Hola, antes que nada... Pido disculpas y gracias por su paciencia. he vuelto a reescribir y a pesar de que no es lo mismo... me siento realizada. he escrito cosas nuevas y cosas que he recordado, está algo corto pero... algo es algo, no? :) espero lo disfruten, disculpen la tardanza y, espero ponerme al dia con ambas historias.

Besitos.

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BELLA POV

-no es ella... No es mi pequeña... No es ella no es mi pequeña... No es ella... No es mi pequeña... No es ella... - me repetía constantemente como mantra mientras tapaba mis oidos y metía mi cabeza entre mis rodillas.

No sabia donde estaba, no sabia cuanto tiempo habìa corrido, solo sabía que estaba totalmente oscuro, no quería que nadie me viera, no queria que nadie me encontrara, los recuerdos se estaban avivando en mi cabeza y veia las imagenes dolorosas frente a mi.

-No es ella... No es mi pequeña... No es ella... No es mi pequeña... No es ella... No es mi pequeña... No es ella... - seguía repitiendome cada vez mas fuerte mientras apretaba mis mans en mis oidos, los sonidos de los gritos en mis recuerdos me estaban pareciendo demasiado vividos ahora mismo.

Escuché gritos con mi nombre, alguien o varios me estaban buscando pero no queria ver a nadie, queria olvidar, sacar todo el dolor de mi pecho y sacar los malos recuerdos de mi cabeza, el odio estaba volviendo y la rabia inundaba mis venas, fue culpa de ellos por no hacer nada, ellos la dejaron morir. Yo la dejé morir.

Si era ella, era mi pequeña y había muerto, era verdad... Ella existió, ella jugó, ella rió, ella fue la unica que verdaderamente me amó y me trató como la unica persona importante en su vida y ahora no está, ella en realidad si murió y jamas la veré nuevamente.

-Isabella! - escuché que me llamaban pero no quería que me encontraran, quería estar sola y hundirme en mi dolor, ahora que admitía nuevamente que ella era real, nada podía hacer.

-Es real... Es real... Es real... Es real... Es real... Es real... - susurré apartando mis manos de mis oidos, las lagrimas bañaban mi cara, mi cuerpo dolía, enseguida recordé las palabras de Liam.

"Ella está en un lugar mejor, Bells. Ella es un ángel, un hermoso angel."

"Dejala ir, Bella. Te estas haciendo daño"

Las palabras de Liam retumbaban en mi cabeza, mes tras mes y año tras año de presion me estaba volviendo loca.

"No es real, Bella. Mackenzei nunca existió. Solo fue producto de tu imaginacion"

"Mackenzei no es real. Ella nunca murió, ella nunca existió"

Las palabras de mi psicologo volvieron a mi. Una terapia que me hacia olvidar, que hacia creerle a mi mente que todo fue producto de mi imaginacion. Todo es una mierda, para que querría olvidar a la unica persona que me dio la felicidad mas pura y sana de mi vida. Siempre debería recordarla.

Malditas terapias y jodido doctor de mierda.

-Patrañas de mierda! - exclamé furiosa, pero en cierta forma me ayudó, pasé años tranquila pensando que ella no era real, si quería seguir viviendo como hasta ahora tenía que volvier a ese mundo que había creado - ella no es real... No es mi pequeña... No existió... Ella no es real... No es mi pequeña... No existió...

Pero como podía pensar ahora? Todo era tan vivido, era tan real, parecia una repeticion instantanea de mi vida, como traté de revivirla, como la veia morir, no podía hacer nada por ella y todos me lo decian.

"Ya no hay nada que hacer, dejala ir"

Volvieron las palabras de la enfermeras que me ayudó a atender a mi pequeña.

-Como demonios la dejo ir? - susurré aterrada, mi pecho dolía demasiado, mi cabeza quería explotar, el piso frio y duro me mantiene en la realidad, pero solo quiero olvidar, tengo que olvidar - ELLA NO ES REAL... NO ES MI PEQUEÑA... NO ES REAL... NO ES MI PEQUEÑA... - Empecé a gritar para sacar el dolor y la agonía, tengo que seguir con mi vida. Seguir sin ella.

La luz vuelve mis parpados rojizos, señal de que estoy afuera o han encendido la luz en el lugar donde estoy, no quiero saberlo en realidad, quiero quedarme sumergida en mi dolor mientras sigo repitiendo mi mantra para seguir adelante, para volver a mi relativa vida normal.

Escucho voces, muchas voces, hombres, mujeres. Todas confundidas y difusas en mi cabeza. Mis oidos aun siguen tapados. Sigo en la misma posicion, sigo repitiendo mi mantra. No quiero salir de aqui. Una voz se hace mas fuerte, más, no la entiendo entre tanto murmurllo, solo quiero escapar.

Siento unas manos tocarme. Me sacuden, tocan mi cara, mis brazos tambien, pero no quiero abrir mis ojos ni destapar mis oidos, tampoco quiero dejar de repetir mi mantra, cuando todo acabe estaré bien, ella no existirá y yo seré relativamente normal, otra vez.

Un par de brazos me rodean y ya no siento el piso frio que me mantiene en la realidad, estoy flotando... Me siento flotar, pero un par de brazos calidos me dicen que aun estoy en la realidad, sigo despierta, sigo viva, ella está muerta y no hay nada mas que hacer.

"Nunca te rindas, Isabella. Ella vive en tu corazón"

Eso era nuevo, nadie me habia dicho eso, ni Liam, ni Sofia, ni la enfermera Carter, mucho menos el doctor Dollson. Esa frase es nueva, muy reconfortante para ser simple pero muy dolorosa tambien. Pasó años en mi imaginacion como una simple aparicion, algo que no fue real, yo la alejé de mi y ahora entiendo que eso duele aun mas.

No debí oilvidarla, no debì apartarla, tenía que mantenerla conmigo, soportar el dolor, sobrellevarlo despues para vivir feliz con su recuerdo, cometí el mas grande de mis errores.

Sentí una superficie blanda en mi espalda, no sabia donde estaba, solo sabia que ya no sentia el piso frio que me mantenia en la realidad, la superficie blanda no me dejaba relajarme, seguia con mis manos en mis oidos, mis ojos cerrados y repetía mi mantra, un pinchazo en mi brazo derecho me sobresaltó pero solo sirvió para hacerme sentir volar por completo esta vez.

Abrí los ojos lentamente, los parpados me pesaban mucho, mi cuerpo pesaba el triple y me dolía mucho la cabeza, miré al rededor pero no reconocí el lugar, primero porque estaba algo oscuro y segundo, que mi vista no estaba del todo optima.

Ahora que veia bien, no era una habitacion de la clinica, habian dos camas individuales y una pequeña nevera, creo que eran los dormitorios de los doctores privados que se quedaban de guardia constante. Me senté en la cama sintiendo todo mi cuerpo entumesido.

Por que estaba aqui? No recuerdo haber venido acá, y la pregunta mas importante. Quien demonios me trajo y que pasó para que terminara aqui? Volví a mirar al rededor buscando señales de vida pero no habia nadie mas.

-Puta migraña - susurré poniendo mi cabeza entre mis manos, me dolia demasiado, hace tiempo que no tenia una migraña, creo que desde que empecé a tener alucinaciones depresivas y Liam me llevó a un psicologo. Tenia que ir a mi locker por mis pastillas, hace tiempo que habia dejado de tomarlas, pero siempre las llevaba por precaucion.

Puse mis pies en el piso y sentí el frio entrar por mis talones y lla llema de mis dedos como una corriente directo a mi columna. Por qué estaba descalza? Me calcé mis zapatos lentamente para no mover mucho la cabeza hacia el piso y me puse de pide completamente en un tercer intento.

Me sentia mareada, iba a tener que caminar aguantada de las paredes sino quería caerme. Busqué mi viper entre mis ropas pero no lo encontré, revisé el lugar con sumo cuidado y di con ellos en una mesa al fondo de la habitacion, enganché mi viper en el cinturon de mi pantalon al ver que no habia tenido ninguna llamada de emergencia, y abrí la puerta para salir.

Las luces del pasillo me hicieron doler los ojos, los tapé por un momento y quité mi mano lentamente para acostumbrarme a la brillante luz, caminé con lentitud por el largo pasillo y salí directo al estar de enfermería, era extraño, no habia nadie.

Di vuelta en el pasillo siguiente encontrandome con la entrada de emergencias y el pasillo que da a la puerta de los vestidores, era extraño, no había absolutamente nadie, subí la mirada al reloj de pared que estaba en la sala de espera y jadeé.

-la una treinta y cinco - susurré viendo la hora. Era plena madrugada. No entiendo absolutamente nada, por que no hay nadie por acá. Pasé por la puerta de emergencias, mas no entré, seguí de largo pero una voz me detuvo.

-Isabella - escuché la voz preocupada de Edward detras de mi, me giré encontrandome con unos ojos cansados, decorados por unas grandes ojeras, se veia preocupado, asustado y molesto.

-Edward, hola - saludé en un susurro mientras me aguantaba a la pared, él se acercó rápido y me agarró por la cintura al verme debil.

-Estas bien? Como te sientes? Que haces caminando? - preguntó ansioso y serio mientras me miraba fijamente.

-Me duele la cabeza, pero estoy bien. Voy a mi locker por mis medicinas para la migraña - le dije tranquilamente - podrías decirme como terminé en esa habitacion? - pregunté aturdida queriendo saber como rayos fue que llegué a esa habitacion.

-Espera - me miro serio - no recuerdas que pasó? - preguntó mas serio mientras su ceño se fruncia cada vez mas.

-pues... No se que tuvo que haber pasado - dije confundida por sus palabras, ahora la migraña se hacia mas fuerte.

-Que es lo ultimo que recuerdas, Isabella? - preguntó mientras aguantandome fuertemente por la cintura, me llevaba a los vestidores.

-Hemmm - me quedé pensando un momento para recordar - lo ultimo que recuerdo es que estabamos almorzando en la cafetería y... Luego desperté en esa habitacion.

-Isabella, me preocupas - murmuró mientras volviamos a caminar. Llegamos al locker del vestidor y saqué las medicinas, con un poco de agua que me dio Edward del bebedero me tomé las dos pastillas - Carlisle quería hablar contigo - murmuró serio mientras se sentaba en el banquillo frente a mi, me paré frente a él y lo miré

-Conmigo? De que? - pregunté confundida. Edward suspiró, pasó una mano por su cabello mientras bajaba la mirada y se levantó.

-Será mejor que te lleve a tu casa, mañana a las nueve tienes que estar en la oficina de Carlisle - contestó evadiendo mi pregunta. Estaba confundida, no sabía que pasaba y ahora tenía una reunion con el jefe. Increiblemente genial.

-Bien - susurré rendida. Él no iba a decirme nada. Tomé mis cosas y salí junto con Edward de la clinica, él quitó la alarma de un hermoso auto y me ayudó a subir, estaba demasiado cansada para protestar e irme sola, a parte, donde rayos conseguiré transporte a estas horas de la madrugada.

Edward arrancó y empezó a conducir tranquilamente por esas calles aun desconocidas para mi, solamente me dediqué a admirar las luces de los edificios, la carretera mojada y el sonido del silencio tan reconfortante para mi migraña.

-Como sabes donde vivo? - Pregunté seria cuando Edward aparcó frente al edificio de mi residencia, él me miró un par de segundos con cara de poker y habló.

-Aquí es donde viven todos los nuevos empleados - Dijo de manera convincente, fruncí la boca y lo miré detenidamente.

-Vas a decirme que pasó? - pregunté nuevamente quizas el viaje y el silencio pudieron haberlo persuadido para que me dijera algo. Él suspiró y frunciendo el ceño negó.

-No, en la mañana hablamos. Cuidate, Isabella - dijo con cierto tono en su voz que no pude decifrar, sus ojos estaban fijos en mi y su respiracion estaba pesada.

-Gracias por traerme - murmuré haciendo una pequeña mueca con la boca. Me bajé del auto y despues de entrar al edificio, Edward arrancó nuevamente - Que dia! - susurré alzando las cejas al entrar al elevador.

Me preocupaba que habia pasado en la clinica, pero me preocupaba mas el hecho de tener que hablar con el doctor Cullen en la mañana. No creo que me llame para nada bueno, esas visitas inesperadas con el jefe jamas son para buenas noticias.

Despues de disculparme con Sue unas veinte veces por haberme tardado demasiado, dejé que se fuera, ella simplemente me sonreia cada vez que le pedía disculpas, al final, quizas harta de que me disculpara tanto me dijo que a ella le pagaban por un trabajo de veinticuatro horas constantes, no entendí al principio pero, creo que su único trabajo es cuidar a Ana, cosa que es imposible por que eso sería una enfermera privada que no puedo pagar.

Sue se fue, y despues de pasar por la habitacion de Ana y verla profundamente dormida con la gruitarra entre sus brazos me fui al baño y me di una ducha, quizas el agua tibia me relaje el cuerpo y termine de quitarme esta jodida migraña.

Media hora despues me encontraba relajada y envuelta en las suaves y calientitas sabanas de mi habitacion, tratando de no pensar en la reunion de mañana. Iré con mente positiva y enfrentaré cualquier situacion.

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ya ven, fue algo cortito para lo que suelo escribir.

Que opinan de que ella no recordara nada? jummmm

que hará Carlisle al respecto? El proximo capitulo será mas interesante, será un Pov Edward, se que les encantará y les dejará boca abiertas.

Gracias por leer, por sus votos y sus comentarios, siempre son bien recibidos.

Besos y abrazos.

Nos leemos en el proximo Capitulo.

@PsicodElii