Holaaaa :) ¿Como están chicas?
Me gustaría saber que les parece la historia hasta este momento! Por favor dejenme sus comentarios y sus votoos :)
También pueden leer mi primer fic... "La canción de un Sueño"
Se les requiereeee :)
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El resto de las clases las tuve con Jacob, cosa que me ayudó mucho a relajarme y a disfrutar de cada una de ellas. A la hora del almuerzo Jacob me invitó a comer en el comedor del campus.
-Ni siquiera sabía que había comedor- dije una vez que entramos.
- si bueno, yo tampoco- dijo riendo.
Ambos pedimos unos sándwiches tipo subway y nos sentamos uno frente al otro.
-Ya solo nos queda una clase- dije viendo nuestros horarios sobre la mesa.
-Uy si, mi favorita, Física 1- lo dijo haciéndolo sonar como si fuese una grosería por lo que no pude aguantar la risa- Hey, que tú seas una genia no significa que todos seamos igual- dijo en tono de burla.
-Tranquilo, lo entiendo- dije cuando me recuperé de mi ataque de risa.
Entramos a física y la clase me pareció genial, la profesora explicaba todo de una manera que me parecía absolutamente fácil de comprender, pero al parecer a Jacob le parecía más difícil aún.
-¿Esto se puede poner peor?- preguntó Jacob en susurros
-Espera a que lleguemos al siguiente tema- dije también en susurros- se pone peor- terminé riendo bajito.
-Voy a tener que pagarte el doble, voy a necesitar clases de física también- dijo mientras hacía una mueca de sufrimiento.
-Hecho- dije y la clase terminó. Jacob y yo nos levantamos y me acordé que tenía que ir a ver el entrenamiento de los chicos, pero no sabía cómo llegar.- Ehhh ¿Jacob?- lo llamé, pero mi voz sonó como una pregunta.
-Bella, dime Jake, ya te considero como mi mejor amiga- me dijo sonriendo.
-Está bien Jake- dije riendo- ¿sabes llegar al campo donde juegan football americano?- le pregunté.
-Claro, ¿quieres ir?- me preguntó.
-Sí. Me están esperando ahí- dije encogiéndome de hombros.
-Ahhh… claro, ¿tu novio?- preguntó mientras me sonreía y me guiñaba un ojo.
-No- dije y mi cara se puso totalmente roja.
-Bueno, no es tu novio, pero te gusta- dijo golpeándome suavemente en un hombro.
-Eso no te lo tengo que contar- dije sonriendo pero sonando muy a la defensiva.
-Ya veremos Bella, ya veremos- dijo mientras pasaba su brazo por mis hombros y caminábamos así hasta que salimos del edificio. Su abrazo no me incomodaba en lo absoluto, más bien me parecía agradable, como si estuviera abrazando a un gran oso que con solo un día, se había convertido en la persona más agradable y graciosa que había conocido; claro, aparte de Jasper, Emmett, Rosalie, Alice y Edward.
Caminamos un poco por las calles del campus empujándonos suavemente, como hacen los hermanos cuando se fastidian entre ellos, solo que con menos fuera, pues una mano de Jake era prácticamente del tamaño de mi cabeza… ¿porqué tenía que ser tan pequeña?.
-Bella ese es el campo- dijo Jake señalando hacia un gran campo de football donde solo quedaban algunas porristas y el equipo de futbol-¿Cuándo empezamos con mis clases?- preguntó sin soltarme de su abrazo.
-¿Te parece si comenzamos con una hora de química y una hora de física el sábado por la mañana?- le pregunté
-Perfecto- dijo y me soltó – ¡nos vemos Bella!- gritó, pues yo había salido corriendo hacia la entrada del campo.
Apenas entré al campo me di cuente que los del equipo de football todavía estaban practicando, por lo que me subí a las gradas a tratar deber si podía diferenciar a los únicos tres que conocía.
Había varios chicos enormes, pero solo uno era Emmett, al cual reconocí por su sonora risa. Inmediatamente reconocí a Jasper, pues había sido él quien le había dado un manotazo a Emmett por algo que no entendí. Seguí buscando a Edward y cuando lo vi, deseé no haberlo hecho. Estaba a unos cuantos metros de la grada donde yo estaba sentada con una chica. Una pelirroja despampanante estaba guindada del brazo de Edward y él le estaba sonriendo… “Sabía que tenía novia” pensé. Me dispuse a bajar las escaleras de las gradas cuando alguien, debo decir, Emmett, me gritó.
-BELLA VINISTE- gritó desde el otro lado del campo. Mi rostro fue desde un gran Emmett corriendo en mi dirección a un Edward que me miraba desde donde se encontraba, con un gesto entre sorpresa y disgusto.
Suspiré audiblemente y terminé de bajar las escaleras para encontrarme con Emmett, quien al verme se paró en seco.
-Te iba a abrazar, pero como estoy todo sudado mejor me voy a cambiar- dijo sonriéndome-¿Cuánto viste del entrenamiento?-preguntó entusiasmado.
-En realidad no mucho, acabo de llegar- dije bajando mi cara.
-¿tan malo fue tu primer día que estás tan triste?- preguntó Emmett.
-No es por eso, las clases fueron estupendas…- dejé sin terminar la frase pues me quedé viendo como la chica pelirroja estaba prácticamente comiéndose la cara de Edward. Emmett siguió con su vista hacia donde estaba mirando y por primera vez lo vi molesto.
-No lo puedo creer- fue lo único que dijo antes de acercarse a la parejita en cuestión.
No quise saber que les estaba diciendo Emmett a ellos, por lo que salí corriendo, conteniendo las lágrimas, hacia donde se encontraba Jasper.
-Hola Bella- dijo Jasper sin acercarse mucho, pues también estaba completamente sudado.
-Hey Jasper- dije triste- No sabía que Edward tenía novia.
-Bella, cambia esa cara, tú más que nadie debería saber que las cosas no son siempre lo que aparentan- dijo mientras ponía una de sus manos en mi hombro.
-No te entiendo- dije y no pude evitar que unas lagrimas se escaparan de mis ojos – no sé ni por qué estoy llorando- dije mientras me secaba las lágrimas.
-Si lo sabes- dijo sonriéndome- te gusta Edward.
-¿Tu también te vas a poner con lo mismo de Alice?- le pregunté molesta, pero forzando una sonrisa en mis labios.
-Por eso somos novios- me dijo guiñándome un ojo - ¿quieres lanzar el balón a ver si se te pasa?- dijo con un balón en sus manos.
-claro- dije y él me dio el balón.
-Veamos que tal eres en esto “pequeña señorita ciencia”- dijo mientras salía corriendo.
Veía como Jasper se alejaba a una distancia considerablemente grande. Agarré el balón y me pasó como en las comiquitas, la cara de la pelirroja apareció en las manos de Jasper y yo lancé el balón con todas mis fuerzas a sus manos…
-¡Auch!- gritó Jasper con el balón en sus manos - ¡No tenias que ser tan ruda pequeña!- gritó riendo- ¡Ahora vamos a ver qué tal atajas!- terminó y lanzó el balón en mi dirección.
Esperé en mi posición, pues según mis cálculos el balón iba a llegar a mis manos, pero fallé. El balón pasó por encima de mi cabeza y cuando me giré para correr a atajarlo choqué con alguien, cayendo yo al piso. Levanté mi rostro y nada más y nada menos se trataba de Edward. Tenía el balón en sus manos y me miraba con directo a los ojos mientras trataba de reprimir una risa en sus labios.
-Discúlpame Bella- dijo sonriéndome de lado. En ese momento me di cuenta de algo obvio para los demás, pero no para mí, me gustaba Edward, como nunca antes me había llegado a gustar alguien. Mi corazón se aceleró por un momento, pero me acordé de algo… “la pelirroja” pensé y mi corazón dio otro salto, pero esta vez unas ganas horribles de golpear a Edward me invadieron. “El no es nada tuyo Bella” me recordaba mi conciencia para que no fuese a cometer una estupidez - ¿te ayudo?- dijo después de un rato de habérseme quedado viendo.
-No, gracias- dije levantándome yo sola del suelo -¿Me devuelves el balón por favor?- le pregunté
-Creo que tendrás que jugar conmigo, porque Jasper se está yendo- dijo mientras señalaba hacia donde se veía a Jasper corriendo en dirección a Emmett, quien tenía en sus manos dos enormes bolsos que se parecían al que Edward tenía en el suelo- Vi que lanzas muy bien- dio sonriéndome.
-Sí, y yo vi como casi te quedas sin cara- dije molesta y me arrepentí de inmediato de haberlo dicho, ya que ese no era mi problema – Lo siento, solo que no me habías contado que tenías novia, pero no importa, no es mi problema- dije mirando al suelo.
Edward puso una de sus manos en mi barbilla haciéndome levantar mi vista y encontrarme con sus hermosos ojos verdes que estaban directamente conectados con mi mirada.
-Ella no es nadie para mi, Bella- dijo en un susurro muy cerca de mis labios.
-Pues eso no es lo que me pareció ese beso Eddy- dije acercándome más a sus labios y con mi terquedad a flote, además, quería ver si llamándolo por el apodo por el cual lo llamaba Emmett se molestaba o me decía algo con coherencia.
-Mmmm… creo que ese apodo si me gusta, siempre y cuando seas tú la única que me llame así- dijo sonriéndome.
-Ese no era el plan- dije todavía muy cerca de sus labios- se supone que ese apodo te molesta- terminé en tono juguetón.
-Suena bien cuando sale de tus labios, pequeña- dijo sonriendo.
-Bueno está bien, te creo- dije separándome de golpe y tomando el balón del suelo… su expresión valía millones. Su cara fue de desconcierto por mi reacción, pero no estaba preparada para besarlo, y mucho menos después de que la pelirroja esa había puesto sus labios sobre los de Edward.
-¿A dónde vas?- me preguntó Edward al ver que comenzaba a caminar en dirección contraria a la de él.
-¿No me dijiste que querías jugar conmigo?- pregunté levantando una ceja.
-En realidad creo que no es buena idea Bella, va a comenzar a llover- dijo mientras miraba hacia arriba.
-¿Ahora eres de azúcar Eddy?- le dije- ¿Con un poquito de agua te deshaces?- le pregunté riendo muy fuerte.
-Lánzame el balón y te demostraré quien se deshace- dijo riendo conmigo. Me alejé un poco más y se me ocurrió algo…
-ATRÁPAME SI PUEDES CHICO DE AZUCAR- grité mientras corría por el campo con el balón en mis brazos y comenzaba a sentir como las gotas de lluvia se estrellaban en mi rostro.
-¡Hey!- gritó Edward corriendo tras de mi
Corrí lo más rápido que pude, pero unos brazos me atraparon por los hombros, me abrazaron y caímos al suelo. Estaba sobre el pecho de Edward, bajo la lluvia y con el balón aún en mis brazos.
-No se valía hacer tacleadas- dije riéndome y sentándome sobre mis rodillas sobre el húmedo césped, mientras Edward se recostaba sobre sus codos. Se veía como un dios griego con su cabello mojado por la lluvia.
-De todas formas te atrapé- dijo sonriéndome- ¿Quién es de azúcar ahora?- dijo levantando una ceja en mi dirección.
-Pues no soy yo, ya que aquí estoy, mojándome con la lluvia- dije mientras me encogía de hombros.
-Somos dos los que nos estamos mojando Bella- dijo sonriéndome mientras se incorporaba para que su rostro quedara a la altura del mío- Recuérdame nunca retarte a quedarte bajo la lluvia- dijo muy cerca de mi rostro.
-hecho- dije sonriéndole.
Estuvimos hablando un rato bajo la lluvia hasta que yo comencé a estornudar.
-Vamos Bella, no quiero que te resfríes- dijo Edward levantándose y levantándome con él. No dije nada, solamente caminé con él mirando nuestras manos que habían permanecido unidas, buscamos los bolsos que estaban secos y guardados debajo de las gradas y Edward sacó de su bolso una chaqueta azul con un lobo al frente.
-Se que no es la última moda, pero con esto te mojarás menos- dijo mientras me entregaba la chaqueta.
Yo tomé la chaqueta en mis manos y lo vi directamente a los ojos.
-¿Y tú?- pregunté.
-Prefiero que tú no te mojes más- dijo sonriéndome- Además, tengo un paraguas- dijo y sacó el paraguas del bolso.
-Está bien- dije- pero tengo que quitarme esta camisa, ¡está empapada!- dije mirándome. La cara de Edward se puso completamente roja.
-¿tienes que quitarte la camisa?- dijo medio ahogado y sin verme al rostro.
-Claro, si no lo hago el suéter también se va a mojar- dije sonriendo mientras mi cara también se ponía roja.
-Adelante- dijo mientras se daba la vuelta.
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