Luego que el doctor les dijiera a mis supestos padres acerca de mi recuperación, ellos abandonaron la habitación para darme espacio.
Antes de salir, Reneé me había dicho que mi ropa estaba en esa valija.
En cuanto estuve sola, me senté en la cama e intenté levantarme al comienzo me mareé por lo que tuve que apoyarme en la pared, cuando toda la habitación estuvo en su lugar dí un paso y todo siguió igual por suerte, así que me dirigí hacia la valija que estaba sobre la cama contigua, al parecer habían comprado la habitación para mí sola.
Con cuidado, abrí la valija viendo que podría ponerme, pero había una cantidad infinita de polleras y camisas, algo que no era mi estilo, o eso creía, rebusqué para encontrar algo normal, un pantalón de jean o lo que fuera.
Y Bingo!! un pantalón de jean, aunque era raro, era gris, con efectos de desgaste y con cierres falsos, para mí gusto estaba demasiado cargado, pero algo era algo, me calzé el jean y ahora venia la parte dificil, que usaría arriba, las camisas estaban descartadas, así que decidí revolver un poco más hasta que encontré una remera blanca, de manga corta básica, con un estampado no muy llamativo, perfecta, pensé.
Miré en el fondo de la valija pero no encontré ningún zapato eso me pareció raro, pero todas mis dudas se aclararon cuando vi que junto a la valija había otra valija más grande, me estremecí de solo pensar que podría llegar a haber en esta, y la abrí con sumo cuidado y lo que ví me espantó, me quede mirando absorta el contenido de valija por lo menos diez minutos y el sonido de la puerta me volvió a la tierra.
-Bella, hija no te queremos molestar, pero si podrías apurarte- dijo Reneé desde el otro lado de la puerta.
-Mmmm, si, claro, en un segundo salgo- dije mientras me maldecia interiormente por tardar tanto.
Rebusqúe otra vez entre la cantidad gigantesca de zapatos de tacón, no podía pensar que alguien pueda usar semejantes cosas, pero lo peor era, que tal vez yo habría usado semejantes cosas.
Luego de estar vario rato, peleando con los zapatos encontré unas zapatillas, solo un par en toda esa valija. Le agradecí a Dios por haberlas encontrado.
Eran de color negras con algunos retoques brillantes, no eran ni simples ni muy cargadas, perfectas a mi punto de vista. Luego de estar completamente vestida, fuí a verme al espejo y si que daba miedo, así que fui al baño, me lave la cara. Nadie me había dicho acerca de algún peine así que volvi a donde se encontraban las valijas para encontrarme con un bolso mediano, lo abrí y allí estaba el peine junto con quilos que pinturas y muchos productos para el cabello, solo tomé el peine y una gomita para el cabello de color negra.
Me desenredé el pelo y lo até en una cola alta, no tenía el mejor aspecto pero estaba pasable, dejaría el maquillaje para otro día, no era una gran fan de el maquillaje ni tampoco muy habilidosa a la hora de ponermelo.
En ese momento caí en la cuestión de que hacía mucho que estaba allí, esa pobre gente me estaría esperando y yo aquí tardandome, así que corrí hacía las valijas, primero tome el peine y lo ordené y cerré el bolso, cerré la valija d ela ropa y me dispusé a recoger los zapatos que había tirado por el piso, estaba en eso, cuando siento que abren la puerta.
-Bella, hija ¿Dondé estas?- dijo Reneé
-Acá- dije levantandome del suelo con un par de zapatos
-Hija, no, no puedes hacer esfuerzos, deja eso- emitió quitandome el par de zapatos y llendo hacía afuera.
A los segundos apareció con un hombre, que era bastante grande y alto.
-Deja todo ahí, Bella, Felix se va a encargar de ordenar-
-Pero puedo ayudarlo- me ofrecí
-Pero nada Isabella- dijo Charlie entrando en la habitación -Ya sabes lo que dijo el médico, nada de esfuerzos-
Solo asentí y salí afuera mientras terminaban de ordenar todo. De pronto se acercó a mí una chica corriendo hacía mí.
-Señorita Swan, tengo aquí todos sus mensajes sin leer- decia rapidamente mientras sacaba un celular.- ?Quiere que se los lea o prefiere hacerlo usted?-
Yo la miraba sorprendida sin saber que responder, que debía hacer?.
Por suerte vino en mi ayuda Charlie.
-Jessica, deja a Bella descansar, la empresa puede esperar yo me haré cargo-
La chica solo asintió y se fue.
Luego de que firmaran el papeleo, le dieron el total de lo que había costado la estadía en esta clínica, eran 10.000 dólares, era demasiado, tal vez cuando saliera de la clínica y estuviera mejor podría trabajar para pagarle lo que habían gastado. Pero al parecer ninguno de los presentes se inmutó al ver el precio.
Salimos de la clínica y nos quedamos esperando a Felix, ya que el al parecer traía el auto. No sabría donde cabrían las valijas pero esperaba que hubiera lugar.
Estaba muy distraida, cuando Reneé advirtió que nuestro vehiculo había llegado, mi cara fue de una sorpresa extrema al ver que nuestro vehiculo era nada más ni nada menos que una camioneta Audi Q7 negra, era gigante y hermosa a al vez. No podía creer que tuvieramos ese auto.
Pero al parecer Reneé interpretó mal mi cara.
-Disculpame hija, se que odias este auto y crees que es muy poco para tí, te prometo que tendrás tu auto de nuevo en cuanto estes mejor-
¿Poco para mí? Este auto era genial, grandioso, pero no entendía porque había dicho eso, pero antes de que pudiera preguntar ya me tocaba subirme al auto.
-Bella ahora vas a nuestra casa, pero luego vas a poder ir a la tuya- dijo Charlie
Solo asentí disfrutando del paisaje. Luego de aproximandamente 1 hora de viaje entramos a un barrio hermoso, lleno de arboles y de casas gigantezcas con amplios jardines.
Pero también debía ser muy cara. A la mitad de este lujoso barrio, se encontraba una casa de ensueño, tenía tres pisos y un jardín inmenso, tenía tantas ventanas que era imposible verlas a todas, cuando el auto se detuvo no pude creerlo, esta era la casa de mis padres? ¿Acaso tenía tanto dinero? ¿Quién era?
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holaaa perdón por no actualizar ees que tuve unos problemas contando en que perdí mi inspiración en algun lugar, asíq ue intento recuperarla. Espero que les guste :)
Bessssosss .::Meg::.
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