Acuerdo Perfecto (+18)

Autor: Cintia_pattinson
Género: Romance
Fecha Creación: 02/11/2009
Fecha Actualización: 16/07/2011
Finalizado: SI
Votos: 93
Comentarios: 74
Visitas: 312647
Capítulos: 13

Ellos llegaron a un acuerdo, parecía que los beneficios mutuos eran suficientes, ninguno de los dos se imaginó más de lo estipulado, jamás pensaron en ello, no se conocían, al final era solo un buen trato, una solución para sus problemas, ¿El mejor acuerdo es el que se apega estrictamente a las condiciones impuestas o el que da como resultado algo inesperado?

Este fanfic pertenece a Jazzy W. He obtenido su permiso para publicarlo.

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Capítulo 13: Nuestro Acuerdo- Fin Acuerdo Perfecto

Bella estrujaba la estupida toga, la ceremonia tenia minutos de haber terminado, había hablado con Edward por la mañana temprano y se despidió diciéndole que la vería con su titulo, como toda una Licenciada, pero no había rastros de el y sinceramente era lo que mas le dolía, a su alrededor todo el mundo se desvivía en felicitaciones, había padres por todas partes besando a sus hijos e hijas, amigas gritando y amigos chocando puños, se había preparado para que sus padres no estuvieran, pero el…

-Isa….felicidades, pero deberías alegrarte, que cara,… ¿Estas sola?-, Victoria siempre con sus comentarios, Bella estaba harta, era de esas personas que te muestran una cara y se ríen con la otra, rodeó los ojos, sin querer contestar.

-Sola…nunca-, susurró una voz a sus espaldas que Bella conocía muy bien, se giró lentamente y miró a Edward parado con un pantalón de vestir, una camisa abotonada y un saco casual, camino hasta ella y la atrajo hacia si por la cintura.

-Pensé que no vendrías-, murmuró ella y el negó sonriendo.

-Y perderme verte con ese birrete-, bromeó el mientras la acercaba mas y ella lo besaba envolviendo su cuello aun con el dichoso sombrero en la mano.

-Perdón…estaba aquí pero fui a checar que todo estuviera perfecto y…-, Bella le puso un dedo en los labios y negó.

-Estas aquí ahora… ¿Qué tenia que estar perfecto?-, el se rió y ella lo miró mas confundida.

-Lo averiguaras-, le susurró al oído y ella sonrío temblando ante la sensación.

-Hola Edward-, saludó Victoria mientras Bella era consiente que la mayoría ya había adivinado quien era la dichosa novia de Edward Cullen

-Hola…-, dijo Edward no muy seguro de su nombre.

-Vicky-, dijo ella sonriendo mientras Bella rodaba los ojos.

-Ah…-fue todo lo que el dijo mientras miraba de nuevo a su novia, ignorando por completo a la pelirroja.

-Eres malo-, le susurró Bella al oído y el rió

-No de verdad no me acordaba de su nombre-, se rió el a su oído y ella le besó tenuemente el cuello.

-¿Vienes conmigo?-, inquirió el y ella entrecerró los ojos.

-Lo estoy pensando…mi agenda esta llena-, bromeó y el le besó la nariz antes de tomarle la mano para caminar hacia…su sorpresa.

-Creo que ya todos supieron con quien sales Cullen-, le susurró de camino

-No… ahora saben todos que eres mía-, le dijo abrazándola por detrás caminando a la par de sus pies mientras besaba su cuello haciendo de lado un poco su cabello suelto.

-Eres posesivo-, se burló Bella

-Somos posesivos-, corrigió el y ella se rió

-¿Tu mama?-, preguntó Edward en tono bajo y ella camino mas despacio

-Tenia una presentación de ventas…esta en New York, no es my buena con la agenda-, murmuró Bella, quería restarle importancia pero ni ella ni Edward se engañaban, eso dolía, su padre ya le había dicho que no podría acompañarla, solo le había enviado un “gran cheque” de regalo, pero Renee había cancelado la noche anterior, disculpándose…

-Tonterías-, anunció Edward entre dientes mientras Bella lo abrazaba más fuerte, se pararon en tanto Edward la veía a los ojos.

-Jamás me voy a alejar de ti Bella…lo sabes verdad-, ella asintió con un nudo en la garganta, de no ser por el seguiría sola, sin nada.

-Si…-, contestó ella escondiendo su rostro en su pecho, los lentes le lastimaron pero no le importo quería estar cerca, sentir que el era real, que no se iría, con nadie mas se mostraría vulnerable, pero Edward, el era parte de ella, el levantó su rostro y la besó lentamente mientras la acariciaba por encima de la toga.

-Odio esta cosa-, murmuró y ella rió mientras volvían a caminar, Bella se paro en seco cuando miro la limosina a la que Edward se dirigía.

-¿Qué es esto Cullen?-, preguntó ella incrédula y con un nerviosismo difícil de explicar.

-Creo que le llaman Limosina…-anunció el sonreído y ella rodeó los ojos.

-Edward-, advirtió ella

-Swan-, contestó el riendo

-No te voy a morder…tal vez te secuestre unos días…no espera olvida lo de no morder-, bromeó y ella se sonrojó un poco, se acomodó los lentes y sonrió.

La ayudó a entrar al vehiculo y luego subió el, era sobria pero perfecta, Bella sonrió sin poder evitarlo mientras lo besaba tenuemente, el auto comenzó a moverse mientras ella veía por la ventana.

-¿A dónde vamos?-, preguntó Bella

-A donde nos lleve el conductor-, respondió Edward en tono lento

-Estas evadiendo-, gruñó ella

-Estoy contestando tu pregunta-, rió el y ella también muy a su pesar.

-Ahora quítate esa cosa-, pidió Edward jalando la punta de la toga, ella rodeó los ojos pero no lo hizo...no precisamente, se sentó a horcadas sobre el lentamente y sonrió mientras Edward tragaba.

-Quítamela-, pidió y el sonrió

-Eres mi perdición Swan-, dijo mientras acariciaba sus pantorrillas luego sus muslos importándole poco ya la toga.

-La “cosa”…recuerdas-, se burló Bella y el torció los ojos, se la sacó por la cabeza mientras dejaba a la vista un lindo vestido blando con cuello en V, cierre en la espalda y pequeños bordados, solo llevaba una bonita cadena y el anillo que el le había dado.

-Eres hermosa-, le susurró y ella sonrió.

-Me vas a decir a donde vamos-, murmuró ella besando su oreja deliberadamente.

-No-, respondió el con voz ronca

-Ok…-, aceptó ella bajándose de su regazo, para sentarse a su lado

-Manipuladora-, le susurró mordiendo tenuemente su cuello haciendo que Bella se mordiera el labio.

-Por mi aquí nos podemos quedar-, casi gimió ella mientras el seguía besando su cuello y acariciando su cintura atrayéndola algo mas hacia el.

-No mi amor…no aun-, le murmuró contra su piel.

Después de unos minutos de besos furtivos y tenues caricias, bajaron mientras Bella trataba de ubicarse, estaban en una zona lujosa a las afueras de la ciudad, se había estacionado afuera de un elegante y bello edificio, estaba empezando a atardecer, la ceremonia de graduación había sido por la tarde después de la comida, entraron mientras Bella miraba extrañada a Edward que sonrió y la llevo hacia el ascensor

-¿Tienes un departamento aquí?-, preguntó ella y el negó

-Ah ya veo solo vamos a subir y a bajar…. ¡Que divertido!-, exclamó Bella y Edward la acorraló lentamente a una esquina.

-Eres bastante desesperada-, murmuró contra sus labios, pero esta vez Bella no replicó, no hubo bromas, lo besó sin mas, con ímpetu, Edward tuvo que recordarse que aun tenia varias cosas con que sorprenderla, se separó con la respiración agitada y le subió un poco los lentes de forma juguetona.

-Aun no mi amor-, dijo el y ella rodeó los ojos, Bella tenia el estomago hecho nudos, sabia que el había preparado todo eso para ellos pero aun así, sentía como si algo fuera a cambiar…estaba feliz y muerta de miedo.

Llegaron al ultimo piso según indicaba el elevador y aun subieron las escaleras para llegar hasta la azotea, Edward la besó tenuemente en los labios antes de abrir la puerta, Bella jadeó al mirar, había pétalos blancos por todo el piso, una mesa pequeña delante de una sofá cama cubierto con cojines de seda, en la mesita había diferentes frutos, había foquitos iluminando tenuemente el atardecer y pequeñas velas por toda la orilla de la vista…esa que lo hacia todo demasiado irreal, las luces de la ciudad comenzaban a iluminar el paisaje convirtiéndolo en un hermoso mirador.

-Edward-, fue todo lo que ella pudo articular mientras el le besaba el hombro.

-Ven-, la incitó a caminar hasta llegar al sofá y sentarse en la orilla junto a ella.

-No tenias por que…-, comenzó ella pero Edward la calló con un beso tierno, lento solo sus alientos mezclándose.

-Yo elijo lo que tengo o no tengo que hacer Swan…-, le respondió en tono bajo

-Gracias-, murmuró ella contra sus labios y el sonrió, tomó una uva de unos de los platos de la mesita y se la dio en la boca, ella la tomó mientras dejaba que el sabor llegara su boca.

-No hagas eso…necesito hacer varias cosas antes de saborearte como tu a esa fruta-, le dijo el en tono ronco y ella soltó una risita nerviosa, mas sin embargo le dio otra uva y el tomó una.

Sirvió dos copas de vino blanco y le dio ahora una fresa y después la copa, el sabor de los alimentos combinados provocaban un explosión en sus papilas gustativas, la siguiente uva fue intercambiada por un beso del que Edward no pudo rehusarse jamás sin embargo se separó aun faltaba lo mas importante, para lo que era todo esto.

Se agacho lentamente hasta quedar arrodillado frente a ella, le quitó los zapatos lentamente y acaricio sus pies desnudos, haciendo que Bella se relajara y soltara otra risita.

-Me puedo acostumbrara a esto-, le bromeó y el rió antes de besar la punta de su dedo

-Hazlo-, dijo mientras pasaba su lengua tenuemente, Bella se revolvió pero apretó un cojín luchando por no atraerlo a su boca, tenia la sensación de que el quería decirle algo.

-Bella han sido los días mas felices de mi vida…llevas dos semanas en mi vida y no me imagino ni un segundo sin ti, sin saber que tarde o temprano estés así, junto a mi-, Edward recargó la cabeza en sus piernas mientras Bella acariciaba su cabellos enterrando sus manos en el.

-No voy a ir a ningún lado-, dijo ella con una sonrisa y el sonrió

-Lo se mi amor…pero los acuerdos nos funcionan…así que yo hice el propio-, Bella frunció el ceño y Edward tomó de adentro de su saco una hoja doblada, se la dio a Bella que la tomó y desdobló, el acaricio lentamente sus piernas mientras ella comenzaba a leer, solo un segundo antes que el empezara a repetir lo mismo que decía la carta.

Isabella Marie Swan

Te ofrezco mi corazón, mi cuerpo y mi alma en un acuerdo por tiempo indefinido, hasta que solo la vida se haya ido y me impida amarte, ¿que te ofrezco? fácil…todo.

Te ofrezco hacerte enojar hablándote de perfección, y convencerte de que existe.

Nuestra casa tendrá un sótano, donde olvidaremos la lluvia, jamás volverás a sentirte sola mientras las gotas caigan.

Bella escuchaba a Edward mientras leía la carta su corazón latía con fuerza, pero se obligó a no hacer nada, quería sentir sus labios, quería abrazarlo y decirle cuanto lo amaba pero había mas líneas que leer y las escucharía bebiéndose cada palabra.

Jugaremos con lodo, con barro y con harina, cualquier cosa con la que pueda ensuciarte y luego limpiar lentamente, te ofrezco divertirte a mi lado y jugar futbol donde te gane y luego dejarte mirar partidos y películas de acción.

No voy a mentir me portare como idiota algunas veces y espero que me des un jalon de orejas y me digas que me equivoco, que me abraces cuando me comporte y cuando yo necesite protección.

Te ofrezco regalarte noches probándote, hacer que tus músculos duelan y que repitas mi nombre.

Bella sonrió al igual que Edward mientras ella le acariciaba tenuemente sus labios pero igualmente no dijo nada aun sus ojos estaban llorosos, pero el siguió.

Te aseguro que me pondré celoso de los rubios al igual que los morenos, no importa pues se que si me aceptas me prometes ser mía como yo ya te pertenezco.

Aunque te advierto jamás volverás a buscar esencia de vainilla sola…

Haremos el piloto de nuestro programa “El Chef al Desnudo”, cocinaré contigo y comeré en ti.

Te ofrezco empañar vidrios y mirar amaneceres juntos, trabajar para poder comprarte una tina donde pueda consentirte infinidad de veces y estudiar juntos... (No importa que ya no estemos en la Universidad).

Te amo y te lo ofrezco todo solo a cambio de una cosa.

¿Aceptas ser mi esposa?

Edward terminó con la voz ronca mientras Bella lo miraba con las lagrimas cayendo por sus rostro, se agachó para quedar hincada frente a el a su altura, se quitó los lentes, que eran inútiles con las lagrimas y que le impedían sentir como ella quería, como lo necesitaban.

-Si Edward…no deseo nada mas que ser tu esposa…nada-, le dijo entre sollozos mientras Edward reía, reía sin parar mientras la atraía y la besaba, con un solo contacto los dos jadearon, era con si su piel explotara ante el contacto.

-Tenemos un acuerdo-, murmuró el contra los labios de ella y ella rió con los ojos llorosos.

-Lo tenemos mi amor-, dijo ella antes de volver a besarlo, Edward tomó las dos copas de vino y le pasó un mientras brindaban silenciosamente.

-Te amo-, le dijo antes de quitarle la copa y atraerla hacia el en otro beso en el que se les estaba haciendo difícil controlarse, la noche caía cada vez mas oscura haciendo aquel lugar mas irreal.

Bella le quitó el saco y comenzó a desabrochar la camisa lentamente solo antes que se dieran cuenta donde estaban.

-No podemos hacer esto aquí…-, dijo en un hilo de voz mientras Edward la besaba nuevamente…

-No a ti te gustan las bibliotecas-, bromeó y ella le sacó la lengua

-No te preocupes amor…esto es nuestro hasta mañana-, le susurró el antes de besarla nuevamente, la jaló para que se sentara arriba de el, y comenzó a acariciar sus piernas y a subir su vestido, cuando Bella lograba quitarle por fin la estorbosa camisa.

Edward bajo el cierre del vestido lentamente mientras la miraba y ella acariciaba su cabello rozando su nariz con la suya, le quitó el vestido por la cabeza para dejarla solo con su ropa interior sin sostén, Edward casi jadeó al mirar, mientras ella sonreía algo apenada.

-Me encantas Swan…me encantas mi amor-, le susurró antes de llevarse un pezón a la boca y que Bella echara su cabeza hacia atrás mientras lo acercaba tanto como podía.

Volvió a besarlo inhalando su aliento y su sabor a menta mientras se levantaba y gateaba hasta el sofá, el la miró, cada movimiento, siguió su mirada y se levantó quitándose los pantalones, dejando solamente su boxer negros, caminó hasta ella pero Bella lo detuvo con un pie sentada en el sofá, su pie acarició el abdomen de el mientras Edward cerraba los ojos, el aire era calido algo frío y húmedo pero necesario entre el fuego de ambos, Bella se enderezó y le bajó el boxer lentamente y después se levantó para quedar hincada sobre el sofá, le besó el pecho mientras Edward acariciaba su cabello.

-Siéntate-, le pidió ella mientras el lo hacia, ella se levantó solo con sus bragas cubriéndola, Edward se sentía algo indefenso tan expuesto pero la mirada de ella lo ponía a mil, y se notaba.

-Cruza las piernas-, pidió ella y el lo hizo casi hipnotizado, ella se quitó la ultima prenda que la cubría y subió la sofá para sentarse arriba de el con sus piernas envueltas en su cuerpo, ambos jadearon cuando el encuentro estuvo completo, Edward la ayudó a envolver bien sus piernas alrededor de su cintura mientras ella se apoyaba con una mano en la piernas cruzadas de el.

-Bella…-, siseó el mientras ella lo besaba jadeante.

-Te amo Edward…te amo-, gimió mientras ella se movía al igual que el capturaba sus senos y luego su boca y su cuello, el aire les golpeaba enfriando el sudor de su cuerpo mientras seguían con su danza, Bella se movió ligeramente mientras Edward la ayudaba levantando sus caderas.

-Pronto serás mi esposa-, le susurró el jadeante mientras ella se apoya en el respaldo del sofá con los pies y se movía más

-Pronto-, fue todo lo que pudo decir mientras soltaba un grito y se venia al igual que el, Edward besó el camino de su pecho a su boca y la besó casi sin aliento mientras ella lo abrazaba.

Edward se giró para dejarla sobre el sofá mientras el se levantaba solo para tomar otra fresa y coger una anta de ligera tela sedosa y envolverlos a ambos.

-Fresas-, preguntó Bella sonriendo y el asintió mojándose los labios y dándole la fruta

-Fresas mi amor…mi fresa-, le dijo antes de volverla a besar.

Edward se quedó un rato mirando a Bella dormir entre sus brazos, con las estrellas como techo, la acurrucó más contra su pecho y beso su frente.

¿El mejor acuerdo es el que se apega estrictamente a las condiciones impuestas o el que da como resultado algo inesperado?

Edward no lo sabía pero estaba seguro que el acuerdo perfecto es el que traía consigo el amor…

Capítulo 12: Cullen & Swan

 
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