Sed de Venganza

Autor: Ness
Género: + 18
Fecha Creación: 13/11/2014
Fecha Actualización: 12/02/2016
Finalizado: NO
Votos: 3
Comentarios: 16
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Capítulos: 57

 

Todos van a pagar, todos. Los que me empujaron al abismo, los que no me ayudaron, los que celebraron mi caída sin piedad. Son doce rostros, doce nombres que me han dado fuerza para no morir.

 

Elizabeth Masen, Eleazar Delani, su esposa Carmen, su hija Tanya, Tyler Crowley, Alec, James Hide, Demetri, Jane Demons, Aro Vulturi, su hijo Jasper y el traidor de...Edward Cullen. Ellos mataron todo aquello que algún día fui, pero no acabaron conmigo del todo, no, porque antes tengo que verlos caer. Y no habrá piedad, lo juro por mi padre...¡Lo juro!

 

Los personajes pertenecen a Stephanie Meyer. La historia a Telemundo.

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Capítulo 20: CAPÍTULO 19

Casi no podía moverme, estaba en un duermevela que me impedía despertar por completo, aún así, escuché hablar a las enfermeras mientras me revisaban.

- Creo que se te pasó la mano con la descarga de electroshock...-dijo apenada una enfermera.

¿Electroshocks?¡Ah, sí, mi nuevo tratamiento!Recordé el dolor que me producían esas descargas por todo el cuerpo e inconscientemente tirité.

- Lo importante es que no se muera.-dijo Victoria, la enfermera que me robó la medalla, mientras me tomaba el pulso.- La orden fue mantenerla con vida, y sí, respira aún.

- ¿No hay que amarrarla a la cama?-dijo asustada la otra enfermera. Tiene que ser nueva, por eso está así...está empezando a conocer como funcionan las cosas en este lugar, si es que se le puede llamar así.

- No...-dijo riendo.-¿No la ves?Está idiotizada. Vámonos, tenemos trabajo que hacer.

- A pesar de todo lo que ha pasado esta mujer tiene una fuerza extraordinaria.-dijo la otra enfermera.

- ¿Estás ciega Heidi?-dijo Victoria incrédula.- Esta mujer está hecha una piltrafa...y en unas semanas estará tan loca como los demás. Te apuesto lo que quieras.

Se fueron y cerraron la puerta con llave. Solo entonces me atreví a abrir los ojos y moverme un poco.

- Vas...a perder esa apuesta desgraciada...-dije en voz baja. Debía sacar la fuerza necesaria para afrontar lo que viniera...La muerte no iba a venir a por mí aún, Elizabeth no lo iba a permitir...ella quería verme sufrir, y sin darse cuenta, me estaba dando la ventaja que necesitaba. Tiempo para escapar.

A la mañana siguiente, me sacaron al patio después de hacerme tragar unas pastillas. Por fin pude tomar aire fresco y un poco de sol. La enfermera Heidi me acompañó dando un paseo al rededor de las murallas, por fin podía respirar algo de paz. Quizás solo fuera el efecto de esa medicación que me dieron.

Vi a una mujer sentada junto a la muralla y llamó mi atención. Varias veces la había visto cuando me llevaban a la sala del electroshock...ahora que recordaba un poco esos momentos, esa mujer no hablaba como una demente, parecía bastante cuerda.

- ¿Quién es esa mujer?-le pregunté a la enfermera.

- Alguien sin importancia...-dijo mirándola ella también.- Además es muy tranquila. Bueno, te dejo un rato sola...no hagas ninguna locura, harás enfadar a la doctora.

Y sin más se fue hacia el interior del sanatorio. Me giré y volví a mirar cuando vi que uno de los dementes empujaba a aquella mujer. ¿Qué está haciendo? Corrí hacia ellos cuando vi que el demente intentaba golpearla con una piedra. Le quité la piedra de la mano y la amenacé con ella.

- No se te ocurra tocarla o te saco los ojos.-dije con rabia. No sé porque lo hice, quizás fue el ver a aquella mujer tan desprotegida. El demente se agachó y se puso las manos en la cabeza.

- No...no...no...-dijo el demente cubriéndose la cabeza con las manos.

- No te metas ni con ella, ni conmigo...¡Fuera!-dije amenazándolo con la piedra en alto.

Cuando se fue corriendo, solté la piedra y me acerqué a la mujer.

- Me llamo Isabella...Isabella Swan. Me encerraron aquí a la fuerza...me quieren hacer desaparecer.-dije susurrando.- ¿Y tú?No sé porque me da la sensación de que hicieron lo mismo contigo...¿Cómo te llamas?

- No lo recuerdo bien...-dijo con la mirada perdida.- No lo sé...Él me traicionó, me quiere matar...Ayúdame.

- Tranquila...yo me voy a escapar de aquí y le voy a contar al mundo entero lo que pasa dentro de estas paredes. Te lo prometo.- dije mirándola a los ojos y sujetando su mano. Esta mujer no estaba loca, no tenía la mirada perdida...esta mujer solo estaba desorientada y quizás llevaba aquí años.

Vi como un guardia pasaba por nuestro lado y dejaba la puerta abierta. Esta era mi oportunidad...Apreté la mano de aquella mujer y me fui corriendo por la puerta semiabierta.

Corrí por los pasillos como alma que lleva el diablo, vi como torturaban a una pobre mujer en la sala de electroshock y me fui por otro pasillo. Corrí como nunca antes lo había hecho, pero tuve que parar cuando vi a un guardia vigilando la entrada que daba a otro pasillo. Vi una puerta abierta y no dudé en entrar y cerrar la puerta tras de mí. Era un pequeño cuarto lleno de material médico. Cogí un bisturí y el recuerdo del corte que le hice a Edward vino a mi mente...fue tan fuerte el shock, que lo solté como si quemara.

Cuando sentí los pasos del guardia que se alejaban, salí y me dirigí a otro pasillo. Este sitio era enorme y no sabía por donde ir...pero debía seguir. Cuando crucé una puerta, me encontré con la cocina. Estaba repleta de personas haciendo la comida por lo me fui de allí y me entré en otro cuarto. Parecía una lavandería...allí encontré un uniforme que ponerme y una gorra que podría servirme para ocultar mi rostro.

Salí poco tiempo después empujando un carro para disimular. De repente, la alarma comenzó a sonar y vi a la doctora Demonds parada en un pasillo buscando, y a quien estaba buscando era a mí. Me di la vuelta y me aleje disimulando con el carro por el pasillo.

- Espera. ¿No has escuchado la alarma?-me preguntó.

Comencé a correr por el pasillo y ella vino detrás gritando.

- Es ella.- comenzó a gritar.- Es Swan, se está escapando.

Cada vez la oía más cerca, iba a soltar el carro cuando vi su sombra detrás mía. Me di la vuelta a tiempo para impedir que me clavara una aguja en el brazo. Era un calmante, si me lo inyectaba...no tendría posibilidades de huir. Comencé a forcejear y en un mal movimiento, conseguí que la aguja mirara en su dirección, si lograba inyectarla esa sustancia, sería libre. Pero mi sorpresa fue que en un torpe movimiento, la doctora hizo que la aguja fuera hacia su cara y se le clavara en el ojo...apenas pude evitar que eso pasara.

Comenzó a gritar cuando su ojo comenzó a sangran y tras salir del shock yo me alejé por el camino hacia la salida. Debido a que todos me estaban buscando, la salida estaba despejada...solo una mujer que parecía ser la recepcionista me vio pero no pudo alcanzarme. Por fin era libre, por fin iba a poder hacer justicia.



EDWARD POV



Entré en mi casa y vi Aro, a mi madre y a Eleazar nerviosos moviéndose por todo el salón.

- ¡Esto no es un juego Hide!-dijo Eleazar al teléfono.- Hay que vigilarlo todo. ¡Sí, incluso la casa de Isabella Swan!

¿Qúe?

-¿ Vigilar su casa?¿Por qué?¿Qúe pasó?-le pregunté a todos los que estaban en mi salón.

- Isabella Swan se escapó...-dijo Aro sujetándose el puente de la nariz.

- El niño no está...-dijo Emily viniendo corriendo por el pasillo. Mi madre se puso en pie.

- ¿Cómo que el niño no está?- preguntó tajante.- ¿Se escapó?¡Si le pasa algo a Anthony atente a las consecuencias!

- Mamá...tranquilízate.-la dije evitando que descargara su furia contra mi nana.

- Quiero a Anthony sano y salvo.-dijo dando órdenes.- Eleazar, llama a la policía.

Me largué de allí, cogí mi auto y me largué a buscar a Anthony, sabía que si lo encontraba a él...daría con el paradero de Bella. ¿Por qué se escapó?¿Hasta que punto está loca Bella?Había tantas cosas que no me cuadraban de todo esto...pero yo había sido testigos de los brotes psicóticos que sufría. ¿Cómo creerla a ella?

Me detuve en frente de la casa de los Swan y toque en la puerta. Cuando Esme abrió, entre como alma que lleva al diablo buscándola.

- ¿Dónde está?-le pregunté buscando por las habitaciones.

- ¿Qué hace usted aquí?-me preguntó ella de vuelta.

- Isabella.- dije en alto.- Sal de donde estes.

- ¿Qué quiere?- me volvió a preguntar siguiéndome.- A ver, ya llegó..¿Quién?

- Bella se escapó del sanatorio.-dije sin más.- Acabo de enterarme. ¿Me la estás escondiendo?

- Espera un momento...la última vez que yo te vi me dijiste que ella perdió el bebé porque quiso.-me acusó enfadada.- ¿Sigues pensado que ella fue capaz de provocarse un aborto?

- Esme, lo único que importa ahora es encontrarla.-la dije.

- ¿Y para qué?- me preguntó con rabia.- Dímelo, Edward Cullen...¿Qué quieres?¿Ayudarla o entregarla a sus enemigos?

Me pasé las manos por el pelo y la miré.

- Yo...

- No puedo entregarte a Bella...-dijo negando con la cabeza.- No puedo confiar en un Cullen...

Grité de la rabia.

- ¿Qué tengo que hacer para que veas más allá de mi apellido?-la pregunté impotente.- ¿Decirte lo que pienso?¿Decirte lo que siento?¡Bien, perfecto! No se si Bella está loca, no se si es consciente de lo que hace, no se si mató a su padre o a mi hermano o a esos mineros, ni siquiera se si mató a nuestro propio hijo...pero lo único que pensé cuando supe que se escapó fue en salvarla y nada más.

- Eso quiere decir que sigues amándola.-dijo afirmando más que preguntando.

- Solo quiero decir que quiero salvarla de todos...incluso de ella misma.-dije al borde de las lágrimas.- Por favor, Esme, si sabes algo...¡dímelo, por favor!

Esme comenzó a pasearse por la casa pensando que hacer. Cuando me miró vi que había tomado una decisión.

- Oí a mi hijo hablar por teléfono...seguramente hablaba con Anthony-dijo indecisa.- iban a encontrarse en el cementerio.

- ¿En el cementerio?¡Perfecto, gracias!-dije mientras salía a correr hacia el coche.

Aceleré por las estrechas calles del pueblo rumbo al cementerio. No sabía lo que hacía...solo me estaba dejando llevar por lo que sentía. Después de todo me conformaba con que ella fuera feliz.

Me bajé del coche cuando llegué al cementerio y entré corriendo buscando a los niños por todas los pasillos hasta que los vi...a su lado estaba una Bella demacrada y vestida como un obrero, pero aún así era hermosa.

- Anthony...¿Aceptas escaparte muy lejos conmigo?-le preguntó Bella llorando a su hijo.

Anthony se dio cuenta de mi presencia y levantó la mirada.

- ¿Tú?- preguntó. Bella levantó la vista y al verme se puso en pie y rodeo con sus brazos a Emmett y a Anthony...como protegiéndolos de mí.- ¿Qué haces aquí?

La cara de terror de Bella me daba a demostrar que me tenía miedo...no sabía si por su locura o por el daño que la había causado, pero ambas opciones eran como dagas clavándose en mi espalda. Los niños se apartaron dándose cuenta de que necesitábamos hablar...Me acerqué poco a poco a ella, pero se apartó.

- No vine a hacerte daño Bella.-dije intentando sonar tranquilizador.- Te pido por favor que creas en mí.

Ella comenzó a reírse entre dientes.

- ¿Y tú?-me preguntó.- ¿Has creído en mí?No lo hiciste cuando te juré que tu hermano me había violado, ni tampoco cuando fuiste a verme al manicomio...

- La doctora me aseguró que por...-dije pero me interrumpió.

- Sí, sí que por mi culpa perdí a nuestro bebé, ¿No?- dijo dolida.- Por Dios Edward...te dije, te grité que el desgraciado de Demetri me pateó el vientre, y tu solo me viste desde la puerta...Y era cuando más te necesitaba, para compartir ese dolor que solo tú podías entender, porque también era tu hijo. Rogué por tu ayuda y te diste la vuelta, y ahora me pides que crea en tí...

- Bella, ponte en mi lugar...te vi enloquecida...-dije acercándome a ella un paso más.- hasta me atacaste con un bisturí.

- Sí, sí...-afirmó llorando.- lo lamento, lo lamento...Mira, no tengo tiempo de darte explicaciones y ni aunque lo tuviera...¿De qué serviría?Si vas a seguir pensando que estoy mintiendo.

Negué con la cabeza. No está loca...en este momento hablaba de forma cuerda, ni gritaba, ni le daban ataques. Entonces...¿Por qué en el hospital sí lo parecía? Dios mío, ¿Dónde estaba metido?¿Por qué tuve que enamorarme de un imposible?

- Lo tuyo y lo mío siempre ha sido muy complicado...Y se que las palabras ya no importan...pero los hechos si.- saqué las llaves de mi coche del bolsillo y se las dí.- Toma, escapa con tu hijo. Hazlo. Te ayudo en nombre de este amor que...

- Que no pudo ser...-dijo ella dándome la razón.

- Pero que nunca voy a olvidar.- dije con el corazón hecho pedazos.

Una vez más nos perdimos en los ojos del otro...como siempre hacíamos. Quizás fuera la última vez que hiciéramos esto...Ojalá pudiera probar sus labios por última vez y... Las sirenas comenzaron a sonar cerca y los ojos de Bella se congelaron en ese mismo instante.

- Mamá, vienen a por ti.-dijo Anthony viniendo corriendo y se abrazó a su madre junto con Emmett.

- Me traicionaste Edward...-dijo llorando y temblando mirando como la policía corría hasta posicionarse en corro para llevársela.- Lo volviste a hacer.

No podía reaccionar...Aunque hubiese sido sin intención, yo era el que había traido a la policía aquí. ¡Maldita sea!¡Ni siquiera lo pensé!

Hide empezó a amenazar con la pistola y yo me puse delante de Bella y los niños para evitar que salieran heridos.

- ¡No os mováis!-gritó Hide.

- Un momento...¡Un momento!-dije intentando calmar las aguas.- Bajad las armas...hay niños aquí.

- No los lastimen.-dijo Bella. La miré y vi que tenía sus manos en alto.- Les juro que no pondré resistencia.

- Igual que le juraste a la doctora del manicomio de donde te escapaste.- dijo Hide con sorna. Este tipo siempre me ha dado mala espina.- y que luego la dejaste tuerta.

- ¿Qué?-dije en voz alta.

- Póngase a un lado.-me ordenó Hide. Yo comencé a recular poco a poco para ponerme al lado de Bella.- ¡Que se ponga a un lado!

Dos guardias me cogieron y me retiraron a la fuerza.

- ¡Suéltenme!-comencé a gritar forcejeando. Me dejaron de rodillas e inmovilizado en el suelo.- Parad.

Vi la escena ante mis ojos. Hide empujó a los niños que se aferraban llorando a Bella con uñas y dientes. Bella intentando evitar el desastre...golpeó a Hide y a otro agente para evitar que los hicieran daño antes de que un tercer agente la inmovilizara.

- Anthony, no te acerques...no te acerques...-dijo cuando quedó de rodillas a mi lado.- Emmett llévatelo, iros lejos, por favor...

- ¡Todo es tu culpa...eres un traidor!-me gritó Emmett mientras sujetaba a Anthony.- Viniste a distraer a mi hermana mientras llegaba la policía.

Hide levantó del cuello de la camisa a Bella y la comenzó a llevar al coche.

- ¡No la toques infeliz!-le grité.- ¡Suéltala!

- ¡Ya no tienes que disimular!-me gritó Bella de vuelta.- Porque me pusiste una trampa...volví a confiar en tí, ¡traidor! Esto nunca te lo voy a perdonar Edward...ahora te odio, te odio tanto como te amé.

- Bella, te juro que yo no tuve nada que ver en esto.-le dije mientras veía como un policía me apuntaba con un arma.

- Ahora tú y tu madre se quedarán con mi hijo.-dijo llorando y se dirigió a Anthony.- Pero no confíes en ellos, mi amor...Tu sabes quien eres, de donde vienes y cuales son tus enemigos...¡ Y de todos ellos este hombre es el peor!¡Te quiero Anthony!

Anthony se abrazó como pudo a su madre.

- ¡Mamá,no!- dijo gritando y llorando. Comenzaron a llevársela y Emmett sujetó a Anthony.

- Nunca dejes de esperarme Anthony...-dijo Bella mientras la llevaban al coche patrulla.- Nunca lo hagas...¡Regresaré a por tí!¡Te lo juro que voy a volver Anthony!

Los policías me soltaron en el suelo y me golpeé la cabeza contra un bordillo. Solo pude contemplar la escena y ver como la imagen borrosa de Bella desaparecía dentro del coche y poco después este también se iba.



........................ CUATRO AÑOS DESPUÉS....................................

Hace años que no la he vuelto a ver...y aún así su recuerdo sigue intacto en mi mente. La última vez que la vi, fue cuando me colé en ese sanatorio...necesitaba justificarme con ella...conmigo.

FLASHBACK

Entré por la noche...la noche de mi fiesta de compromiso con. Cuando la encontré estaba dormida y tapé su boca cuando se despertó para evitar que gritara.

- Tranquila soy yo.-la dije mirando esos ojos ojerosos y asustados.- Necesitaba hablar contigo...Perdóname mi amor, te juro que no se ni que hago aquí...Tal vez vine a pedirte perdón por haberte fallado...por dejar que te atraparan pero te juro que no sabía que me seguían.- ella suspiró, giró la cabeza y miró a la nada dejando que varias lágrimas cayeran sobre la almohada.- También vengo a pedirte perdón por todo el daño que te han hecho por mi culpa...por ser un Cullen, por haberte dañado con mi amor...- No obtuve respuesta alguna de su parte. Solo vi como se secaba las lágrimas con el puño de su camisa.- Tigrilla por favor, mírame...perdóname...mi amor, perdóname...

Comencé a besar su mejilla y su cuello...aspiré su olor...No llevaba perfume pero seguía oliendo a fresas...ello solo giró la cabeza para permitir que la besara en los labios. Su beso fue fugaz, solo un roce, nada que ver con la pasión con la que me solía besar. Volvió a girar la cabeza hacia un lado.

- ¿Por qué no me dices nada?-la pregunté.- Castígame si quieres...Hazlo, grita que me odias pero por favor no te quedes callada...por ese hijo que quisiste perder...háblame...

Me empujó y se levantó hecha un furia...solo me miraba con una mirada que nunca la había visto.

- Es eso lo que menos me perdonas...¿No es verdad?-la dije acercándome a ella.- por eso lo perdiste...porque me odiabas...porque no estaba a tu lado para defenderlos a los dos...Entiéndeme, no pude hacer nada...¡No pude!-agarré su cara entre mis manos y me miró fijamente.- Pero el peor castigo lo llevo yo a cuestas...¿Sabes por qué?Porque estoy condenado a quererte...mi amor, yo te amo...por favor perdóname...-comencé a llorar y me decidí a contárselo de una vez.- Mi debilidad me llevó a los brazos de Tanya...ahora está embarazada y tengo que casarme con ella.

Ella apartó la cara y comenzó a agitarse. Su respiración no era normal...casi parecía que iba a ahogarse y de repente, se apartó de un manotazo.

- Yo no lo busqué te lo juro.-la dije siguiéndola por el cuarto.- Tanya...no tuvo la culpa de nada...fui yo...

Intenté sujetarla y me comenzó a pegar en el pecho.

- ¡Suéltame, que me sueltes mentiroso!-dijo llorando.

- ¡Cálmate!-la rogué controlando sus golpes. La di la vuelta y la abracé.- Tranquila.

- Eres lo peor que me ha pasado en la vida.- dijo llorando.

- Te juro que te voy a sacar de aquí.-le dije para intentar calmarla.

- Tú y tu familia...son lo peor de este mundo...-dijo sin parar de llorar. Su dolor me estaba consumiendo a mí.- ¡Los odio, los odio a todos!

- ¿Qué está pasando aquí?-dijo la doctora Demonds entrando en el cuarto con dos guardias.

- Cálmate Bella por favor.-la rogaba mientras miraba a la doctora.

Los dos guardias me apartaron de ella y me sujetaron para separarnos.

- Maldito mentiroso...-seguía insultándome Bella.

- ¿Qué haces aquí?-me preguntó la doctora.

- ¡Suéltame!-le grité al guardia y me revolví para que me dejara en paz.

- Le agradezco que abandone la habitación.-dijo seria la doctora.

- ¡Vete!-me gritó Bella con todas sus fuerzas.- ¡Fuera de mi vida!¡No te quiero volver a ver!¡Fuera!

Salí de la habitación con la doctora pisándome los talones.

- Vine porque necesitaba verla...-dije enfurecido.- pero ahora la quiero sacar de aquí. Algo me dice que no la están tratando bien...Estaba delgada y ojerosa...usted la vio...

- No está deteriorada por malos tratos...está así por su enfermedad.-me dijo tranquila.-¿No vio lo violenta que está!

- Bueno...quizás se puso así por algo que le dije...-le expliqué intentando justificarla.

- No trate de justificarla...-dijo como si fuera obvio.- Usted comprobó que es peligrosa.

- ¿Y no ha presentado mejoría?-quise saber.

- No la presenta, ni la presentará...Méteselo en la cabeza...tiene esquizofrenia...es incurable...-dijo cansada de repetírmelo.- Resígnese.

Salí de allí otra vez corriendo con el alma hecho trizas...y el corazón a punto de salirse de mi pecho.

Y así decidí seguir adelante...me casé con Tanya, no fue una gran boda, solo algo formal para firmar el acta matrimonial. Y meses después tuve a mi hija, que me aportó algo de paz...para recordarme cada día porque no debía pegarme un tiro y acabar con esta tortura.

FIN FLASHBACK

Y así pasaron los años, solo respiraba y subsistía por mi hija, lo demás sobraba. Seguí trabajando en la mina, tenía que sacar adelante el trabajo de mi padre y de Berty. A los Swan se les retiró las tierras del Roach Terra, ya que firmaron un documento en el que cedía todos los derechos a Anthony...por lo que comenzamos a abrir betas para extraer todo el oro posible.

Pero aún así, nada de eso importaba, a excepción de mi hija Reneé... porque mi vida no tenía sentido desde que la de Isabella Swan se derrumbó, llevándome con ella al mismísimo infierno.


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Estoy tan emocionada que no puedo para de subir capítulo...no sabéis cuanto echaba de menos escribir. ¡Pues aquí tenéis otro gran capítulo que va dando forma a esta gran historia.

En esta etapa voy a usar mucho los flashback y contaré la historia desde distintos puntos de vista para hacerlo más completo...recordad que estoy contando una historia que está adaptada a la televisión y hay ciento de cosas que no podría mostraros si solo contase la historia desde el punto de vista de Bella.

Bueno, he visto la gran cantidad de visitas que tiene el fic...y aunque no haya ningún comentario me doy por satisfecha. Espero que disfrutéis este capítulo. 

Pronto tendréis noticias mías, de hecho, casi tengo otro capítulo hecho.

Ness :)

Capítulo 19: CAPÍTULO 18 Capítulo 21: CAPÍTULO 20

 


 


 
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