Sed de Venganza

Autor: Ness
Género: + 18
Fecha Creación: 13/11/2014
Fecha Actualización: 12/02/2016
Finalizado: NO
Votos: 3
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Capítulos: 57

 

Todos van a pagar, todos. Los que me empujaron al abismo, los que no me ayudaron, los que celebraron mi caída sin piedad. Son doce rostros, doce nombres que me han dado fuerza para no morir.

 

Elizabeth Masen, Eleazar Delani, su esposa Carmen, su hija Tanya, Tyler Crowley, Alec, James Hide, Demetri, Jane Demons, Aro Vulturi, su hijo Jasper y el traidor de...Edward Cullen. Ellos mataron todo aquello que algún día fui, pero no acabaron conmigo del todo, no, porque antes tengo que verlos caer. Y no habrá piedad, lo juro por mi padre...¡Lo juro!

 

Los personajes pertenecen a Stephanie Meyer. La historia a Telemundo.

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Capítulo 27: CAPÍTULO 26

BELLA POV

Habían pasado semanas desde que llegamos a Inglaterra y Sue cobró su herencia sin apenas problemas. El siguiente paso fue como conseguir que dieran a Sue también por muerta, pero eso fue fácil pagando una buena cantidad de dinero a las personas adecuadas.

Ahora planeábamos como hacer la venganza, en ella estábamos Jacob, Sue, Carlisle y yo. Carlisle operaba desde el pueblo, nos informaba de todo lo que pasaba y cuidaba de mi familia.

- Nuestra venganza no va a ser sencilla...-dije mirándolos.- pero tiene que ser justa. Solamente hacerles pagar con la misma moneda.

- Es la mejor manera de llevarla a cabo.- dijo Sue asintiendo.- Pero no confío en que alguien lo haga por nosotros.

- Sí, ese tema me tiene preocupado.-dijo Jacob pensativo.

Casi no lo pensé cuando lo dije.

- ¿Y si lo hago yo?-pregunté. Ambos me miraron sorprendido.

- ¿Cómo?Estás muerta.-preguntó Sue.

- Digo...no podría volver como Isabella Swan, pero podría ser otra persona, no sé, otra que fuese poderosa e intocable. Una empresaria de renombre, quizá, eso sería un caramelo para los lobos...y pasaría desapercibida. ¿Quién se imagina que Isabella Swan regrese de la tumba con dinero, un buen nombre y un aspecto distinto?

Ambos sonrieron y asintieron con la cabeza.

- Me parece bien.-dijo Jacob. Sue me puso un mano en el hombro.- Voy a hablar a Carlisle para contarle todo lo que hemos planeado y para que venga, hoy mismo comenzamos todos tus cambios. Tus enemigos van a ver regresar a una mujer muy distinta...solo espero que por dentro sigas siendo Isabella Swan.

- No puedo prometer eso...porque para mí Isabella Swan muerió...-le expliqué a Jacob.

- Cuando todo esto acabe...yo la resucitaré.- dijo plantándome un beso en la mejilla y dirigiéndose a Dios sabe donde.

Jacob no me lo había dicho...pero era evidente, sentía algo por mí. Algo que no podía corresponderle porque estaba seca por dentro.

- Ese ladrón te ama, te ama sin maquillaje, sin dinero, sin belleza y sin vestidos...-dijo Sue mirándome a los ojos.- Te amó cuando no eras nada...si hay un amor verdadero en el mundo ese es el que Jacob siente por ti.

- Lástima que no me pueda permitir el lujo de amar.-dijo resignada.

Al día siguiente, cuando bajé al salón de la mansión Clearwater, encontré a muchas personas en el salón hablando con Sue, casi parecía que hablaran otros idiomas.

Sue me miró en ese momento y me indicó que me acercara.

- Ven Bella...tengo que presentarte a estas personas.- dijo. Yo me acerqué y me puse a su lado, sonriendo educadamente. Sue parecía una mujer de mundo, con sus peinados, sus vestidos y su elegancia natural. Todos en aquella sala estaban en la misma onda de elegancia y glamour, me hicieron sentir como una vagabunda con mis ropas sencillas. Aunque Sue quiso comprarme ropa elegante y fina, no se lo permití...simplemente, añoraba los vaqueros y las camisas que solía ponerme hace unos años. Ahora me arrepentía.- Mira, estas son las personas que van a ayudarte a ser quien quieras ser.

- Ahh que bien...-musité nerviosa.

- Ella es Charlotte, tu profesora de inglés.-dijo señalando a una mujer alta, morena y esbelta.

- It is a pleasure to meet you, Miss Swan.-dijo aquella mujer dándome la mano. Sonreí con educación.

- ¿Qué dijo?-le pregunté a Sue.

- Que es un placer conocerte, señorita Swan.-dijo sonriendo mi amiga.

- Y ella es, Tía.-dijo señalando a un mujer baja y rubia. También la saludé con un apretón de manos.

- Bonjour, jeune dame. Je serai votre professeur de français. Enchanté- dijo en un francés fluido la profesora presentándose.

- Buenos días, señorita. Yo seré tu profesora de francés. Mucho gusto.-me tradujo Sue.

- Encantada.-dije sonriendo.

- El es Marcus.-dijo señalando a un hombre guapo y de complexión atlética.

- Ciao, io sarò il suo insegnante di italiano.-dijo aquel señor.

- Él será tu profesor de italiano.-dijo Sue.

- El señor Laurent, será tu profesor de cultura general.-dijo señalando a un señor de color.

- Mucho gusto.-dije mientras él asentía con la cabeza.

- Estoy a su servicio.-dijo aquel hombre tan educado.

- Y la señora Maggie.-dijo mientras señalaba a la última mujer.- es la profesora de protocolo y moda.

¿Moda y protocolo?En fin, supongo que tendría que saber de este tema también si quería parecer una mujer de mundo.

- Encantada.-dijo con su pose erguida.

- Un gusto.- les dije a todos.

- Ellos te van a ayudar a convertirte en la mujer que quieres ser.-dijo Sue acariciando mi cabello.

Jacob llegó con un señor alto y fuerte.

- Buenas tardes, si me permites Bella...quisiera añadir una clase más.-dijo serio y formal.- Él es el maestro de defensa personal y armas, Altair Auditore. Yo creo que tienes que estar preparada para todo.

- Gracias, de verdad, muchas gracias por el trabajo que van a realizar...porque me van a ayudar a ser otra persona.-dije mientras buscaba el nombre con el que me presentaría a mis enemigos, mi nuevo nombre. Recordé el nombre de mi pasaporte falso y sonreí. Era perfecto.- Me van a ayudar a ser Verónica...Verónica Dantés.

Y así pasaron tres años, entre libros, clases de modas, retoques a mi estilismo y palabras extrañas. Poco a poco, me volví fría, implacable...casi ni sonreía de verdad, solo cuando lo creía oportuno y para no perder esa imagen de mujer sociable, honrada y exitosa. Organizamos toda una cuartada mediática en la que Verónica Dantés se vio inmersa.Para toda la sociedad, era la viuda de un magnate petrolero que falleció en un accidente de avión...un magnate sacado de las barrios bajos de Londres y que nos prestó su imagen a cambio de sacarle de darle trabajo, comida y una casa.

Me regodeé con la alta sociedad mundial, cantantes, actores, artistas... viajé por todo el mundo e incluso fui invitada a los Oscars. No es que quisiera ser una persona famosa, simplemente, intenté tener una coartada sólida con la que presentarme ante todo sin levantar sospechas.

Para conocer el terreno donde pisábamos, decidimos contratar a detectives para que nos informaran de la vida pública y privada de cada uno de nuestros enemigos. Debíamos saber sus puntos débiles, y sus secretos para saber por donde atacar.

- La agencia hizo un trabajo excelente...-dijo Sue mientras miraba las fotos que hicieron a los lobos y sus secuaces.- pero lee, quiero saber que ha sido de la vida de mis enemigos.

- Bien. Comencemos por la Loba Mayor-dije mirando la primera página. Suspiré y comencé a leer.- Elizabeth Masen estuvo por un largo tiempo en Europa y Asia, en compañía de su nieto Anthony Cullen, quien se ha convertido en un joven cada vez más caprichoso y pretencioso. Hace unos meses, regresó a su mansión de Forks, donde volvieron a vivir con sus parientes.

- Tenemos a la Loba Mayor en casa de nuevo.-dijo suspirando Carlisle.

Los miré y continué leyendo, aunque sujetando el papel con fuerza al ver el siguiente nombre.

- Edward Cullen, ha sido un gran gerente. Ha maximizado las ganancias de la minera Forks, dedica casi todo su tiempo a su trabajo y a su hija. Solo tiene una distracción...-dije leyendo con más atención.- los encuentros apasionados y furtivos que tiene con una mujer. El matrimonio de Edward Cullen y Tanya Delani atraviesa por su peor crisis y él se ve a escondidas con otra mujer.

Dejé el informe sobre la mesa de un golpe e intenté contener mi rabia mientras sentía que todos me miraban.

- ¿Qué pasa Bella?-me preguntó Jacob serio.- No me digas que te afecta aún Edward Cullen...porque si es así, dilo y dejamos de lado esta venganza que no se llevará a cabo si te vas a ablandar.

Tosí disimulada mente y cogí el informe de nuevo.

- Mi venganza sigue en pie. No hay nada que pueda detenerme.-dije aparentando tranquilidad.

- Pues entonces demuéstralo.-dijo mientras Sue y Carlisle nos miraban.- Demuestra que Edward Cullen se puede ir con las mujeres que quiera y sigue leyendo.

- Eleazar y Carmen Delani mantienen una vida perfecta.-continué leyendo, intentando dejar de pensar en el traidor.- Solo en apariencia. Eleazar Delani consiguió ascender en la política gracias al apoyo del senador Aro Vulturi. Se rumorea que podría aspirar a gobernar el Estado, los Delani se comportan como nuevos ricos, despilfarrando el dinero solo para demostrar que ahora son tan poderosos como las familias Vulturi y Cullen. Pero en su vida privada ambos ocultan secretos muy sucios...Eleazar tiene como amante a una ex prostituta que le dio a su primer hijo varón.

- Que te parece.- dijo Carliste riendo. Todos lo seguimos poco después.- A ver...¿Y Carmen Delani, qué oculta?

Continué leyendo por donde paré.

- Y la muy digna Carmen Delani, se da golpes de pecho mientras mantiene una aventura con el jefe de policía Hide, el cuál, aspira a seguir una carrera política como la de sus benefactores.

- Vaya, vaya...-dijo Sue.

- El juez y fiscal Jasper Vulturi, tiene fama de ser justo. No tiene ningún dato relevante ni asuntos turbios que mencionar.-dije mientras miraba a Sue que sonreía sin poder evitarlo.- El senador Aro Vulturi tiene cada vez más fuerza dentro del partido político y tiene el apoyo de la mayoría de empresario de la zona. Demetri se convirtió en terrateniente y ya no es un simple chófer. Arec Button es transportita y Tyler Crowley es el flamante gerente general de la mina del Roach Terra...la mina de mi padre.

- La cual vamos a recuperar.-dijo Jacob.

- Sigue leyendo Bella...-dijo Sue.

- Tyler Crowley es el flamante gerente general de la mina del Roach Terra...cuyos verdaderos dueños, amparados bajo la figura de una transnacional son, Elizabeth Masen, Aro Vulturi y Eleazar Delani. La única a la que al parecer no le va tan bien...es la doctora Jane Demonds, que trabaja en un viejo hospital, aunque, mantiene un nivel de vida bastante alto, tiene un auto de marca y una buena casa.- concluí y seguí leyendo el último párrafo. Era el que más había estado esperando.- Y el joven Anthony, nieto de Elizabeth Masen, se adaptó con facilidad a su nueva vida en Francia, donde culminó la educación secundaria con excelentes calificaciones en un prestigioso colegio privado.

Se acabó. Ya era hora de volver.

- Carlisle es la hora.-dije cerrando la carpeta de un solo golpe.- Ve y prepárame el camino. Tu ya sabes como.

- Así será Bella.-dijo Carlisle mirándome serio.

- ¿Cuando empezará?- me preguntó Sue.

- Mañana mismo.-la miré y después me dirigí de nuevo a Carlisle.- Serás como el ángel Gabriel y vas a anunciar mi llegada...

Muy pronto llegaría el momento. Muy pronto podría regresar y comenzar a vengar a mi padre y a recuperar a mi hijo. Los lobos tenía los días contados.



CARLISLE POV



Miré el Club nervioso y me bajé del coche. Vamos, Carlisle, era tu hora de hacer tu papel, era tu hora de vengar a Nikki. Me miré en el cristal tintado del coche y me coloqué mi corbata.

Seguido de los dos escoltas que Bella se empeñó a que llevara a todos lados, entré al club y vi a todos los lobos reunidos con los ya típicos nuevos ricos del pueblo.

- ...declaro oficialmente inaugurada mi campaña como precandidado a la presidencia del los EE.UU.-dijo el senador Aro Vulturi a todos los que estaban presentes.- espero ser merecedor de su voto.

Todo el mundo estalló en aplausos y yo entré aplaudiendo también. Se me acababa de ocurrir la idea perfecta para presentar a Verónica Dantés y todo gracias al gran Aro Vulturi.

Entré en el gran salón aplaudiendo y todo el mundo me miró directamente con ojos sorprendido. Vaya, vaya, así que se impresionan de ver al vagabundo que antes no sabía ni donde caerse muerto entre los más ricos del pueblo.

- Permítame Senador, darle la enhorabuena por su decisión...me parece el candidato más acertado para llavar los destinos de este país.-dije mirándolo a los ojos y con la frente en alto. Aquí estoy en pie otra vez, y esta vez no vas a poder hundirme.-...Y desde este momento, quiero decirle que cuenta con el apoyo de Verónica Dantés para su campaña.

Elizabeth Masen se volteó al escuchar la conversación y se acercó. Parecía interesada.

- ¿Y se puede saber quien es esa...Verónica, como se llame?-preguntó déspota como siempre.

- Verónica Dantés. Es mi jefa a efectos prácticos y una mujer muy poderosa. Y yo les recomiendo que se vayan aprendiendo su nombre porque pronto va a ser la Señora de este pueblo.

Elizabeth inspiró aire profundamente.

- Deberían sacarlo a patadas de aquí...-dijo intentando restanle importancia.

Aro hizo un gesto a Hide y Demetri para que se encargaran de mí, pero los matones de los lobos no hicieron nada, al ver a mis dos escoltas aparecer.

- Ah, por cierto, no les presenté a estos guardias...Ellos son mi escolta personal, los mejores diría yo, han sido Marines de los EE.UU durante mucho tiempo.-dije a modo de amenaza sutil. Sonreí lentamente al ver sus caras.- Y Verónica los contrató para proteger mi integridad física, como podéis ver es una mujer muy precavida.

Los invité a todos a una copa cuando las almas se amainaron.

- Muy generoso de tu parte, Carlisle.-dijo Aro dirigiéndose a mí seguido de Eleazar Delani.- Debo confesar que me resulta un poco extraño todo esto.

- No entiendo a qué se refiere.- le dije como si estuviera confuso. Me empezaba a gustar esto de actuar.

- El Senador quiere decir que nunca fuimos santo de tu devoción.-dijo Eleazar.- Y se pregunta a qué vienen tantas amabilidades.

- Seguro que el señor periodista tiene sus razones...-dijo el ingeniero Tyler palmeando mi espalda.

Bien, esto era lo más complicado. Abandonar mis ideales para dar la razón a esta panda de corruptos y políticos sin ideas ni civismo.

- Claro que sí, Crowley.-dije sonriendo.- Todo esto viene a que todos somos humanos, y cometemos errores, y yo he aprendido de los míos, por eso les ofrezco mis disculpas y una ofrenda de paz.

- Salud por eso.-dijo el Senador. Todos brindamos- Nos retiramos, disculpa.

Eleazar y Aro se fueron y el hijo de Elizabeth entró por la puerta con su mujer, su cuñada y su amigo. No parecía el hombre que un día fue, sus ojos estaban apagados, como si el alma se lo hubieran arrancado. Me sentía identificado con aquel chico, los dos habíamos perdido al amor de nuestra vida, en teoría claro. Bella seguía empeñada en vengarse de él, y me daba lástima, porque Edward Cullen era un buen hombre, y amó a Isabella Swan a pesar de todo.

- ¿Carlisle Miller?-preguntó incrédulo. Me saludó con un apretón de manos.

- Amigo Cullen.-le dije sonriéndo.

- Que gusto verte...-dijo como si le alegrara ver una cara conocida después de tanto tiempo.- Ya veo que te va muy bien. Por fin, la vida se acordó de ti.

- Bueno, la verdad, es que fue una mujer la que me rescató de la calle.-dije explicándole sin dar detalles porque ahora soy así.- e hizo de mí, lo que ves.

- ¿Te casaste?-me preguntó sonriendo.

¿Casarme yo?¿Con Bella?Ay, amigo, si supieras de lo que estás hablando.

- No, en verdad, viaje a Inglaterra para buscar suerte.-dije citando al detalle mi guión.- Estuve a punto de morir de hambre cuando la que es ahora mi jefa, ella me reconstruyó.

Tanya llegó de la mano de su hija. Una niña preciosa muy parecida a su padre, por suerte.

- Bueno, yo me tengo que ir.-me dijo viendo como su mujer y su hija se acercaban.- Me alegro de verte de nuevo. Eso sí, a la próxima comida me invitas tu.

- Eso está hecho, nos vemos.-le dije sonriendo y viendo como se marchaban. Muchas fueros las comidas que Edward Cullen me pagó cuando era un mendigo y no tenía ni para un trozo de pan. Si no hubiera sido por él y por Esme, me hubiera muerto de hambre en este pueblo.

Elizabeth Masen y Aro se acercaron a donde estaba.

- Elizabeth un placer verla de nuevo.-la dije sonriendo mientras ella me miraba especulativamente. Dudaba de todo. No se estaba creyendo mi cuartada. Miré a Aro para evitar que escudriñara más en mi mirada.- Senador, no se preocupe, pronto hablaremos de esos medios que le daré para realzar su campaña.

- Perdona mi mala memoria.-dijo Aro sonriendo.- ¿Cuál era el nombre de su jefa?

- Verónica Dantés.-dije de nuevo.

- Nunca he oido hablar de ella.-dijo Elizabeth.

Me reí con cortesía fingida.

- Bueno, eso es porque usted apenas sale de este pueblo y se ha olvidado del mundo exterior.- la expliqué.- Pero es muy famosa en todo el mundo, pueden buscar en Internet toda la información para saber quien es.

- Buenas tardes.-dijo Elizabeth mientras se iba seguida de Aro.

- Buenas tardes.- dije de vuelta.



A partir de ese momento, me dediqué a preparar la llegada de Verónica Dantés. Comencé a construir una mansión digna de ella, a todo lujo y mucho mas grande que la finca de Elizabeth Masen.

Dos meses después de construir “La Fortaleza”, nombre que puse a la finca donde se quedarían mis amigos, contraté a la Alice Delani, que comenzaba un negocio de organización de eventos, para que decorara La Fortaleza y hacer la fiesta donde Bella se daría a conocer.

Pensamos en hacer todo un poco más dramático, una gran fiesta que relajara los nervios de los intrigados lobos, que no paraban de intentar averiguar cual era la razón por la que una gran estrella y empresaria, se iría a vivir a este pequeño pueblo.

Bella ya estaba instalada en Seattle, esperando impaciente a que todo estuviera listo. Jacob y Sue la acompañaban a todos lados disfrazados de mujeres árabes para no ser reconocidos, aunque eso traía a Jacob todo el día de mal humor.

Aquella noche llamé a mis amigos nervioso y emocionado.

- Verónica.- la dije cuando cogió el teléfono.- Todo está listo. Hoy mismo entregué las invitaciones, te garantizo que todo el mundo estará aquí mañana. Se mueren por saber quien eres.

- Buen trabajo, Carlisle. Todos me tendrán en frente muy pronto.-dijo con su voz neutra y fría. Esto es lo que más temíamos todos, que Bella se convirtiera en un bloque de hielo. Todos sabíamos que ella estaba hecha de fuego y sentía a flor de piel, lo que sabíamos era si esta venganza la convertiría en un ser seco, sin sentimientos y sin amor para dar o recibir.- ¿Y él?¿Estará presente en la fiesta?

Sabía que se refería a Edward Cullen. Me pidió que lo convenciera a como diera lugar para que fuera. Ella quería comenzar su venganza contra él aquella misma noche...lo que no sabía era qué le tendría preparado.

- Se mostró algo reacio.-le expliqué.- Me pregunto que por qué tenías tanto interés en él y qué ibas a hacer en el pueblo. Me ha dicho que no es muy dado a las fiestas y que no le gusta mucho estar entre tanta gente. Pero seguramente que vaya, lo intrigué un poco.

- Eso espero...-dijo seca.- Ya sabes que es mi invitado especial.

- Y así se lo hice saber. Pero francamente...-la dije suspirando.- No sé porque una mujer como tú, se toma tantas molestias con él...

- Muy pronto lo vas a ver.-dijo seca.- Prepara todo para recibirme. Mañana al mediodía estaré en Forks.

Y después colgó. No había marcha atrás. La venganza estaba en marcha. El apocalipsis llegaría mañana a estas tierras e Isabella era el jinete oscuro que lo desencadenaría.

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¡WOW!¡Este capítulo es enorme!Me ha costado terminarlo pero merece la pena...porque en el próximo comienza lo que todos esperamos!!!!

Estoy tan emocinada, no os imagináis como es la nueva Bella, ha cambiado radicalmente tanto por dentro como por fuera, pero yo tengo una pregunta ¿Pensáis que pasará desapercibida para todo el mundo?

Habrá que esperar a saberlo...pero os aseguro que en esa fiesta va a haber de todo, y no podréis creer como reaccionarán los lobos.

Prepararos porque no sabéis como se las gasta Isab...perdón, Verónica Dantés.

Actualizaré pronto, Ness :)

Capítulo 26: CAPÍTULO 25 Capítulo 28: CAPÍTULO 27

 


 


 
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