Annabelle prov.

Llevaba todo un día caminando sin parar con Heidi y santi, pasábamos de tienda en tienda comprando ropa aunque la mayoría que elegia para ella, son de color negro,  mientras a mi me escogia de colores, me perdi en la prenda 20 con respecivos pares  de zapatos y accesorios que había comprado entre ambas, el caso es que fueron mas de 10 bolsas que cargaban entre ella, Santi y yo; por dios a pesar de estar “muertos” compran como nadie en el mundo, creo que comprarían todo el centro comercial, si pudieran… esperen si pueden.

Seguíamos andando en el centro comercial, pasando a cada departamento que había Heidi no se cansa de estar entrando y saliendo de esas tiendas.

-Anna dejemos a Hedi en esta tienda y acompáñame a comprar en otra- me susurro Santi al ver que me estaban mareando de ver tanta ropa de marca como zapatos y accesorio.

-esta bien, mientras no sea mas ropa-dije con una sonrisa que respondio santi, el es mi superhéroes como los de marvel pero no ficticio.

Me tomo de la mano como haría una papa… si un papa que quiere mucho a su hija, puede ser que nunca conoci al mio pero estoy segura que así seria con este vampiro que le tengo mucho aprecio, llegamos frente a una tienda de videojuegos a la que entramos, según porque iba a comprar un juego que ha estado esperando y un control nuevo ya que el otro con el mal humo de Demitri lo destruyo  , es un mal perdedor ¬¬ , es algo que no olvidare especialmente la cara de what??  Al ver que le gane en un juego creo que se llamaba Mad World.según Santi para mi, pero me siento culpable que su control lo haiga roto ya que fue sin su permiso que lo utilizamos.

-me puede dar estos – le mostro al joven unos 5 juegos: resident evil 4, house of the dead: OVERKILL,.no more héroes,manhunt 2,  Madworld- y 5 controles mas- dijo, el mozo se los entrego mientras santi le pagaba.

-con que aquí están-grito Heidi al vernos saliendo de la tienda de juegos- no saben cuando los he buscado-dijo acercándose a santi y a mi.

-oigan, les quiero decir que…-el gruñido de mi estomago interrumpio mi frase de decirles que tengo hambre.

-oh, pequeña tienes hambre-dijo Heidi cargándome, después de entregarle mas bolsas de ropa y accesorios, por no incluir maquillaje- vamos al restaurant  Piperno- sugirió Heidi, sola asentimos bueno solo yo ya que soy la única que come.

Llegamos en unos minutos, a ese restauran Heidi persuadio al recepcionista para que nos deje pasar ya que sin reservación no se puede entrar, quien sabe como lo hizo, aunque tengo una idea, no dejaron entrar a ese lugar.

-ya vieron a ese chico-susurraban algunas señoritas desde sus lugares.

-esa mujer esta que arde- decían murmurando algunos mozos.

-parecen modelos, serán que van a grabar algún comercial o una película cerca de aquí- era lo que decían otros de la plebe.

-buon pomeriggio, ciò che viene offerto da mangiare?[A1] ₁ – pregunto el camarero. 

 -tre teste, due succhi d'arancia [A2] e un mango₂ -respondio heidi  sonriendo.

Al parecer le gustaba que le digan que es hermosa, o que le pongan  mucha atención, o que la coman con los ojos eso mortales que algún día podría ser su cena.

Demore en comer, me pidieron un postre para ser precisa un pay de manzana que estaba delicioso; al finalizar salimos de ese lugar que me sentía incomoda con esas miradas que iban dirigidas a Heidi y a mi Santi,  son unos idiotas si creen que les van hacer caso, y si llegara a pasar es solo para su bocadillo, no puede evita sonreir al pensar esto.

-Annabelle ¿de que te ries?-pregunto santi extrañado a mi risa de oreja a oreja.

-nada, solo me acorde de algo- conteste, heidi me miraba de claro que no ya dinos, a lo cual solo ignore.

-¿ahora donde quieres ir?- pregunto heidi, dejando a una lado mi risa con tio Aro.

-mm no se…- en eso se me ocurrio  algo, tal vez poder ir a ese lugar solo hay un problema desdes que choque con ese señor no me sueltan la mano, si es que no me cargan- creo que mejor al castillo-dije al ver mis posibilidades nulas.

-esta bien, vamonos- me dijo santi llevándome en sus hombros, como si fuera su pequeña hija. Llegamos al castillo al anochecer

-Annabelle- dijo tio Aro como bienvenida al verme vagar por los pasillos, me parecio raro que el estuviera en esos lugares.

-buenas noches Aro- articule algo sentada, gracias a la caminata en los departamentos comerciales que heidi hizo que camine, inconsiente mente bostece.

-veo que estas cansada, ven te acompañamos a tu habitación- dijo aro ¿acompañamos?, mire detrás de mi y ahí estaba una esbelta figura de cabello negro y hermosa,  tia Sulpicia  que en poco tiempo me tomo cariño de vez en cuando iba a mi habitación o caminábamos en el jardín, bueno solo ha sido por un mes que he estado aquí, pero quien sabe tal vez sea así por siempre.

Me tomaron de la mano y me llevaron a mi habitación,  mi querida Sulpicia me arropo con un pijama de sed una tan cómoda para moverse sin problemas.

-ahora pequeña es mejor que te duermas- me dijo con dulce voz maternal que le salio de la nada- buenas noches Anna querida- susurro depositando un beso en mi frente.

-descansa pequeñas- dijo aro saliendo detrás de su amada esposa apagando la luz de la habitación;  la siguiente salida tengo que ir a ese lugar cueste lo que cueste, pero el único problema son mis acompañantes, cuando vuelva a salir le tengo que pedir a alguien que  no le importe lo que me pase y las únicas personas que califican son esos dos. ^_^