Sed de Venganza

Autor: Ness
Género: + 18
Fecha Creación: 13/11/2014
Fecha Actualización: 12/02/2016
Finalizado: NO
Votos: 3
Comentarios: 16
Visitas: 79009
Capítulos: 57

 

Todos van a pagar, todos. Los que me empujaron al abismo, los que no me ayudaron, los que celebraron mi caída sin piedad. Son doce rostros, doce nombres que me han dado fuerza para no morir.

 

Elizabeth Masen, Eleazar Delani, su esposa Carmen, su hija Tanya, Tyler Crowley, Alec, James Hide, Demetri, Jane Demons, Aro Vulturi, su hijo Jasper y el traidor de...Edward Cullen. Ellos mataron todo aquello que algún día fui, pero no acabaron conmigo del todo, no, porque antes tengo que verlos caer. Y no habrá piedad, lo juro por mi padre...¡Lo juro!

 

Los personajes pertenecen a Stephanie Meyer. La historia a Telemundo.

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 5: CAPÍTULO 5

 BELLA POV

 

Estaba en la fila lista para fichar un día más y ponerme a trabajar aún después de lo que pasó el día anterior. Las cosas en casa estaban bastante tensas, Anthony estaba aún más molesto con el hecho de que trabajara en la mina y a eso había que sumarle el hecho de que a mi padre ahora tampoco le agradaba la idea.

Y luego estaba yo...sin pegar ojo en toda la noche pensando en esos ojos verdes, en lo protegida que me hacía sentir, en que por primera vez en 6 años había sentido apoyo verdadero por parte de alguien. Y eso no me gustaba, para nada.

 

-Ay Tigrilla...como te voy a extrañar...-dijo Dawson mofándose. ¿Extrañar?¿Acaso se iba a mudar?Porque si era así...iba a montar una fiesta a su costa. Nadie sería más feliz que yo si este intento de hombre desaparecía de mi vista.

-Mi más sentido pésame.-dijo otro imbécil del que ni siquiera sabia su nombre.¿Pésame?¿Sería por lo de Berty?- A ver si ahora si que te dedicas a ser una buena mujer y ama de casa, quizás ahora encuentres marido.

-¿De qué habláis?¡Vayan a reírse de su...madre!-dije enfadada. ¿Es que no se cansan?

 

Fui a coger mi ficha para sellarla y algo rojo escrito en ella hizo que me quedara paralizada. DESPEDIDA ponía en letras grandes.¿Qué?¡No!¿Qué he hecho?¿Quién lo ha hecho?

 

-¿Y esto?-dije aterrada.

-Bella.-dijo llegando Erik.- Siento lo del despido.

-¿Pero quién me hecho esto?¿Por qué?-dije impotente.

-Tu padre Bella, fue tu padre.-dijo enfadado. Él lo sabía, sabía lo injustos que estaban siendo conmigo.-Tu propio padre te hecho a la calle.

 

Me fui sin decir nada hacia casa de la mujer de mi padre. Allí lo encontraría. ¿Por qué me hacía esto?¿Es que acaso nos quería quedar en la más absoluta pobreza?¡Esta vez te pasaste de la raya Tigre!

Cuando llegué vi a Emmett y a Anthony en la entrada, parecía que estaba enseñándole a luchar.

 

-Hijo, súbete al coche.- dije enfadada.-Es la última vez que pisas esta casa.

-¿Pero mamá que pasa?-dijo extrañado. Él lo pasaba bien con Emmett, se estaban haciendo amigos y podrían seguir siéndolo pero mi hijo no pisaba esta casa.

-Anthony, luego te explico.-dije sin querer pagarlo con mi hijo.-Sube al coche, es una orden.

-Bella...-dijo la voz de Esme que venía con dos vasos de limonada.-Que sorpresa. Estaba preparando limonada a los chicos,¿Quieres uno?

-Lo que quiero es que me dejes en paz.-dije. Hoy no estoy para juegos y esta mujer solo conseguía ponerme peor.- Pusiste a mi padre en mi contra, y por eso, me despidió de la mina.

-¿Y yo que tengo que ver con eso...?-dijo parecía cansada de discutir conmigo.-Esa es una decisión que tomó cuando te quedaste encerrada en la mina.¿Por qué no le preguntas a él sus motivos?Son muy buenos...muy importantes.-dijo sonriendo. Sonriendo. ¿Se mofaba de mí?Esta mujer era un lobo con piel de cordero.-Bella vamos a dejar la fiesta en paz, lo único que he hecho es querer a Charlie Swan, y si él se alejó de tí es porque quería que estudiaras y llegaras a ser alguien. Y vuestra relación empeoró a partir de ahí, cuando te quedaste embarazada, porque tu eras la niña de sus ojos y le rompiste las ilusiones.

- Tú no hables, porque no tienes ningún derecho. Tú no sabes nada de mí, así que no me juzgues.-dije burlona.¿Quería jugar a eso?¿A sacar todo lo malo del pasado?Muy bien, a eso podíamos jugar las dos.-Porque no eres quién. Te recuerdo que hace unos años no sabías nada de moral.¿O acaso una prostituta la tiene?

 

No vi venir la bofetada. Pero me la dio. Ni se lo pensó dos veces. Y en cuanto a mí...me quedé estática. Jamás pensé que llegaríamos a tanto.

 

-Mamá, Esme no sigáis peleando por favor.-dijo Anthony mientras venía corriendo.

-Anthony, te dije que te quedaras en el coche.-dije reaccionando y no precisamente para bien.- No quiero volverlo a repetir.-Anthony se fue disgustado y entró en la camioneta.

-Emmett.-dijo Esme seria a su hijo.- Déjanos a solas, por favor.

-No mamá, si ella te va a seguir tratando así mejor que se vaya.-dijo Emmett mirándome enfadado.

-¡Este es un asunto de adulto no de niños!-dijo perdiendo la paciencia.- Entra en casa.

Emmett me miró a modo de advertencia y se fue.

-¿Qué harías si le dijera a tu hijo que nació porque su madre se revolcó con el primero que pasó?-dijo mirándome seria.

-Atrévete...-dije apretando los dientes. Esa mujer me iba a encontrar si seguía así.- Y te corto la yugular.

-Muy bien.-dijo con los ojos heridos.-Me llamaste prostituta delante de mi hijo.

-Sí, y lo siento...-dije intentando disculparme.

-¡Así que...!-dijo interrumpiéndome y gritando.-¿Por qué no debo contártelo a tí? Aunque yo haya sido la peor de las rameras, eso, no se le dice a una mujer delante de su hijo.-dijo medio llorando.

-Sí, tienes razón.-dije rendida. Me había pasado y lo sabía.-Pero tu hijo no tiene la culpa de que hayas sido una...

-¡Ni el tuyo tampoco!-me gritó.

-Tu no sabes nada de mí.-dije herida. Si tan solo ella supiera...

-Ni tu de mí, Bella.-dijo mirándome con ojos de quien ha pasado por mucho.- Tu no sabes lo que me llevó a trabajar en la calle...Tú no sabes donde tuve que vivir...Tu no eres mejor que yo...Y con todo eso en mi espalda, sigo aquí de pie, con la cabeza alta, siendo digna y entregada a tu padre,y a tu hermano.- dijo medio llorando.- Que son los regalos más hermosos que me ha dado la vida.

-Bonito regalo, sí.-dije llorando yo también.-Cuando a tí la vida te estaba dando al Tigre...a mí me lo quitó.

-No te confundas.-dijo negando con la cabeza.-Una cosa es el amor que tiene un padre hacia su hija, y otra muy distinta, es el amor de un hombre hacia su mujer. ¡No hay competencia! Todos podemos ser una familia.

-Tú mutilaste a mi familia.-dije llorando. Esa herida seguía muy abierta aunque hubiera pasado tantos años.-Tú pusiste a un padre en contra de su propia hija.¿Qué clase de familia podríamos formar?

 

No la dejé contestar, solamente me subí a la camioneta y salí de allí como alma que lleva al diablo. Cuando llegué a casa, ni siquiera esperé a mi hijo, no quería que me viera llorar. Fui directamente a la cocina y me hice un té, eso me relajaría.

 

-Mamá no llores.-dijo mi hijo apoyado en la puerta de la cocina. Mi hijo podría enfadarse conmigo y tratarme mal porque no comprendía la situación pero cuando estaba mal, siempre estaba ahí, para apoyarme.

-No si no estoy llorando Anthony.-dije echándome la taza de té.

-Yo tengo la culpa.-dijo mientras me sentaba en una silla. Lo miré interrogante y se acercó.- Me estoy portando mal. Te he cerrado la llave del agua cuando te estabas duchando.

-No lo vuelvas a hacer.-dije suspirando.

-Me enfadé contigo porque no quería que siguieras trabajando en la mina.-dijo arrepentido.- Pero ahora que me doy cuenta que te echaron y que no paras de llorar...te pido perdón.

-Tú no hiciste nada hijo.-dijo mi padre desde la puerta con la cabeza agachada.- El único culpable soy yo.- dijo entrando en la cocina.- A ver Anthony, toma dinero y ve a comprarte un helado.

-¿Tú también quieres hablar con mi mamá si que yo lo sepa?-dijo mi hijo. Era muy inteligente.

-Ve y compra el helado y no preguntes.-dijo mi padre.- Ve a jugar y vuelves al rato.

 

Anthony asintió, cogió el dinero y se fue. Mi padre se apoyó en la mesa enfrentándome y me miró serio.

-No tenías porque insultar a Esme.-dijo apenado.-Ella no te hizo nada.

-Si me hizo.-dije preparándome para otra pelea.-Me apartó de tí cuando yo más te necesitaba.

-Nadie puede quitarte nada, porque soy tu padre.-dijo apuntando con el dedo en la mesa.- Y lo voy a ser siempre.

-Pues sí, pero yo sentí que te distanciaste.-dije herida.

-No fui yo.-dijo sentándose a mi lado.- Fuiste tú quien te alejaste cuando te quedaste embarazada, y dejaste de estudiar en vez de prepararte y ser alguien como yo quería.¿O acaso es malo querer que los hijos superen a los padres?

Nunca podría entenderme, ni pretendía que lo hiciera. No dejaría que mi padre viviera con ese dolor.

-Papá, tu no sabes nada.-dije mirándolo.

-Deshonraste a la familia.-dijo apenado.

-Papá es que si supieras, nunca me echarías eso en cara.-dije llorando.

-Ni siquiera me has dicho quien es el padre.-dijo enfadado.

-Papá, es que yo no necesito a ningún hombre para mantener a mi hijo, porque para eso he trabajado hasta el día de hoy.-dije defendiéndome.- Lo que si me hubiera gustado es que hubieras estado cerca de Anthony, para educarlo y enseñarlo a ser un buen hombre.

-Sí a lo mejor no he sido el mejor abuelo...-dijo.-Tal vez no he sido el mejor abuelo...pero no puedo evitarlo, porque cada vez que lo veo recuerdo que te fuiste por el mar camino. Y no entiendo porqué.

-Tu sabes que yo no hablo de eso.-dije llorando. Ojalá pudiera contarlo. Ojalá pudiera hablar de ello. Ojalá.

-Lo sé pero al menos dime si querías a ese hombre...-dijo suplicante.-que al menos fue por amor.

-Papá por favor.-dije agotada.-No quiero hablar más del tema.

-Si al menos me dijeras con quien fue.-dijo frustrado.- Iría a arreglar cuentas con él, y a decirle que nadie abandona a mi hija. Porque tu eres lo más grande que tengo en esta vida, no tengo porque recordarte que eres la luz de mis ojos.

No pude más, lo abracé y volví a encontrar alivio entre los brazos de mi padre. Por fin, encontrar algo de paz. Pero luego recordé que hizo que me despidieran y lo miré a los ojos.

-Estoy enojado contigo...-dije limpiando mis lágrimas.-¿Cómo es posible que hicieras que me despidieran?

-Bella, tengo mis razones.-dijo levantándose.

-A ver, ¿Cuáles son?-dije intentando entenderlo.

-No puedo decírtelas todavía.- dijo cogiendo una manzana y dándole un mordisco.- Pero pronto las sabrás.

-¿Por qué tanto misterio?-dije frustrada. Siempre se comportaba así, a medias tintas.

-No hay misterios.-dijo convencido.- Solamente que no quiero que trabajes como un hombre siendo una señorita hecha y derecha...Y además que los demás imbéciles de la mina te humillen.

-¿Yo humillada?-dije mirándolo.-Papá, nunca lo has entendido.

-Entender.¿Qué?-preguntó.

-El orgullo que siento de ser minera.-dije levantándome.-Porque eso significa que soy como tú. La persona que más he admirado desde siempre.

-Bueno pues ya está.-dijo dando por zanjado el tema.-No volverás y punto.

-¿Pero por qué?Gracias a eso mantengo a mi hijo.-dije ya cansada y frustrada. Esto no va a acabar nunca.

- Porque el otro día creí que te iba a perder.-dijo miedoso.- Y mientras te rescataba pensé en cuando murió tu madre y que no podría volver a pasar por ese infierno. Toma aquí tienes eso.-me tendió un sobre y miré lo que había dentro.

Dinero.

-Resígnate a ser rica.-dijo sonriendo.

-¿Y este dinero?¿De dónde lo has sacado?-dije dudoso. Eso no me gustaba nada.

-De toda una vida de trabajo. Ahora es tuyo.-dijo intentando terminar la conversación.

-Papá si son tus ahorros no te los puedes gastar.-dije intentando convencerlo.-Tu sabes que tienes a Esme y a Emmett a ellos también le hará falta el dinero, y ni tu ni yo vamos a trabajar...¿Me puedes decir que vamos a hacer?

-Te digo que no te preocupes.-dijo terminando su manzana.- Ahí tienes dinero y pronto tendrás más, pero no me preguntes. No te puedo decir.

 

Se fue sin decir más. Al menos algo se había arreglado. La puerta volvió a sonar, seguro sería papá algo se le olvidaría. Abrí la puerta pero no fue a mi padre a quien me encontré tras ella.

-¿Tanya?-dije sorprendida.

-Hola amiga.-dijo sonriendo.

-¿Qué haces aquí?-Eso era extraño.-Pasa.

Entró inspeccionando el lugar como si buscara algo y después me miró. Su cara era de asco.

-¿Pasa algo?-dije sonriendo cínicamente.-¿No te gusta mi casa?

-No al contrario.-Mintió. Estaba segura.- Tu casa es agradable.

-Y ahora me vas a decir que el café me quedó delicioso.-dije tendiéndole una taza.- Y que pasabas por aquí de casualidad y quisiste pasar a saludarme. Mira Tanya, somos amigas, pero las dos sabemos que no vendrías a hacerme una visita. Porque las de tu clase no vienen a ver a la gente pobre como yo. Dime, ¿A qué has venido?

-Bueno no se si lo sabes pero...-dijo dudando.-Estoy trabajando como asistente con Edward.

-Ah, no,no lo sabía.-dije ocultando mi molestia. ¿A qué se debía?No lo sé.-Y...¿Qué tengo yo que ver con eso?

-Es que Edward se enteró de tu despido en la mina...bueno todo el mundo habla de eso.-dijo simpática.-Y él quiere hablar contigo...y como yo soy tu amiga de la infancia pues me ofrecí.¿Para eso están las amigas,no?Bells yo vi a Edward muy furioso cuando se enteró de tu despido.¿No será que ese hombre está interesado en tí?Anda dime hay algo entre él y tú.

Y ahí estaba la verdadera razón por la que había venido. Ella quería algo con Edward Cullen.

-No,para nada.-dije riendo.-¿De dónde sacas eso?Solo...vivimos una experiencia no muy agradable y nos comprendemos eso es todo.

-¿Seguro?-dijo no muy convencida.

-Seguro.-dije con una sonrisa.-No hay nada más.

-Bueno...aún así ya sabes...puedes contarme lo que quieras.-dijo tomándome del hombro.-Me tengo que ir, espero verte pronto.

-Claro. Pronto nos veremos.-dije acompañándola a la puerta.- Hasta luego.

-Adiós.-dijo antes de darse la vuelta y largarse en su flamante coche de niña de papá.

 

Estaba agotada y me dolía la cabeza. Últimamente todos eran problemas. Y lo peor...¿No podía terminar el día sin escuchar el nombre de Edward Cullen?Bastante tenía con estar pensando en él a cada momento cuando solo lo acababa de conocer.

Bella Swan, eres rara, definitivamente un bicho raro.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------

¡Bueno chicas aquí tenéis otro capítulo!Debo daros una advertencia, a partir de aquí, las cosas van a ponerse feas, habrá injusticias, trampas, secuestros e incluso muertes...pero también va a haber amor y buenos momentos, solo que a nuestra Bella va a tener muchos obtáculos que saltar antes...Espero que os haya gustado este nuevo capítulo, intentaré subir otro más pronto que tarde :) ¡Gracias por leerme!

Capítulo 4: CAPÍTULO 4 Capítulo 6: CAPÍTULO 6

 


 


 
14434460 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10752 usuarios