Capítulo 20

El comienzo de una visión 

Bella POV 

— ¿Bella?— preguntó Edward a mi lado mientras corríamos, aun mi mente continuaba buscando salidas, nuevos planes, unos que me permitieran obtener los puntos a mi favor…o por lo menos permitiesen que la mayoría de los míos salieran con vida — ¿A dónde nos dirigimos?

— Escucha Edward, se lo que tengo que hacer…necesito que me prometas algo— le dije seriamente

— ¿Qué quieres decir?— dijo él 

— …no tenemos muchas probabilidades, solo lo sé, ellos no se detendrán con nada, esta vez no es Victoria, no son Volturis, es algo más grande que todos nosotros, aquí ganar solo significa…perder lo menos posible, ¿entiendes lo que quiero decirte?

— Bella no te sacrificaras por los demás— dijo él en un tono completamente serio,  yo le sonreí en respuesta

— No planeo hacerlo Edward— le dije sonriendo y estreche su mano — …pero necesito que me prometas que no cuestionaras mis movimientos, ni lo que diga, se lo que estoy haciendo— le dije…o al menos eso creía 

— ¿Qué harás?, no dudo de ti , pero sabes perfectamente que no te dejare…jamás— dijo él 

— Necesito que lo hagas— le dije y su rostro se descompuso deteniéndose por completo, aún continuaba con el torso desnudo y sus manos se aferraron a mis hombros, negaba con la cabeza , todos los demás continuaron su camino dándonos un segundo de privacidad que agradecí, ellos lo habían escuchado todo…

— No, no esta vez…— me dijo molesto— ¿es que no lo entiendes Bella?, estar alejados no mejorara nada, ¿es que no piensas en mi siquiera un poco…o en Renesme?— dijo él y yo tome sus manos, aunque él ejercía fuerza no fue ningún obstáculo para moverlas frente a mí, besé sus manos y las puse a sus lados, él se veía confundido 

— Es por eso que lo hago — le dije acercándome con cuidado hasta rozar su mejilla con la mía, no quería lastimarlo — esta vez…no será una estúpida misión suicida Edward, haré todo lo que esté a mi alcance para tenerlos conmigo una vez más — dijo él 

— ¿Te marchas entonces?— dijo él acariciando con sus labios mi mejilla, delineando mi mandíbula hasta llegar a mis labios 

— Estos poderes vinieron a mí por alguna razón Edward, si no los utilizo para ayudar a los que quiero, entonces ¿Cuál es el sentido de todo?— le dije rozando sus labios con suprema delicadeza 

— …¿Cuando?— preguntó él separándose apenas unos milímetros 

— En cuanto me prometas que harás lo que te pido —le dije separándome, el suspiró — llévalos con Aro Edward, él está aquí— le dije tomando mi rostro con sus manos y por un segundo deje que leyera mis pensamientos, el observo la imagen que se había generado en mis visiones “un subterráneo antiguo, paredes de piedra…”

— la catedral, debajo de la catedral— dijo él reconociendo el lugar, yo asentí — ¿eso es lo que quieres que te prometa?— dijo él , yo negué con la cabeza 

— Eso sé que podrás hacerlo— le dije sonriendo— lo que necesito que me prometas es…que tienes que sobrevivir — le dije acercándome una vez más, tomando sus labios como míos una vez más

— Solo si tú me prometes lo mismo— me dijo tomando mi rostro con sus manos, no había ni un atisbo de broma en sus palabras

— Siempre Edward — le dije sellando mi pacto con un nuevo beso cargado de todos los sentimientos que me embargaban, duramos unos segundos estrechados hasta que me obligue a regresar a la realidad, sin palabras el asintió y beso mi frente, poco a poco comencé a alejarme sin dejar de observar su perfecto rostro, poco a poco me interne en el bosque y decidí que era el momento…tendría que desafiar a mi destino 

Corrí sintiendo como mis pies apenas y tocaban el piso, giré mi rostro hacia el oeste, note como el sol esta tarde escogía una tonalidad rojiza despidiéndose, recordé la visión de Devin…y la vi formarse ante mis ojos, sonreí 

— No podrías estar más equivocado Devin…— me dije a mi misma y me encontré corriendo entre las calles de la ciudad, sin miedo alguno…

Edward POV 

Vi a sus ojos y en ese momento lo supe…nada nos separaría, su determinación casi tan férrea como la misma fuerza que nos mantenía unidos, la vi desaparecer entre el bosque teñido de dorado y un discreto matiz rojo que punteaba las copas de los árboles, sonreí  internándome en el bosque en dirección a mi familia, podía escuchar aun sus pensamientos, mi pequeña hermana Alice se debatía sobre la última decisión de mi esposa, seguí el patrón de sus pensamientos y de repente la observe frente a mí, así como toda mi familia 

— Tenemos que encontrarnos con Aro— le dije , mi voz cargada con tenacidad 

— ¿Aro? — preguntó mi padre poniendo una mano de apoyo en mi hombro— ella estará bien Edward— le sonreí 

— Estoy seguro de eso, padre— le dije y comencé a avanzar con ellos a mis espaldas — La ciudad no queda muy lejos, prepárense— grité aumentando el paso 

Jacob POV

— ¿Crees que funcione?, ¿Crees que lleguen a tiempo?— dijo Leah mientras corríamos en dirección a la ciudad 

— Sam está enterado, no dejara que inocentes sufran el precio de esta guerra, no si él puede ser de ayuda, además no nos dejaran atrás…no con Ethan inmiscuido, solo que…no sé si será suficiente— le dije, habíamos llamado a la manada, era increíble que después de tantos años los lobos estaban dispuestos a dejar sus familias…sus vidas atrás solo por ayudar a uno de sus hermanos en peligro, era algo tan fuerte que era difícil incluso de entender…

— Ya hemos hecho la diferencia una vez Jacob, esta vez no será la excepción— dijo Leah animándome — solo me gustaría…saber que se encuentra bien ¿sabes?— dijo ella y la entendí completamente, esta vez había algo por lo que luchar, algo por lo que daría mi vida sin dudar

— Él está bien, es un chico fuerte — le dije sonriendo 

— Como su padre…— dijo ella regresando mi sonrisa, entonces entró en fase frente a mí y yo le seguí apenas unos metros adelante 

Bella POV 

Camine entre los callejones esta vez sin prisa, el sol estaba a punto de ocultarse y el rojo del ocaso inundaba el ambiente, tal como la visión lo mostraba, la gente corría a mi alrededor apenas percatándose que era de mí, de los míos de los que huían, sentí el golpe seco de algo que chocaba contra mi cuerpo, baje mi mirada y un niño pequeño de apenas unos seis años de edad lloraba en la acera  

— ¿Te lastime?— le dije acercándome, él tenía las manos sujetas en sus ojos, se veía muy confundido, pero más que nada muy asustado — ¿Dónde está tu mama pequeño?— le dije levantándolo con cuidado hasta ponerlo de pie, él se sujetó a mi pierna temblando, y negó con su cabeza 

— ¡¡¡Deme todo lo que tenga!!! , no estoy bromeando señora, ¡¡Hágalo…Ahora!!— escuche una voz a unos metros de donde me encontraba entre la gente asustada pude ver a un hombre que sujetaba un arma dirigiendo el cañón hacia una mujer joven

— ¡¡¡Mama!!!— gritó él niño a mis pies y lo entendí, ¿Cómo era posible que los humanos en un momento como este en vez de apoyarse se dañaran los unos a los otros?

— Tranquilo, ella estará bien, espera aquí, ¿está bien?— le dije sentándolo en una esquina que parecía ser el lugar más seguro para él en ese momento, el asintió y tomo sus rodillas recargando su rostro y ocultándolo, intentando protegerse , le acaricie el cabello y me dirigí hacia donde el hombre se encontraba 

— Solo suelta el arma— le dije a escasos centímetros de su cuerpo, él se giró violento 

— Aléjate o le disparó— amenazó temblando, yo me acerque apenas un paso 

— Escucha no tengo tiempo para jugar…

— ¡Es ella!— gritaron algunos de los espectadores, incluso algunos de los que corrían se detuvieron para observarme

— ¡Diablos…es una de ellos!— gritó otro al fondo, el chico con él arma comenzó a dar unos pasos alejándose de mí, intentando entender lo que los demás le decían, entonces señalo a la mujer, la madre del niño con el arma una vez más y en un  segundo me puse frente a ella, quien gritó, los demás se observaban incrédulos…

— …es tan rápida, ¡¡Huyan!!,  ¡¡ Salgan de aquí!!— gritaron varias voces y el caos comenzó 

— Escucha no voy a hacerte daño— le dije a la mujer que temblaba a mis espaldas , entonces escuche él disparo seguido por una ráfaga completa, impactándome por completo, me giré hacia él hombre…era suficiente, no permitiría que dañara a alguien más— te lo advertí chico, realmente lo hice— le dije y en un movimiento, antes de que sus ojos si quiera pudieran parpadear, tome el arma y la aplasté entre mis manos, él cayo y comenzó a temblar aún más, comenzó incluso a llorar — ¿Cómo puedes pensar en lastimar a alguien ahora?, ¿Qué clase de ser humano eres?— le dije dando un paso hacia él , quien se pegó hasta la pared y coloco sus brazos frente a su rostro de manera protectora— ¡largo de aquí antes de que cambie de opinión! — grité y me giré mientras la mujer corría a los brazos de su hijo y los demás me observaban expectantes, miedo…no terror se escapaba por sus miradas, fue cuando recordé que yo era el origen de ese sentimiento — ¡Vayan a sus casas ahora!, no salgan hasta que todo haya pasado— grité y la gente comenzó a huir lejos de donde me encontraba, suspiré, la calle se volvió desierta en apenas unos segundos, hasta que me percate de lo que había unos metros delante de mí, una figura se había quedado atrás, entonces…el aroma me golpeo por completo, sentí a mis pupilas dilatarse ante el dulce aroma que ahora me embargaba, giré mi rostro intentando contenerme…había alguien herido frente a mí,  era doloroso y excitante al mismo tiempo, la probabilidad de hundir mis colmillos en su cuello y… “Detente, Bella” me dije a mi misma, observé mis manos que se sacudían ligeramente anticipándose a mi cuerpo, las cerré en puños y tome la decisión de no convertirme en lo que más temía…

— Te llevare a un hospital, mantente despierto— le dije al humano que se sacudía de dolor en el sueño, lo tome poniendo una mano debajo de sus rodillas y la otra sobre su espalda 

— …u-un ang-el— dijo él y yo le sonreí 

— No lo creo chico, pero me asegurare que no veas a uno pronto — le dije mientras comenzaba a correr entre las calles una vez más, me era difícil no pensar en el como una presa, el tibio liquido salía por sus heridas e inundaba el ambiente, gritándole a mis sentidos, escuche el débil golpeteo de su corazón…¿era ya muy tarde?— no te atrevas a morir en mis brazos, solo resiste un poco más, alguien podrá ayudarte— le dije, de alguna manera el hecho de que muriera me daba igual si fuera por mis propias manos que dejarlo morir…simplemente no podría aceptarlo

— ¡Suelta al chico, monstruo!— gritó una voz a mis espaldas un siseo escapo de mi garganta, el latido era cada vez más débil y mis manos estaban cubiertas del líquido que tanto intentaba evitar…me gire apenas para ver a la figura de blanco que se encontraba a unos metros de donde me encontraba…un Angel 

— ¡Escucha…está muriendo!, lo llevaré a un hospital y si después quieres que te maté por mí no habrá inconveniente, solo déjame llevarlo— grité, pero antes de que pudiera hacer un movimiento su rostro estaba a escasos del mío , sus manos sujetaron con fuerza al cuerpo cada vez más inerte en mis manos , solté el agarre para evitar lastimar más al chico, en un segundo él yacía en el suelo mientras el hombre de blanco susurraba algo cerca del oído del joven y posicionaba una cruz en su pecho— ¡¡¡No!!!, no puedes dejarlo morir solo así…él todavía puede…

— ¡No es tu decisión, monstruo!— grito él joven girándose hacia mí, apenas y parpadee cuando sus manos sujetaban mi cuello y me empujaba hasta chocar contra una gran pared de concreto, la misma que tembló generando una grieta que avanzo por los pisos del edificio …¿todos son así de fuertes?, me había tomado por sorpresa pero no cometería el error dos veces, entonces mis manos encontraron las suyas y liberando mi energía las separe de mi cuello, inmediatamente él se giró intentando tomar de nuevo mis extremidades, yo golpee su torso pero antes de que pudiera retirar mi puño una mano se cerró alrededor de mi brazo y me empujo contra él suelo

— ¡Deja de llamarme así! — dije pateando su abdomen, su cuerpo se movió unos centímetros, tome su cuello y revertí la situación, con mis piernas lo fije en él suelo mientras con mis manos lo mantuve indefenso 

— Es lo que eres…una asesina, Isabella — dijo él siseando debajo de mi agarré, sus movimientos cada vez más libres, estaba ganando terreno…tendría que detener esto ahora, olvidé por un segundo el sonido de su corazón que latía furiosamente contra su pecho… 

— Sé que no fue tu culpa nacer como lo que eres, yo…tuve una elección y tú no la tuviste, pero no permitiré que me hagas daño o a mi familia 

— ¡Acabaremos con todos ustedes…quemaremos sus pecados hasta las cenizas!— dijo el aumentando su fuerza…era suficiente

— Las palabras incorrectas…— le dije mientras mi mano se dirigía en dirección a su pecho y aplastaba el lugar donde segundos antes un corazón latía, no pude detenerme…era demasiada adrenalina, él se había atrevido a amenazar a los míos, no podía tomar el riesgo…¿eso me convertía en un monstruo?...dudé sobre esa respuesta cuando sentí el concreto en mi mano al haber traspasado su corazón y convertirlo en polvo, él aún se movía pero su agarre se fue debilitando poco a poco, la luz de sus ojos escapó cuando su cuerpo se drenando la sangre que ahora cubría toda la acera…un haz de luz ilumino mi cuerpo, me giré hacia el oeste mientras el ultimo rayo de luz daba de lleno en mi mano…mi anillo…la visión

— Todo ha terminado Vampiro— escuche una voz aterciopelada a mis espaldas, con las palabras que yo ya conocía, aquellas que me habían perseguido por más de 17 años—no volverás a matar a nadie… — dijo la voz —… prometí que mis manos terminarían contigo y aquí estoy cumpliendo mi destino…es tiempo de cumplir el tuyo…muere sang…

— …muere sanguijuela— terminé la frase por él quien se giró confundido antes de brindarme un golpe que jamás…jamás olvidaría