La Sustituta

Autor: Akemi
Género: Romance
Fecha Creación: 26/10/2013
Fecha Actualización: 24/03/2014
Finalizado: NO
Votos: 10
Comentarios: 51
Visitas: 27021
Capítulos: 11

Isabella Swan vive sola y trata de salir adelante desde hacia cinco años. Escapó de casa siendo una adolescente porque estaba harta de la clase alta y la vida que llevaba, la preferencia que sus padres sentían hacia Kristen, su hermana gemela y el desprecio. Bella no encajaba en ese mundo lleno de hipocresias y de gente superficial. 

 

Su vida cambia cuando de repente se ve obligada a volver a ver a sus padres tras la muerte de su hermana gemela, quien es asesinada dos días antes de casarse con Edward Cullen, un heredero. Cuando se da el primer encuentro entre Isabella y Edward, él sufre una confusión porque cree que se trata de su amada. Al poco tiempo se da cuenta de su error... Ella no es Kristen, pero aun así, no quiere sacar a Isabella de su vida tras ese encuentro. Poco a poco la atracción que siente se convertirá en un inmenso amor el cual Isabella no desea aceptar porque siente que para Edward y para su familia solo es... Una Sustituta. 

 

___________________________________________________________________

Espero que les guste esta historia :D Es una idea loca que se formó en mi cabeza y finalmente me animé a publicar. 

Sachiko065

Gracias a KEIT por ayudarme con cosas referentes a esta historia y a otras que ya tengo, también porque ella realizó la portada de este fic. Te quiero muchooo! Sin ti no sabría que hacer en ciertas ocasiones. 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 10: Oportunidad

Capítulo 10: Oportunidad

 

Bella POV:

 

El sonido de las puertas del elevador abriéndose hace que Edward y yo nos separemos de manera brusca.

 

-¡Dios mío!- grita María quien es la persona que ha salido del elevador-. ¿Qué te ha pasado Isabella? Pareces un monstruo

 

Suelto una risotada y Edward gruñe.

 

-María, yo te dije que la trataras con respeto- la reprende pero yo salgo a su defensa.

 

-Yo le he dicho que me hable de manera normal, a mi no me gusta eso de que me trate como una patrona

 

-Bueno, si es eso lo que quieres- él pone los ojos en blanco.

 

-¿Me pueden explicar qué pasó?- masculla María.

 

-Tuvimos una noche apasionada- responde Edward con una enorme sonrisa de satisfacción.

 

-¡Imbécil!- le grito y me vuelvo hacia María quien está riendo por lo bajo-. Oh, vamos, no creerás que yo…

 

-Claro que no, niña- se sigue riendo-. El joven Edward es un poco bromista.

 

-Eso se nota- digo mirándolo con rabia.

 

-¿Ahora van a decirme qué pasó?- María se pone las manos en la cintura y nos mira amenazante- yo y Edward nos miramos por unos momentos.

 

-Isabella y yo hemos pasado por su casa en el camino y ella se ha puesto a llorar- miente Edward. María me mira con mucha pena.

 

-Lo siento querida…

 

-No te preocupes, María- sonrío un poco-. Apenas llevo un día aquí, seguramente ya después no querré irme

 

-¿Te irás?

 

-No, es un decir- me río nerviosa.

 

-Oh…

 

-Será mejor que te lleve a la casa- me dice Edward-. ¿A dónde ibas tú, María?

 

-Yo iba a salir, necesito visitar a mi hija, está algo mal- pone la cara triste.

 

-¿Qué le pasa a Tanya?- pregunta Edward. Parece preocupado y eso no me gusta mucho.

 

-Tiene un embarazo de alto riesgo… Quiero ir a cuidarla por esta noche porque su marido ha salido de viaje, ¿Podría ir?

 

-Por supuesto que sí, ¿Quieres que yo te lleve?

 

-Te hubiera dicho que sí, Edward, pero… ya pasará Carmen por mí porque ambas a la cuidaremos

 

-Oh, está bien, salúdeme a ambas- le sonríe Edward antes de llevarme al elevador. Me aparto de él.

 

-¿Conoces a esa tal Tanya?- pregunto algo molesta.

 

-Sí, la conozco, es una chica muy linda, Carmen también

 

-Ah…

 

Edward se ríe.

 

-¿Estás celosa?

 

Lo miro y me echo a reír, aunque sí, estoy ardiendo de celos. Es un sentimiento repugnante.

 

-¿Yo celosa? ¡Eso quisieras!

 

-No lo estés- susurra mientras se acerca a mí. Me deja arrinconada en una esquina del elevador  y yo lucho por respirar de manera normal. No puedo; su cercanía me pone muy nerviosa como siempre-. Yo solo te quiero a ti, solo puedo pensar en ti

 

-Que yo… no estoy celosa- replico con la voz entrecortada-. Yo no siento nada por ti

 

-¿Ah no? ¿Entonces por qué tiemblas cuando te tengo entre mis brazos? ¿Por qué te muerdes los labios de esa manera cuando me tienes cerca?

 

Es cierto lo que dice Edward aunque no me percaté de ello. Estoy temblando de pies a cabeza y descubro que me he estado mordiendo el labio.

 

-Mira, me pones nerviosa, ¿De acuerdo? Pero eso es porque te quiero lejos- le contesto y lo aparto de mí. Suspiro con alivio.

 

-Eso no es verdad- suelta una risa-. Me quieres muy cerca, yo te gusto ¿No es verdad?

 

Miro hacia el techo con frustración. Maldita la hora en que se lo dije.

 

-Me gustas como un amigo- gruño-. No malinterpretes las cosas

 

-Wow, no sabía que una chica respondiera a los besos de sus amigos

 

-Quería besarte- lo miro y le sonrío de forma burlona-. Para saber que sentía por ti y ahora lo sé… Solo te considero un amigo

 

Edward hace una sonrisa torcida que nunca antes he visto. Se ve endemoniadamente sexy.

 

-Pues te besaré hasta que logres sentir algo

 

 Está por acercarse a mí pero por fortuna se abren las puertas del elevador y hay una persona que quiere entrar.  Además, Ángela está en el pasillo, esperándonos.

 

-Isabella, ¿Qué te pasó?- pregunta impresionada-. Tu maquillaje está arruinado

 

-No pasó nada, fue un accidente- contesto.

 

-¿Un accidente?- arquea una ceja.

 

-Sí, la muy tonta se ha tallado los ojos- le explica Edward y yo lo trato de golpear.

 

-Yo no soy tonta, imbécil…

 

-Y yo no soy imbécil, tonta

 

-¡Te odio!- le grito antes de meterme al departamento. Después subo las escaleras para meterme a mi recámara.

 

Debo estar enojada pero sin embargo me estoy riendo por nuestra pequeña pelea. Me quito el vestido rápidamente y voy al baño en donde casi suelto un grito de terror al ver mi desastroso maquillaje. Me lavo la cara y me lavo los dientes con el cepillo que me han dejado allí. Cuando salgo me pongo el pijama y me acuesto.

 

Prendo la tele pero no consigo poner atención a la serie que están transmitiendo. Pienso en mi primer beso y sonrió como tonta. Quiero volver a besarlo pero no puedo… no debo porque no quiero que este pequeño enamoramiento se convierta en amor.

 

-No puedo amarlo- susurro para mí misma mientras me muerdo una uña-. Juro que no lo amaré

 

Apago la tele y me levanto para mirar de nuevo la ventana. Ahora la ciudad se ve preciosa. Sonrió.

 

Después de un rato de mirar me voy a la cama y me duermo.

 

-Te amo- me dice Edward antes de besarme apasionadamente. Ambos estamos abrazados en una cama.

 

-Yo también Edward- le respondo riéndome porque él ha empezado a besarme el cuello. Me da cosquillas.

 

-También amo a esta pequeña-ahora besa mi vientre el cual está plano pero puedo sentir los movimientos del bebé.

 

-¿Cómo sabes qué es niña?- le pregunto riendo aun.

 

-Yo lo sé… Va a ser niña, ambos queremos niña

 

-A mi no me importa- gruño.

 

-¿Sabes? A mí tampoco, de todas formas  vamos a tener veinte hijos

 

-¡¿Veinte?!- exclamo-. ¿Tú estás loco?

 

-Loco por ti, sí

 

-No, estás loco, en serio… ¿Quieres veinte?

 

-Sí, incluso más, ¿Acaso tú no?- acomoda su rostro entre mis pechos y me hace un tierno puchero.

 

-Está bien, tendremos veinte hijos- bromeo mientras acaricio su cabeza-. Te amo, Edward, eres el amor de mi vida

 

-Tú también eres el amor de mi vida, Kristen…  Jamás amaré a nadie que no seas tú

 

-¡No soy Kristen!- grito y en ese momento me despierto sobresaltada.

 

Miro el despertador que está en la mesa de noche. Ya son las seis de la mañana y me alegra porque no voy a poder seguir durmiendo después de ese sueño. Tal vez éste es una buena señal para olvidarme de Edward, para nunca amarlo. Él solo ve a Kristen en mí y soy una tonta porque siempre estoy a punto de creer que yo le gusto.

 

Tal vez Edward crea que yo le gusto pero inconscientemente está buscando a mi hermana. Eso es lo más probable, mejor dicho… esa es la verdad.

 

Espero un buen rato hasta que María me dice que debemos desayunar.

 

-¿Cómo se encuentra tu hija?- le pregunto mientras bajamos las escaleras. Ángela ya está sentada y tiene a Ben quien se ve muy feliz.

 

-Parece ser que todo saldrá bien- contesta sonriendo-. Tanya está poniendo mucho de su parte para no perder a su bebé, lo ama mucho, esperemos que se mejore y pronto venga a conocerte, le he contado sobre ti

 

-Me dará gusto conocerla- respondo y me siento. Me vuelvo hacia Ben y le doy un pequeño beso-. ¿Cómo estás campeón?

 

-Está feliz- dice Ángela-. Yo me siento igual porque al fin mi niño tiene lo que yo no he podido darle

 

-Este bebito se merece esto y más- le digo mientras se lo quito de los brazos y lo cargo. El bebé se ríe y yo lo lleno de besos-. Hoy me voy a robar a Ben, si no te molesta

 

-Oh, claro que no- dice Ángela-. Es bueno que convivas con Ben, así entrenas para cuando seas mamá

 

Me encojo de hombros.

 

-Sí, tal vez

 

-Mejor no te lo robes y pasas todo el día con nosotros y te enseño a cuidarlo

 

-Me parece perfecto- asiento.

 

Ángela y yo desayunamos y luego subimos a su cuarto para que me enseñara a cuidar de Ben. Estaba tratando de cambiarle el pañal cuando suena mi teléfono.

 

-¿Qué quieres, Edward?- le contesto.

 

-Huy, ¿Así le contestas a tu prometido?- me pregunta riendo.

 

-Sí, así te contesto, dime qué quieres

 

-Avisarte que en media hora tendrán visita, iré al departamento con unos amigos

 

-¿Qué?

 

-Alístate, en media hora estoy allí

 

-Solo una cosa, Edward… ¿Ya le estás diciendo a todo el mundo sobre nuestra boda?

 

-Claro que no, solo ellos lo saben y hoy después de esa visita iremos con tus padres para decir que nos casamos en dos semanas

 

-Entonces es en serio lo de las dos semanas- mascullo.

 

-Hablo en serio, ya no puedo esperar más tiempo, quiero casarme

 

“No te emociones por esas palabras, Isabella, ni se te ocurra” me dice mi conciencia.

 

-Está bien- digo con indiferencia-. Bueno, te dejo, iré a ponerme algo decente, me avisas cuando llegues para estar en la sala y recibirlos, adiós- le cuelgo.

 

-¿Qué ocurre?- cuestiona Ángela-. ¿Quiénes vienen? ¿A qué te refieres con dos semanas?

 

-Van a venir unos amigos de Edward, así que debemos estar listas, y en dos semanas me caso con Edward, lo hemos decidido ayer

 

-¡¿Qué?!- grita-. Es… demasiado pronto, ¿Cómo van a preparar una boda en tan poco?

 

-Cálmate- me río-. Solo será por lo civil

 

-¿Segura?

 

-No lo sé, pero es casi seguro que sí, no creo que Edward se quiera atar a mí de por vida, además nadie podría organizar una boda por la iglesia en tan poco tiempo

 

-Bueno, eso sí- dice ya más relajada-. ¿Y dices que vendrán unos amigos de Edward?

 

-Sí, así que debes estar lista

 

-Pero, la que importa eres tú, yo creo que no debo estar en esto

 

-Ángela… tú vienes conmigo, estás igual de metida en esto que yo, así que espero que no me dejes sola

 

-Está bien, está bien, pero déjame dejar a Ben aquí

 

-¿Por qué? Creo que les gustará conocerlo…

 

-No sé Isabella, me da un poco de miedo mostrar a mi hijo

 

-¿Por qué?

 

-Tengo miedo de Jacob, de mis padres

 

-No te preocupes, nadie se enterara, nadie tiene porque reconocerte

 

-¿Te olvidas que vivo en la calle solo desde que les dije a mis padres que estaba embarazada? Claro que me van a reconocer

 

-Pero puede que estas personas no conozcan a Jacob ni a tus padres

 

-¿Y si resulta que si los conocen? ¿Qué diablos haré?

 

-Bueno, nadie tiene que saber que el niño es de Jacob, a nadie le has dicho de quien es hijo ¿O sí?

 

-Bueno, eso es cierto…

 

-Entonces no tienes nada que temer, puedes mostrar a tu niño sin problemas

 

-Sí algo malo sucede, te echaré la culpa- me advierte con los ojos entrecerrados.

 

-Trato hecho, bueno Ángela, iré a ducharme y a cambiarme, arréglate tú también

 

-Está bien

 

Cinco minutos después estaba gozando de una ducha de agua caliente.

 

-Esto es la gloria- digo contenta mientras me enjabono.

 

Cuando termino de bañarme me debato entre ponerme algo de mi ropa o usar algo del clóset. Finalmente me decido por algo del clóset. Tengo la impresión de que debo vestirme bien.

 

Me pongo unas zapatillas de tacón bajo porque no quiero tener un accidente. Una vez lista voy a buscar a Ángela quien también ya está arreglada.

 

-¡Qué guapo te quedo Ben!- exclamo al ver al bebé. Tiene un traje muy lindo.

 

- Me pregunto cómo consiguió toda esta ropa- dice Ángela.

 

-Es algo que no le he preguntado- admito-. Pero ya me entró la curiosidad

 

-Después se lo preguntamos

 

Vibra mi celular en ese momento. Me ha llegado un mensaje de Edward.

 

“Bella, ya estoy en el elevador, así que más vale que estés lista”

 

-Vamos abajo, ya van a llegar

 

-Está bien

 

Ambas bajamos rápidamente y nos sentamos en la sala a esperar. Yo tengo a Ben en los brazos y estoy jugando un poco con él.

 

-Este será un encuentro muy importante- nos anuncia María con una sonrisa.

 

-¿Por qué dices eso María?- le pregunta Ángela.

 

-No lo sé, solo tengo esa impresión

 

-Esto no me suena nada bien- susurra Ángela en mi oído-. Creo que ella sabe algo

 

-Relájate- le digo-. Nadie te va a morder, solo son personas, son amigos de Edward, no pasa de que sean tan molestos como él

 

Ella se ríe nerviosa pero ya parece un poco más confiada.

 

-¿Me veo bien?- suspira.

 

-Sí, te ves muy bien

 

En ese segundo se abre la puerta de la casa. Entra Edward con dos personas un tipo rubio de ojos verdes que viene tomado de la mano con una chica preciosa de cabello corto y muy oscuro.

 

Miro  a Ángela por un momento y su gesto me sorprende; está boquiabierta. El chico rubio le sonríe ligeramente al igual que la mujer.

 

-Bueno, les presento a  Jasper Hale y a su esposa, Alice- anuncia Edward-. Jasper, Alice, como deben saber, ellas son Isabella, mi prometida y Ángela

 

Me quedo boquiabierta ahora. Jasper es el ex prometido de Ángela. Ahora comprendo que la he metido en una situación de la mierda.

 

-Es un gusto conocerlas- dice Alice. Su voz es muy bonita y me da la impresión de que es buena persona por la manera tan amable en que nos está hablando-. Espero que podamos ser buenas amigas

 

-Mucho gusto, Isabella- ahora el que habla es Jasper mientras estrecha mi mano-. Estoy contento porque ya te conozco, Edward me habló mucho de ti y Ángela, que bueno que te vuelvo a ver, creí que jamás lo haría

 

-Yo… - Ángela está en shock todavía y la entiendo. Hasta creo que yo también lo estoy.

 

-Creo que querrán matarme- interviene Edward y yo lo miro furiosa.

 

-¿Qué has hecho?

 

-Yo… reconocí a Ángela cuando me la presentaste, y le dije a Jasper que ella estaba aquí porque él un día me comentó que quería volverla a ver para resolver las cosas

 

-Me sentía muy culpable de que te echaran a la calle- dice Jasper con arrepentimiento-. Me pasé demasiado con lo que yo te dije, te insulté y quiero que me perdones porque fue algo muy… hipócrita, yo también estaba con alguien más, con ella- señala a Alice-. Yo no era nadie para juzgarte

 

-Espera… ¿Qué no se llamaba María?- pregunta Ángela confundida-. Cuando me confesaste que estabas con otra persona me dijiste que era María

 

-Ese fue un nombre que usé para que nunca supieras quien era, para que no supieras que era Alice Brandon

 

Me impresiono más. Los Brandon son también una familia muy reconocida en el país.

 

-Te pido perdón, Ángela- le dice Alice-. Yo… me enamoré de él y no me importó que estuviera con alguien, sé que es algo malo pero…

 

-Tú no tienes la culpa de nada- le sonríe Ángela-. Ni tampoco él, ustedes se aman y yo amaba profundamente a otra persona

 

-El padre de tu hijo- dice Jasper con una enorme sonrisa-. ¿Ese niño es el tuyo?

 

Ángela asiente y yo volteo a la criatura para que le mire la cara.

 

-¡Es hermoso!- exclama Alice-. ¿Puedo cargarlo?

 

-Claro- contesta Ángela y yo le paso al bebé a Alice.

 

Jasper mira a Ben y luego voltea hacia Edward quien está serio y asiente solo una vez.

 

-Solo puedo decir una cosa, este niño es un autentico Black

 

-¡¿Pero qué?!- suelto ¿Cómo demonios se ha dado cuenta?

 

-¿De… de qué estás hablando, Jasper? – Ángela está muy nerviosa.

 

-Este niño es de Jacob Black y no lo niegues… él me lo ha confesado

 

-¿Conoces a Jacob?

 

-Sí, se supone que era mi amigo… pero se llevó a la cama a mi prometida, pero… eso no fue lo que me enojó… lo que me puso furioso fue que cuando tú ya te habías esfumado y salió en las noticias que nuestra boda se canceló, Jacob fue a preguntarme el por qué de mi separación, se lo dije todo y ahí fue cuando se dio cuenta de que ese bebé que tú esperabas era de él y el bastardo se atrevió a confesarme todo… casi lo mato a golpes, no por la traición sino porque no creyó lo que le decías y que por culpa de eso tú te habías ido, después de eso, él se puso como loco a buscarte, no tienes ni idea de cuánto sufrió, porque el muy imbécil te ama

 

-Jacob no me ama- gruñe Ángela-. Si me amara hubiese creído en mí, no le hubiese creído a quien le dijo que mi bebé no era de él

 

-Se lo dijo su padre- contesta Jasper con un tono de amargura-. Él no te quería para su hijo e inventó una mentira… le dijo a Jacob que tú le confesaste que estabas embarazada de mí pero que como no me amabas y querías dejarme le suplicaste que te ayudara a hacer pasar a ese bebé por hijo de Jacob… éste confiaba demasiado en su padre en ese tiempo y le creyó

 

-No puedo creerlo- masculla ella-. Bueno, eso no importa, el caso es que no vas a decirle a él donde estoy

 

-Pero ese imbécil se tiene que hacer cargo- protesta Edward y yo le lanzo una mirada amenazante.

 

-No le dirán nada- afirmo-. A ninguno de ustedes les corresponde

 

-Pero entiende, Jacob está desesperado por encontrar a su hijo y además es justo que…

 

-Se queden así las cosas- concluye Ángela-. Por lo menos así lo quiero ahora

 

-Yo no voy a decirle nada por ahora, pero piénsalo- le dice Jasper y Ángela asiente. 

 

-Esta situación me desespera- dice Edward con un suspiro de frustración-. Tengo aquí a Ángela y al hijo de Jacob, él me matará por esto si no se lo digo y se entera por su cuenta

 

-Jacob no está tan desesperado por encontrarlos- le aclaro-. Recuerda que me estaba acosando, además ¿De dónde conoces tú a Jacob? Pensé que no lo hacías

 

Edward se puso nervioso de repente y yo arqueé una ceja.

 

-Él es un amigo muy lejano, Isabella… Yo no sabía nada de él cuando pasó eso, Jasper me contó de su situación después… y, la explicación que tengo para que te haya hecho eso es que su pasatiempo favorito es ilusionar mujeres y tener pequeñas aventuras

 

-Pero con Ángela era distinto- suspira Jasper-. Él si te quería de verdad

 

-¡Esa es una gran mentira!- exclama Ángela-. Jacob solo me usó

 

-¿Podrían dejar de pelear?- pregunta Alice a su marido-. El asunto de Ángela y Jacob no nos corresponde, amor,  además hemos venido aquí para pedirle disculpas a ella y arreglar las cosas

 

-Yo no tengo nada de que perdonarlos- dice Ángela-. Jasper y yo nunca nos quisimos y amábamos a otras personas, no fue culpa de nadie

 

-Pero te traté muy mal- Jasper parecía triste-. Y yo me arrepiento de eso, porque a pesar de que no te amaba de la manera en que amo a Alice, yo si te quería como una amiga y eras alguien muy importante para mí, lo sigues siendo y por eso me siento aliviado de tenerte frente a mí de nuevo, poder pedirte perdón

 

-Jasper, calla ya- se ríe Ángela-. Yo también te quiero, en su momento si me enfadé por lo que dijiste pero ahora ya todo está olvidado, está bien que seas mi amigo de nuevo y que Alice también sea mi amiga

 

-¡Sí!- exclama Alice-. Espero que te gusten las compras Ángela, porque te llevaré

 

-Buena suerte con eso- se carcajea Jasper-. Amo a esta pequeña duende pero ir con ella de compras es un infierno

 

-Solamente porque tengo al niño en brazos no te doy un buen golpe- dice Alice con enfado y todos nos reímos. Después se vuelve hacia mí-. También quiero que seas mi amiga, Isabella… no le creas a Jasper ni una sola palabra, a él no le gusta ir de compras conmigo es por eso que dice que es un infierno

 

-Claro, acepto ser tu amiga- le sonreí y Alice dio un pequeño salto de alegría. Definitivamente me cae bien, es una de esas personas que siempre están felices y que transmiten esa felicidad a quienes se les acercan.

 

-Edward me ha dicho que mañana cumples años al igual que él- comenta.

 

-Ah, sí… pero no tiene importancia

 

-¡¿Qué has dicho?! ¡Claro que la tiene! Haremos una fiesta

 

-¡No!- grito-. No me gustan las fiestas

 

-Al fin hay alguien que me entiende- sonríe Jasper-. Creo que comienzas a agradarme aun más

 

-Hum… ¿Entonces por qué no salimos a comer o algo por el estilo?- sugiere Alice-. Tenemos que celebrar tu cumpleaños y el de Edward

 

-La idea de ir a comer me parece la más adecuada- opina Ángela.

 

-Sí, eso es lo mejor- le digo a Alice-. Pero no tienen por qué preocuparse por mí

 

-No digas tonterías, celebraremos y punto, eres mi amiga y nunca pasaré por alto tu cumpleaños, así que iremos a comer

 

-Tendremos que avisarle a tus padres- me recuerda Edward-. Además debemos decirles que nos casamos en dos semanas

 

-¡Qué emoción!- Alice da saltitos de nuevo lo cual hace reír a Ben-. Oh, cariño… eres tan lindo…

 

-Ella se muere por tener ya al bebé- nos dice Jasper-. Le fascinan los niños al igual que a mí

 

-Faltan apenas siete meses, pero lo tendré, o más bien, la tendré, estoy segura de que es niña

 

-¿Estás embarazada?- le pregunto sonriendo y Alice asiente muy feliz.

 

-Sí, ya tengo dos meses y todo va perfecto

 

-Felicidades- decimos Ángela y yo al mismo tiempo.

 

-Gracias

 

-Isabella, debemos ir con tus padres, lo he llamado antes de venir- me avisa Edward.

 

Asiento.

 

-Está bien, Edward

 

-Nosotros nos vamos, pero pueden quedarse con Ángela, estoy seguro de que tienen muchas cosas que hablar

 

-Por supuesto que sí- contesta Jasper. Parece deseoso de tener una buena charla con Ángela. Le sonrío a Ángela antes de despedirme de Jasper y Alice e irme con Edward.

 

-Seguramente ella le contará todo lo que le ocurrió- comenta mi prometido cuando estamos en camino a la casa de mis padres.

 

-Sí- suspiro-. Y no creo que a Jasper le agrade saber que fue de ella durante este tiempo

 

-No… se enojará seguramente y se sentirá culpable… Jasper quiere mucho a Ángela, siempre la consideró su hermana

 

-Tú la reconociste- lo acuso-. ¿Por qué no me lo dijiste? ¿Por qué no me mencionaste que conocías a Jacob?

 

-Porque no ibas a aceptar que yo las llevara a mi casa… Bella, te aseguro de que no le diré nada a Jacob pero si él se entera no me hago responsable

 

-Está bien, deja que ella lo piense y que se enfrente con él cuando lo decida

 

-¿Estás lista para decirle a tus padres?- me pregunta.

 

-No, pero no tengo opción… quiero acabar con esto lo más pronto posible

 

-Yo no- suspira-. Ya sabes lo que siento por ti

 

Mi corazón comienza a acelerarse por aquellas palabras pero otra vez mi conciencia me dice que no debo emocionarme, que yo solo soy un reemplazo.

 

-Estás intentando llevarme a la cama cuando nos casemos- le digo-. No lo vas a conseguir con esas cursilerías

 

-Eres una tonta- responde  enojado-. Te digo que estoy enamorado de ti y tú dices que intento llevarte a la cama

 

-Eso es lo que quieres

 

-Yo nunca voy a presionarte para que tengas sexo conmigo

 

-¿Crees que te voy a creer?

 

-Si llego a presionarte, tienes todo el derecho del mundo de demandarme por  acoso sexual… pero no será necesario presionarte, tú vendrás corriendo a suplicarme que te haga el amor

 

Me río de lo que ha dicho aunque estoy ardiendo de furia.

 

-¿Yo? ¿Suplicarte? ¡Ni en tus sueños!

 

-Muy tarde, en mis sueños me lo has pedido más de mil veces y yo te he complacido

 

-Eres un puerco- gruño y él se empieza a reír-. Un asqueroso… ¡Un depravado!

 

-Y tú eres una puritana, o eso intentas aparentar, estoy seguro que muy dentro de ti quieres que te toque

 

-¿Te puedo demandar ahora por acoso sexual?- cuestiono seria.

 

-No… no te he hecho nada

 

-Pero estás insinuando que yo…

 

-Solo son insinuaciones, yo no he intentado tocarte

 

-Pues deja de hacerlo ya…

 

-No quiero, me encantas enojada

 

-Imbécil- murmuro-. Eso si me lo creo… te encanta ponerme furiosa

 

-Sí, y también me encantará ponerte caliente cuando te toque

 

Le propino un buen golpe en la cabeza.

 

-Oh, sí, nena… golpéame, eso me provoca más, soy un masoquista

 

-Me quiero bajar de aquí

 

-Ya cálmate, Bella- se carcajea-. Solo estoy bromeando

 

-Cálmate tú…

 

-Ya, está bien… lo siento por insinuar esas cosas

 

-Te disculparé si no vuelves a hablar de eso

 

-Está bien

 

Cinco minutos más tarde Edward estacionó en la casa de mis padres.  Mi madre es quien nos recibe ya que mi padre está trabajando.

 

-Veníamos a anunciar algo importante- comienza Edward-. Hemos decidido que nos casamos lo más pronto posible, en dos semanas, no se preocupen por nada, yo ya he empezado con los preparativos

 

Reneé está boquiabierta y sin saber que decir. Después suelta un grito de felicidad y nos abraza.

 

-Tienen todo mi apoyo, muchachos… hija, al fin tu padre podrá retirarse y todas las acciones de la empresa las manejaras tú y además me darás nietos… ¡Qué maravilla!

 

-Mamá, por favor cálmate- le pido-. Es pronto para pensar en nietos y en las acciones de la empresa

 

-Claro que no, en cuanto te cases tu padre te dará la presidencia

 

Suspiro. Me marea pensar en lo mucho que cambiará mi vida en tan poco tiempo.

 

-¿Quieres tener una cita ahora?- me pregunta Edward cuando nos despedimos de Reneé. Ella está llamando ahora mismo a Charlie para contarle todo.

 

-¿Una cita? ¿Por qué? No la necesitamos, no somos novios

 

-Bueno, bueno… ¿Quieres ir a algún lado?

 

-Hum, sí, quizás podemos ir a un café, pero solo con una condición

 

-¿Cuál?

 

-No me hables de sexo otra vez, ya no necesito saber más lo pervertido que puedes llegar a ser

 

-Pervertido es una palabra demasiado grande para lo que yo hablé contigo y muy corta para describirme

 

-Si quieres que salga contigo, compórtate

 

-Está bien, está bien, nada de perversiones por ahora

 

-Ahora y nunca- lo miro de forma severa.

 

-¿A dónde quieres ir?- pregunta mientras me abre la puerta del coche. Me subo al auto y cuando él lo hace respondo.

 

-A un parque estaría bien, no sé… quiero un helado

 

-Perfecto, iremos a un parque

 

-Esto no es una cita, recuérdalo, solo… es una salida de amigos

 

-Sí, está bien

 

En el camino peleamos como de costumbre pero por suerte no sale el tema del sexo. Me sorprende como Edward se las ingenia para hacerme enfadar hasta con el tema más tonto.

 

-No me gustan las hamburguesas, son un asco- dice.

 

-Son deliciosas, ¿Qué te pasa?- estoy algo molesta. Las hamburguesas es algo de lo que disfruto mucho.

 

-Están llenas de grasa- pone cara de asco. Seguramente es de esos a los que les da miedo engordar. Que marica.

 

-Cuando estemos casados te juro que te haré hamburguesas para comer

 

-Bueno, si tú las preparas, tal vez me gusten- me mira tiernamente.

 

Me empiezo a ruborizar y Edward recupera su mirada burlona.

 

-Bella, ya creo entender por qué te gustan

 

-¿Por qué?

 

-Pues porque no las comes tan seguido, por ser pobre

 

-Que cruel eres- contesto en voz baja. Segundos después nos reímos y minutos más tarde ya estamos en el parque.

 

En este momento estamos comiendo nuestro tercer helado, sentados en una banca. Ya casi es de noche porque hemos estado aquí mucho tiempo. Estoy demasiado cómoda, hablando con Edward sobre la familia.

 

-Mira a todos esos niños- me dice sonriendo. Ya hay pocos niños porque está anocheciendo.

 

-Sí, se ven muy lindos… formar una familia es algo hermoso

 

-Sí, yo muero por ser papá, quiero una nena

 

-¿Por qué?- pregunto mientras como lo último de mi helado.

 

-No sé… quiero a una pequeña niña que sea muy apegada a mí, a una princesita hermosa

 

Estoy comenzando a sentir mucha ternura. A Edward le brillan los ojos al pensar en esa pequeñita que quiere tener. Ojalá yo pudiese darle esa hija… Isabella, ¿En qué diablos piensas?

 

-Aunque tampoco me molestaría a un niño, no sería problema tener uno primero, él puede cuidar de la niña junto conmigo

 

-¿Así que quieres más hijos?- me río.

 

-Sí, yo muero por tener tres o más hijos, mis padres solo nos tuvieron a Rosalie y a mí… cuando nuestro hijo esté un poco grande adoptaré dos más, porque tú te irás cuando tengas al que yo te he pedido

 

-Pero puedes casarte con otra mujer- no me agrada para nada la idea, pero tengo que ir olvidándome de lo que siento por él.

 

-Mientras yo esté enamorado de ti no podré hacerlo, Bella, yo soy muy fiel

 

Empiezo a sentir mariposas en el estómago. No puedo creer que siga diciendo que está enamorado de mí. Mi corazón late más rápido cuando él acaricia mi mejilla y luego se acerca a mí. Deposita un casto beso en mis labios el cual me deja con ganas de más.

 

-Te quiero- susurra con su rostro muy cerca del mío-. Ya no puedo callarme más lo que siento, perdón por decirte esto, por favor no te enfades…

 

-Yo…

 

-No digas nada, déjame continuar- dice y luego vuelve a besarme levemente. Siento que mi pecho arde demasiado por lo acelerado que está mi corazón-. Yo ya no podría vivir sin ti, sin tu sonrisa, sin pelear contigo- otro beso. Ya estoy mareada, creo que el corazón se me saldrá-. Por favor, dame una oportunidad- me besa de nuevo pero esta vez es de una manera profunda. Nos besamos hasta que a ambos nos falta el aire.

 

-Perdón por hacer esto- se disculpa y se aleja de mí-. No quiero presionarte

 

-No te preocupes- contesto con la respiración agitada. Edward está igual.

 

-Será mejor que nos vayamos ¿No crees?

 

-Edward, sobre la oportunidad

 

-Sé que dirás que no, así que…

 

-No es eso, pero…

 

-No digas más Bella, ya no te besaré, no quiero que te enfades… me olvidaré de esto que siento, lucharé para que así sea

 

Lo que ha dicho me deja perpleja y decepcionada. Algo está pasando entre nosotros y él quiere olvidarlo. Aunque… yo también quiero o por lo menos es lo que me digo a mi misma.

 

-Eso será lo mejor- le sonrío para que no note mi tristeza-. Nada ha pasado aquí

 

-No, nada… solo hemos venido al parque a pasar el rato como amigos

 

-Sí…

 

Y no volvimos a hablar de aquello durante todo el camino de regreso al departamento. Yo muero por decirle algo, darle esa oportunidad pero mi estúpida conciencia me lo prohíbe. Sustituta, sustituta, sustituta. Esa maldita palabra la deben sacar del vocabulario porque sinceramente me tiene harta. No deja de repetirse en mi mente cuando estoy con Edward o más bien, cuando estoy a punto de dejarme llevar  por lo que siento. Estoy enamorada como una estúpida de él y ya no puedo seguir negándolo más.

 

-Bueno, me despido, feliz casi cumpleaños Isabella- me dice él cuando me deja en la puerta. Me da un beso en la frente y se va.

 

-¿Cómo te fue?- pregunta Ángela detrás de mí y yo suelto un grito muy fuerte. Ángela se echa a reír.

 

-Me asustaste- le gruño-. No es gracioso

 

-Serías buena como actriz de películas de terror- dice riéndose todavía-. Has pegado un grito que casi me deja sorda, seguramente así tienes la conciencia

 

-Deja de reírte- contesto de mal humor.

 

-Quita esa cara, ¿Acaso te fue tan mal?

 

Camino hasta llegar al sofá donde me siento. Ángela hace lo mismo.

 

-No… mi madre se lo ha tomado demasiado bien, y… hemos ido al parque- le cuento.

 

-¿Al parque? ¿Qué han hecho en el parque?

 

-Hemos ido por un helado y pelear como de costumbre

 

-Dios mío… es obvio que ustedes se gustan, no sé que hacen peleándose

 

-¿Gustarnos?- suelto una carcajada seca-. Estás más loca que una cabra o esa conversación con Jasper te ha dejado mal de la cabeza, por cierto ¿Qué tal te ha ido?

 

-Muy bien, aunque bueno, él se enojo cuando supo lo que fue de mí… quiere matar a Jacob y a mis padres pero aparte de eso… todo fue muy bien, volvimos a ser esos amigos que éramos, quizás nunca lo amé como hombre pero si como hermano y lo extrañaba

 

-Me alegra oír eso

 

-Y me enteré de algo… Alice fue quien ayudó a Edward a preparar nuestras recámaras de última hora... había ropa de Kristen aquí y sus cosas lo cual facilitó todo pero fue a comprar rápidamente lo que hiciera falta, Isabella, esa mujer es un amor… mejor esposa no pudo elegir Jasper, que bueno que lograron estar juntos, como querían, no hubiese sido justo que me casara con él y que ellos se siguieran viendo a escondidas

 

-¿Por qué te ibas a casar con él? ¿Quién los obligó?

 

-Sus padres… iban a unir la compañía de los míos a la de ellos cuando nosotros nos casáramos, era el sueño de los cuatro, que yo y Jasper termináramos juntos porque siempre fuimos muy buenos amigos, de hecho, los mejores… pero yo lo veía como hermano, no como novio

 

-Qué bueno que ya las cosas se arreglaron

 

-No para mí… Yo tengo a Ben, pero, me siento sola, no estoy con quien amo

 

-Tú me dijiste que lo odiabas

 

-Sí, lo odio, pero te mentí cuando dije que ya no sentía amor… Aun lo amo, Bella, y me duele no estar con él, el que no me haya creído

 

Se empiezan a formar lágrimas en sus ojos y yo la abrazo. No quiero que llore.

 

-No llores, Ángela, por favor…

 

-No puedo evitarlo, Isabella- solloza-. Lo amo con toda mi alma, jamás amaré a otro… quiero volver a su lado, pero no puedo… el coraje me lo impide y el miedo

 

-¿Miedo a qué?

 

-A que no crea en mí, miedo a que cuando lo vuelva a ver ya no sienta nada y solo se haga cargo de Ben por obligación, o que lo vea como estorbo, si es así no lo quiero volver a ver

 

-Rayos Ángela, no sé qué decirte… pero aquí me tienes- la abrazo más fuerte y acaricio su cabello-. Ya no llores

 

Ángela se levanta y se ríe. Se limpia las lágrimas.

 

-Creo que estoy muy sensible, mejor cuéntame de que hablaron tú y Edward en el parque

 

-Pero…

 

-Cuéntame

 

Suspiro. Si con esto logro que Ángela ya no recuerde cosas tristes, le contaré.

 

-Me ha besado- murmuro.

 

-¡Dios mío!- exclama emocionada-. ¿Cómo fue?

 

-Hermoso- admito con una sonrisa tonta-. Casi se me sale el corazón

 

-Eso es amor

 

-No es para tanto- pongo los ojos en blanco.

 

-Yo sabía que ustedes dos se gustaban, era obvio que terminarían besándose, Isabella… traes loco a ese hombre, se le nota con verlo

 

-Tú… estás mal- volteo hacia otro lado para que no vea mis mejillas encendidas.

 

 -No, estoy bien, y es por eso que volteas, te has puesto roja

 

-¿Dónde está María?- pregunto para cambiar el tema.

 

-Se fue a casa de su hija de nuevo, no me cambies el tema, señorita

 

-No lo estoy cambiando, solo preguntaba por María

 

-Isabella, te lo digo en serio… él y tú están enamorados, tienes dos opciones o quedarte con él e irte acostumbrando a esta vida o, pasarte la vida sufriendo después de irte de aquí

 

-Puedo olvidarme de él y vivir de nuevo de manera normal

 

-¿Crees que lo vas a olvidar? Estás mal Isabella, la única forma de hacerlo sería que tú te eches para atrás en este momento, pero cuando pases más tiempo con él y tengas a ese bebé te será imposible

 

-Solo lo veré como el padre de mi hijo, eso es todo…

 

-Eso podría ser, si tú nunca te hubieras enamorado de él

 

-Pues no estoy enamorada de él- miento.

 

-Isabella, estás mintiendo… no te conozco demasiado pero se te nota, no eres buena mintiendo, además ya has admitido que sientes algo, has dicho “puedo olvidarme de él”, piensa antes de hablar

 

Y se levanta para irse, dejándome furiosa no con ella, sino conmigo misma. No sé qué hacer. Ella al parecer está sufriendo por Jacob y tengo miedo de sufrir si me alejo de Edward. Yo quiero irme de aquí y pretender que jamás pasó esto pero… Están Ángela y Ben.

 

Muy dentro de mí sé que no lo hago por ellos totalmente; bien podría ayudar a Ángela en mi otra casa y vivir modestamente, pero yo tengo deseos de estar con Edward, de vivir junto a él y llevar en mi vientre a nuestro hijo; mi hermoso niño de cabello cobrizo y ojos azules o una princesita igual de hermosa que su padre.

 

Me subo a mi recámara con la cabeza hecha un lío; me preparo para dormir y me acuesto.

 

-Te amo, mami- me dice mi niño antes de darme un beso en la mejilla.

 

-Yo también te amo, mi príncipe- le respondo.

 

-¡Aquí están mis dos amores!- exclama mi marido entrando en la habitación. Se ve hermoso con su traje puesto. Se acerca a nosotros y carga al niño para después darme un beso en los labios-. ¿Has cuidado bien de tu mami, campeón?

 

-Sí, papi- responde mi hijo. Él es igual que su padre, incluso más hermoso.

 

Un rato más tarde Edward y yo estamos en la habitación, besándonos apasionadamente. El niño ya se ha ido a dormir.

 

-Te amo, me vuelves loco- murmura con sus labios recorriendo mi cuello. Una de sus manos está acariciando mi seno lo cual me hace gemir un poco.

 

-Yo… yo también te amo

 

Detiene lo que está haciendo y me mira a los ojos.

 

-Nunca dudes de mi amor por ti

 

-Jamás- prometo.

 

-Recuerdo cuando te negabas a estar conmigo porque pensabas que eras un reemplazo… me costó mucho convencerte de que tú eres única, de que te amo a ti y que eres el amor de mi vida

 

-Ya no quiero recordar eso- respondo acariciando su mejilla. El cierra los ojos, haciéndome saber que disfruta de mis caricias-. Sé que me amas a mí y yo fui una tonta en el pasado pero no pienso volver a serlo

 

-Lo único que extraño es pelear- admite riéndose.

 

-¿Quieres pelear?- gruño.

 

-No, lo único que quiero en este momento es hacerte mía, ya habrá tiempo para pelear

 

Después de eso no volvemos a decirnos nada, nos entregamos el uno al otro hasta que oigo un ruido. La escena desaparece y me doy cuenta de que soñé y que estoy en mi habitación.  Comienzo a llorar, realmente quería que fuese realidad aquel sueño.

 

-Bella, mi amor, no llores, estoy aquí- susurra Edward. Está encima de mí.

 

-¿Qué haces aquí?- pregunto sorprendida y a la vez maravillada.

 

-Entrar a verte, tengo ganas de besarte de nuevo, pedirte otra vez esa oportunidad

 

-Claro que te la doy- respondo antes de besarlo.

 

-Me haces tan feliz- dice besándome el cuello como en el sueño. Él está encima de mí, pero gira para que yo me quede arriba ahora-. Al fin puedo decirte que te amo, que estoy loco por ti

 

-Tómalo con calma- me rio.

 

-No me pidas eso- gruñe antes de besarme de una manera que casi me deja sin aire. El sonido de un teléfono interrumpe lo que estamos haciendo y hace que me dé cuenta de que Edward no está allí, que estoy sola y que otra vez todo fue un sueño. 

 

-Mierda- mascullo antes de revisar el teléfono. Es un mensaje de Edward.

 

“Feliz cumpleaños, Bella, te quiero mucho a pesar de nuestras peleas”

 

Me río y después le contesto.

 

“Feliz cumpleaños a ti también, supongo que yo también te quiero aunque me hagas enojar”

 

Mando el mensaje y al poco tiempo contesta.

 

“¿Estás despierta aun? ¿Podemos vernos?”

 

Me quedo con la boca abierta. La idea es algo loca, pero quiero verlo. Aunque, no debo parecer desesperada.

 

“Es medianoche, Edward, ¿Estás loco? Pero bueno, dime y tal vez lo piense”

 

Espero un largo minuto antes de recibir su respuesta.

 

“Necesito hablar contigo, estoy llegando ya al departamento, en cinco minutos llego, no hagas ruido”

 

“Está bien”

Mi corazón comienza a latir rápido por los nervios. Me levanto de un salto y corro para ponerme algo decente y peinarme, también me cepillo los dientes. Me pregunto si esto es un sueño. Probablemente sí, pero no me quiero despertar.

 

Bajo las escaleras con mucho cuidado y voy a la puerta donde está Edward pero en vez de saludarme se lanza hacia mí y me da un beso apasionado que casi me hace desmayar. Voy a terminar muriendo por su culpa.

 

-¿Qué ocurre, Edward?- pregunto agitada.

 

-Vamos a mi departamento, quiero pasar mis primeras horas de cumpleaños contigo

 

-¿Qué?

 

-No es lo que piensas, tonta… no quiero sexo, solo quiero pasar una noche a tu lado

 

-Pero…

 

-Ven conmigo, por favor

 

Hizo una cara tan adorable que no pude resistirme. Me fui con él y ahora estamos en su departamento que sorprendentemente no está tan lejos de donde yo vivo ahora.

 

-Es muy linda tu casa- le digo observando la pared de cristal de la sala. A diferencia de mi departamento, éste tiene una mejor vista de la ciudad. Me siento en el sillón de color rojo y él también se sienta a mi lado-. Edward, dime qué quieres hacer… yo no quiero que me presiones con…

 

-Shh- me dice poniendo un dedo en mis labios-. No quiero sexo, ya te lo dije, solo una noche contigo, quiero besarte, fingir que me diste esa oportunidad, dame ese regalo

 

-¿Después todo volverá a ser normal?- mi respiración se acelera. Estoy nerviosa de tenerlo cerca otra vez y mis ganas de besarlo son enormes.

 

-Te lo prometo… está noche podemos decirnos todo lo que sintamos y te juro que por la mañana será todo igual, ambos olvidaremos

 

-Acepto

 

Esta es la oportunidad perfecta para decirle todo lo que siento aunque corra el riesgo de que él no lo olvide e insista después.

 

Edward toma mi rostro entre sus manos y me vuelve a besar con desesperación.

 

-Vamos a mi recámara para estar más cómodos, confía en mí… no pasara nada que tú no quieras- me dice luego de aquel beso.

 

-Está bien

 

Él se levanta y me toma de la mano para después irnos a su recámara. Me gusta, es muy bonita y tiene su olor.

 

Ambos nos acostamos en la cama y yo me acomodo entre sus brazos. Mi conciencia, la cual me hace mantener la cordura y que posiblemente desaprobaría lo que estoy haciendo, parece apagada en este instante. Solo puedo concentrarme en besar a Edward, en tratar de hacerle entender todo lo que siento.

 

-No puedo creer que hayas aceptado venir- dice entre uno y otro beso-. Pensé que protestarías o llamarías a la policía

 

Me río porque sé que es verdad. Si mi conciencia estuviese encendida tal vez si llamara a la policía.

 

-No lo haré, ya dijiste que vamos a olvidar esto- le contesto.

 

-Yo no quiero olvidar, pero no queda más remedio

 

-Sí- suelto un suspiro de tristeza-. Es lo mejor

 

-¿Por qué, Isabella? ¿Por qué tenemos que olvidar? Algo ocurre entre nosotros y es demasiado fuerte o por lo menos así es para mí

 

-También para mí lo es- confieso-. Por desgracia yo también me enamoré de ti

 

Me pongo roja nada más decirlo. Además, Edward no me dejará en paz ahora.

 

 -¿Qué?

 

-Nada

 

-Estás enamorada de mi- dice sonriendo-. ¿O escuché mal? Si es así quiero escuchar mal siempre

 

-No has escuchado mal- digo con amargura-. Si me enamoré de ti

 

-¿Entonces por qué insistes en alejarte de mí?- pregunta antes de besarme otra vez.

 

-Porque me siento un reemplazo de Kristen- le digo cuando me suelta.

 

-No digas eso, mi amor- me suplica-. Tú eres única

 

-Parece que estoy soñando- sollozo y lo abrazo más. Estoy llorando a más no poder-. No puedo creer que me quieras, que estemos así, deberíamos estar peleando

 

-No… yo no quiero pelear, quiero demostrarte lo mucho que te amo

 

Lo volteo a ver muy sorprendida por lo que dijo.

 

-¿Qué dijiste?

 

-Qué te amo, ya no hay nada que puedas hacer para evitarlo, ni aunque me insultes ni aunque me golpees ni aunque quieras demandarme por acoso sexual

 

-Edward, estás confundido tal vez…

 

-No, preciosa, yo ya supe una vez lo que es amar, no puedo confundirlo, además… esto que siento crece cada vez más, tanto que hasta a veces me asusta

 

-No sé qué decir…

 

-No digas nada, solo bésame, finge que estamos juntos ahora

 

¿Fingir? Yo ya no quiero fingir. Quiero estar de verdad a su lado; además esto solo es un sueño y tengo la libertad de hacer lo que realmente quiero. Muy pronto estaré en mi propia cama, lamentándome por ser tan tonta.

 

-Edward- le digo deteniendo el beso que me estaba dando-. Ya no quiero fingir

 

-¿Deseas irte ya?- pregunta un poco alterado.

 

-No… estoy diciendo que, no finjamos esta noche… yo, te doy esa oportunidad que me has pedido

 

____________________________________________________________

 

Primero que nada FELIZ AÑO NUEVO! deseo que este año este lleno de bendiciones para todas ustedes y que logren todo lo que deseen. Disculpen por tardar tanto es que de verdad no había tenido tiempo de ponerme en la computadora a escribir. Pero al fin ya he podido y les dejo el cap que espero que les guste. Ojalá que no se hayan olvidado de mi historia :( aunque creo que lo merezco porque me tardo mucho.

 

Saludos a: KEIT, YAMI_CRAZZII, GLORIACULLEN Y ANGELES FRAGOSO y a todas las demás que me leen. Las quieroo!!!

 

Realmente no prometo actualizar más seguido porque me conozco y sé que no lo haré. Mejor cuando yo pueda escribiré y creo que el proximo cap ya lo tendrán más rapido XDD. Yo soy muy así :( 

 

Besos!!

 

Capítulo 9: La fecha Capítulo 11: Sufrimiento (Edward Pov)

 
15128299 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 11112 usuarios