-¿Tenemos que ir en carro?- pregunté al ver que Emmett sacaba las llaves de un carro del bolsillo de sus pantalones.

-A menos que quieras caminar como 2 km hasta la facultad, si- dijo riendo mientras abría la puerta del copiloto de un enorme Jeep.

-Wow- dije al ver el Jeep.

-Este es mi bebé- dijo sonriéndole al carro.

-Ya veo- dije montándome y el cerró la puerta después de mi.

Emmett se sentó en el asiento del piloto y arrancó el Jeep.

-Pequeña- me llamó- hoy Jasper, Edward y yo tenemos práctica de football- dijo mirándome- ¿quieres ir a ver un rato?- preguntó.

-¿Juegan football americano?- pregunté extrañada.

-Si, Jasper y yo desde el semestre pasado, pero este es el primer entrenamiento con “los Lobos” de Edward, y creo que sería bueno que tu estuvieras ahí- dijo sonriendo ahora.         

-Está bien- dije en automático, ya que todavía estaba procesando la información. ¡Eso explicaba el asombroso cuerpo de Edward!, era jugador de football americano.                    

-Llegamos- dijo Emmett estacionando el Jeep cerca de una enorme puerta, que supuse sería la principal para la facultad de odontología.   

-Esto es enorme- dije una vez que me bajé del Jeep y caminé con Emmett hacia aquella puerta.         

-Es genial- dijo caminando conmigo- te va a encantar estar aquí- dijo sonriendo.

-Ya me encanta- dije riendo mientras el pasaba una de sus enormes manos por mi cabello, despeinándome más de la cuenta.- ¡Hey!- grité y él se rió.

-Esta es tu primera clase, pero deberás encontrar ayuda para las siguientes tres de hoy, porque a mí me toca ser preparador el resto del día- dijo encogiéndose de hombros.

-Ok, tranquilo- dije- ¿A qué hora nos vemos en la tarde?- pregunté al acordarme de la práctica.

-¿De verdad quieres ir a ver la práctica?- dijo emocionado.

-Claro- dije sonriendo.

-A las 4, ¿te parece si nos vemos en la cancha?  - dijo

-Está bien, le preguntaré a alguien como llegar- dije riendo mientras entraba al salón.

Era enorme. Simplemente enorme. Tenía una pared completa de ventanales y los asientos estaban distribuidos en mesones por parejas. Muchos chicos ya estaban sentados con sus parejas o estaban solos. Decidí ver un poco más atrás y había un chico muy grande, moreno, de cabello muy negro que parecía estar teniendo problemas con algo de lo que decía el libro que estaba leyendo. Caminé hacia él sintiendo todas las miradas sobre mí, no sabía si ya estas personas sabían quién era yo, pero cuando llegara el profesor seguramente   mi pregunta se respondería.

Me paré junto a la mesa del chico y éste levantó su rostro y cuando me vio su boca se abrió de par en par.

-¿Está ocupado?- pregunté con una sonrisa y sonando lo más amable que podía.

-Ehhh… no, adelante- dijo sonriéndome de vuelta. El chico tenía una gran sonrisa que me recordaba mucho a la de Emmett, pero no se veía mucho mayor que yo.

Me senté y vi que el chico estaba tratando de resolver algunos problemas de química del libro que tenía entre sus manos. Éste se dio cuenta que me quedé viendo el problema y me sonrió mucho.

-Son complicados- dijo- por cierto, mi nombre es Jacob, pero puedes decirme Jake- dijo mientras extendía una de sus manos en mi dirección.

-Bella- dije mientras sacudía su mano.

-Bonito nombre- dijo sonriéndome.

-¿Necesitas ayuda con ese problema?-le pregunté al ver que todavía estaba por el primer problema del libro.

-¿Entiendes algo de esto?- preguntó extrañado.

-Sí, un poco- dije restándole importancia a mi conocimiento.

-Todo tuyo- dijo riendo mientras me pasaba el cuaderno en el que estaba escribiendo y ponía frente a mí el libro con el problema.

El problema me pareció estúpido, simplemente era aplicar alguna de las leyes de termoquímica básica para lograr obtener el resultado. “Muy fácil” pensé para mí.

-Listo- dije después de algunos segundos.

-¿En serio?- dijo viéndome a los ojos- ¿Cómo lo hiciste?- dijo viendo ahora el cuaderno.

-Es termoquímica básica- dije en tono monocorde mientras intentaba sofocar algunas risas que estaban amenazando en salir por su reacción a la palabra “Termoquímica”.

-Tienes que enseñarme a hacer esto- dijo mientras veía el cuaderno.

En eso el profesor entró al salón…

-Buenos días chicos- dijo.- Disculpen la tardanza, pero me enteré que alguien importante va a estar con nosotros de ahora en adelante- dijo y su mirada se posó en mi rostro. “No, por favor no otra vez” pensaba en mi fuero interno- Este semestre tenemos el gusto de contar con la señorita Isabella Swan- dijo mientras me señalaba y todo el salón se giró a verme- Ella es una de los jóvenes científicos que demostraron los efectos de la resonancia en el cuerpo humano a través de una serie de experimentos- dijo como si fuera un padre orgulloso, yo solo me hundía más en mis pensamientos… -¿Porqué mejor no vienes adelante y te presentas tu misma Isabella?- dijo el profesor sonriéndome.

Me paré de mi asiento y caminé hacia el frente del salón. Todos me estaban viendo y yo no tenía ganas de hablar, así que solo dije lo básico.

-Hola, mi nombre es Isabella Swan, tengo 16 años, mañana cumplo 17 y soy de Venezuela- dije intentando sonreír mientras veía fijamente la pared del fondo del salón.

-Está bien, puedes sentarte- dijo el profesor, creo que había entendido que no iba a decir nada sobre los miles de experimentos que tuvimos que realizar para poder demostrar nuestro punto.

“Gracias” pensé y suspiré mientras caminaba de vuelta a mi asiento al lado de Jacob.

-Con razón entendiste el problema- dijo sonriéndome mientras me sentaba a su lado- ¿Porqué no me dijiste que eras Isabella Swan?- preguntó

-No me gusta que me digan Isabella, me parece muy formal- dije seria mirando al frente- Además, no me gusta presentarme a mi misma diciendo “Hola, soy Isabella Swan, la chica nerda de Venezuela”- dije molesta, pero en voz baja.

-Lo siento, no quería molestarte- dijo Jacob mientras la sonrisa de su cara desaparecía y parecía realmente apenado.

-No, discúlpame a mí- dije sonriéndole- es que no me gusta que esto pase, simplemente me parece de los más inútil todo ese protocolo que se montan los profesores… ¿No es más fácil poner mi nombre en Google y ya?- dije un poco atropellado.

-¿Sales en Google?- preguntó Jacob de nuevo con una sonrisa en su rostro.

-Si- dije finalmente.

La clase comenzó y todo el mundo parecía más pendiente de mí que de la explicación del profesor. El tiempo me pasó lentamente, pero me alegré mucho cuando se hizo la hora de cambiar de clase.

-Al fin- dije mientras me levantaba de mi asiento, pero una enorme mano me agarró suavemente por el brazo, impidiendo que siguiera mi camino.

-Espérame por favor- dijo Jacob mirándome a los ojos  y sonriéndome

-Ehhh… ok- dije sin evitar sonreírle de vuelta, este chico tenía una sonrisa contagiosa.

-Listo- dijo después de que recogió sus cosas y salimos del salón.- Bella, necesito pedirte ayuda con algo- dijo cuando estuvimos fuera del salón.

-Claro, dime- dije relajada.

-Necesito que me enseñes química- dijo rogándome con los ojos- te pagaré si me enseñas- dijo. Me estaba rogando, de eso no había duda.

-De acuerdo- dije acordándome que necesitaba ganar dinero de alguna manera. Ya tenía dos alumnos, Alice en Español y a Jacob en química.- Pero te advierto que no será fácil- dije sonriéndole.

-Me gusta arriésgame- dijo alegremente y me quedé paralizada. Arriesgarme era lo que necesitaba hacer yo con mi vida, arriesgarme a ser feliz, arriesgarme a enamorarme y sobre todo arriesgarme a vivir. Ya tenía cubierta una cantidad importante de terreno pues ya me había independizado de mis padres y ganaba mi propio dinero, pero debía comenzar a trabajar sobre lo demás.