Energía al Límite (+18)

Autor: angiie0103
Género: Romance
Fecha Creación: 24/04/2012
Fecha Actualización: 24/06/2012
Finalizado: SI
Votos: 6
Comentarios: 60
Visitas: 63191
Capítulos: 37

Bella es una adolescente que vive la vida al máximo, se deja llevar por los vicios y sus hormonas. Un día conoce a Edward, quien la tratara de alejar de ese mundo perverso. 


Bueno, primero que nada, esta es una historia original de Daddy's Little Cannibal, que por cierto adoré! Y me vi en la obligación de traducir...

 

 

Esta historia no me pertenece, la autora es Daddys Little yo solo traduci que quede bien claro

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 11: ¿Arrepentimiento?

Esa noche entré a mi casa, había quedado con las palabras de Edward dando vueltas en mi mente: ¡Te amo! ¿Sería verdad? ¿Era real esa posibilidad? Y entonces ¿Por qué había salido con ella de la pieza? No creo que estuviesen jugando a las bolitas, pero ¿Por qué se había dado la molestia de llamarme y buscarme? Quizás era cierto que me amaba y yo no lo quería asumir.

Mi pecho se contrajo a tal punto que quise llamarlo en ese instante y decirle que yo también sentía algo absolutamente indescriptible y superior por él, que nunca había imaginado experimentar esa especie de amor en mi corazón. A pesar de que estaba bastante ebria no pude cerrar los ojos, porque cuando lo intenté, se me venía él a la cabeza, ese perfecto rostro de porcelana, su pelo broncíneo dócil y sensual, esos ojos de miel líquida y finalmente, sus deliciosos labios rubí. Tomé el móvil, estaba decidida a marcar su número, pero enseguida me repetí a mi misma: te arrepentirás mañana, te arrepentirás mañana ¡No lo hagas! El sueño me venció, pero su imagen se mantuvo en mi mente.

Desperté y miré la hora, eran las doce y tres. No había nadie en la casa. Me levanté y fui a la cocina por una bebida para reponer la caña. Su imagen estaba estática en mi cabeza, al igual que sus palabras: ¡Te amo!

No quise llamarlo, no me atreví, además, la había cagado, le había contado sobre mi affaire con Rob ¡Qué estúpida! Ahora si que no me querría ver nunca más en la vida y con toda razón. Decidí ducharme y cambiarme de ropa, tomé mi móvil y llamé a Joyce.

—Hola perna —saludé como si nada a pesar de lo que había pasado anoche con Rob, después de todo la relación de ellos era un tanto libre.

Hello! —se notaba contenta.

—¿Te pasó algo que yo no sepa? —pregunté curiosa.

—Puede ser… —alimentó mi curiosidad.

—¿Qué onda el mino con quien te fuiste anoche?

—¡Ah! Ethan, sí, es un amigo de mi prima —masculló feliz.

—Y ¿Qué onda?

Mmmm, no te puedo contar detalles, pero resumo ¡Es fabuloso!

—¡Qué buena! Así te olvidas de una vez por todas de Rob —espeté por si acaso.

—¿Por qué dices eso? —no le gustó mi comentario.

—No sé, últimamente las cosas entre ustedes no andan bien —tenía que ponerme el parche ante la herida, por si Rob le contaba de nuestro febril encuentro.

—Puede ser ¿Algún interés especial? —me increpó irónica.

—En absoluto —en realidad era cierto.

—Pero tú me llamabas por otra cosa ¿cierto?

Eeee, sí ¿Vamos de shopping? Necesito comprarme un par de cosas que me hacen falta.

—Bueno, te paso a buscar a las cinco.

—Ok, nos vemos y ahí copuchamos —en realidad ella me tendría que contar, porque yo debía obviar lo de anoche.

Joyce, por lo general, era muy puntual y como siempre, llegó a la hora acordada. Nos fuimos de compras y pasamos a tomarnos un exquisito helado con crema y chocolate ¡Los amaba! Conversamos la tarde entera y me contó su aventura con el famoso Ethan, que a decir verdad se veía bastante regio. Ella lo comprobó por decirlo de alguna manera, jajaja.

Me pasó a dejar cerca de las once a mi casa. Cuando saqué el móvil para acostarme —hoy no saldría, no me quería encontrar con nadie y la verdad, no tenía ánimo—, vi siete llamadas perdidas, pinché y era ¡Rob! Por supuesto, no se las devolví. Me acosté, encendí el televisor y me puse a ver una película, a morir de romanticona… no pude evitar acordarme de él ¡Lo extrañaba demasiado! Daría lo fuera por estar con él, creo que me estaba enamorando y eso era muy, muy grave, porque el amor no era para mí y menos a mi edad.

Alcancé a pestañear cuando sonó el móvil, era nuevamente Rob. Dejé que sonara un largo rato, con la esperanza de que se aburriera, pero como no lo hizo, finalmente, contesté.

—Hola —musitó ansioso.

—Hola Rob —contesté sin muchas ganas.

—¿Cómo estás? —su pregunta era extraña, tanto preámbulo.

—¿Qué pasa Rob? —pregunté poco cortés.

—¿Quería saber si nos podíamos ver hoy…? —dijo nervioso. Esa actitud no era habitual en él.

—No puedo…

—¿Saldrás con alguien? —se oyó decepcionado.

—No —rompí a reír somnolienta— me estaba quedando dormida.

—¿En serio? Y ¿Qué te pasó Bella Swan? —balbuceó entre risas— ¿Soy yo el culpable de que estés así de agotada? —agregó socarronamente.

Mmm, obvio —solté una gran carcajada.

—¡Qué mala onda, Bella! —musitó frustrado.

—Lo siento, para otra vez será —respondí sin mucha convicción.

—¡Qué lástima! Ya me había hecho la idea…

—¿Idea de qué? —reí irónica.

—Bueno, de la revancha —rió decepcionado.

—¡Ups! No hay primera sin segunda —reí burlesca, en realidad no tenía ninguna intención de que fuese así.

—Claro, si tú lo quieres…

—Quién sabe…—murmuré bostezando— Rob te dejo, tengo sueño. Un beso.

—Y el beso ¿Dónde? —preguntó pícaramente.

—Donde quieras… —seguí su juego.

—Está bien, que duermas bien Bella —cortó.

Realmente a Rob jamás lo podría ver como otra cosa que no fuera un amigo, pero sé que a él no le pasaba lo mismo, de lo contrario, jamás me hubiese llamado. Además, estaba Joyce, ella no me perdonaría nunca que tuviese un affaire con su mino de la vida.

El domingo, fue tal como dicen fomingo. Estuve recostada durante la tarde, a decir verdad, echada como una vaca, sin hacer nada más que acordarme de Edward ¡Qué fastidio! Lo tenía impregnado hasta la última célula de mi cuerpo y ¿Qué tendría que hacer ahora? ¿Pedirle disculpas? ¡Noooooooooo! Si él me había engañado…, pero en realidad no teníamos nada formal ¡¿Qué haría? ¡Bendita sea!

En la noche no pude dormir lo suficiente, cada vez que lo recordaba, las mariposas mágicas viajaban por mi estómago, impidiendo descansar, sólo podía imaginarme con él. Desperté cerca de las cinco de la madrugada y no pude pegar un ojo ¡Tenía que hacer algo! Por lo general yo dormía mucho, pero esta angustia me estaba matando, debía terminar con ella, tenía que ir a hablar con Edward.

Me levanté a esa hora, prendí la ducha y mientras pasaba la esponja con jabón por mi cuerpo, lo recordé a él, tan maravilloso, cuánto deseaba estar junto a él. Salí, me vestí de colegio —como lo hacía siempre aunque no fuera a ir, era mi pantalla de niña buena—, y cerca de las seis y media, decidí ir a su departamento. Aún estaba de noche, mi mamá ni siquiera había notado que era de madrugada. Tomé un bus y me bajé a tres cuadras de su edificio. Para recobrar fuerzas, mientras caminaba, inspiraba profundo. Sentía que las maripositas se agitaban en mi estómago, no sabía cuál sería su reacción.

Entré a su edificio. Él conserje ya me conocía.

—Buenos días —saludé ansiosamente, pero intentando aparentar lo contrario.

—Buenos días señorita —miró la hora extrañado.

Subí por el ascensor, pero cuando estuve frente a la puerta del departamento, quise devolverme, podía estar con alguien… y si fuera así, no podría soportarlo ¡No quería que pasara algo como con lo que mi tormentosa imaginación me torturaba! Volví a respirar hondo y luego, me envalentoné. Toqué el timbre. Miré el reloj, eran cinco para las siete. No salió nadie, conté hasta tres, mientras los nervios me comían viva. Di media vuelta para irme, apreté el botón del ascensor para llamarlo, cuando oí mi nombre.

—¿Bella? —su voz era aterciopelada y dulce como sólo nacía de esos deliciosos labios.


CHICAS AQUI ESTAN LOS ULTIMOS CAPITULOS QUE ME FALTABA POR SUBIR DE LA SEMANA, ESPERO QUE LES GUSTE MUCHO...

DEJEN SUS COMENTARIOS :D, LAS QUIERO A TODAS. POSIBLEMENTE SUBA LOS OTROS 5 PERO MAS TARDE NO ESTOY SEGURA.

GRACIAS DE NUEVO.

Capítulo 10: Ira Capítulo 12: Trato Cerrado

 
14436522 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10755 usuarios