Hola a todos, aquí les traigo el capitulo.
Espero que les guste.
BPOV
Me mire en el espejo y en mi reflejo vi a una chica muy diferente a como soy en realidad, esta chica se ve segura de si misma, elegante para nada ostentosa pero sobre todo hermosa.
Mi vestido azul se ajustaba a mi pequeña figura, resaltaba mis pechos, su diminuto tamaño hacia ver mis piernas tan largas y hermosas, a pesar de que los tacones de 8 centímetros casi me hacen perder los dientes le dan a mis piernas un toque sexy que me hacia no querer dejar de ver mi reflejo.
Desde muy temprano Alice empezó con nuestra lista de actividades relajantes y embellecedoras, entre ellas el depilado con cera, exfoliación de cuerpo completo, maquillarnos como princesa y peinarnos como reinas. A pesar de las insistencias por parte de mis amigas no quise arreglarme como lady gaga, así que me hice un maquillado natural y arregle un poco más de lo normal mi cabello haciéndolo caer sobre mis hombros y espalda en ligeros rizos cafes.
Sinceramente me aburría todo esto de arreglarme, más cuando fui la primera en terminar me sentía sola, no había nadie en casa solo nosotras tres; por alguna razón desconocida los chicos salieron desde temprano, también Elizabeth y Tony, dejándome a mi sola con las dos locas por la moda.
Ni tenía WiFi así que no podía revisar ni mi correo, mi Twitter o Mi Facebook. Me estaba muriendo de aburrimiento así que me concentre en lo que Rosalie y Alice hablaban.
-¿Tuviste algún novio aquí en el pueblo?
-Uno que otro, nada importante
-¿Y tú Bella? -pregunto en mi dirección
- Uno, no duro más de mes y medio
-¿Y Edward era igual de idiota que ahora?
-Si pero menos -contestó Alice mientras se ponía máscara en las pestañas. - Empezó a los 17, justo después de que Bella empezara a salir con su primer novio.
Jacob Black, mi primer novio y la persona que me consolaba cada vez que veía a Edward con alguna de sus putas. Gracias a el me di cuenta de que estaba enamorada de Edward, sinceramente en esa época me despreciaba a mí misma por ser tan jodidamente cruel con Jacob; era un chico de la clase de historia, su complexión alta y musculosa, llamaba la atención de las chicas, su tez oliva contrastaba con su cabello oscuro, sus ojos marrones oscuros te atrapaban y su sonrisa te contagiaba de felicidad.
Cuando lo vi por primera sentí algo en mi estómago pensé que era amor o algo parecido, pero cuando veía a Edward con otra chica. ¡Dios!. Sentía que mi corazón estaba siendo estrangulado, todo lo contrario que con Jacob con el nunca sentía celos. Un día de la nada me preguntó "¿Estas enamorada de Cullen?". Yo no supe que contestar me sentía confundida, ya que de la nada mi novio me pregunto si estoy enamorada de otro chico y ese chico es mi mejor amigo. Era mucha presión para una chica de 16 años, cuya madre murió y su mejor amiga era la hermana de ese chico.
Pase una semana pensando y poniendo en orden mis sentimientos, hasta que me di cuenta que no podía negarlo más. Se lo dije a Jacob y me sentí como la mierda al ver su cara, el dolor que reflejaba me partía el culo en dos, pero lo peor fue cuando dijo "Espero que podamos ser amigos".
Después de eso fui tan estúpida de seguirlo lastimándolo ya que cada vez que veía a Edward con una chica corría como idiota hacia Jacob para que me consolara. Pasó el tiempo y Edward tuvo que ir a la universidad, así que tuve que esperar un año para volver a estar junto a él, por esa razón escogí la universidad de Chicago.
En ese año en que nos separamos conoció a Tanya, una chica muy guapa aunque nunca la conocí solo vi fotos de ella y sinceramente sentía celos de ella, Edward me contó que era muy popular, todos querían estar con ella. Pero cuando faltaba un mes para mudarme a Chicago me dijo que habían terminado y que ella se iría a Italia. Creo que después de terminar esa llamada me puse a bailar de alegría y al mismo me sentí mal pero no duro mucho, la felicidad gano.
.
.
.
Baje las escaleras detrás de las chicas que iban bajando como reinas y eran escoltadas por sus respectivos novios. Llegue hasta el último escalón y Edward me esperaba con una sonrisa que lo hacía ver más sexy, junto a su traje que le quedaba tallado a su bien formado cuerpo.
-Te ves hermosa -dijo mientras tomaba mi mano para llevarla a sus labios, me dio un dulce beso en el dorso de la mano.
- Tu no te quedas atrás- dije con una sonrisa tímida.
-Por supuestos, soy yo.- dijo el muy narcisista- Vamos el carruaje te espera.
Sonreí por sus palabras mientras mi cabeza se llenaba de fuegos artificiales y mi estomago de mariposas. Caminamos hasta el porche donde se encontraba todos esperándonos, me di cuenta de que había 3 autos que nunca en mi vida había visto.
-Nos vemos en la fiesta -dijo Emmett sonriendo- y recuerden, nada de detenerse a medio camino.
-Mejor sigue tu propio consejo- contesto Edward un poco irritado y empezó a caminar hacia uno de los autos, pero no sin antes agregar algo más a su comentario- y no te detengas a medio camino para follar a tu novia.
Me abrió la puerta del auto plateado e hizo una señal para que entrara, cuando entre él rodeo el auto, entro y en unos segundos nos encontrábamos a toda velocidad.
-¿En dónde consiguieron este auto? –pregunte mientras luchaba con mi vestido que no dejaba mucho a la imaginación.
-En Port Angeles –contesto como si fuera lo más obvio -¿Te gusta? Es una Mustang GT500 Cobra.
-¿Y que hacías en Port Angeles?
-Mis abuelos decidieron dejarnos la casa para nosotros he irse de novios por allí. –Dijo encogiéndose de hombros – Así que se me ocurrió aprovechar que ellos iban para allá y alquilar unos autos para hoy.
-¿Qué hay de malo con los autos de tus abuelos?
-Mejor dicho ¿Qué no hay de malo? –rodee los ojos y sonreí por sus palabras- ¿Has visto esos vejestorios? Aunque no me interesa lo que piensen ese puñado de idiotas, tampoco quiero arruinar mi imagen.
-No necesitas de un auto para arruinarla- bromee para después reírme de mis palabras.
Me lanzo una mirada irónica –Ja, ja, ja mira como me rio –dijo sin cambiar la expresión seria que tenia.
-Lo siento –Me disculpe ocupando el tono de niña inocente que se disculpa solo por quedar bien no porque lo siente.
La trayectoria no fue muy larga, llegamos en un abrir y cerrar de ojos al instituto. Cuando llegamos dejo el auto en el parqueo y me ayudo a salir. Deslizo su mano a mi cintura atrayéndome hacia él, mentalmente agradecí esa acción ya que con estos zapatos sentía que mis piernas se tambaleaban y no tardaría mucho en caer de rodillas. Caminamos siguiendo el sonido de la música mientras todas las chicas que pasaban junto a nosotros le lanzaban miradas lujuriosas y nada disimuladas a Edward, mientras que a mi me veían con odio y envidia.
El sonido de la música se volvía cada vez mas fuerte, se oía el sonido de las voces que reían, gritaban y otras solo hablaban con calma. Entramos al lugar en donde se haría acabo la reunión y muchas personas voltearon hacia nosotros. Recorrí con mi mirada todo el lugar en busca de los chicos.
-No veo a los chicos –dije mirando hacia arriba.
-Seguramente no han llegado- dijo mirándome a los ojos y sonriendo- ¿Quieres algo de tomar?
-Claro.
-Ok, no te muevas de aquí - me ordeno.
Lo vi desaparecer entre toda la gente, para no aburrirme mientras lo esperaba me empecé a mover lentamente con la canción “Titanium” de David Guetta al mismo tiempo que miraba a todos lados, pase así como por 10 minutos y no había rastro alguno de Edward. Comencé a caminar entre la gente en busca de Edward. Misión Imposible. La mayoría de los hombres eran más altos que yo y no me dejaban ver nada. Sin poner atención a los demás y concentrándome en mi búsqueda no me di cuenta que alguien me llamaba hasta que me agarro suavemente de la muñeca, volteándome hasta quedar frente a frente.
-¡Bella! –Me volvió a llamar con una sonrisa en su rostro y ajeno a mi antigua búsqueda.
-Jacob- dije todavía un poco distraída.
-¿Te sucede algo? Te llame muchas veces y no me oías- Dijo un poco preocupado.
-Lo siento, es que estoy buscando a alguien.
-¿A Cullen?
-Si… ¿Cómo lo sabes?
Se rio entre dientes como si lo que había preguntado fuera graciosos- Solo lo supuse.
-¿Tan obvia soy? –Pregunte tímidamente.
-Un poco- contesto- ¿Quieres que te ayude a buscarlo?
-No se, ¿No te importa?
-Claro que no, te ayudare a buscarlo mientras hablamos- Asentí y empezamos a caminar en busca de Edward.
-Cuéntame que ha sido de ti durante estos años.
-Bueno estas frente a un neurocirujano, graduado de la Universidad de California en San Francisco, casado desde hace dos años y esperando a su primer hijo- dijo orgulloso de si mismo.
-¡Felicidades! –Lo felicite mientas le di un abrazo- ¿Cuánto meses?
-Dos meses.
-Eso es genial.
-¿Y tu?
-Me gradué en Literatura en la Universidad de Chicago, soltera en busca de un gato, secretaria de Edward y viviendo en un apartamento en Chicago.
-¿Sigue siendo igual? –Asentí dudando un poco- la tienes difícil.
-Ni me lo digas- dije, recorrí por centésima vez el lugar en busca de Edward. De la nada Jacob me tomo de los hombros para voltearme a él casi dándome un paro cardiaco-¡¿Qué diablos te pasa?!
-Te tengo una notica buena y una mala- dijo con cara de preocupación- ¿Cual quieres escuchar primero?
-¿De que hablas?
-Contéstame, ¿La buena o la mala?
-La… la buena- respondí tartamudeando.
-La buena es que encontré a Cullen.
-¿Y la mala? –Pregunte con cautela.
-Que no esta solo –Miro atrás de mí, seguí su mirada y ahí estaba el hombre que buscaba tan atractivo como siempre pero algo, mejor dicho alguien arruinaba su belleza con su presencia. Lauren Mallory se encontraba a centímetros de él, casi colgada como un simio y con su sonrisa de puta campante. Al ver su sonrisa algo en mi empezó a crecer, era como fuego, sentía que me quemaba los órganos pero no eran celos (quizás un poco), mas bien lastima mesclada con ira. - ¿Qué piensas hacer?
-Seguir haciéndole propaganda al orgullo- Tome la mano de Jacob y a duras penas pude moverlo mientras caminaba hacia Edward. Me puse a la par de los dos (todavía agarrando la mano de Jacob), puse mi cara de “no me importa lo que hagas”. Mientras le lanzaba dagas con los ojos a la zorra que me veía con superioridad.
-B… Bella –Tartamudeo Edward al mismo tiempo que me veía asustado pero su mirada cambio cuando vio a Jacob y su mano pegada a la mía. -¿Qué hace…?
-Estoy aburrida- Lo interrumpí –Jacob se ofreció llevarme a la casa de tus abuelos.
-¿Qué? Pero tú vienes conmigo –dijo enojado.
- Si, pero al parecer estas ocupado- dije mirando rápidamente a Lauren- No quisiera interrumpir su encuentro.
-No, no…
-Adiós- dije dándome la vuelta llevándome a Jacob conmigo y dejando a Edward con las palabras en la boca.
-¿Estas bien? –Pregunto Jacob, llevo su mano a mi hombro como lo hacia en el pasado.
-Si… lo siento –me disculpe con una sonrisa que no llego muy arriba- siempre te pongo en situaciones complicadas.
-No te preocupes para eso están los amigos- sonrió como lo hacia cuando éramos adolecentes- Vamos te llevare a casa.
-Gracias, por… ¡Ahh! -Ahogue un grito en mi garganta cuando de la nada, quitaban la mano de Jacob de mi hombro, me daban la vuelta y me subían a un hombro como un costal de papas.
- ¡¿Qué mierdas haces Cullen?! –oí exclamar a Jacob.
Ignorando a Jacob empezó a caminar hacia algún lado conmigo en su hombro y mi trasero a la vista de todo el mundo.
¿Que les parecio? Diganme si les gusto o no.
Voten, comenten y gracias por leer mi historia.
|