Edward:
Es probable que nunca llegues a leer esta carta, pero de todas formas quise aferrarme a la idea de que algún día al menos preguntarías por mí a tus hermanos.
Solo quería que sepas que en el fondo de mi corazón agradezco que no estuvieras a mi lado en mis últimos momentos, no hubiera podido resistir que me vieras así. Si bien ahora sé que no me amas, y que probablemente nunca lo hiciste, de todas formas no habría resistido ver tus hermosos ojos cargados de lastima.
Lástima. Eso es lo único que sientes todos quienes me rodean, hay días que no lo soporto y que los obligo a dejarme sola ya que si bien es cierto que yo no elegí un destino tan doloroso de todas formas lo prefiero porque sé que mi vida se acabara pronto y es la única forma en que dejare de sufrir tu ausencia.
Lamento mucho no haber sido suficiente para ti, para merecerte, pero tú si fuiste todo lo que yo desee y me regalaste los momentos más felices de mi corta vida.
Adiós mi amado Edward.
Tuya siempre, Bella.