Destino

Autor: Ainely
Género: Romance
Fecha Creación: 29/01/2011
Fecha Actualización: 18/06/2011
Finalizado: SI
Votos: 6
Comentarios: 13
Visitas: 47172
Capítulos: 22

 

FINALIZADO!!

 

En el pasado se enamoraron, pero no declararon su amor. Ahora, cinco años más tarde el destino los vuelve a unir.

Pero cuando hay niños de por medio, las cosas no son tan faciles.

¿Serán capaces de aprovechar la nueva oportunidad que les ha dado el destino?

 

De este fic existe secuela y es : Lo que significas para mí.

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Capítulo 9: La sorpresa

9. La  sorpresa.

 

Bella POV

 

-Seth vístete ya, que dentro de poco llegarán Sophie y Edward – le dije a mi pequeño terremoto desde mi habitación mientras él seguía sumido en sus videojuegos. Como no me prestaba la menor atención opté por arreglarme primero y después ya lo arreglaría a él.

Hoy mi amor viene a pasar la tarde con nosotros y con él trae a la princesita. Ya hace tres meses que estamos juntos, y estos últimos meses han sido los más felices de mi vida. Mi sueño de adolescencia y con lo que había soñado durante toda mi vida, por fin se había hecho realidad. De esta relación lo que más temía era la reacción de los dos pequeños cuando se enterasen. Estábamos seguros que la reacción de Sophie sería buena, pero del que estábamos más inseguros era de Seth, ya que él no estaba acostumbrado a compartirme con nadie y no sabíamos cómo se tomaría la noticia. Pero cuando se lo explicamos todo sucedió mejor de lo que nos imaginábamos.

 

Flashback

Es lunes y hoy viene Edward con la pequeña para explicarle a Seth nuestra relación. En ese momento el timbre me comunicó la llegada de ellos dos y así también acercando el momento que más temía. Volvieron a picar de una manera muy insistente por lo que me imagine que sería Sophie.

-Ya voy – dije mientras me acababa de maquillar y me dirigía hacia la puerta para abrirles. Pero justo cuando estaba a punto de abrirla, una pequeña sombra se me adelantó abriendo la puerta. A partir de ese momento todo pasó muy rápido.

- Hermanito! – le dijo Sophie a Seth mientras le daba un efusivo abrazo. Seth tenía cara de no enterarse de lo que sucedía a su alrededor pero igualmente le devolvió el abrazo a la pequeña.

- Yo no soy tu hermanito, yo soy tu amiguito – le dijo Seth intentando convencerla.

- No, ya somos hermanitos, porque tu mami y mi papi están juntos – le dijo una muy efusiva y sonriente Sophie. A Edward y a mí se nos desencajo la mandíbula, ya que no teníamos pensado comunicárselo a Seth de una manera tan brusca. En ese momento mi pequeño me miró con lágrimas en sus ojitos y se fue corriendo a su habitación.

Sophie nos miró con una carita que nos avisó que dentro de poco se uniría al llanto de Seth.

-Cariño, porque lloras? – le preguntó Edward

- Seth no quiere ser mi hermanito, no me quiere y lo he hecho llorar – nos explicaba mientras se aferraba con todas sus fuerzas al cuello de su padre y enterraba su carita en su cuello.

- Princesa, él seguro que quiere ser tu hermanito, pero tienes que entender que él está acostumbrado a que yo esté siempre a su disposición y seguramente lo único que le pasa es que tiene miedo a compartirme, pero ya verás que cuando hable yo con él se le pasara el enfado – le dije, mientras en su carita aparecía una pequeña sonrisa.

- Voy a intentar hablar con él – le dije a Edward mientras le daba un dulce beso en los labios. Él me miró con su típica sonrisa torcida, pero esa sonrisa quedó en una mueca por el momento que estábamos viviendo en casa.

La verdad es que me sentía muy mal, de todos los males del mundo el que más me afectaba y me dolía era ver a mi pequeño travieso llorar. Por eso me dirigí con paso rápido a su habitación para que esta pesadilla acabase de una vez. En ese momento ya estaba delante de la puerta de mi hombrecito.

Toc, toc. Piqué a la puerta esperando que él me dejase entrar. En ese instante la puerta se abrió mostrándome a un desolado Seth que lloraba en una esquina de la habitación. En cuanto lo vi en ese estado el corazón se me partió en trocitos y sin pensármelo dos veces corrí hasta donde él se encontraba y lo abracé con todas mis fuerzas sin llegar a lastimarle.

-No llores mi amor, que me rompes el corazón – le dije mientras me unía a su llanto.

- Es que no quiero que tu también me abandones mami – me dijo mirándome a los ojos.

- Yo nunca te abandonaré mi amor, porque para mí eres lo más importante que hay en el mundo entero – le confesé

- Pero ahora eres la novia de Edward – me dijo haciendo un adorable puchero.

- Pero aunque sea su novia tú sigues siendo mi hijo –

- Entonces aunque te cases con Edward y Sophie sea mi hermanita y tu hija me seguirás queriendo igual? – me preguntó cauteloso

- Te querré aún más – le dije mientras le hacía cosquillas haciendo que el riese de una forma muy ruidosa. Tan fuerte que Edward y Sophie entraron en la habitación para ver qué pasaba.

- Sophie, seremos los mejores hermanos del mundo – le dijo mi príncipe a Sophie mientras la abrazaba y los dos daban pequeños saltitos de emoción – Como ahora eres mi hermana te voy a enseñar mis objetos secretos – en ese momento travieso de mi hijo se nos quedó mirando fijamente, dándonos a entender que no quería que viésemos sus objetos secretos aunque a mí ya me los había enseñado muchas veces. Pero cuando nos íbamos a ir, Seth nos hizo quedarnos un momento porque según él le iba a decir una cosa muy importante a Sophie y teníamos que estar nosotros dos delante – Sophie, como eres mi hermanita y te quiero mucho te dejo que si quieres puedes llamar a Bella mami – eso hizo que una sonrisa apareciera en mi cara y que Sophie me mirase miy contenta y emocionada.

- De verdad puedo llamarte mami? –

- Claro que sí pequeña, puedes llamarme como tú quieras –

Cuando salimos de la habitación dejándolos jugar solos Edward me abrazó y me besó de una manera que debería estar prohibida. Pero en ese momento yo tenía mucha hambre de él y sin pensármelo dos veces lo arrastré hasta mi cuarto y una vez que estuvimos dentro cerré con pestillo, para que los dos pequeñajos no nos molestasen.

Fin Flashback   

 

Ahora todo marcha de maravilla y esto me lleva a estar delante del espejo arreglándome para pasar una perfecta tarde los cuatro juntos. Cuando acabé conmigo empecé con Seth quien no paraba de quejarse porque quería seguir jugando.

-Pero mira qué guapo esta mi morenazo! – le dije mientras le daba un sonoro beso en la mejilla. Cuando estábamos en nuestra sesión de abrazos y besos picaron a la puerta y Seth corrió para darles la bienvenida a los invitados.

Cuando salí al recibidor donde ellos se encontraban me encontré a Edward que tenía abrazados a los dos enanos. Pero en cuanto Sophie me vio se soltó del abrazo de su padre y corrió a mis brazos.

-Bella – chillaba mi pequeña mientras me abrazaba muy efusivamente. A pesar de que aquel día que empezó tan mal pero que acabó siendo el mejor de todos, a pesar que Seth le dijera que me podía llamar mama, ella no lo hacía aunque en su mirada podía ver que se morí de ganas de hacerlo.

- Como esta mí niña hermosa?- le pregunté provocando que Edward y Seth se rieran y dijeran a la vez.

- Mujeres… - eso provocó que todos acabásemos riéndonos a carcajadas.

- Sophie tengo que enseñarte una cosa, ven a mi cuarto corre! – le dijo Seth a la pequeña.

Cuando ellos desaparecieron por el pasillo, Edward se acercó a mí.

-Hola preciosa – me dijo a mientras me abrazaba por la cintura.

- Hola mi amor – le dije a milímetros de sus labios. Es ese instante nos fundimos en un demandante y un beso necesitado, en el cual demostrábamos lo mucho que nos amábamos y nos necesitábamos el uno al otro.

- Y ahora me vas a explicar cuál es esa sorpresa que me tienes preparada?- le dije mientras jugaba con los botones de su camisa.

- No, cariño me temo que tendrás que esperar un poco más para saber tú sorpresa – me dijo mientras me daba un pequeño beso en la frente y llamaba a los niños para poder irnos.

Una vez en el coche pusimos nuestra canción favorita y los cuatros empezamos a cantarla mientras Edward conducía a toda velocidad hasta mi sorpresa. Pero mientras íbamos de camino Edward freno al lado de la carretera.

-Que ya hemos llegado?-

- No Bella, ahora tienes que taparte los ojos con este pañuelito – me explicó Sophie mientras me entregaba un lindo pañuelo color rosa.

Cuando me tapé los ojos Edward continuó con el trayecto y de vez en cuando me acariciaba la zona del muslo que tenía expuesta ya que para llevaba puesto un vestido que me llegaba a mitad del muslo.

Después de lo que supuse que fueron unos diez minutos el coche se paró y escuche como Edward sacaba a los pequeños del auto y por último me ayudaba a bajar.

Lo único de lo que estaba segura es que nos encontrábamos en algún lugar cerca del mar, ya que podía escuchar el sonido de las olas al chocar contra la arena de la orilla. En ese momento Edward me beso con gran dulzura, provocando que me estremeciera, pero justo en el momento en el que iba a abrazarlo, sus labios desaparecieron y se puso detrás de mí y mientras me quitaba la venda me susurro al oído.

-Espero que te guste la sorpresa amor – en ese momento me quito el pañuelo y pude observar que nos encontrábamos en una playa solitaria, iluminada con muchas velas y postes para que pudiésemos ver. Hoy era una noche de luna llena que se reflejaba en la cristalina agua del mar. Pero en ese instante me di cuenta que en medio de la arena había una hermosa mesa para cuatro. En eso justo momento me gire y le dije gracias a Edward mientras le daba un beso con el que le  demostraba lo mucho que lo amaba.

La cena pasó entre risas y bromas, pero lo que más me sorprendió fue cuando por fin después de tanto tiempo Sophie me llamó mama. En ese momento se me saltaron las lágrimas y la abracé. Un abrazo al que se unieron Seth y Edward.

Después de la cena, fuimos a dar un paseo por la orilla de la playa mientras nos mojábamos los pies. Los niños corrían a nuestro alrededor mientras nosotros dos estábamos abrazados y susurrándonos lo mucho que nos amábamos y lo felices que éramos. Después de dos horas corriendo por la arena los niños estaban agotados y decidimos ir a mi casa para pasar la noche. Pero en cuanto llegamos a casa y acostamos a los niños me acordé de algo.

-Edward, Tanya no se dará cuenta que vais a pasar la noche fuera de casa? – le pregunté asustada.

- No te preocupes amor, seguro que ni se dará cuenta, total entre nosotros nos ignoramos totalmente – me dijo muy tranquilo, mientras nos dirigíamos hacia mi habitación donde nos demostramos físicamente lo que sentíamos y nos entregamos el uno al otro.

 

 

 

Hola chicas espero que les haya gustado el capítulo. Hoy la historia destilaba amor, pero es que hoy me he levantado con mi lado romántico. Por si lo quieren saber la canción de Bella, Edward , Sophie y Seth es de Maldita Nerea – Tu mirada me hace grande. Un beso a todas y espero que sigan dejando sus reviewa

 

 

 

Capítulo 8: Amenaza Capítulo 10: Decisiones y advertencias.

 
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