La semana había pasado tranquila, no puedo evitar admitir que hubo un momento que quería morder y tragar toda su sangre, pero la culpa fue Heidi Zorra, pero Alice y Edward me detuvieron antes de que pudiera pasar algo me llevaron lejos de allí, después de eso me lamenté mucho y todos me decían que no era mi culpa, que ella me provocó y yo en estos momentos estoy “sensible” pero a pesar de eso me sentía peor, había cazado antes de ir el siguiente día a clases, pero logré controlarme.

-Amor ¿Qué tienes?- preguntó Edward entrando al cuarto, yo estaba parada viendo a lo lejos por la ventana.

-Nada, es solo que estoy un poco aterrada por ir a Italia, no logro tranquilizarme- dije volteándome a perderme en su cara.

-Amor, no pasará nada malo, no tienes de qué asustarte, confía en mi cuando te lo digo- respondió besándome.

-Sé que puede que tengas razón, pero es que conoceré a la máxima ley de los vampiros, tienes que admitir que es un poco aterrador- dije sonriendo.

-Bueno, pero nada es más aterrador que tu  seas una neófita y no quieras asesinar humanos ¿no crees?-  preguntó riendo.

-No, no es aterrador, yo solo me controlo bien- respondí riendo y besando sus calurosos labios.

-Mañana salimos en la madrugada a Italia, confía en mi, y todo saldrá bien, así serás oficialmente una vampira- dijo Edward.

-¿Regresaremos antes del domingo?- pregunté

-Si, solo llegaremos allá, te presentaremos y luego nos regresaremos, estaremos aquí el domingo temprano- dijo sonriendo

-De acuerdo, entonces no nos tendremos que cambiar, solo llevaremos equipaje de mano ¿cierto?- pregunté, menos mal que no llevaría maletas.

-Exacto, solo llevaremos nuestros papeles y eso, allá alquilaremos un auto- dijo.

-Bueno, me parece perfecto- respondí

-Te amo, Bella- dijo Edward.

-Te amo, Edward- respondí y nos besamos, al principio fue un beso dulce y lento, pero poco a poco fue subiendo de ritmo, se convirtió en un beso apasionado y demandante, queriendo más, dejándonos soltar caricias en todo el cuerpo, sus manos paseaban por mi cintura y cadera, mis manos acariciaban su torso perfecto, queríamos más y nadie nos lo negaría, Edward acarició mis senos encima de la camisa y el corpiño, lo cual me hizo gemir, y Edward me llevó a la cama en un segundo, estaba él encima de mi, excitándome más y deseando más.

-Bella, te deseo y no sabes cuanto- dijo entre gemidos

-También te deseo Edward- respondí cuando tuve un momento ya que él estaba besando mi cuello.

-Pero, no podemos- dijo besando mis pechos encima de la camisa y luego parando todo y viendo mis ojos.

-¿Por qué?- pregunté algo enojada

-Porque quiero hacer las cosas bien- respondió acariciando mi cabello que ya estaba hecho un desastre.

-¿Las cosas bien?- pregunté

-Quiero casarme primero contigo- respondió depositando en mis labios un beso casto

-Casémonos- dije y él sonrió

-No, no será tan rápido como crees- dijo riendo

-¿Por qué?- pregunté nuevamente

-Porque quiero hacer algo lindo, arrodillarme y otros detalles, casarnos como deberíamos, y luego llevarte de luna de miel- respondió dándome otro beso.

-Si eres cursi, pero me encanta ¿Cuándo será eso?- dije sonriendo y besándolo esta vez yo.

-Tranquila, todo a su tiempo- dijo ayudándome a levantarme de la cama

-Sabes que no me gustan las sorpresas ni los regalos- respondí algo molesta.

-Técnicamente no es una sorpresa, así que no te molestes cielo- respondió besándome de nuevo y saliendo del cuarto conmigo.

Así que Edward quería casarse primero y luego perder la virginidad, tuve que suponerlo, pues él viene de otra época, pero a pesar de todo me parece una buena idea, un buen plan, y tal vez podamos casarnos más de una vez, renovar votos cuantas veces deseemos, pero la pregunta sería: ¿Cuándo sería eso? ¿Esperaría él a qué? Las cosas llegaran a su punto Bella, tranquila, pues la respuesta ya la tienes, cuando te haga la pregunta en donde sea y con lo que sea, yo le diré que si.

Tomamos el vuelo a Italia en un Jet privado, pues Carlisle pensó que era lo mejor. Los muchachos nos habían deseado lo mejor, sabían que todo saldría bien. Estuvimos la mayoría del tiempo hablando sobre lo hermoso que era el castillo, también dijeron que íbamos a alquilar un auto rápido, según Edward.

Cuando nos acercamos para llegar a Volterra, Edward me señaló el castillo, era hermoso, y hasta un poco tenebroso, tenía un aspecto oscuro, de muchos siglos atrás, era tan inmenso. Una vez que salimos del auto nos recibieron cuatro vampiros.

-Bienvenidos sean, adelante, sígannos, Aro, Cayo y Marco los esperan- dijo uno alto y musculoso, tenían todos ojos rojos.

-Gracias, Félix- dijo Carlisle –Ella es Isabella, nuestro nuevo miembro de familia- dijo señalándome con su mano y yo le di mi mano pero él no me la devolvió.

-Mucho gusto- susurré viéndolos a todos

-Bella, ellos son Jane, Alec, Félix y Demetri- señaló a todos.

-Mucho gusto- respondí pero no di la mano.

-Sígannos, acabemos con esto y luego son libres- Habló Jane comenzando a caminar.

Sin duda esto era inmensamente precioso, estaba sorprendida, caminamos mucho hasta que llegamos a una habitación grande con las puertas cerradas, delante de nosotros habían tres tronos, y en ellos estaban sentados tres hombres con túnicas negras, cabello largo y ojos rojos, eran, la máxima ley de vampiros, eran, los Reyes.

-Carlisle Cullen, Bienvenido hermano- dijo el del medio sonriendo y abrazando a Carlisle.

-Gracias, Aro, es grato verte de nuevo- respondió Carlisle al abrazo, años y décadas de conocerse.

-Esme, querida- dijo Aro besando su mano

-Hola Aro, gusto en verte- respondió ella sonriéndole y luego abrazando a Carlisle

-Edward, tanto sin verte, te ves más feliz, imagino cuál es tu razón- dijo estrechando manos, según me había dicho Edward, Aro quería a Edward en su “familia”.

-Aro- respondió asintiendo.

-¿Y tú eres la nueva integrante?- preguntó acercándose a mi, pidiendo mi mano.

-Si, Isabella Swan- respondí dándole mi mano

Edward me había dicho cuáles eran sus poderes, esperaba que él con solo tocarla sabría todo lo que pasó, luego de un rato él soltó mi mano rápidamente, me tensé.

-Interesante, no veo nada, es como una especie de escudo- dijo y yo me tranquilicé, tal vez después de todo Edward no el único al que no le sirve su poder conmigo.

-A Edward le pasa lo mismo, no puede leer su mente, es extraño, pero no es inmune a todos los poderes, solo al de ustedes dos- dijo Carlisle explicando, pero también pensativo.

-¿Enserio? Interesante- respondió y Edward le tendió su mano.

-Lee la mía, sabrás qué pasó- respondió Edward y él agarró su mano.

Luego de un rato, Aro con mucho cuidado soltó su mano y me vio fijamente.

-Así que, te enamoraste de una humana, y cuya sangre cantaba para ti, pero es vampira y no por decisión tuya, interesante- respondió oliendo mi cuello.

-Si, y ahora no pienso dejarla nunca, por eso es nuevo miembro de nuestra familia, tal vez pronto te llegue la invitación de la ceremonia de matrimonio- respondió Edward mirando mis labios y cuidando cada paso de Aro.

-Excelente, así que nueva Cullen, felicitaciones, eres bienvenido cada vez que desees- respondió Aro viéndome.

-Gracias, Aro- respondí

-Bueno ¿eso era todo?- preguntó

-Si, ya sabes todo lo que pasó, entre nosotros y entre ella y James- respondió Carlisle y Esme me sonrió.

-Si, y pueden regresar ya a su hogar ¿tengo entendido que ahora es Alaska?- preguntó

-Si, te enviaremos la dirección y la invitación al matrimonio- respondió Esme

-De acuerdo amigos, son bienvenido cuando así lo quieran, lo esperamos, adiós- respondió y se despidió de todos con un abrazo y besos.

-Gracias, adiós- dijimos todos

-Isabella, bienvenido a la eternidad- dijo Aro, y con eso nos fuimos.

Una vez en el aeropuerto, Carlisle y Edward fueron a revisar unas cosas en el avión y Esme y yo nos quedamos hablando.

-¿Así que matrimonio?- preguntó sonriente.

-Bueno, eso no fue idea mía, además, Edward dice que ya veré,  solo sé que algún día me lo propondrá y yo bueno…diré que si, obviamente- respondí sonriendo.

-Que hermoso será todo, espero sea pronto, Bella no sabes lo agradecida que estoy contigo por hacer feliz a mi hijo, se lo merece de verdad- respondió Esme besando mi cachete y abrasándome

-Bueno, está todo listo, vamos de vuelta nuestro hogar- dijo Carlisle abrazando a Esme y Edward abrasándome a mi y subiendo al avión.

Cuando llegamos a Alaska, estaba Alice esperándonos.

-Holaaa, al fin llegaron, vámonos- dijo besándonos a todos y caminando hacia el carro.

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Holaaaa chicaas espero esten bien, aqui les dejo otro capitulo más, espero les gusteee! :) cómo les pareció la reacción de Aro? por los momentos nada malo pasará, 0 si? bueno espero les guste! 

Besooos 

Patty :3