Energía al Límite (+18)

Autor: angiie0103
Género: Romance
Fecha Creación: 24/04/2012
Fecha Actualización: 24/06/2012
Finalizado: SI
Votos: 6
Comentarios: 60
Visitas: 63183
Capítulos: 37

Bella es una adolescente que vive la vida al máximo, se deja llevar por los vicios y sus hormonas. Un día conoce a Edward, quien la tratara de alejar de ese mundo perverso. 


Bueno, primero que nada, esta es una historia original de Daddy's Little Cannibal, que por cierto adoré! Y me vi en la obligación de traducir...

 

 

Esta historia no me pertenece, la autora es Daddys Little yo solo traduci que quede bien claro

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 7: Destellos de pasión

Sus ojos me increpaban, me hacían sentir incómoda, me intimidaban tanto, tanto, que tenías ganas de arrancar y besarlo, al mismo tiempo. Tenía una sonrisa de victoria en esos deliciosos labios frambuesa. Mi corazón comenzó a latir con fuerza, y en reacción, me aferré al vaso y la cerveza que llevaba en la mano, como si fuera un escudo y estos, me protegieran.

—¿Puedo pasar? —dije nerviosa, sin mirarlo a los ojos. Su mirada me quemaba.

Mmmm, depende…

—¿Depende de qué? —exclamé asustada y agresiva.

—De tus respuestas —y continuó— tengo un par de dudas y me encantaría que las aclararas.

Lo quedé mirando y mordí mi labio inferior de puros nervios.

—¿Qué? —le dije desafiante.

—¿Por qué te estás arrancando de mí? —acercó su hermoso rostro al mío e inevitablemente sentí su hálito tibio y testosterónico que me hacía enloquecer.

—Yo n… no te estoy evadiendo —titubeé ¡Qué rabia! Él tenía que haberlo notado.

—Entonces ¿Por qué no contestas mis llamados? —sonrió con una nota burlesca.

—No me di cuenta, no conozco tu número y no contesto números que no ubico —mentí, había visto con bombos y platillos que era él quien me llamaba.

—Yo te lo di, lo anotaste delante mío, la otra vez que estuvimos aquí ¿Te acuerdas? —sonrió y una luminosidad especial se fue a sus ojos.

—Entonces lo anoté mal —mentí.

—Veamos —sacó su móvil y marcó mi número, esperó y esperó. Se podía oír el tuuut, tuuut, tuuut.

Yo estaba muy nerviosa, pero no tenía mi móvil a mano, lo había dejado encima de una mesita lateral del living, así que no tendría cómo verlo. Cuando de repente escuchó unos gritos eufóricos.

—¡Bella! ¡Bella! Está sonando tu móvil —dijo Christian, ya medio ebrio.

—Ya, gracias —le respondí con la voz alzada.

—Pregúntales, si en tu celular, se ve el número que está llamando —susurró sarcástico

¡Oh, no! Ahora se daría cuenta que le estaba mintiendo. Lo quedé mirando inmóvil.

—Estoy esperando… —torció sus labios en una sensual sonrisa.

—¡Christian! —grité, pero en realidad no quería que me oyera.

—¿Qué? —respondió distraído.

—¿Se ve el número que me está llamando? —grité, no muy fuerte para que no me escuchara.

—Espera… —¡Maldita sea! Me había oído.

Edward me miraba tranquilo, pero sus ojos denotaban ansiedad.

—¡Te llamó Edward! —contestó y sus palabras rebotaron en mis oídos.

Él enarcó una ceja y esbozó una gran sonrisa, con esos exquisitos labios de miel.

—Así que no reconocías el número —me dijo burlesco, pero con cara de triunfador.

—Bueno, quizás no me fijé bien —insistí, tragando saliva.

—No me mientas —su mirada ocre se clavó en mis ojos.

Quedé muda y creo que me puse colorada como tomate, porque el siguió riendo.

—Entonces ¿Por qué no quieres hablar conmigo ni tampoco, verme? —ahora se puso serio.

—Es que… no sé ¡Déjame pasar por favor!

Intenté evadirlo y escabullirme por el lado, entre él y el mesón de la cocina, pero cuando iba saliendo, como tenía las manos ocupadas, me tomó por la espalda y me dio vuelta, dejándome frente a él. Acercó su rostro maravilloso de príncipe encantado y me habló con su boca prácticamente pegada a mis labios, cogió mis brazos, obligándome a dejar el vaso y la cerveza sobre el mesón y rozó sus labios, suaves y tibios, en los míos, logrando que mi estómago se comprimiera al máximo. Bruscamente, hice mi rostro hacía el lado, pero, esperó, hasta que no tuve más opción que quedar frente a él.

Volvió a tocar mis labios con los suyos muy levemente y luego, tomó mi cuello con fuerza y me besó con pasión, entrega y necesidad. Sentí su lengua jugar con la mía, él era espectacular, causaba una sensación extraña en mí, no podía controlarme con Edward. Cuando ya estuvo seguro de que le respondería el beso, me aprisionó por la cintura, provocando un vaivén en mi estómago, que me hizo estremecer de pies cabeza.

Cortamos el beso y me miró embobado.

—¿Por qué no me quieres ver? —insistió con mi rostro entre sus manos.

—Es complicado… —bajé el mentón.

—Yo moría por verte… —esos bellos ojos ámbar destellaban deseo y sus palabras hicieron que mi estómago de contrajera.

Me puse aún más nerviosa, no sabía cómo responder a esa manera que tenía de mirarme, era perfecta y embriagadora. Lo observé y él acercó sus labios de carne viva a los míos, bloqueando mis defensas y haciéndome ceder sin tapujos. Me tomó por la cintura y me sentó sobre el mesón de la cocina, trayendo fuertes recuerdos de lo que había sucedido la última vez entre nosotros. Inclinó ese rostro de dios griego, perfecto y pálido, y posó su boca, húmeda y deliciosa, sobre la mía. Luego, susurró en mi oído.

—Te ves exquisita con uniforme — me miró torciendo sus labios en una sonrisa sexy.

Me sentía avergonzada, me hervía la cara con lo que acaba de decir. Era todo tan extraño, otras cosas más osadas no me causaban vergüenza, pero cada cumplido de él, me sacudía por completo. Acercó su nariz a la mía, sentía su respiración tibia sobre mi piel, que agitaba la mía, y luego, rozó su mejilla contra la mía, tocando nuestras pieles tersas y deseosas de tenerse en todo instante ¡Era imposible no ceder a tremenda tentación! Así que esta vez, yo, busqué su boca, desesperadamente. Él sonrió y nuestros labios se unieron, traspasando e intensificando esa sensación de sofocación y necesidad mutuas.

De repente se escuchó la puerta y Rob nos estaba mirando perplejo.

—No sabía que había onda entre ustedes —masculló riendo, pero con un dejo de molestia.

Ninguno de los dos contestó. Rápidamente me bajé del mesón, salí al living, busqué mi mochila y me fui, pero antes, miré de reojo a Edward y pareció entender mi señal.


BUENO CHICAS ANTES QUE NADA QUIERO AGRADECER TODAS SUS COMENTARIOS, ES AGRADABLE SABER QUE LES GUSTA LO QUE HAGO Y COMO SIEMPRE ESPERO QUE CADA CAPITULO SEA DE SU AGRADO, LAS QUIERO A TODAS...

SEGUNDO.
TENGO UNA PREGUNTA, COMO SABEN MI TIEMPO ES MUY DIFICIL DE ADMINISTRAR DE HECHO HAY UN FIC POR AHI QUE NO HE PODIDO SEGUIR LEYENDO Y ESO ME TIENE COMO MAL, EN FIN COMO LES DECIA MI TIEMPO ES COMPLICADO ASI QUE LES PREGUNTO SI PREFIEREN QUE SUBA 5 CAPITULOS LOS LUNES O SABADOS (QUE SERIAN LOS 5 CAPIS DE LA SEMANA) O QUE SIGA SUBIENDO DE A UNO, PERO TIENEN QUE SABER QUE MUY POSIBLEMENTE NO SUBA PUNTUAL.
ESTARE ESPERANDO SUS RESPUESTAS.

EN FIN GRACIAS DE NUEVO A TODAS, Y RECIBO SUGERENCIAS... POR CIERTO NO SUBO CAPITULOS LOS FIINES DE SEMANA.

BESOS A TODAS :D

Capítulo 6: Borrón y vida normal Capítulo 8: La magia del amor

 
14434702 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10752 usuarios