Fueron largos minutos en los que quise reconocer su rostro en medio de la oscuridad, solo nos acompañaba el sonido de nuestras respiraciones un tanto agitadas. Aparte mis manos de su rostro, a pesar de que no quería hacerlo.

-¿Ya? – murmuro

-Si listo – me acomode en la cama recargándome en la pared, el hizo lo mismo.

-¿Qué dices?

-Pienso que todas esas chicas que traes locas, tienen la razón, eres sumamente guapo.

-¿Cómo lo sabes?

-Instinto solamente; me hubiera gustado conocerte en otras circunstancias.

-Lo mismo digo.

-¿Lo sentiste?

-Lo mismo iba a preguntar – los dos soltamos una risilla – Nos tele pateamos.

-Sí creo que sí, ¿Entonces?

-Si claro que lo sentí, ¿tú también verdad?

-¿Qué crees que sea?

-No lo sé pero es extraño, no lo había sentido así con otra persona.

-Me haces sentir extraña a tu lado.

-Tu provocas lo mismo en mí, mira – tomo mi mano y la puso en su pecho, podía sentir el latir de su corazón, estaba frenético –Así me tienes desde hace días.

-Así me sentía yo cuando…- No. Quite la mano de su pecho. No estábamos enamorados, era imposible.

-¿Cuándo qué?

-Nada olvídalo; me gustaría conocer un poco más de ti.

-Bien – suspiro – Tengo a mis dos padres vivos aun, dos hermanos, yo soy el más chico de los tres, estudiaba medicina, pero tuve que dejarlo por la situación económica en la que me encuentro y por la enfermedad de mi padre, trabajaba como mesero en un restaurante aquí en Londres, pero no ganaba mucho, mis hermanos ya son profesionales, pero no ganan aun lo suficiente, todo nos llevó a esto.

-Yo haría lo que fuera por mi padre, puedo entenderte.

-Él es mi ejemplo a seguir, no sé qué haría sin él.

-No pienses en eso – puse una mano en su hombro – Él está bien, el peligro ya paso, pronto cobraras mi rescate y tus problemas se solucionaran.

-Cuando mi padre quedo en la ruina nos dimos cuenta quienes eran los verdaderos amigos, todos nos dieron la espalda.

-No eran amigos verdaderos entonces.

-Exactamente no lo eran y eso es lo bueno de todo eso, nos hizo alejarnos de las personas hipócritas.

-Así es cuando estas con este nivel de vida.

-A mí me ha pasado varias veces, por eso no confió tanto en la gente que trata de acercarse a mi lado, para hacerse pasar como mi amigo.

-¿Dudas de mí?

-No de ti no. Sé que tú no eres esa clase de persona.

-¿Crees en el amor Bella? – fue un cambio drástico de tema.

-Solo un poco, las circunstancias no me hacen creer mucho en él, ¿Por qué?

-Solo pregunto.

-¿Tú estás enamorado no es cierto?

-Sí creo que sí.

-¿Cómo que crees?

-¿Qué sientes cuando estás enamorado Bella?

-¿Nunca lo has estado?

-No creo que no.

-No sé qué decirte – pase una mano por mis cabellos – Cuando estás enamorado lo único que quieres es estar con esa persona y verlo todos los días, no haces otra cosa más que estar pensando en él o ella, se convierte en tu mundo, el tiempo pasa lento para volver a verla y cuando estas con esa persona, parece que el tiempo se fue de prisa, todo de ella te fascina no importa nada si es bonita, fea, delgada, llenita, aunque te enojes con ella siempre tratas de encontrar la solución para ya no estar de esa manera, tu corazón se acelera, sientes esas mariposillas revoloteando en tu estómago, los nervios te traicionan hasta el punto de que por los nervios no puedes ni siquiera decir algo coherente, todo lo que haga para ti es perfecto a pesar de ser la persona más imperfecta en este mundo. No sé qué más decirte, son tantas las cosas.

-Todo lo que me has dicho es suficiente.

-¿Y? ¿Si estás enamorado?

-Si todo indica que sí.

-¿Quién es la chica?

-No la conoces, no tiene caso decírtelo.

-Claro que si tiene caso.

-Ya te había dicho que es una chica de mi escuela.

-Bien no te enojes.

-Lo siento, me exalto muy rápido.

-Ya me voy dando cuenta.

-¿Tu cuando estas con Jake sientes todo eso?

-No claro que no.

-¿No dijiste que te gustaba?

-Gustar y estar enamorado son cosas muy distintas. Me gusta sí, pero no estoy enamorada de él, tiene cosas muy lindas que me gustan, sobre todo es un caballero, pero no me he enamorado de él.

-¿Crees poder hacerlo?

-Sí, yo digo que sí.

-¿No te da miedo fracasar? Es decir, que te vuelva a pasar lo mismo de hace años.

-Si claro que si me da miedo, pero si no arriesgo no gano, no puedo estar toda mi vida con ese miedo, quiero ser feliz, encontrar el amor de nuevo, así me destrocen el corazón una y otra vez, lo importante es que al final del camino encontrare a la persona que verdaderamente amo.

-Me gustaría pensar eso.

-¿No piensas así?

-A mí me da miedo volver a amar.

-Sin embargo estás enamorado

-No lo pude evitar, la convivencia con ella no me ayuda mucho.

-¿Por qué te da miedo enamorarte?

-Por qué he tenido muchos fracasos ¿y si este es el mismo caso?

-Pienso que es mejor arriesgarse, a estar toda una vida pensando en el que hubiera pasado.

-Si también pienso en eso, en ocasiones. Creo que es momento de que me valla – se levantó de la cama, pero yo lo tome de la mano.

-No te vayas por favor.

-Tengo que irme, si mis hermanos me ven aquí y sin mascara se pondrán histéricos.

-Por favor, tanta soledad me tortura.

-Bella no puedo de verdad.

-Claro que si puedes, ve por tu mascara esa y quédate conmigo esta noche.

-Lo que me pides es algo… - se quedó callado.

-Sé que no debería pedírtelo, pero estoy comenzando a odiar esta soledad Anthony, solo quiero un poco de compañía, a veces no me gusta estar tanto tiempo sola, me hace pensar demasiado y odio pensar en cosas que ya pasaron, que ya no tienen sentido volver a recordar.

-Te puedo entender.

-¿Entonces? Por favor quédate te lo pido – me acerque a él y lo rodee con mis brazos, él se puso tenso por mi intromisión, pero de rato me devolvió el abrazo, su aroma era delicioso y adictivo – Me gusta tu perfume.

-¿Algo que no te guste de mí? – dijo con un poco de gracia.

-No lo sé aún hay cosas que no conozco de ti.

-Yo conozco todo de ti.

-¿Qué es lo que no te gusta de mí? – seguíamos abrazados, solamente mirándonos directo a los ojos.

-Que seas demasiado bonita.

-¿Eso no te gusta de mí? –alce las cejas.

-Sí, haces que todo sea tan confuso.

Me quede en silencio, no esperaba que me fuera a decir aquella confesión. ¿Por qué sentirnos de esta manera? Podía sentir la conexión que había entre los dos, esas mariposillas revoloteando en mi estómago y sin duda mi corazón latir por su cercanía.

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Es cortito pero más tarde subire otro cap, grx por las visitas.

saludos.