-¿Dije algo malo? – oí el murmuro de su voz, pero yo seguía estando en un estado de shock, no sabía cómo él lo sabía, esa sí que era una historia muy íntima, una que muy pocas personas sabían.

-Tu… ¿Cómo sabes esa historia?...- el nudo en la garganta no me deja hablar bien y el contener las lágrimas hacia la tarea un poco complicada – Esa era una historia… privada algo que no sabían muchos.

-Perdón si te hice sentir mal – tomo mi mano que descansaba en mi rodilla, la acariciaba, me calmo por un momento.

-¿Cómo lo sabes? Entiendo que sepas cosas de mí, pero eso, no sé cómo pudiste saber eso – limpio una lágrima que se me había escapado.

-Se muchas cosas Bella.

-Quiero saber cómo.

-No es momento sí – limpiaba con demasiada delicadeza mis lágrimas.

-Yo amaba mucho a mi novio, James era todo para mí, lo amaba como nunca pensé amar a alguien, era mi vida, mi ilusión, era como el aire que necesitaba para vivir… - me interrumpió.

- me se la historia no es necesario que me la cuentes.

-Necesito desahogarme - asintió – Cree un futuro al lado de él, era demasiado tonto hacerlo y más porque era joven y tenía mucho por delante, pero estaba casi segura que mi vida sería al lado de él, que mis últimos días de mi vida serian al lado de el – suspire fuertemente – De un momento a otro comenzó a cambiar, conmigo, me trataba con frialdad, discutíamos por todo, parecíamos dos completos desconocidos, pero a pesar de todo eso yo seguía aferrada a él por el amor que sentía. Una noche me hablaron por teléfono, era una noche tormentosa, la lluvia caía, parecía que el cielo se rompía en pedazos, me hablaron para decirme que mi novio había sufrido un accidente, que estaba demasiado grave – sus manos limpiaron de nuevo las lágrimas que salían – Llegue al hospital, solo me dijeron que tenía muy poca probabilidad de sobrevivir, ahí me entere que había una acompañante, conocí a la chica.

-¿La conociste?

-Si la chica ya había muerto.

-¿Por qué la viste entonces?

-Solo querían saber si era algún familiar de James o algo; me pidieron reconocer el cuerpo, pero evidentemente no lo pude hacer, no la conocía.

-¿Cómo supiste que se habían escapado juntos?

-La familia de ella llego al hospital, tremendamente destrozada – hice una mueca de dolor – Dijeron de todo cuando supieron que James estaba vivo, ahí lo supe y por que como no queriendo escuchaba las pláticas.

-¿Qué paso con James?

-Solo duro unos cuantos días en el hospital, murió también – me encogí de hombros.

-Debo suponer que fue muy duro para ti esa etapa de tu vida.

-Lo fue. Pero lo supere o eso intento.

-¿Aun no lo superas?

-Me es difícil – revele por primera vez que ese episodio de mi vida aun no lo superaba del todo, todos creían que todo había quedado en el pasado, pero no todo – Hay cosas que no se olvidan, ¿entiendes lo que quiero decir?

-Si claro que se lo que quieres decir. Las heridas no siempre se cierran, pienso que ha de ser porque simplemente la persona así quiere que sea, si no podemos dejar el pasado atrás es porque la persona se está aferrando a ese pasado y no lo deja libre.

-Poco a poco lo estoy dejando.

-¿Cuántos años han pasado?

-Dos años han pasado.

-Es muy poco tiempo.

-He mejorado. Antes era una amargada.

-¿Quién no se pondría así? – Se encogió de hombros – Pero lo haz superado bien, ya tienes pretendiente y lo quieres.

-¿Te refieres a Jake? –Asintió – No él y yo somos amigos solamente.

-No, claro que no, he visto como lo miras.

-¿Y cómo lo miro según tú?

-Con cariño, como si fuera la única persona que estuviera a tu alrededor, ¿Lo amas?

-Solo es un buen amigo.

-Las amistades siempre comienzan así.

-Haber; tu y yo somos amigos, no por eso vamos a terminar juntos ¿o sí?

-En esta vida todo puede suceder querida Bella – apretó mi barbilla.

-Si claro, yo enamorada del hombre enmascarado.

-¿Tienes hambre? – pregunto de repente.

-Si un poco.

-Bien iré por algo de comer – se paró y yo lo tome del brazo.

-Espera – lo solté, por que se sintió algo extraño.

-¿Qué paso?

-¿No te puedo acompañar? Entiendo que no puedo salir de aquí, pero es que es demasiado frustrante estar encerrada todo el día.

-Bien, solo no hagas nada indebido por favor.

-Gracias

Me pare rápidamente de la cama. Caminamos por una hermosa casa, era una casa con demasiada iluminación, grandes ventanales que solo me dejaban ver, que estábamos en un lugar completamente desierto, era de noche. Entramos a una enorme cocina.

-¿Sabes cocinar? – me senté en una silla, mientras él se ponía frente a la estufa.

-Claro que se cocinar, ¿Quién crees que te alimenta?

-Cocinas bien.

-Gracias – prendió la estufa y comenzó a hacer su labor, mientras yo lo miraba. Tenía un buen cuerpo, ¿Cómo se vería sin tanta ropa? Mi propio pensamiento me dio vergüenza. Se quitó aquella mascara de repente y me quede paralizada. Tenía un cabello hermoso, cobrizo, totalmente alborotado – Me moría de calor – dijo, pero sin voltear a verme.

-¿No me darás la cara cierto?

-Por supuesto que no. Solo será mientras cocino.

Si quería dejar de mirarlo ahora simplemente no podía hacerlo. Me imaginaba una y otra vez su rostro, ¿Cómo sería? Era demasiado frustrante no poderlo ver a la cara.

-Deja de mirarme quieres.

-No te estoy mirando.

-Claro que sí, puedo sentirlo.

-Sientes mal.

-¿Qué? ¿Te estas imaginando como es mi rostro?

-No, pero de seguro eres un tipo horrible.

-Si me vieras, te enamorarías inmediatamente de mí.

-¿Te tardaras mucho?

-No – tomo la máscara de nuevo, se la puso y se giró con dos platos en sus manos – Disfruta – puso un plato enfrente de mí.

Los dos nos pusimos a cenar en completo silencio, el perdido en sus pensamientos y yo en los míos, mientras comíamos, no dejábamos de enviarnos miradas de vez en cuando, eso me hacía sentir nerviosa.

-Ya termine – alzo su mirada y miro el plato.

-No comiste casi nada.

-Claro que sí, casi me termine mi plato.

-Vamos a la habitación, no quiero que mis hermanos te vean aquí y quieran matarme.

Me dirigió de nuevo a la habitación. No entendía como tan repentinamente cambiaba de humor, ahora parecía tan distante.

-¿Te sucede algo? – dije antes de que saliera de la habitación y me dejara sola de nuevo.

-¿Por qué la pregunta?

-Te noto un poco extraño.

-Cosas que pasan.

-¿Me quieres contar? Yo ya te he contado parte de mi vida.

-Quizá sea en otro momento.

-¿No me tienes confianza? De seguro creerás que sabré quien eres y te denunciare cuando salga de aquí.

-En parte sí, pero no del todo.

-Bien como quieras – me sentí ofendida - ¿Puedo hacerte una pregunta?

-Si.

-¿Estamos en Londres?

-¿Todavía lo mismo?

-Solo quiero saber.

-Está bien, si estamos en Londres todavía.

-Gracias

Lo ignore por completo distendí la cama y me metí debajo de las sabanas, era una cama demasiado cómoda, mis ojos rápidamente comenzaron a cerrarse.

-Que tengas buenas noches Bella. No pude contestarle a tiempo, había caído en la inconciencia de mis sueños.

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Regrese, si se que me demore en actualizar es cortito el capi pero más tarde subire otro =)...saludos.