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Los días pasaron, luego, esos días se convirtieron en semanas, meses y un año, si, un año de que había llegado nuestro pequeño Alex.
Estabas preparando cupcakes para hacer un pastel de cupcakes ya que a Alex le encantaban (encantar es poco) y como hoy era su cumpleaños quería consentirlo.
– Mami – Me dijo desde su sillita alta, el apenas empezaba a hablar.
– ¿Si mi cielo? – Le pregunte, me gire para verlo.
– Paque, paque – Me dijo, así era como él decía panque, ya que para él los cupcakes eran panques.
– Están muy calientes – Lo cargue y camine hasta la alacena, saque unas galletas y le di una a Alex, él se la empezó a comer muy feliz.
– Lilo – Me dijo intentando decir rico.
– Si, esta rico – Salí de la cocina aun con Alex en brazos y me dirigí a la sala, en el sillón grande estaba Jake durmiendo, le puse a Alex encima y este le agarro la nariz, tapándosela, Jake se despertó y tomo a Alex, haciendo que soltara su nariz y respirara de nuevo.
- ¿Cómo llegaste aquí campeón? – Le pregunto Jake, Alex me miro.
– Mami – O sí, mi propio hijo me ha delatado.
– Entonces mami te trajo – Me miro y le sonreí. – Pues espero que me compenses – Tome una galleta del paquete que había agarrado y se la di a Jake.
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Eran las cuatro de la tarde, Billy, Jake, Alex y yo estábamos comiendo.
– Es Lindo estar en familia – Dijo Billy.
– Si, es muy lindo – Dije yo, me levante y tome los cupcakes de la encimera, ya estaban decorados y apilados, saque una velita del congelador y la puse en el último cupcake de la pirámide.
Puse el pastel en la mesa y encendí la velita. Cantamos el cumpleaños Feliz y al final dije. – Mi amor, sopla la velita – Alex me miro muy sonriente, rio y aplaudió, Jake me sonrió y Billy no dejaba de comeré con la mirada los cupcakes.
– Feliz cumpleaños Alex – Dijo Jake.
– Sopla la velita – Le alentó Billy.
– Vamos – Le incite, soplo la velita y justo, justo en ese momento, muchos hombres entraron por las puertas y ventanas “MIERDA”, traían armas y se veía que no dudarían en disparar.
Tome a Alex y lo abrace de forma sobreprotectora, Jake se colocó delante de mí haciéndole de escudo humano.
Entro un chico de cabellos color miel y ojos azules, frio y penetrantes.
– Valla, al fin puedo conoces a la querida Señora Black. Mi nombre es Alec Vulturi – Él se empezó a acercar a mí, pero Jake avanzo unos seis pasos para evitar que pasara.
– Ni se te ocurra acercártele bastardo - Dijo Jake, Alec se detuvo, hizo una seña u no de los hombres sujeto a Jake por la espalda, poniendo sus brazos detrás de él, hicieron lo mismo con Billy.
Alec saco una revolver de su pantalón de mezclilla y le coloco en la sien a Jake.
- ¡No le hagas nada! – Grite, no quería que lo mataran por protegerme, nunca me lo perdonaría.
– Mmm… Te daré a escoger querida mía, o vienes conmigo, sola, o le dices adiós ahora mismo a tu esposo, suegro e hijo – Lo mire incrédula, ¡¿cómo es que alguien pudiera decir eso?!
Sentí que Alex me abrazaba fuerte con sus bracitos, mis ojos se llenaron de lágrimas.
– Uno… Dos…
- Voy contigo – Dije desesperada, aparto su dedo del gatillo, Jake me miro con dolor en los ojos, no creo que yo allá estado mejor, mis lágrimas empezaron a rodar por mis mejillas.
– Deja al niño con su padre – Dijo Alec, Camine hasta Jake con el alma en los pies.
– Te amo, eso nunca lo olvides – Bese la frete de Alex con todo mi amor y luego a Jake en los labios con el mismo amor con el que bese a Alex, le alcancé a dar a Alex antes de que Alec me tomara del cabello y me llevara afuera.
Escuchaba como Alex me llamaba y lloraba, no pude hacer más que llorar.
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Deja de llorar – Me dijo Alec con enojo. – Déjame en paz, maldito bastardo – Le dije cortantemente.
Estábamos en una habitación, supuse que la de él; me tomo de los cabellos y desde la ventana me jalo hasta aventarme en la cama. - ¡No me vuelvas a contestar así! – Me golpeo en la cara, en si en mi mejilla izquierda y empezó a hacerme cosas horribles.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-. (POV. Jacob)
Nessie llevaba ya dos días en la casa del infeliz de Alec. Ella me salvo la vida, salvo a mi padre y a nuestro hijo y por eso, ella ahora estaba pagando algo de lo que ella no era parte.
Habíamos decidido no decirles nada a los padres de Ness, eso solo los preocuparía y no sería nada útil.
Estaba afuera de la casa de Alec, tenía a mis hermanos, primos y tíos conmigo, estábamos decididos a recuperar a Nessie, Mi Nessie.
Caminamos hasta llegar al costado derecho de la casa, me asome y note que no había muros en la costa.
– Vamos – Dije en un susurro, caminamos con sigilo hasta llegar a la puerta, mi hermano, Sam, pateo muy fuerte la puerta y esta se abrió.
Había alrededor de diez hombres con armas, inmediatamente nosotros empezamos a disparar y ellos a nosotros, acabamos rápido con ellos.
– Iré a buscar a Nessie – Les dije mientras caminaba hacia las escaleras.
– Voy contigo – Dijo mi primo Seth, tenía unos diez años… aun no entendía porque mi tío Harry lo dejo venir si sabía lo que haríamos.
– Seth…
- Jake, mi chicago y yo acabaremos con todo – Acaricio su chicago… su arma consentida.
– Ok – Dije en un suspiro, subimos y empezamos a buscar en las habitaciones.
Escuche ruido, eran quejidos y grititos ahogados de dolor, sufrimiento, y lo peor, también había sonidos de golpes.
Fui a la fuente de los ruidos, una habitación al final del pasillo de la derecha, abrí la puerta y vi lo peor que pude haber visto… Nessie estaba en una cama envuelta en sabanas con sangre y estaba toda golpeada, Alec la estaba tocando, cuando se dio cuenta de nuestra presencia nos miró, Seth y yo le apuntamos con nuestras armas.
– Suéltala – Le dije entre dientes.
Como era una persona cuerda, no permitiría que mi pequeño primo de diez años presenciara como mataba a un maldito bastardo.
– Sal y vigila, persona que venga que no sea familia o ayudante de nuestro lado, dispárale
– Si – Seth salió del cuarto y cerró la puerta. Cuando mire a Alec note que él ya tenía su revolver en la mano, le apunte a la cabeza.
– ¡MALDITO BASTARDO! – Grite muy fuerte y le dispare a Alec, este no pudo reaccionar a tiempo y la bala atravesó su cráneo.
Guarde mi Matilda (N/A: es un arma, pueden buscarla, es muy parecida a la pistola común) en mi bolsillo trasero y corrí hacia Ness, cuando estuve a su lado ella me miro, apenas podía mantener los ojos abierto…
- Ja… - Trato de hablar.
- Shhh… no hables, todo está bien – Tome el cobertor que parecía ser lo único que no estaba ensangrentado y coloque a Ness en él, la tome en brazos, ella miro el cuerpo inerte de Alec en el suelo, paso sus brazos por mi cuello, abrazándose a mí.
Baje a la estancia y toda la familia estaba allí, Jared, mi otro hermano, un experto en explosivos, tenía justamente uno en la mano derecha, todos me miraron con compasión.
– Vámonos – Dije, Jared puso el explosivo en el suelo, lo programo y salimos de allí lo más rápido que pudimos.
Se que he tardado... espero me perdonen... pero la escuela me tiene muy ataviada... espero lo allán disfrutado :3
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