Let me be with you (+18)

Autor: MariaCullen14
Género: Romance
Fecha Creación: 08/09/2013
Fecha Actualización: 27/12/2013
Finalizado: NO
Votos: 7
Comentarios: 15
Visitas: 12787
Capítulos: 10

Bella y Edward han sido amigos desde los 12 años, ahora han pasado 12 años y su amistad es irrompible. Desde que lo conoció a estado enamorada, pero no tiene el valor para confesarlo y para ella esta bien con solo verlo feliz. ¿Pero que puede hacer cuando el empieza a celarla mas de la cuenta?  El destino de su felicidad cambiara.

Los personajes de esta historia no son mios sino de la escritora "Stephenie Meyer". Pero la historia si me pertenece.

Esta es mi 2º historia , aquí les dejo el Link de la otra:
 "Mi vida es mejor cuando estás en ella"

Mi perfil en Fanficcion: MariaCullen14

Espero que les guste

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Capítulo 10:

Hola a todos, aquí les traigo el capitulo 10,  Espero que les guste.


 

EPOV

 

-¡Por Dios! ¡Edward! ¡Bájame! –Ordeno Bella a gritos mientras pataleaba en mi hombro- Todos nos están viendo.

 

-Si dejaras de gritar y patalear, llamaríamos menos la atención -dije sin detenerme.

 

-Claro y el unicornio que va junto a nosotros se llama Bob –me reí por sus palabras- ¡No te rías!

 

-No me estoy riendo de ti- dije mientras hacia todo lo posible por no reírme-  solo recordé un chiste.

 

-¿Cuál? ¿El de la chica a la que se le ve su ropa interior por ir en el hombro de un chico?

 

-¿Es tu ropa interior lo que te preocupa? –Pregunte, deslice una de las manos que tenia en su cadera hacia abajo por la curva de su trasero (no antes sin tocar más de lo necesario) para que no enseñara nada que provocara dolorosas situaciones en la entrepierna de los hombres - Entonces ya no te preocupes.

 

Sentí como se estremeció cuando toque su trasero y también cuando dio un leve gemido cuando toque la piel que el diminuto vestido no llegaba a esconder.

 

-Quita tu mano de ahí –dijo en tono demandante.

 

-Casi llegamos al auto, aguántate.

 

No puedo creer que todo haya acabado así, todo iba bien hasta que apareció Lauren con su actitud de Zorra ofrecida y por más que trate de alejarme de ella, no lo logre. Es peor que un chicle en el zapato. Sin duda no ha cambiado nada en estos años porque no tardo ni un minuto en ofrecerse literalmente gimiendo de una forma grotesca que provoca todo lo contrario a la excitación; Y me hizo preguntarme el porque me acosté con ella.

 

A la zorra se le ocurrió colgarse de mi cuello (acaso cree que no pesa) y  como soy la persona más suertuda del mundo Bella aparece en ese mismo momento. Me sentí tan aliviado al verla y a la vez tan nervioso, pero esa sensación despareció cuando vi a Black tomando su mano, como en el pasado…

 

Me dejo ahí con la palabra en la boca y me sentí tan frustrado, tan inútil, con un nudo en la garganta que me hacia sentir peor. La última vez que me sentí así fue cuando me dijo que el idiota de Black le pidió ser su novia y había aceptado. Al siguiente día Lauren estaba colgada de mi cuello y metida en mis pantalones.

 

Siempre me he arrepentido por no haber luchado por ella y dejar que el orgullo me ganara, pero esta vez es diferente, no dejare que me vuelvan alejar de ella, nunca más. Así que empuje a Lauren y corrí hacia Bella, la subí a mi hombro, ignorando los gritos de Lauren, Jacob, los susurros de la gente y todo aquello que quisiera detenerme.

 

-Llegamos –dije bajándola junto al auto para poder abrirle la puerta- Entra.

 

-¿Qué te…? – puse un dedo encima de sus labios para callar sus reclamos, con la otra mano le hice una señal para que entrara y subió al auto sin reclamar otra vez.

 

-Mucho mejor –dije sonriendo.

 

-¿Adonde vamos? –pregunto cuando encendí el auto.

 

-Es sorpresa… pero estoy seguro que lo sabrás cuando estemos cerca.

 

-Mmmm- miro hacia la ventana, pensativa y distante, la conozco muy bien y sé que algo le molestaba.

 

-¿Qué es lo que te molesta?

 

-¿Que? Nada… Solo estoy pensando.

 

-Siempre que piensas con mucha concentración, si no es por que quieres algo, es porque algo te preocupa.

 

-Me conoces tan bien, mejor de lo que yo misma me conozco.

 

-No por nada…- Te he querido desde que te vi – soy tu amigo. ¿Qué es lo que te preocupa?

 

-Volver a ver a todas algunos felizmente casados o en lo mejor de su vida profesional. Me hace pensar que me he quedado trabada… en algo que no puedo ni quiero superar. –dijo sin mirarme- Y me hace preguntarme ¿Tal vez soy masoquista?

 

-No lo eres. No sé que es lo que te haga pensarlo, pero estoy más que seguro que no lo eres.- le asegure- Puede que no puedas ni quieras superarlo, porque no tienes que hacerlo… tal vez tu destino esta ahí, solo que no lo puedes ver.

 

-¿Desde cuando eres tan sabio?

 

-Desde que nací- dije sin modestia y con una sonrisa.

 

-Ahora si ¿Adonde vamos? - pregunto- dijiste que lo sabría cuando estuviéramos cerca pero no puedo ver nada que me parezca familiar y mucho menos en la noche.

 

-Confía en mi, casi llegamos- dije deteniendo el auto, voltee hacia el asiento trasero y busque los converse de Bella- Póntelos.

 

-¿Vamos a caminar? –pregunto mientras se los ponía.

 

-Si –conteste, salí del auto y lo rodee para abrirle la puerta. Le ofrecí mi mano- vamos.

 

Sin soltarnos empezamos a caminar. No pasaban de las 8 pm, la noche estaba fresca algo normal aquí en Forks. Sosteniendo la cálida mano de Bella y con la otra una lamparita de bolsillo que saque de mi pantalón avanzábamos por el bosque, hasta llegar al lugar donde la vi por primera vez.

 

Pude divisar el prado, la luz de las velas, el Chaise longue (*) que se encontraba frente a una mesa de centro cuadrada, todo bajo algo así como una carpa solo que era cuadrado y alto (armado por Jasper y Emmett, bajo mi supervisión) con cortinas color crema con unos toques de azul que decoraban y nos protegerían de los mosquitos.

 

Llegamos hasta donde se encontraba todas las cosa, moví las cortinas de un lado y le dije que entrara, se sentó en el Chaise longue. Serví dos copas de vino y le di uno.

 

-Esta delicioso- dijo después de dar un sorbo a la sustancia de color entre rosa y purpura.

 

-Es un Beaujolais nouveau (*) – Dicho vino normalmente es sacado a la venta hasta el tercer jueves de noviembre pero gracias a la ayuda de mi padre pude conseguirlo para esta fecha.

 

-¿Por qué me has traído aquí?

 

-Porque quiero decirte algo.

 

-¿El que?

 

-Pero antes…- saque mi teléfono y lo sincronice por Bluetooth a la bocina portátil que estaba junto al vino. La canción “Can't Take My Eyes Off You” de  Lady Antebellum.- Concédeme este baile.

 

-Claro- tome su mano, la acerque a mi, lleve mi otra mano a su cintura y ella llevo su otra mano a mi hombro.

 

Nos movíamos lentamente al ritmo de la música, cada vez más cerca mientras nos mirábamos a los ojos. Sus mejillas estaban rojas, podía sentir el frenético palpitar de nuestros corazones y nuestra respiración empezaba a entrecortarse. Fui acercándola a mí hasta que lo único que nos separaba era la delgada tela de nuestra ropa. Lleve mis labios hacia su mejilla en donde le di un beso y espere su reacción, espere que me empujara o me gritara o cualquier cosa pero nunca llego; Así que lleve mis labios a la comisura de los suyos pero esta vez no espere su reacción y la bese en la boca.

 

Deje de moverme con la música para concentrarme en el beso que al principio fue lento, pero después de unos segundos sentí como era  correspondido. Bella abrió un poco sus labios cuando soltó un gemido y aproveche la oportunidad de saborear su interior. Mordisque su labio inferior he  Introduje mi lengua y explore su interior.

 

Bella soltó mi mano y la desplazo hacia mi cuello junto a la otra, lleve mi mano a su cintura he introduje mi rodilla entre sus muslos para pegarme aun más. El beso se fue intensificando, ninguno de los dos quería terminarlo y mucho menos separarse, pero el aire nos faltaba.

 

-Edward- Dijo jadeando.

 

La mire a los ojos, puse mi mano en su mejilla y reuní todo el valor- Me gustas.

 

-¿Ah?

 

-Me gustas…- repetí- Estoy enamorado de ti, siempre lo he estado.

 

-Pellízcame  -Ordeno.

 

-¿Qué? –pregunte sorprendido.

 

-Si no lo haces tu lo hare yo- Dijo al mismo tiempo que me pellizco la mejilla- ¿Te dolió?

 

-¿Acaso lo que te acabo de decir te pareció una broma?

 

-Mas bien un sueño- dijo y cuando vio que tenía el ceño fruncido rápidamente empezó a explicar el porqué de sus palabras-  No te lo tomes a mal… es solo que he soñado con esas palabras por años y ahora que las dices me recuerdan a todos esos sueños.

 

-No llores- dije limpiando las lagrimas que empezaban a bajar por sus mejillas – No me gusta verte llorar.

 

-Me siento tan feliz – sonrió y provoco que más lagrimas salieran.

 

-Pues no se nota.

 

Se acercó a mis labios, me dio un casto beso y sonrió.

 

-Esta es la primera vez que pido esto así que no soy muy bueno- dije mientras buscaba en el bolsillo interior del traje de donde saque una caja cuadrada-  Se que no soy la mejor persona, sé que soy celoso, orgulloso, posesivo y a veces algo infantil. Pero te quiero como nadie y aunque sé que te mereces a alguien mejor que yo, soy demasiado egoísta como para entregarte a alguien más… bueno lo que quiero decir es… ¿Quieres ser mi novia?

 

-Yo también creo que eres celoso, infantil y egoísta- dijo mientras habría la cajita en donde se encontraba una pulsera tenis (*) de oro blanco con diamantes azules de 5 quilates que compre sin que nadie se diera cuenta. Me miro a los ojos- Me gustas, desde que te vi por primera vez y si quiero ser tu novia.

 

- Espero que sepas que nunca te dejare ir- Le puse la pulsera- no importa si me quieres o no.

 

-No quiero que me dejes ir -dejo de ver la pulsera y me miro a los ojos-  pero…

 

-¿pero?

 

- Te pido dos cosas- dijo.

 

-¿Cuáles?

 

- Siempre diremos la verdad, no importa que.

 

-Me parece bien- conteste- ¿Y la otra?

 

- Si me engañas aunque sea una vez, terminamos.

 

-No lo hare, me corto un dedo antes de engañarte- dije-  te lo prometo.

 

Asintió y me abrazo.

 

-¿Por qué estabas con Lauren? –pregunto aun abrazándome y con su rostro en mi pecho.

 

-¿Por qué estabas con Black? –Pregunte ignorando su pregunta.

 

-Me lo encontré y me estaba ayudando a buscarte.

 

-Me la encontré y me empezó a  molestar.

 

-No me pareció que te molestara.

 

-Agarrados de la mano nunca me iban a encontrar.

 

-¿Estabas celoso? –Pregunto mirándome a los ojos pero sin separarse de mi pecho.

 

-¿Y tu?

 

-Mucho.

 

-No mas que yo- baje mi rostro a la altura del suyo y le di un beso – Te quiero.

 

-Yo te quiero más- dijo dándome otro beso.

 

-Es un empate…-Le di otro beso-  pero yo te quiero más.

 

Volví a reclamar sus labios y a mordisquearlos, empezamos a caminar sin separarnos hasta llegar al Chaise longue en donde me acosté encima de ella sin dejar de besarla. Abrí sus piernas para posicionarme entre ellas y ella me rodeo con ellas. Con una mano sostenía mi peso y con la otra lentamente tocaba su muslo derecho, el vestido se le había subido dejando ver su braguita azul con encaje negro. Fui subiendo mi mano primero por su muslo, su vientre hasta llegar a sus pechos los cuales comencé a tocar, me di cuenta de que no llevaba sujetador y podía sentir sus pezones erguidos bajo la tela del vestido.

 

Baje dejando una línea de besos desde sus labios hasta su pecho, encima de la ropa jalonee y mordisquee sus pezones, provocando que su espalda se arqueara.

 

-Edward –dijo mi nombre después de soltar un gemido.

 

Deslice mi mano otra vez hasta su muslo pero esta vez cerca de su braguita, acerque mi mano a su centro  y  lo masajee lentamente sobre la tela. Bella se sobresalto y soltó un leve grito de excitación.

 

-Edward –dijo jadeando.

 

-¿Te gusta? –Pregunte con su pezón en mi boca y sin dejar de mover mi mano sobre su braguita.

 

- No es… justo - dijo jadeando- que solo yo me sienta bien y tu te esfuerces tanto.

 

-Nadie me obliga, además me gusta tocarte.

 

-Yo también… quiero tocarte.

 

-hazlo- Tome su mano izquierda que se encontraba sosteniendo su vestido y lo lleve sobre mi miembro erecto.

 

Jadeo y soltó un gemido cuando sintió el tamaño de mi erección pero no se hecho para atrás, desabrocho el cinturón, desabotono el pantalón, bajo el zipper de este y puso su mano sobre mi miembro. Su mano se movía de arriba-abajo sobre la ropa interior al mismo ritmo de mi mano sobre la suya.

 

Deje su pecho, volví a subir y a besar sus labios que se encontraban rojos y algo hinchados por los besos de antes. Mis dedos buscaron la orilla de su braguita, se escabulleron dentro de esta y empezaron otra vez a moverse. Mi dedo pulgar estaba sobre su clítoris y los otros abrían sus pliegues. Introduje uno de ellos en su interior haciendo que su espalda se arqueara  y gimiera en mi boca.

 

Ella hizo lo mismo que yo, llevo su mano a la entrada de mi ropa interior y dejo a la vista mi miembro, el cual lentamente empezó a ordeñar.

 

-Bella - dije sobre sus labios al sentir su mano deslizaba por mi pene apretándolo mientras movía su mano de arriba hacia abajo.

 

No deje de mover mis dedos y ella no dejo de mover su mano, mientras nos besábamos frenéticamente y sin darnos tiempo de respirar. Sentí como sus paredes se empezaban a cerrar apretando mis dedos más de lo que ya lo hacían, su vientre se empezó a tensar al mismo tiempo en el que los músculos cercanos a mi miembro empezaban a contraerse.

 

-Ed… Edward –Gimió diciendo mi nombre para volver a reclamar mis labios- No… ya no…puedo, me vengo-

 

-Hazlo – Lamí su labio inferior antes de volver a introducir la lengua, al mismo tiempo acelere la velocidad de mis dedos que entraban con facilidad gracias a lo empapada que estaba. Arquee los dedos en su interior provocando que se estremeciera.

 

-Ahhh –Grito de placer cuando llego al clímax y sin dejar de mover su mano en mi pene, lo que causo mi orgasmo segundo después.

 

-Te quiero –Susurre con lo poco que me quedaba de aire, me recosté en su pecho y ella acaricio mi cabello. No se cuanto tiempo paso solo sé que me quede dormido entre sus brazos.


 

 

 

*Una Chaise longue, es un tipo de sofá con forma de silla que posee una prolongación lo suficientemente larga como para soportar las piernas.

 

* Beaujolais nouveau, es un vino tinto realizado con uvas gamay producido en la región de Beaujolais de Francia.

 

* Pulseras de tenis son piezas finas y elegantes de joyería que cuentan con un patrón simétrico de diamantes y también se conocen como pulseras de diamantes de línea.

¿Que les parecio? Voten, comenten y sean sinceros.

 

¡¡¡¡FELIZ NAVIDAD Y FELIZ AÑO NUEVO A TODOS LES DESEO LO MEJOR!!!!!

 

 

 

Capítulo 9: ¿La buena o la mala?

 
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