Amor Bandido

Autor: belibeli
Género: Romance
Fecha Creación: 11/04/2015
Fecha Actualización: 17/09/2015
Finalizado: NO
Votos: 6
Comentarios: 13
Visitas: 28167
Capítulos: 22

Un secuestro cambio mi vida por completo. ¿Quién iba a pensar que me iba a enamorar de quien me robo mi libertad?. Es de locos creer esto, pero asi fue me enamore de el. Se convirtió en mi amigo durante el tiempo que estuve encerrada; cuando fui libre lo único que quería era volver a su lado, pero por cuestiones de la vida no fue asi, seguí con mi vida, dejando atrás ese episodio, que para muchos seria traumático, pero para mi fue lo mejor que me pudo haber pasado. Todo iba en orden en mi vida, pero de repente tuvo un giro de 180º grados cuando el reapareció, ¿Quién iba a pensarlo no? Quien iba a pensar que la vida lo pondría frente a mi de nuevo. Fue en ese momento cuando vi su rostro por primera vez. Parecía que todo esto era un amor real, sincero y perfecto, no me importaba que el hubiera sido mi secuestrador, yo lo amaba con cada fibra de mi ser y el lo hacia de la misma manera, solo eso bastaba para ser felices. Pero todos fueron crueles con el, a nadie le importo que esto fuera un amor verdadero, me destrozaron el corazón. Se decía que era un “AMOR BANDIDO”

Quiero agradecer a Looree Rojas♥ por permitir que publique su historia, los créditos son para ella y su pagina(https://www.facebook.com/pages/Estoy-irrevocable-e-incondicionalmente-enamorada-de-la-saga-Twilight/150005105103464) visiten y ayuden con un Me Gusta.

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Capítulo 19: Te extrañe

 

No estaba muy lejos de mí, a unos cuantos centímetros de donde yo me encontraba, ¿en qué momento llego ahí? Sonreí mucho más cuando lo vi observándome detenidamente, extrañaba su mirada.

-¿Se ha acordado de mi doctor Cullen? – negó una y otra vez con una hermosa sonrisa en su rostro. Era la primera vez que lo veía sonreír, al descubrir esa sonrisa que tenía, ya me tenía idiotizada. No pensé que fuera más guapo, de lo que yo había imaginado.

-Nunca me he olvidado de ti Bella.

-No parecía eso hace unos momentos.

-Tenemos que hablar.

-Sin duda tenemos que hablar sobre muchas cosas.

-Yo lo siento – su mirada fue al piso.

-No pasa nada. Hoy a las seis de la tarde, te espero – abrí la puerta.

-¿Dónde?

-Tú me has seguido durante meses, debes de saber cuál es mi lugar favorito.

No espere su contestación, de verdad esperaba que supiera o que aun recordara el lugar que yo frecuentaba seguido.

Me quede parada en la recepción mirando a todos lados en busca de Alice, no se veía por ningún lado. Escuche su voz de nuevo detrás de mí.

-Tanya tenemos que hablar – se escuchaba molesto.

-Si… claro… - dijo nerviosa, escuche la silla arrastrarse.

-Nos vemos más al rato Bella.

Sentí un escalofrió al referirse el a mí. Estaba que me daba un paro ahí, eran demasiadas las emociones que sentía en ese momento. Vi a Alice acercarse a mi, venia reluciente.

-¿Lista? – me tomo del brazo y comenzó a caminar conmigo.

-¿Qué hiciste Alice?

-Le hable – aplaudió

-¿A quién?

-Se llama Jasper y es hermano de Edward tu amigo.

-¿Platicaron?

-Sí, creo que me he enamorado – suspiro.

-Por dios Alice, lo acabas de conocer, no puedes hablar de amor rápidamente.

-Yo sé que es amor, Jasper es una persona genial, deberías conocerlo – si claro, sobre todo porque le caigo de maravilla.

-Si, tal vez más adelante nos conozcamos, ¿en que quedaron?

-En vernos otro día.

-¿Quién le hablo a quién?

-Yo por supuesto, es un chico un poco tímido – si claro, se veía claramente como lo acababa de conocer, no era para nada tímido – Le hable y poco a poco se dio la conversación.

-Si debí suponerlo – se detuvo y miro mi pie.

-¿Qué te dijo el doctor?

-Ya estoy bien.

-¿Por qué cojeas entonces?

-Me duele por la falta que tuvo de movimiento.

-Ah ok – proseguimos nuestro camino al auto.

-Iré a la cafetería.

-¿Tan temprano?

-Sí, tengo días sin ir.

-¿Relajarte con una taza de café y un libro en la mano?

-Así es, ¿me dejas ahí?

-Si está bien.

Aquí estaba ya en la cafetería, con los nervios de punta, mirando a todos lados, esperando poder verlo, cada dos minutos miraba a la puerta de la entrada, esperando a que entrara por ahí, pero nada, no había rastro, ¿será que olvido el sitio que tanto frecuentaba? No, no podía olvidarlo, solo han pasado un poco más de dos años desde que dejo de seguirte, no creo que tan pronto se halla olvidado de todo esto.

Todas mis dudas de si vendría o no se espumaron cuando lo vi entrar. Hermoso. Simplemente perfecto, se veía mucho mejor sin su bata blanca. Solo traía unos jeans desgastados, zapatos negros y una playera blanca adherida a su cuerpo, su cabello cobrizo, totalmente alborotado.

-Lo siento llego un paciente de último momento – se sentó en la silla que estaba frente a mí.

-Sí, entiendo – me encogí de hombros - ¿Qué tal tu día?

-Bien, muchos enfermos, ¿el tuyo?

-Emocionante, pero a la vez aburrido.

-¿Por qué aburrido?

-Me desespera estar encerrada en casa, ya va una semana sin ir a trabajar.

-Ya entraras este lunes, así que tu aburrimiento se ira.

-Sí, lo sé – nos quedamos en completo silencio - ¿Cómo has estado?

-Bien, muy bien – suspiro – Lamento lo que paso de verdad.

-¿Por qué? ¿Por qué de último momento? – no me atreví a mirarlo a los ojos.

-Tal vez fue el miedo.

-Te desapareciste – dije en un susurro – Te busque como una loca, pero no encontré nada de ti, fue como si la tierra te hubiera tragado.

-¿Me buscaste? – dijo sorprendido.

-Así es, durante los primero seis meses no hizo otra cosa más que buscarte. Había algo importante que decirte.

-¿Qué cosa? – me atreví ahí a mirarlo a los ojos, brillaban de emoción.

-Debes ganarte el derecho a saberlo ¿Edward?

-Emmm si ese es mi nombre.

-Me gusta – sentí su mirada en mí – Así que terminaste tus estudios.

-Hace como un año que los termine.

-Me da mucho gusto de verdad.

-Y a mí que también los oigas terminado y que ya estés en una importante revista.

-Me ha costado mucho.

-Debo suponer

-¿Me seguiste hace días? Me pareció haberte visto, pero me hizo a la idea de que no era así, pero escuche cuando Jake te pregunto y tú le dijiste que sí.

-Te seré sincero – se acomodó en la silla – Te seguí al principio, solo quería saber cómo estabas, pero después me hizo a la idea de que no era vida si seguía de esa manera y me aleje.

-¿No me seguías entonces?

-No – dijo apenado – Me canse de estar en la sombra, fui coincidencia o no sé.

-¿Quién era la rubia?

-Mi novia – sentí decepción.

-Así que tienes novia – me cruce de brazos.

-Era, terminamos ese mismo día.

-¿Por qué? – lo vi sonreír.

-Celos ya sabes.

-¿Y la rubia de tu consultorio?

-Mi secretaria, lamento mucho lo que hizo, ya he hablado con ella.

-Fue muy descortés lo que hizo.

-Si, por eso ya he hablado con ella seriamente – me atreví a mi mirarlo a los ojos,nuestras miradas se conectaron como antes, se sentía ese escalofría, esa magia que había entre él y yo - ¿Qué tanto me miras?

-Detallo tu rostro, antes de que te me desaparezcas por otros dos años.

-¿No me lo perdonaras cierto?

-Solo si enmiendas tu error.

-¿Qué tengo que hacer?

-Simplemente no desaparecerte por años.

-Hecho – me tendió su mano y la estrechamos – Prometo no alejarme de tu lado y ser tu amigo.

-¿Amigos? – Asintió – Como en los viejos tiempos.

-Así es, es todo lo que te puedo ofrecer por el momento.

-Puedo imaginarme – aun había un tema que tocar, el de su amor por mí, pero no sabía cómo tocarlo y se veía claramente que él tampoco sabía cómo tocarlo de nuevo.

-¿Soy como me imaginaste?

-No. Eres mucho más feo de lo que me pude haber imaginado.

-¿Enserio? – alzo una de sus cejas.

-No – reí – La verdad no eres ni la mitad de lo que imagine. Eres muy guapo y apuesto – por primera vez mi sus mejillas sonrojarse.

-¿Por qué te cambias de look? – Cambio rápidamente de tema – Antes lo tenías güero ahora negro, ¿Por qué?

-Me gusta hacerme cambios radicales, ¿se me ve mal?

-No, te hace ver una persona mucho más interesante de hecho. Pero me gusta mucho más tu color natural.

-Lo cambiare – se salió de mis labios sin pensarlo – Mas adelante. Así que viste mi etapa en la que cambie drásticamente mi color de cabello.

-Sí, así es te veías bien, pero nada como tu cabello castaño.

-Creo que es hora de que me valla – mire mi reloj, no era muy tarde, pero seguramente papa y mama estarían preocupados por mí.

-¿En qué te iras?

-Tomare un taxi.

-No. Yo te llevare.

Se levantó de su silla, me ayudo a salir de ahí. Todo un caballero, me enamoraba, los sentimientos salían.

Durante el camino hablamos de cosas tribales, reí junto con él al recordar ciertos momentos de cuando estuve encerrada con él.

-Llegamos – aparco el auto afuera de mi casa.

-Aun recuerdas mi dirección.

-No la olvidaría nunca – acaricio mi mejilla, cerré mis ojos por su toque.

-Te extrañaba – susurre.

-Yo también.

-¿No desaparecerás cierto?

-No, aquí estaré – sentí sus labios presionar mi mejilla – Seremos amigos.

-Claro te buscare en esta semana, tú también puedes hacerlo.

-Por supuesto aquí me tendrás – miro a punto fijo – No sabía que tenías perro guardián.

Seguí su mirada e iba a Jake que estaba parado afuera de mi casa, mirando directamente al auto, junto con él se encontraba Rosalie.

 

 

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Nos vemos mña =) 

Capítulo 18: Espera Capítulo 20: Luchare

 
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