irte.

-Lo siento pero me ha surgido algo.

-Si es algo de la oficina... - empezó Marta.

-no, lo que ocurre es que se ha encontrado con Bella y van a comer juntos.

-¿Bella? - se extrañó Vicky.

-La chica que le trae loco a Edward - aclaró Kellan pícaro.

-Callaté - le golpeé en el brazo mientras los otros reían.

-Hey, ¿porqué no la traes aquí? - preguntó Riley como si se le hubiera ocurrido la mejor idea de su vida.

-Hmmm... Porque no - me dirigí hacia la puerta.

-Lo que ocurre es que quiere estar a solas con ella - soltó Kellan.

-Exacto - le dí la razón.

-¿Qué quieres hacerle, pillín? - preguntó con su sonrisa de pervertido, las demás rieron su broma y añadieron sus propios comentarios inadecuados.

-Sois... ¿Sabeís que? Da igual, que os den, me voy. - me dí la vuelta siguiendo mi camino.

-Edward, Edward - Josh se había levantado y se había interpuesto en mi camino - Si vamos a conocerla deja un poco de ella, semental. - le miré mal y le aparté de mi caminó fingiendo enfado. Una vez en el coche no pude aguantar la risa.

-¡Están como una puta regadera! - me carcajeé.

Pasé por el banco para hacer unas diligencias y después llamé al restaurante para hacer la reserva, y aunque no hacía falta, quería asegurarme. Aparqué a un lado del Starbucks, abrí la puerta cuando alguien chocó contra mi. Era Bella.

-¿Intentando huir? No soy tan horrible. - sonreí.

-Re-realmente no creí que fueras a venir.

-Tienes que saber una cosa de mi, cariño. Siempre cumplo lo que prometo y como puedes comprobar he venido. ¿Vamos?

-De acuerdo. - subimos al coche y nos fuimos.


-¿Y... tienes novia? - su pregunta me sorprendió un poco, no me esperaba que fuera tan directa.

-No - sonreí.

-¿Y la rubia del otro día?

-Ah esa, - moví mi mano restándole importancia - la conocí en ese mismo momento pero no funcionó.

-¿Y la morena de hoy?

-¿Alice? Es una amiga de la familia. Ha venido a verme con su marido, Jasper.

-Oh. - se sonrojó.

-¿Qué ocurre?

-N-nada - tartamudeó.

-Venga, dime.

-Bueno... Es que creía que Alice era tu esposa y Jasper vuestro hijo. - musitó, no pude evitar reir.

-¿Jasper? ¿mi hijo? Nació unos meses antes que yo así que creo que es un poco difícil que sea mi hijo - bromeé.

-No te burles de mi - dijoe finguiendo estar molesta pero con una sonrisa en los labios.

-Vale, vale - se relajó suspirando fuertemente - ¿Y tú?

-¿Yo qué? - preguntó confundida.

-¿Tienes novio?

-No. No he tenido... tiempo para encontrar uno.

-Es una indirecta - le susurré.

-¡No! - se alarmó, sonreí divertido - De verdad que no he tenido tiempo pero ahora estoy más libre.

-Y otra indirecta.

-¡Edward! - exclamó.

Le conté cosas de mi familia pero sin revelar que era un príncipe. Sabía que estaba mal que le ocultase esa información pero quería que me conociera a mi, no al príncipe. Si algo muy cliché y típico de estas historias pero era verdad. Estaba rodeado siempre de gente interesada, aunque había tenido suerte con los amigos. Bella también me contó algunas cosas sobre su vida, aunque no habló mucho de sus padres.

Se sorprendió cuando le dije que la había estado buscando en el Pub y nunca la encontré.

-Siempre te he buscado. Cuando te encontré te dejé escapar pero eso no volverá a suceder. - la tenía en frente de mi, estática y con los ojos brillantes y no me pude contener. Me acerqué para besarla, estaba decidido, pero de repente se alejó.

-Lo siento, me tengo que ir. - dijo sacando su cartera de su bolso.

-Ni se te ocurra, Bella. Yo te he invitado: yo pago.

-Puedo pagarme la comida yo misma.

-Lo se, pero quiero hacerlo. Quédate unos minutos más.

-No puedo, tengo una cita importante a la que no puedo faltar. - suspiré.

-Yo te llevo - levanté y salimos del restaurante.

Me fue indicando el camino y a medida que avanzábamos me dí cuenta de que no estábamos en la zona segura de la ciudad. No era un clasista ni nada por el estilo pero no me gustaba que Bella viviera por allí. Aún así, intenté distraerme preguntándole cosas y no cometer una tontería.

-Mi hermana se llama Peyton.

-¿Tienes una hermana?¿Cuántos años tiene?

-Diecisiete casi. Ahora voy a una reunión de padres de su instituto - contestó, fruncí el ceño.

-¿Por que no van tus padres? Es su responsabilidad. - me miró mal - No me mal interpretes, no es una crítica sino una observación.

-No te preocupes. Es que... es que es complicado, Edward - susurró.

-Bella, mírame - ordené cogiendo su mano - Sé que no nos conocemos prácticamente de nada pero quiero que sepas que si necesitas ayuda, que te escuchen o algo yo estaré aquí.

-Gracias, pero no quiero hablar de eso - asintí devolviendo la vista a la carretera.

-Cuando quieras.

Cuando llegamos me fijé en el alrededor, la basura, algunos vagabundos en la puerta de los negocios, los graffitis...

-¿Estás segura de que es aquí? - pregunté dándome cuanta tarde de la estupidez.

-Por supuesto. ¿Ocurre algo? - preguntó extrañada.

-Este no es un lugar seguro, Bella - le dije.

-Puedes irte si temes que te pase algo - se quitó el cinturón y abrió la puerta, cogí su brazo antes de que bajara.

-No me preocupo por mi sino por ti - aclaré.

-No tienes porque hacerlo, no nos conocemos de nada- se soltó de mi agarre y bajé, yo también bajé y me puse frente a ella.

-No puedo evitarlo. Yo no elijo de quien preocuparme. - confesé - Bella...

Estaba listo para decirle el impacto que había tenido en mi, aún no estaba enamorado pero si que me gustaba mucho y sentía afecto por ella. Pero...

-¡Bella! Llegas tarde. - una chica de cabello ondulado castaño claro, ojos verdes claros y menuda, se acercaba corriendo pero al verme aminoró el paso - Hola, soy Peyton. - se presentó y la reconocí como la hermana de Bella.

-Edward - la saludé con un beso en la mejilla.

-Bella la reunión está a punto de empezar.

-Si. - me miró - Me tengo que ir, gracias por traerme. Me ha gustado volver a verte.

-A mi también. Y me gustaría que volviera a ocurrir. - sonreí y cogí su mano.

-Pey, ves llendo yo ahora voy. - ví como su hermana se alejaba con una sonrisa pícara en los labios.

-Podríamos vernos el martes a la hora del almuerzo. - sugerí - Yo te recogo en tu casa y...

-¡NO! - gritó, la miré sorprendido - Yo trabajo el martes. Todo el día.

-Pero descansarás para comer, ¿no?

-No... bueno si pero como en el trabajo - fruncí el ceño pero intenté tranquilizarla con una sonrisa. ¿Qué clase de trabajo tenía que requería su presencia durante tanto tiempo?

-¿No tienes tiempo para comer? Si quieres...

-Edward, Edward...Yo te llamo y te digo cuando puedo.

-De acuerdo. - contesté dudoso. Saqué una tarjeta y se la entregué - Este es mi número, estaré esperando tu llamada.

-Te llamaré - le dí un beso en la mejilla y me despedí.

Subí al coche y sonreí al notar su perfume en el ambiente. Procuraría que ese olor me rodeara para siempre.


Bella me había llamado finalmente. Por un momento, durante la semana, había perdido la esperanza al ver que no llamaba y ya estaba ideando la manera de contactar con ella. Pero entonces me llamó y quedamos el domingo.

-No, Jenks. Esa transacción está cancelada. CAN-CE-LA-DA. ¿Me has oído? Y es mi última palabra. Ellos se lo buscaron, ahora que asuman las consecuencias.

-Pero, Señor Cullen... - protestó.

-Hazles una cita con mi abogado y procura que queden enterados - corté y vi a Bella a un lado de la calle.

-Hola - saludé.

-Hola - subimos al coche listos para irnos - ¿Dónde vamos?

-Te dije por teléfono que era sorpresa - respondí. - Ya casi llegamos.

-Pues si estamos por llegar dime - ¡Venga!

-Nop.

-Edward...

-No, queda poco ya lo ceras - hizo un puchero y no pude más que reirme - Lo ves, ya hemos llegado.

Aparqué delante de una heladería y bajé del coche para abrirle la puerta.

-Que caballeroso - bromeó.

-Tengo que dar buena impresión - reí - No, pero mi madre le daría un ataque si se enterara que no te trato como debo - y le abrí la puerta de la heladería.

-¿Y que hacemos aquí?

-Comer un helado - puso los ojos en blanco - De acuerdo, esta es mi heladería favorita y pensé que te gustaría venir aquí y después hacer un picnick en el parque.

-En realida me ha gustado.

-Me alegro.

Le conté algunas anécdotas infantiles, travesuras que hacía con mi hermana o Alice y mi amigo Jasper. Cuando ella me contó la suya no pude más que reirme de imaginármela en esa situación.

-Vale, vale - suspiré tranquilizándome y me levanté tendiéndole la mano - Vamos.

-¿A dónde?

-A dar un paseo.

caminamos lentamente, contándonos cosas, hablando. Cuando me dijo que había dejado la universidad le pregunté el motivo.

-Es complicado.

-Es la segunda vez que me contestas eso. Puedes contármelo, Bella. - la miré fijamente, apartó la mirada.

-Más adelante - asintí.

-Y dime, ¿cuándo me presentarás a tus amigos? - cambien de tema.

-¿Para que quieres conocerlos?

-Mi amigo Josh se interesó por tu compañera, la del mal genio...

-Kate - sonrió.

-Si, estaría bien que quedásemos todos juntos. Tú me presentas a tu amiga y yo te presento a mi amigo...

-¿Quieres que hagamos de celestinos?

-Puede - reímos contentos y desde ese momento supe que esto solo era el principio.

Salimos muchas veces, la llevé a cenar, de visita a lugares, le regalé alguna que otra cosa aunque casi nunca lo aceptaba. Y por supuesto le presenté con Josh, fue en una cena en la que también vino Kate que resultó ser que era siempre así de... ¿Bipolar? No se, a Josh le gustaba igual, Esa noche le pedí que fuera mi novia.

Un día, mientras estábamos en mi departamento le pregunté a Bella por sus padres y su trabajo. Entonces me lo contó todo, me sentí mal de que pensara que por eso la iba a dejar. Eso no ocurriría, la amaba con todas mis fuerzas. Prometí ser yo quien la cuidara a ella y ella me cuidaría a mi.

También le confesé finalmente que era un príncipe. Se quedó en shock y cuando dijo que no podíamos estas juntos sentí un escalofrío atravesarme el cuerpo. de solo imaginarme mi vida sin ella sentía mi pecho temblar. Le hice ver que éramos iguales sin importar las clases sociales pero aún estaba renuente.

-Yo te quiero, Bella. ¿Me quieres? - pregunté - ¿Me quieres? - insistísintiendo miedo.

-Si.

-Entonces no tienes que pensar en nada más - me sentí aliviado en ese momento.

Durante los días subsiguientes estuvo un poco distante, en esos momentos me maldecías por haberle dicho la verdad pero eso era lo correcto. Josh intentó tranquilizarme diciendo que Bella me quería y solo necesitaba más tiempo.

-No seas plasta, Ed. Tiene que pensar, déjala respirar en paz. Dale su espacio.

-¿Durante cuanto? - repliqué enfadado.

-Durante el tiempo que sea necesario. Tú lo dijiste una vez, tío, ser príncipe no es fácil. - suspiré dejándome caer en la silla de mi oficina - Se acaba de enterar que eres un puto príncipe y que puede que ella sea tu princesa.

-Cuando se lo dije quería que lo dejásemos.

-Tonterías, ¿quién dejaría a Edward buenorro Cullen? - dijo moviendo las cejas sugestivamente.

-Tío, - le señalé - me das miedo. Aléjate de mi, no es tu primera actitud gay conmigo y empiezo a dudar de tu masculinidad - se rió sentándose en la silla frente a mi.

-Pregúntale a Kate sobre mi masculinidad, Ed, te sorprenderías. - hizo un movimiento de cadera. Reí por su estupidez.

-Que haría sin ti, Josh. - exclamé teatralmente.

-Pues aburrirte, amigo. Es lo que mejor se te da. - rodeé los ojos.

-Idiota. - mascullé.


-Quiero verte.

-Lo se, cariño. - guardé algunos papeles de mi escritorio y otros se los dí a mi secretaria - ¿Qué te parece si voy a buscarte?

-¿Si? De acuerdo. - exclamó feliz.

-Hasta ahora.

-Adiós. - coloqué el teléfono en su lugar.

-Daniella - llamé a mi secretaria - ¿Tienes la dirección que te pedí?

-Si, señor Cullen.

-Bien.

Había pedido que me consiguieran la dirección de Bella, pensaba darle una sorpresa. Sabía que ella no quería que fuera por allí porque se avergonzaba pero yo quería demostrare que no me importaba su clase social.

Al llegar a su portal le dije al chófer que fuera a dar una vuelta y que ya le llamaría. El edificio no estaba mal, de hecho era de los mejores de por allí. Una señora salió por el portal y me apresuré a ayudarla ya que traía un carro de la compra.

-Gracias. Has sido muy amable. - le sonreí.

-De nada. - entré y subí al cuarto piso y toqué el timbre. Esperaba a que no se enfadase mucho o mejor que no se enfadase. La puerta se abrió y apareció Bella frente a mi, de repente se había puesto pálida.

-¿Q-qué haces aquí? - tartamudeó.


Hola, amores.

Se que os puede parecer repetitivo pero era necesario. Muchas gracias! Os quiero y espero que me comenteis mucho para saber su opinión, no importa si es buena o mala. ¡Acepto sugerencias!

Besitos,

Sayna C.

 

Capítulo 5: Capitulo 5 Capítulo 7: Capitulo 7

 
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