Leyendo Twilight con los Cullen y los Quileutes

Autor: BeaBell
Género: Humor
Fecha Creación: 09/01/2013
Fecha Actualización: 06/07/2013
Finalizado: NO
Votos: 8
Comentarios: 14
Visitas: 25386
Capítulos: 10

Ella miro a su acompañante que era casi ciento cincuenta años más viejo que ella, pero aun así no le quitaba el hecho de que se hubiese convertido en su mejor amigo de todos los tiempos. Él la había ayudado a encontrar a una persona que escribiera los libros con los recuerdos de ella sin necesidad de que dijera nada y también le había ayudado a que la hermana de él Holly, una persona fría y calculadora con un don sorprendente, si aceptara enviarlos al pasado, en una época donde todo era semy-normal.

--- Espero que sepas como hacerle...

 

 

Espero que leean mi primer Fics, es algo que se le ocurrio y quería publicar un beso y ojala se diviertan como yo al escribirlo.

ATT: Bea-Bella (como mis amigos me dicen)

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Capítulo 10: Las invitaciones

Capítulo 10: Las invitaciones.

En mi sueño reinaba una oscuridad muy densa, y aquella luz mortecina parecía proceder de la piel de Edward. No podía verle el rostro, sólo la espalda, mientras se alejaba de mi lado, dejándome sumida en la negrura. No lograba alcanzarlo por más que corriera; no se volvía por muy fuertemente que le llamara. Apenada, me desperté en medio de la noche y no pude volver a conciliar el sueño durante un tiempo que se me hizo eterno. Después de aquello, estuvo en mis sueños casi todas las noches, pero siempre en la distancia, nunca a mi alcance.

--- Eso te pasa por alejarte de ella --- dijo Alice aventándole un cojín a su hermano favorito.

--- Bueno, eso ya paso --- dijo Edward pensando en que pasaría cuando llegaran al segundo libro.

--- ¿Qué hiciste tarado? --- pregunto Daniell enojada, Edward había olvidado que su hermana también podía leer la mente.

--- Ya te enteraras --- dijo el en un murmullo.

El mes siguiente al accidente fue violento, tenso y, al menos al principio, embarazoso.

Para mi desgracia, me convertí en el centro de atención durante el resto de la semana.

--- Jajajajaja, Bella centro de atención, que divertido debido a ver sido su cara --- dijo Emmett riéndose a carcajadas, todos lo miraron.

--- Emmett estuviste ahí, viste su cara --- dijo Rosalie rodeando los ojos.

--- Sí amor, pero ahora que la recuerdo da mucha risa Jajajajaja.

Tyler Crowley se puso insoportable, me seguía a todas partes, obsesionado con compensarme de algún modo. Intenté convencerle de que lo único que quería era que olvidara lo ocurrido, sobre todo porque no me había sucedido nada, pero continuó insistiendo. Me seguía entre clase y clase y en el almuerzo se sentaba a nuestra mesa, ahora muy concurrida. Mike y Eric se comportaban con él de forma bastante más hostil que entre ellos mismos, lo cual me llevó a considerar la posibilidad de que hubiera conseguido otro admirador no deseado.

--- Si quieres te enseño como desacerté de esos admirador no deseados --- dijo Daniell en tono misterioso.

--- Aquí no tienes inmunidad diplomática Daniell, el asesinato no es una opción --- dijo Damon sacando risas de algunos, pero Edward y Estef sabían que hablan en serio.

Nadie pareció preocuparse de Edward, aunque expliqué una y otra vez que el héroe era él, que me había apartado de la trayectoria de la furgoneta y que había estado a punto de resultar aplastado. Intenté ser convincente. Jessica, Mike, Eric y todos los demás comentaban siempre que no le habían visto hasta que apartaron la furgoneta.

--- Pues claro que no, él no estaba ahí --- dijeron Jasper y Emmett, recibiendo una almohada cada uno por Edward, los sillones ahora tenían más almohadas que antes y se notaba.

Me preguntaba por qué nadie más había visto lo lejos que estaba antes de que me salvara la vida de un modo tan repentino como imposible. Con disgusto, comprendí que la causa más probable era que nadie estaba tan pendiente de Edward como yo. Nadie más le miraba de la forma en que yo lo hacía. ¡Lamentable!

--- Sí, muy lamentable, a mi parecer necesitas otra afición para cuando pase la etapa cursi --- dijo Daniell pensativa.

--- Como la tuya --- dijeron Damon y Edward riéndose.

--- Cállense par de idiotas --- dijo aventándoles dos cojines a cada uno y asiendo que el primero que estaba a un metro de distancia se callera al piso y el otro se quejara.

--- No se vale aventar rocas con cojines --- dijo Damon mirando como su simpática “novia”, había aventado unos cojines con un peso más increíble que nada.

--- Niños, compórtense --- dijo Estef asiendo reír a todos en la habitación.

Edward jamás se vio rodeado de espectadores curiosos que desearan oír la historia de primera mano. La gente lo evitaba como de costumbre. Los Cullen y los Hale se sentaban en la misma mesa, como siempre, sin comer, hablando sólo entre sí. Ninguno de ellos, y él menos, me miró ni una sola vez.

--- De hecho si te mirábamos --- dijeron todos los chicos Cullen y Esme rodeo los ojos.

Cuando se sentaba a mi lado en clase, tan lejos de mí como se lo permitía la mesa, no parecía ser consciente de mi presencia. Sólo de forma ocasional, cuando cerraba los puños de repente, con la piel, tensa sobre los nudillos, aún más blanca, me preguntaba si realmente me ignoraba tanto como aparentaba.

--- Más que ignorarte estaba al pendiente de ti, creo incluso más de lo que yo me hubiese imaginado, simplemente tenía que alejarme de ti.

--- Por una heroica e idiota razón --- dijeron a la vez Daniell, Alice, Nessie y Cary que rodeaban los ojos.

Deseaba no haberme apartado del camino de la furgoneta de Tyler. Esa era la única conclusión a la que podía llegar.

--- Y es la conclusión más absurda y errónea que he escuchado --- dijo Edward rodeando los ojos --- lo que menos me arrepentía era haberte salvado de la furgoneta.

--- Bueno, lo que debes admitir hermanito, que después de haber salvado a alguien y que este la ignore en su totalidad, es algo así como para pensar porque --- dijo Daniell --- no puedes culpar a ella, si después de todo el que decidió ignorarla y dejarla hacer sus propias suposiciones fuiste tú.

--- Estoy pensando muy seriamente a que te pareces de tu familia Edward --- dijo Emmett riéndose, porque su hermanito se había quedado en cada de porque por lo dicho por esa chica --- digo las dos son divertidas y hasta agradables, nada que ver contigo.

--- ¿Qué dices? --- preguntaron Damon y Daniell asombrados

--- Si Edward es divertido --- dijo Damon sonriendo con nostalgia, en aquella época donde lo más importante era divertirse --- de hecho el ideaba todas las cosas que hacíamos.

--- Sí, mi hermano es más divertido, simplemente por la situación se comporta así, pero Edward tiene de aburrido lo que yo tengo de seria --- dijo Daniell cruzándose de brazos.

--- Bueno, luego discuten, quiero irme a casa continuemos --- dijo Nessie salvando a su padre y Daniell le sonrió al verlo que ella pensaba.

Tenía mucho interés en hablar con él, y lo intenté al día siguiente del accidente. La última vez que le vi, fuera de la sala de urgencias, los dos estábamos demasiado furiosos. Yo seguía enfadada porque no me confiaba la verdad a pesar de que había cumplido al pie de la letra mi parte del trato. Pero lo cierto es que me había salvado la vida, sin importar cómo lo hiciera, y de noche, el calor de mi ira se desvaneció para convertirse en una respetuosa gratitud.

Ya estaba sentado cuando entré en Biología, mirando al frente. Me senté, esperando que se girara hacia mí. No dio señales de haberse percatado de mi presencia.

Hola, Edward —dije en tono agradable para demostrarle que iba a comportarme.

Ladeó la cabeza levemente hacia mí sin mirarme, asintió una vez y miró en la dirección opuesta.

--- Que descortés --- dijeron las mujeres y los hombres rodearon los ojos.

--- Dales un caballero unos minutos y quieren que seas así de por vida --- dijo Emmett y Rosalie lo golpeo.

--- Así se hace hermana --- dijo Alice y Daniell también asintió al igual que Bella y Ángela.

Y ése fue el último contacto que había tenido con él, aunque todos los días estuviera ahí, a treinta centímetros. A veces, incapaz de contenerme, le miraba a cierta distancia, en la cafetería o en el aparcamiento. Contemplaba cómo sus ojos dorados se oscurecían de forma evidente día a día,

--- Wau, así de interesada estabas --- dijo Daniell sorprendida.

--- Ni Katherine era así de observadora --- dijo Damon pensativo y todos se le quedaron viendo, bueno excepto Edward y Bella.

--- ¿Tenías que nombrar a esa ****? --- pregunto molesta Daniell mirando a su “novio”

--- Señorita esos modales --- dijo Esme retándola y ella se sorprendió por el cariño que decían las palabas asía ella, nadie ni siquiera Elisabeth la había regañado con cariño.

--- Lo siento Esme --- dijo Daniell apenada y sonrojada, Edward sonrió, tal vez sus hermanas habían ido para quedarse y eso le agradaba.

--- Sam, continua por favor --- dijo Ben al ver que se había armado una tensión en la sala.

Pero en clase no daba más muestras de saber de su existencia que las que él me mostraba a mí. Me sentía miserable. Y los sueños continuaron.

A pesar de mis mentiras descaradas, el tono de mis correos electrónicos alertó a Renée de mi tristeza y telefoneó unas cuantas veces, preocupada. Intenté convencerla de que sólo era el clima, que me aplanaba.

Al menos, a Mike le complacía la obvia frialdad existente entre mi compañero de laboratorio y yo.

--- Huy, el niño todavía cree tener oportunidad --- dijo Jared en tono burlón --- ya para, Bella no se fijaría en ti, eres demasiado normal para eso.

Mike se sonrojo tanto, que el sonrojo de Bella parecía un leve color, causando risas por parte de todos. Sue se levantó y le jalo las orejas por majadero, si Esme controlaba a los Cullen ella debería controlar a los lobos.

--- No seas grosero y pídele disculpas --- dijo mientras sus hijos aguantaban la risa.

--- Pero Sue…

--- Estoy esperando Jared

--- Lo siento, por no haberte insultado antes --- lo último lo murmuro tan bajo que solo los vampiros y los lobos escucharon causando más risas.

--- Sam, por favor --- dijo Sue y este asintió.

Noté que le preocupaba que me hubiera impresionado el atrevido rescate de Edward. Quedó muy aliviado cuando se dio cuenta de que parecía haber tenido el efecto opuesto. Su confianza aumentó hasta sentarse al borde de mi mesa para conversar antes de que empezara la clase de Biología, ignorando a Edward de forma tan absoluta como él a nosotros.

Por fortuna, la nieve se fundió después de aquel peligroso día. Mike quedó desencantado por no haber podido organizar su pelea de bolas de nieve, pero le complacía que pronto pudiéramos hacer la excursión a la playa. No obstante, continuó lloviendo a cántaros y pasaron las semanas.

Jessica me hizo tomar conciencia de que se fraguaba otro acontecimiento. El primer martes de marzo me telefoneó y me pidió permiso para invitar a Mike en la elección de las chicas para el baile de primavera que tendría lugar en dos semanas.

— ¿Seguro que no te importa? ¿No pensabas pedírselo? —insistió cuando le dije que no me importaba lo más mínimo.

No, Jess, no voy a ir —le aseguré.

Bailar se encontraba claramente fuera del abanico de mis habilidades.

Va a ser realmente divertido.

Su esfuerzo por convencerme fue poco entusiasta. Sospechaba que Jessica disfrutaba más con mi inexplicable popularidad que con mi compañía.

--- ¿Qué comes que adivinas? --- pregunto Daniell en son de burla y Seth se rio a carcajadas.

--- Esa es buena ---dijo sin dejar de ver a Estefanía, la cual todavía no lo había visto.

--- Mejor que la de comer entre comidas ¿verdad Estef? --- pregunto Daniell, haciendo que ella volteara.

La mirada de Seth se juntó con la de ella y pasó. Pasó lo que Nessie se preguntaba cuando pasaría, cambiaron en algo el futuro, pero no era relevante, tarde o temprano se iban a cruzar en sus caminos. Los lobos sintieron la impronta y Edward quiso quitarle la cabeza a Seth (NT: ¿Qué hará cuando se entere de Jake y Nessie?)

--- Hey, otro más --- dijeron Paul y Embry frunciendo el ceño, no era justo, al paso que iban todos terminarían con parejas menos ellos.

--- Hola --- dijo Seth parándose y sentándose a lado de ella, Estef solo se sonrojo más y miro asía sus zapatos.

“Es extraño lo que hace el amor” pensó Daniell a su hermano y este asintió de acuerdo con ella.

--- Muy bien tortolos, primero terminemos el capítulo --- dijo Emmett para destensar la tención formada por la nueva pareja de lobo y adolecente extraña.

--- Continuemos --- dijo Sam de acuerdo con Emmett y tomo otra vez el libro entre sus manos.

Diviértete con Mike —la animé.

Me sorprendió que al día siguiente no mostrara su efusivo ego de costumbre en clase de Trigonometría y español.

--- Jajajajaja, apuesto veinte a que la rechazaron --- dijo Daniell sin saber que ya no se podía apostar, al menos en frente de Esme.

--- No Daniell, Esme dice que apostar es malo --- dijo Emmett “Echo”, eso fue en la mente de él y Edward rodeo los ojos.

--- De acuerdo, si así jugamos --- dijo inocentemente ella y Esme le sonrió a su hijo agradecida.

Permaneció callada mientras caminaba a mi lado entre una clase y otra, y me dio miedo preguntarle la razón. Si Mike la había rechazado yo era la última persona a la que se lo querría contar.

Mis temores se acrecentaron durante el almuerzo, cuando Jessica se sentó lo más lejos que pudo de Mike y charló animadamente con Eric. Mike estuvo inusualmente callado.

Mike continuó en silencio mientras me acompañaba a clase. El aspecto violento de su rostro era una mala señal, pero no abordó el tema hasta que estuve sentada en mi pupitre y él se encaramó sobre la mesa. Como siempre, era consciente de que Edward se sentaba lo bastante cerca para tocarlo, y tan distante como si fuera una mera invención de mi imaginación.

Bueno —dijo Mike, mirando al suelo—, Jessica me ha pedido que la acompañe al baile de primavera.

Eso es estupendo —conferí a mi voz un tono de entusiasmo manifiesto—. Te vas a divertir un montón con ella.

--- Eso quiere decir no me invites a mí --- dijo Estef hablando por primera vez, Seth le sonrió y esta se sonrojo más, se soltó el pelo y se cubrió la cara, para que ya nadie la viera.

La mayoría se rio por el comentario, pero también por la actitud tan diferente de los tres, Edward sobreprotector y algo serio, Daniell aventada, divertida y Estefanía tímida y de pocas palabras.

Eh, bueno... —se quedó sin saber qué decir mientras estudiaba mi sonrisa; era obvio que mi respuesta no le satisfacía—. Le dije que tenía que pensármelo.

— ¿Por qué lo hiciste?

Dejé que mi voz reflejara cierta desaprobación, aunque me aliviaba saber que no le había dado a Jessica una negativa definitiva.

Eh, bueno... —se quedó sin saber qué decir mientras estudiaba mi sonrisa; era obvio que mi respuesta no le satisfacía—. Le dije que tenía que pensármelo.

— ¿Por qué lo hiciste?

Dejé que mi voz reflejara cierta desaprobación, aunque me aliviaba saber que no le había dado a Jessica una negativa definitiva.

--- Gracias, creo --- dijo Jessica en verdad agradecida por la preocupación, como la trataba ella y Bella tenía pensamientos agradable asía su persona.

--- No todas son brujas Jess --- dijo Ángela con sarcasmo.

--- Hey, no nos insulten --- dijeron tanto Daniell, Estefanía como Nessie algo molestas.

--- Arpías --- dijo Alice rápidamente y las tres anteriores asintieron.

--- ¿Puedo continuar? --- pregunto Sam y todas asintieron.

Se puso colorado como un tomate y bajó la vista.

La lástima hizo vacilar mi resolución.

Me preguntaba si... Bueno..., si tal vez tenías intención de pedírmelo tú.

--- A ti --- dijeron varios riéndose a carcajada.

--- Nunca --- terminaron otros y causo más risas en la sala.

Me tomé un momento de respiro, soportando a duras penas la oleada de culpabilidad que recorría todo mi ser, pero con el rabillo del ojo vi que Edward inclinaba la cabeza hacia mí con gesto de reflexión.

--- ¿Reflexionando? --- preguntaron Sam, Paul y Quill mirándolo sorprendido.

--- Sí, en cómo sería la mejor forma de acabar con él --- dijo Edward mirando a Mike con ojos negros de enojo y este trago saliva.

--- Se me ocurre unas cuantas --- dijo Jacob también enojado por pensar que Bella quería ir con él al baile.

--- Bueno ya niños, nadie comentará crímenes en estos días--- dijo Esme y pidiéndole a Sam con temor que continuara, pues no quería una pelea en su casa.

Mike, creo que deberías aceptar la propuesta de Jess —le dije.

— ¿Se lo has pedido ya a alguien?

¿Se había percatado Edward de que Mike posaba los ojos en él?

No —le aseguré—. No tengo intención de acudir al baile.

— ¿Por qué? —quiso saber Mike.

--- Porque no --- dijeron Alice y Daniell, ya le estaba cayendo gordo ese niño y eso que llevaba minutos en ese lugar.

No deseaba ponerle al tanto de los riesgos que bailar suponía para mi integridad, por lo que improvisé nuevos planes sobre la marcha.

Emmett estaba carcajeándose de la risa e iba a decir algo, pero por la mirada que le aventó Rosalie mejor decidió callarse

Ese sábado voy a ir a Seattle —le expliqué. De todos modos, necesitaba salir del pueblo y era el momento perfecto para hacerlo.

— ¿No puedes ir otro fin de semana?

Lo siento, pero no —respondí—. No deberías hacer esperar a Jessica más tiempo. Es de mala educación.

Sí, tienes razón —masculló y, abatido, se dio la vuelta para volver a su asiento.

Cerré los ojos y me froté las sienes con los dedos en un intento de desterrar de mi mente los sentimientos de culpa y lástima. El señor Banner comenzó a hablar. Suspiré y abrí los ojos.

--- Solo tu sientes culpa y lastima por sujetos como él --- dijo Leah negando con la cabeza --- de echo deberías sentirte bien de haberte librado una noche con un idiota.

--- De echo tiene razón --- dijo Daniel pensativo --- igual de idiota que su hijo.

--- Hay sí --- dijeron las chicas suspirando.

--- Y eso que Nessie solo lo ve cuando llega a casa --- dijo Nahuel suspirando

--- ¿Cómo que cuando llegas a casa? --- pregunto Ángela mirándola

--- Eh, ha sí --- dijo Nessie sonriéndole --- Daniel y yo estamos en un internado en Londres.

--- Dime que Griffyndor --- dijeron tanto Estef como Daniell emocionadas y Edward rodeo los ojos.

--- Sí, los dos --- dijo Daniel sonriéndoles.

--- Genial

Edward me miraba con curiosidad, aquel habitual punto de frustración de sus ojos negros era ahora aún más perceptible.

Le devolví la mirada, esperando que él apartara la suya, pero en lugar de eso, continuó estudiando mis ojos a fondo y con gran intensidad. Me comenzaron a temblar las manos.

— ¿Señor Cullen? —le llamó el profesor, que aguardaba la respuesta a una pregunta que yo no había escuchado.

—El ciclo de Krebs —respondió Edward; parecía reticente mientras se volvía para mirar al señor Banner.

--- Eres un tramposo --- dijeron todos a la vez y este solo sonrió con arrogancia.

--- No me digas, alíen acosador pervertido --- dijo Daniell haciendo referencia a un anime que ella veía y todos la miraron sin entender excepto Estefany que se reía a carcajadas. (N: jejejeje, me gusta un anime lo admito, si quieren saber cómo se llama tiene un nombre súper largo y es kaichou wa maid sama, que más o menos traducido quiere decir La presidenta estudiantil es una sirvienta, bueno sigamos con la historia)

Clavé la vista en el libro en cuanto los ojos de Edward me liberaron, intentando centrarme. Tan cobarde como siempre, dejé caer el pelo sobre el hombro derecho para ocultar el rostro. No era capaz de creer el torrente de emociones que palpitaba en mi interior, y sólo porque había tenido a bien mirarme por primera vez en seis semanas. No podía permitirle tener ese grado de influencia sobre mí. Era patético; más que patético, era enfermizo.

Intenté ignorarle con todas mis fuerzas durante el resto de la hora y, dado que era imposible, que al menos no supiera que estaba pendiente de él. Me volví de espaldas a él cuando al fin sonó la campana, esperando que, como de costumbre, se marchara de inmediato.

— ¿Bella?

Su voz no debería resultarme tan familiar, como si la hubiera conocido toda la vida en vez de tan sólo unas pocas semanas antes.

Sin querer, me volví lentamente. No quería sentir lo que sabía que iba a sentir cuando contemplase aquel rostro tan perfecto. Tenía una expresión cauta cuando al fin me giré hacia él. La suya era inescrutable. No dijo nada.

— ¿Qué? ¿Me vuelves a dirigir la palabra? —le pregunté finalmente con una involuntaria nota de petulancia en la voz. Sus labios se curvaron, escondiendo una sonrisa.

---- Cuanto que responde como un acertijo --- dijo Daniell mirando a Bella la cual asintió --- algo así como realmente no te hablo, mientras que en su cabeza está ideando mil de formas para sacarte de nuevo conversación.

--- Efectivamente, lo conoces muy bien --- dijo Bella riéndose y esta le sonrió.

--- Bueno ya, dejen de reírse a mis costados --- dijo Edward claramente enojado.

No, en realidad no —admitió.

Cerré los ojos e inspiré hondo por la nariz, consciente de que me rechinaban los dientes.

El aguardó.

Entonces, ¿qué quieres, Edward? —le pregunté sin abrir los ojos; era más fácil hablarle con coherencia de esa manera.

Lo siento —parecía sincero—. Estoy siendo muy grosero, lo sé, pero de verdad que es mejor así.

---- Ja, ¿Qué te dije? --- pregunto Daniell riéndose de la cara de su hermano, el solo quería ahorcarla, ya se acordaba por que la alejaba de él.

--- Nunca te lo negué --- dijo Edward rodeando los ojos y mirando a Sam para que continuara.

Abrí los ojos. Su rostro estaba muy serio.

—No sé qué quieres decir —le dije con prevención.

—Es mejor que no seamos amigos —me explicó—, confía en mí.

Entrecerré los ojos. Había oído eso antes.

—Es una lástima que no lo descubrieras antes —murmuré entre dientes—. Te podías haber ahorrado todo ese pesar.

— ¿Pesar? —La palabra y el tono de mi voz le pillaron con la guardia baja, sin duda—. ¿Pesar por qué?

—Por no dejar que esa estúpida furgoneta me hiciera puré.

Estaba atónito. Me miró fijamente sin dar crédito a lo que oía. Casi parecía enfadado cuando al fin habló:

— ¿Crees que me arrepiento de haberte salvado la vida?

—Sé que es así —repliqué con brusquedad.

--- No sabes nada --- dijo Estef y todos la miraron, bueno Seth ya la miraba desde hace rato --- digo mi hermano no se arrepiente de haberla salvado, por lo que he leído estoy segura que lo que se lamenta es que ella salga lastimada por juntarse con él o en otras circunstancias poner en peligro a su familia.

Edward le sonrió a su hermana, era cierto todo lo que decía, esta demostraba como es que los tres hermanos seguían siendo tan unidos, que se conocían demasiado bien como para haber secretos.

No sabes nada.

--- Wau, tu hermanita te conoce --- dijo Jared mirando a la impronta del más joven de la manada --- ¿Cómo si no se han visto desde años?

--- Costumbre --- dijeron los tres

Definitivamente, se había enfadado. Alejé bruscamente mi rostro del suyo, mordiéndome la lengua para callarme todas las fuertes acusaciones que quería decirle a la cara. Recogí los libros y luego me puse en pie para dirigirme hacia la puerta. Pretendí hacer una salida dramática de la clase, pero, cómo no, se me enganchó una bota con la jamba de la puerta y se me cayeron los libros.

Absolutamente todos se rieron, hasta la misma Bella que ya estaba acostumbrándose a ser el centro de atención,

--- Espero que seas caballeroso y la hayas ayudado Edward --- fueron las palabras que Esme le dio a su hijo menor, el cual asintió.

Me quedé allí un momento, sopesando la posibilidad de dejarlos en el suelo. Entonces suspiré y me agaché para recogerlos. Pero él ya estaba ahí, los había apilado. Me los entregó con rostro severo.

—Gracias —dije con frialdad.

Entrecerró los ojos.

— ¡No hay de qué! —replicó.

--- Eso fue cortante en mi opinión --- dijo Laurent hablando por primera vez desde hace algunas horas.

--- Pues nadie te la pidió --- dijeron Nessie y Emmett a la vez y se sonrieron por la coincidencia.

Me enderecé rápidamente, volví a apartarme de él y me alejé caminando a clase de Educación física sin volver la vista atrás.

La hora de gimnasia fue brutal. Cambiamos de deporte, jugamos a baloncesto. Mi equipo jamás me pasaba la pelota, lo cual era estupendo, pero me caí un montón de veces, y en ocasiones arrastraba a gente conmigo.

Todos en la sala rieron ante ese hecho, Nessie se estaba divirtiendo demasiado con esos nuevos espectáculos de su madre, dado que nunca pensó verla torpe y en desequilibrio, siempre parecía la más agraciada en la familia.

--- En serio Bella, un día de estos me voy a colar a tu clase de educación física --- fueron las palabras de Emmett.

--- Suerte con ello.

--- Vas a ver, un día estaré escondido en las gradas mirándote y burlándome.

--- Emmett, Bella casi sale de vacaciones, al igual que yo, ya no tenemos clases de educación física --- fueron las palabras de Edward lo que causo risas por todos y que Emmett bajara la cabeza decepcionado.

Ese día me movía peor de lo habitual porque Edward ocupaba toda mi mente. Intentaba concentrarme en mis pies, pero él seguía deslizándose en mis pensamientos justo cuando más necesitaba mantener el equilibrio.

Como siempre, salir fue un alivio. Casi corrí hacia el monovolumen, ya que había demasiada gente a la que quería evitar. El vehículo había sufrido unos daños mínimos a raíz del accidente.

--- Claro, a esa cosa, solo un tanque de guerra podría acabar con el --- dijo Jacob pensativo y miro a Emmett --- tal vez sí…

--- Sí algo le llega a pasar a mi camioneta me las voy a cobrar contigo Jacob Black, así que ya sabes --- dijo Bella en tono siniestro y todos retorcieron, mientras Edward sonreía con demasiada burla.

Había tenido que sustituir las luces traseras y hubiera realizado algún retoque en la chapa de haber dispuesto de un equipo de pintura de verdad. Los padres de Tyler habían tenido que vender la furgoneta por piezas.

Estuvo a punto de darme un patatús cuando, al doblar la esquina, vi una figura alta y oscura reclinada contra un lateral del coche. Luego comprendí que sólo se trataba de Eric.

Comencé a andar de nuevo.

—Hola, Eric —le saludé.

—Hola, Bella.

— ¿Qué hay? —pregunté mientras abría la puerta. No presté atención al tono incómodo de su voz, por lo que sus siguientes palabras me pillaron desprevenida.

—Me preguntaba... si querrías venir al baile conmigo.

--- ¿Qué parte de que no quiere ir al baile no entienden? --- pregunto Leah mirando al mencionado, el cual agacho la cabeza.

--- Yo creo que si quiere ir al baile, solo que no con ellos --- dijo Daniell pensativa --- apuesto veinte a que Tyler también se lo pide.

Lo dijo en un murmullo tan bajo, que solo Emmett pudo escuchar, bueno y Edward, pero como era divertido dejar a su hermano sin pasta no dijo nada. Simplemente Emmett pensó en vale.

La voz se le quebró al pronunciar la última palabra.

—Creí que era la chica quien elegía —respondí, demasiado sorprendida para ser diplomática.

—Bueno, sí —admitió avergonzado.

--- Pero como no creí que tuvieras el valor yo lo hice --- dijo Paul imitando la voz de él --- eso es patético y desesperado en mi opinión.

--- Concuerdo contigo hermano --- dijo Quill riéndose.

--- Alma desesperada en busca de atención, necesitas un cambio drástico o una vida social --- fueron las palabras de Alice, mientras miraba a Eric el cual estaba rojo de vergüenza --- mejor un cambio drástico y una vida social juntos.

--- Continua Sam --- dijo Sue rodeando los ojos, esa alianza entre los chicos Cullen y los Quilleutes era insufrible.

Recobré la compostura e intenté ofrecerle mi sonrisa más cálida.

—Te agradezco que me lo pidas, pero ese día voy a estar en Seattle.

—Oh. Bueno, quizás la próxima vez.

—Claro —acepté, y entonces me mordí la lengua. No quería que se lo tomara al pie de la letra.

--- No, porque literalmente se lo tomara que a la otra --- dijo Estef preocupada y Edward se rio a carcajadas limpias.

--- Eso me recuerda al estúpido que enserio se creyó que iba a salir con él en el 2000 – dijo Daniell pensativa.

--- ¿Cuándo le dijiste eso?

--- en 1920 --- dijo ella y todos se rieron pensando que era una broma y los otros que sabían que era cierto también se rieron

Se marchó de vuelta al instituto arrastrando los pies. Oí una débil risita.

Edward pasó andando delante de mi coche, con la vista al frente y los labios fruncidos.

Abrí la puerta con un brusco tirón, entré de un salto y la cerré con un sonoro golpe detrás de mí. Aceleré el motor en punto muerto de forma ensordecedora y salí marcha atrás hacia el pasillo. Edward ya estaba en su automóvil, a dos coches de distancia, deslizándose con suavidad delante de mí, cortándome el paso. Se detuvo ahí para esperar a su familia. Pude ver a los cuatro tomar aquella dirección, aunque todavía estaban cerca de la cafetería. Consideré seriamente la posibilidad de embestir por detrás a su flamante Volvo, pero había demasiados testigos.

--- Oh no importa, nosotros nos encargamos de los testigos --- dijeron Emmett y Jasper emocionados --- pero aplástalo, vamos que esperas, sería increíble

Edward molesto por que sus hermanos querían que su bebe pasara a mejor vida les lanzo dos almohadas a cada uno y pensó seriamente en que necesitaría más a lo largo de los libros.

Miré por el espejo retrovisor. Comenzaba a formarse una cola. Inmediatamente detrás de mí, Tyler Crowley me saludaba con la mano desde su recién adquirido Sentra de segunda mano. Estaba demasiado fuera de mis casillas para saludarlo.

--- Pues no lo saludes --- dijeron las mujeres y Daniell prosigue diciendo --- es más lánzale una mirada envenenada y acelera la camioneta, matas dos pájaros de un tiro, te desquitas del idiota del enfrente y te ahorrar la negativa al idiota de al lado.

Ante eso todo el mundo se rio y Edward pensó seriamente en alejar a Daniell de Emmett, los dos juntos serian una bomba nuclear que acabaría con todo el mundo, incluyendo a los vampiros y hombres lobos.

Oí a alguien llamar con los nudillos en el cristal de la ventana del copiloto mientras permanecía allí sentada, mirando a cualquier parte excepto al coche que tenía delante. Al girarme, vi a Tyler. Confusa, volví a mirar por el retrovisor. Su coche seguía en marcha con la puerta izquierda abierta. Me incliné dentro de la cabina para bajar la ventanilla. Estaba helado hasta el tuétano. Abrí el cristal hasta la mitad y me detuve.

—Lo siento, Tyler —seguía sorprendida, ya que resultaba evidente que no era culpa mía

——. El coche de los Cullen me tiene atrapada.

—Oh, lo sé. Sólo quería preguntarte algo mientras estábamos aquí bloqueados.

Esbozó una amplia sonrisa. No podía ser cierto.

— ¿Me vas a pedir que te acompañe al baile de primavera? —continuó.

--- Que directo --- murmuraron todas las personas a la vez, el aludido se puso rojo como la grana, tanto que la nariz de Rodolfo el reno quedaba descolorida.

—No voy a estar en el pueblo, Tyler.

Mi voz sonó un poquito cortante. Intenté recordar que no era culpa suya que Mike y Eric ya hubieran colmado el vaso de mi paciencia por aquel día.

—Ya, eso me dijo Mike —admitió.

--- Entonces, ¿Por qué? --- preguntaron todas a la vez.

--- No podía perder mi oportunidad --- dijo este en un murmullo.

--- ¿¡QUE LE VEN!? --- grito Laurent desesperada y sobretodo molesta --- digo, ella es una chiquilla escuálida y de sin nada favorecedor, no es la gran cosa, no es una modelo o por algo parecido.

--- Pero es buena --- dijo Tyler mirándola con decepción.

--- Es linda, inteligente, astuta, sabe lo que quiere y de pilón no es una frívola y arrogante arpía como otras --- dijo Ángela parándose y encarando a Laurent --- si tú tienes celos es porque no has sido lo suficiente como para que las personas te admiren, eres mala y algún día alguien te hará pagar caro todo lo que hiciste. Mejor cállate Laurent.

Todo el mundo se quedó mirando a Ángela y después a Laurent, lo interesante fue que ella se sentó otra vez a lado de Daniel y Ben e hizo como si nada pasara, Sama al ver que ya nada iba a decir la aludida decidió continuar.

—Entonces, ¿por qué...?

Se encogió de hombros.

—Tenía la esperanza de que fuera una forma de suavizarle las calabazas.

Vale, eso era totalmente culpa suya.

—Lo siento, Tyler —repliqué mientras intentaba esconder mi irritación—, pero me voy de verdad.

—Está bien. Aún nos queda el baile de fin de curso.

--- Se lo tomo en tono literal --- dijo Edward rodeando los ojos.

“Emmett, me debes algo”, pensó Daniell con una sonrisa y los dos Cullen la miraron, Emmett asintió resignado, al paso que iba se quedaría pobre

Caminó de vuelta a su coche antes de que pudiera responderle. Supe que mi rostro reflejaba la sorpresa. Miré hacia delante y observé a Alice, Rosalie, Emmett y Jasper dirigiéndose al Volvo. Edward no me quitaba el ojo de encima por el espejo retrovisor.

Resultaba evidente que se estaba partiendo de risa, como si lo hubiera escuchado todo.

--- Lo había escuchado todo, estaba riéndome de tus expresiones, debía admitir que te veías adorable --- dijo Edward abrazando a su novia.

--- Yo creí que se había vuelto loco--- dijo Emmett pensativo asiendo que la gente se riera.

--- Pues pensándolo bien, si parece loco --- dijo Damon todavía riéndose --- pero eso es desde niño, no se preocupen.

Causo que todos volvieran a reír y tomo media hora callarse a todos y cada uno de la habitación, bueno menos Edward que no le encontraba gracia todo aquello. Ya cuando por fin se callaron Sam pudo continuar leyendo.

Estiré el pie hacia el acelerador, un golpecito no heriría a nadie, sólo rayaría el reluciente esmalte de la carrocería. Aceleré el motor en punto muerto.

--- sí, vamos, que esperas --- volvieron a decir Jasper y Emmett a la vez emocionados.

Pero ya habían entrado los cuatro y Edward se alejaba a toda velocidad.

--- Cinco minutos hermano, cinco minutos que nos hubiéramos esperado --- dijo Emmett en tono trágico y Jasper asintió de acuerdo con él

Mientras que Esme los fulminaba con la mirada y negaba, aunque estaba algo divertida por el fastidio de ambos hijos.

Regresé a casa conduciendo despacio y con precaución, sin dejar de hablar para mí misma todo el camino.

--- Yo siempre supe que estabas loca --- dijo Emmett causando risas y miradas molestas por parte de Bella y Edward.

--- Y yo que no tienes una sola neurona viva --- dijo Edward apretando los puños ---, ¿Carlisle es posible que la ponzoña las haya acabado?

--- No, creo que es algo más de antes, porque solo ayuda a mejoras --- dijo pensativo Carlisle asiendo a todos reír, sobre todo a los que entendieron.

Al llegar, decidí hacer enchiladas de pollo para cenar. Era un plato laborioso que me mantendría ocupada.

--- ¿Cuánto que es para no pensar en Edward? --- dijo Alice mirando a su amiga, la cual le saco la lengua --- ese acto infantil solo lo afirma --- le saco Alice la lengua y le hizo un gesto a Sam para que continuara y este asintió.

El teléfono sonó mientras cocía a fuego lento las cebollas y los chiles. Casi no me atrevía a contestar, pero podían ser mamá o Charlie.

--- ¡No conteste puede ser alguien desagradable! --- grito Daniell atemorizada y todos rodearon los ojos, sobretodo Estef y Damon.

Era Jessica,

--- Te dije --- la acuso Daniell molesta y Bella rodeo los ojos.

--- Pero no sabía que era ella y tenía que contestar, me guste o no --- le dijo ella para tranquilizarla y funciono.

--- Entonces te regalare un identificador de llamadas --- dijo Daniell causando risas y le hizo un gesto a Sam para que pusiera continuar.

Que estaba exultante. Mike la había alcanzado después de clase para aceptar la invitación. Lo celebré con ella durante unos instantes mientras removía la comida.

--- Deberías haberle dicho que si a Mike --- dijo pensativa Estef sacando miradas de incredulidad por la mayoría y una sonrisa de agradecimiento por parte del muchacho --- piensa, le dices que sí, le arruinas la diversión a Jessica y el día del baile lo dejas plantado.

Ante eso todos rieron, excepto Jessica y Mike que se sentían ofendidos por eso. “Me las pagara esa niña idiota” pensó Jessica molesta.

--- Le haces algo y no te a acabas --- dijeron Daniell y Edward a la vez, con una mirada tan fría que los hacía ver casi iguales.

Jessica trago saliva toda miedosa y Sam al ver las miradas de Daniell, Edward y Damon decidió continuar, antes que la cabeza de Jessica saliera volando de ese lugar. “probablemente no haríamos nada, después de todo se lo merece” pensó para seguir leyendo.

Jessica debía colgar, ya que quería telefonear a Ángela y a Lauren para decírselo. Le sugerí por «casualidad» que quizás Ángela, la chica tímida que iba a Biología conmigo, se lo podía pedir a Eric.

--- No por favor, no me hagas esto --- dijo Daniel con una mueca en su rostro y Ben también parecía molesto por eso.

--- Lo siento --- se disculpó rápido Bella --- pero no sabía que a Ángela le gustaba Ben y viceversa.

--- Esta bien Bella, al final termino contigo ---le murmuro algo sonrojada Ángela a su novio, el cual asintió algo más relajado.

Y Lauren, una estirada que me ignoraba durante el almuerzo, se lo podía pedir a Tyler; tenía entendido que estaba disponible. Jess pensó que era una gran idea. De hecho, ahora que tenía seguro a Mike, sonó sincera cuando dijo que deseaba que fuera al baile.

--- Arpía venenosa --- dijo Cary molesta y sus dos amigas estuvieron de acuerdo con ella.

Le mencioné el pretexto del viaje a Seattle.

--- Me gustaría que alguien estropeara el pretexto --- dijo Daniell con una sonrisa inocente --- ósea que alguien se le ocurra invitarla a dar el paseo, en lugar de ir al baile.

Edward sonrió ante eso y Bella también, algunos entendieron y aguantaron la risa, mientras que otros no entendían esas miradas misteriosas de ambos enamorados.

Después de colgar, intenté concentrarme en la cocina, sobre todo al cortar el pollo. No me apetecía hacer otro viaje a urgencias. Pero la cabeza me daba vueltas de tanto analizar cada palabra que hoy había pronunciado Edward. ¿A qué se refería con que era mejor que no fuéramos amigos?

--- Que quiere ser algo más que tu amigo --- dijo Emmett como si hubiese hecho un gran descubrimiento y la mayoría se reía.

Sentí un retortijón en el estómago cuando comprendí el significado. Debía de haber visto cuánto me obsesionaba y no quería darme esperanzas, por lo que no podíamos siquiera ser amigos. ..., porque él no estaba nada interesado en mí.

--- Completamente erróneo --- murmuro Edward y los Cullen asintieron de acuerdo con él

Naturalmente que no le interesaba, pensé con enfado mientras me lloraban los ojos — reacción provocada por las cebollas—.

--- Na, yo creo que llorabas por mi hermanito Edward --- dijo Emmett causando risas por todos.

Yo no era interesante y él sí. Interesante... y brillante, misterioso, perfecto..., y guapo, y posiblemente capaz de levantar una furgoneta con una sola mano.

--- Bella, dejando de lado lo de la furgoneta --- le dijo Edward mirándola con dulzura --- tu ere muy interesante, brillante, pero sobretodo eres muy guapa.

--- Edward…

--- No Bella, enserio, eres perfecta tal y como eres, por eso te amo y no te cambiaria absolutamente nada --- dijo mirando a sus hermanas que las cuatro iban a protestar por la ropa --- nada.

Estas bajaron la cabeza, pero aun así sonreían al igual que Esme y su hija, ella tampoco le cambiaría nada a su madre era lo que quería siendo vampira o humana y estaba feliz de ser su hija. Sam mirando aquel momento decidió continuar.

Vale, de acuerdo. Podía dejarle tranquilo. Le dejaría solo. Soportaría la sentencia que me había impuesto a mí misma aquí, en el purgatorio; luego, si Dios quería, alguna universidad del sudeste, o tal vez Hawái, me ofrecería una beca.

--- Eres un poco dramática --- le menciono Jade mirándola y ella se encogió de hombros --- ¿Hawái, enserio?

--- Bueno eran solo ideas --- le menciono Bella sintiéndose roja.

Concentré la mente en playas soleadas y palmeras mientras terminaba las enchiladas y las metía en el horno.

Charlie parecía receloso cuando percibió el aroma a pimientos verdes al llegar a casa.

No le podía culpar, la comida mexicana comestible más cercana se encontraba probablemente al sur de California. Pero era un poli, aunque fuera en aquel pequeño pueblecito, de modo que tuvo suficientes redaños para tomar el primer bocado. Pareció gustarle. Resultaba divertido comprobar lo despacio que empezaba a confiar en mí en los asuntos culinarios. Cuando estaba a punto de acabar, le pregunté:

— ¿Papá?

— ¿Sí?

—Esto... Quería que supieras que voy a ir a Seattle el sábado de la semana que viene..., si te parece bien

--- Eso suena a avisar no a pedir permiso --- le informo Emily y Bella asintió.

--- Por eso lo trate de arreglar con la frase de si te parece bien --- dijo Bella sonrojada.

No le pedí permiso, era sentar un mal precedente, pero me sentí maleducada. Intenté arreglarlo con ese fin de frase.

— ¿Por qué?

Parecía sorprendido, como si fuera incapaz de imaginar algo que Forks no pudiera ofrecer.

--- Bueno, yo creo que no tiene mucho que ofrecer --- dijo Alice estremeciéndose --- como tiendas decentes.

—Bueno, quiero conseguir algunos libros porque la librería local es bastante pequeña, y tal vez mire algo de ropa.

--- O sí, déjame acompañarte para ayudar a elegir algunos atuendos preciosos.

--- Alice, eso ya paso --- le informo Bella sacando risas de todos --- además todavía no te conocía.

--- Entonces…

--- Ahora que te conozco menos --- los chicos Cullen y los del futuro rieron a carcajadas conocían a Alice

Tenía más dinero del habitual, ya que no había tenido que pagar el coche gracias a

Charlie, aunque me dejaba un buen pellizco en las gasolineras.

—Lo más probable es que el monovolumen consuma mucha gasolina —apuntó, haciéndose eco de mis pensamientos.

—Lo sé. Pararé en Montessano y Olympia, y en Tacorna si fuera necesario.

— ¿Vas a ir tú sola? —preguntó. No sabía si sospechaba que tenía un novio secreto o si se preocupaba por el tema del coche.

—Sí.

—Seattle es una ciudad muy grande, te podrías perder.

Todos rieron pensando que con la mala suerte de Bella podría ser posible y ella no le vio lo gracioso de eso, al contrario fulmino a Edward con la mirada, que inútilmente estaba tratando de contener la risa.

—señaló preocupado.

—Papá, Phoenix es cinco veces más grande que Seattle y sé leer un mapa, no te preocupes.

— ¿No quieres que te acompañe?

--- No gracias --- dijeron todas las mujeres a la vez rodeando los ojos.

Intenté ser astuta al tiempo que ocultaba mi pánico.

—No te preocupes, papá. Voy a ir de tiendas y me pasaré el día en los probadores... Será aburrido.

—Oh, vale.

La sola de idea de sentarse en tiendas de ropa femenina por un periodo de tiempo indeterminado le hizo desistir de inmediato.

—Gracias —le sonreí.

— ¿Estarás de vuelta a tiempo para el baile?

Maldición. Sólo en un pueblo tan pequeño, un padre sabe cuándo tienen lugar los bailes del instituto.

—No, yo no bailo, papá.

--- Sí jefe Swan, ella no baila --- dijo Emmett riéndose a carcajadas.

--- ¿Te das cuenta de que no está aquí verdad? --- pregunto Rosalie curiosa causando risas por varias personas.

Él por encima de todos los demás debería entenderlo. No había heredado de mi madre mis problemas de equilibrio. Lo comprendió.

—Ah, vale —había caído en la cuenta.

A la mañana siguiente, cuando me detuve en el aparcamiento, dejé mi coche lo más lejos posible del Volvo plateado.

--- ¿Por qué? --- preguntaron Jasper y Emmett con un puchero.

--- Así podrías cumplir tu deseo de aplastarle el carro --- concluyo Emmett mosqueado.

--- Mi volvo sale lastimado y no piense encontrar el Jeep en buen estado --- le dijo Edward en un tono de amenaza que hizo callar a ambos hermanos.

Quise apartarme del camino de la tentación para no acabar debiéndole a Edward un coche nuevo. Al salir del coche jugueteé con las llaves, que cayeron en un charco cercano. Mientras me agachaba para recogerlas, surgió de repente una mano nívea y las tomó antes que yo. Me erguí bruscamente. Edward Cullen estaba a mi lado, recostado como por casualidad contra mi automóvil.

— ¿Cómo lo haces? —pregunté, asombrada e irritada.

— ¿Hacer qué?

--- Eso, aparecer de la nada --- dijo Mike con un tono de fastidio.

--- Pues eso es asunto nuestro niñato --- le dijo Jasper y en un acto infantil le saco la lengua, causando risas de sus hermanos.

Los Cullen cada vez parecían más humanos, se divertían, hacían bromas y parecía que Esme tenía que estarlos regañando cada cinco minutos. Eso relajaba demasiado a los Quilleutes, hasta a Billy, Sam y Sue, y por sobre todo a los humanos.

Me tendió las llaves mientras hablaba y las dejó caer en la palma de mi mano cuando las fui a coger.

—Aparecer del aire.

—Bella, no es culpa mía que seas excepcionalmente despistada.

--- Edward --- dijeron las mujeres en tono de reproche, ero Bella salió en su defensa.

--- Estaba bromeando. --- eso pareció calmarlas por un momento.

Como de costumbre, hablaba en calma, con voz pausada y aterciopelada. Fruncí el ceño ante aquel rostro perfecto. Hoy sus ojos volvían a relucir con un tono profundo y dorado como la miel. Entonces tuve que bajar los míos para reordenar mis ideas, ahora confusas.

— ¿A qué vino taponarme el paso ayer noche? —Quise saber, aun rehuyendo su mirada

—. Se suponía que fingías que yo no existía ni te dabas cuenta de que echaba chispas.

—Eso fue culpa de Tyler, no mía —se rio con disimulo—. Tenía que darle su oportunidad.

—Tú... —dije entrecortadamente.

--- Golpéalo --- le dijo Daniell molesta, ella le caía gordo las peticiones indeseadas.

--- Solo servida para que me saliera un moretón --- se excusó Bella encogiéndose de hombros.

--- Bien, pero yo sí puedo --- dijo para golpearlo y este sobarse el hombro adolorido --- mucho mejor.

No se me ocurría ningún insulto lo bastante malo. Pensé que la fuerza de mi rabia lo achantaría, pero sólo parecía divertirse aún más.

—No finjo que no existas —continuó.

— ¿Quieres matarme a rabietas dado que la furgoneta de Tyler no lo consiguió?

La ira destelló en sus ojos castaños.

--- Por supuesto, como piensas eso --- dijo molesto Edward y Bella se encogió de hombros para besarlo en la mejilla.

--- No te conocía bien.

Frunció los labios y desaparecieron todas las señales de alegría.

—Bella, eres totalmente absurda —murmuró con frialdad.

Sentí un hormigueo en las palmas de las manos y me entró un ansia de pegar a alguien.

Estaba sorprendida. Por lo general, no era una persona violenta. Le di la espalda y comencé a alejarme.

—Espera —gritó. Seguí andando, chapoteando enojada bajo la lluvia, pero se puso a mi altura y mantuvo mi paso con facilidad.

—Lo siento. He sido descortés —dijo mientras caminaba. Le ignoré—. No estoy diciendo que no sea cierto —prosiguió—, pero, de todos modos, no ha sido de buena educación.

— ¿Por qué no me dejas sola? —refunfuñé.

---Por qué no puede --- dijeron Jasper y Emmett.

--- A Edward lo tiene bien controlado una niña --- dijo Emmett riéndose.

--- A ti también te controlan --- se defendió Edward.

--- Claro que no, ninguna vieja me mangonea --- lo dijo sin pensar.

--- ¡EMMETT CULLEN CALLATE AHORA MISMO! --- grito Rosalie ya enojada.

--- Sí mi amor --- lo dijo en un murmullo sacando risas de sus hermanos y de los lobos.

—Quería pedirte algo, pero me desviaste del tema —volvió a reír entre dientes. Parecía haber recuperado el buen humor.

— ¿Tienes un trastorno de personalidad múltiple? —le pregunté con acritud.

--- ¡SI! --- gritaron todos hasta Bella, Edward solo los miro mal, mientras se reían.

—Y lo vuelves a hacer.

Suspiré.

—Vale, entonces, ¿qué me querías pedir?

—Me preguntaba si el sábado de la próxima semana, ya sabes, el día del baile de primavera...

— ¿Intentas ser gracioso?

--- No lo creo --- dijeron otra vez, todos.

--- Pero sería divertido verle pedir ir al baile con él y luego ver como lo rechazan --- dijo Daniell ganándose un cojín por parte de su hermano y risas por varios.

—lo interrumpí, girándome hacia él.

Mi rostro se empapó cuando alcé la cabeza para mirarle. En sus ojos había una perversa diversión.

—Por favor, ¿vas a dejarme terminar?

Me mordí el labio y junté las manos, entrelazando los dedos, para no cometer ninguna imprudencia.

—Te he escuchado decir que vas a ir a Seattle ese día y me preguntaba si querrías dar un paseo.

Aquello fue totalmente inesperado.

— ¿Qué? —no estaba segura de adonde quería llegar.

— ¿Quieres dar un paseo hasta Seattle?

— ¿Con quién? —pregunté, desconcertada

--- Pues con él--- dijo Estef como si fuera lo más obvio.

Varios asintieron de acuerdo con ella. Daniell estaba algo distante ante ese hecho, como pensativa y lo peor era que Edward no podía leerle la mente. Damon también se dio cuenta y le puso su mano en el hombro como para darle ánimos.

—Conmigo, obviamente —articuló cada sílaba como si se estuviera dirigiendo a un discapacitado.

Seguía sin salir de mi asombro.

— ¿Por qué?

—Planeaba ir a Seattle en las próximas semanas y, para ser honesto, no estoy seguro de que tu monovolumen lo pueda conseguir.

—Mi coche va perfectamente, muchísimas gracias por tu preocupación.

Hice ademán de seguir andando, pero estaba demasiado sorprendida para mantener el mismo nivel de ira.

— ¿Puede llegar gastando un solo depósito de gasolina?

Volvió a mantener el ritmo de mis pasos.

—No veo que sea de tu incumbencia.

Estúpido propietario de un flamante Volvo.

--- Conozco el sentimiento --- dijeron varias personas, entre ellas  los lobos.

Edward solo se encogió de hombros, sus hermanos no tenían de que quejarse y en cuanto a los demás ya habían quedado en que conducirían dentro de un rato más y se lo pensaba  cumplir.

—El despilfarro de recursos limitados es asunto de todos.

—De verdad, Edward, no te sigo —me recorrió un escalofrío al pronunciar su nombre; odié la sensación—. Creía que no querías ser amigo mío.

—Dije que sería mejor que no lo fuéramos, no que no lo deseara.

--- No sí, eso aclara todo --- dijo Paul levantando una ceja.

--- Enserio Edward, hermano, creo que debes dejar los acertijos --- dijo Seth bromeando.

--- Lo tomare en cuenta. --- murmuro este con un tono divertido en su voz.

—Vaya, gracias, eso lo aclara todo —le repliqué con feroz sarcasmo.

--- De hecho no aclara nada --- dijeron algunos cuantos y Edward rodeo los ojos

--- Esta todo muy claro --- les dijo Estef mirando a su hermano.

--- Ilústranos --- le dijo Seth con una ceja levantada y ella se sonrojo hasta su cabello.

--- Bueno, el dice que no deben de ser amigos, probablemente porque es peligroso --- aclaro en un susurro muy apenas audible --- pero el hecho de que no pueden o no deben ser amigos no quiere decir que mi hermano no quiera ser amigo de ella o algo más, es como una advertencia para ella, de a mí me encantaría estar contigo pero no soy bueno para ti.

Varios, en especial los lobos, se miraron entre sí, la explicación de la pequeña hermana de Edward había hecho un buen punto y que tal vez tenía razón, por sí o por no Sam decidió segur leyendo.

Me di cuenta de que había dejado de andar otra vez. Ahora estábamos al abrigo del tejado de la cafetería, por lo que podía contemplarle el rostro con mayor comodidad, lo cual, desde luego, no me ayudaba a aclarar las ideas.

—Sería más... prudente para ti que no fueras mi amiga —explicó—, pero me he cansado de alejarme de ti, Bella.

--- Eso suena muy lindo --- dijo Emily suspirando --- aterrador en muchos sentidos, pero lindo.

Las chicas Cullen (NT: Daniell y Estef se juntan con las chicas Cullen al ser hermanas de Edward), Leah y Ángela estuvieron de acuerdo con lo que dijo Emily y los hombres las miraban perplejos, como si pensaran que estuvieran locas.

Sus ojos eran de una intensidad deliciosa cuando pronunció con voz seductora aquella última frase. Me olvidé hasta de respirar.

--- Edward ten cuidado un día de estos la vas a asfixiar --- le dijo en tono burlón Damon y este entrecerró los ojos, aun así saco risas de los demás.

— ¿Me acompañarás a Seattle? —preguntó con voz todavía vehemente.

Aún era incapaz de hablar, por lo que sólo asentí con la cabeza. Sonrió levemente y luego su rostro se volvió serio.

—Deberías alejarte de mí, de veras —me previno—. Te veré en clase.

--- Tu mismo te contradices --- le dijo Ben riéndose y este asintió también divertido, por las tonterías que dijo en un pasado tiempo y que no sirvieron de nada.

Se dio la vuelta de forma brusca y desanduvo el camino que habíamos recorrido.

--- Se acabó el capítulo --- anuncio Sam dejando el libro en la mesa --- ¿alguien más quiere leer?

--- Yo --- dijo Emmett y nadie le dijo nada, pensaban que tal vez se comportaría serio esta vez (sí como no=3)

--- Espera Emmett --- le detuvo Edward cuando estaba a punto de agarrar el libro --- primero haremos algo más, vamos a la cochera.

 

 

 

 

 

NOTAS DE LA AUTORA:

Les presento a las hermanas de Edward Cullen:

Daniell Elisabeth Mansen

Estefanía Annalhí Mansen.

Capítulo 9: Daniell Mansen

 
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