Let me be with you (+18)

Autor: MariaCullen14
Género: Romance
Fecha Creación: 08/09/2013
Fecha Actualización: 27/12/2013
Finalizado: NO
Votos: 7
Comentarios: 15
Visitas: 12784
Capítulos: 10

Bella y Edward han sido amigos desde los 12 años, ahora han pasado 12 años y su amistad es irrompible. Desde que lo conoció a estado enamorada, pero no tiene el valor para confesarlo y para ella esta bien con solo verlo feliz. ¿Pero que puede hacer cuando el empieza a celarla mas de la cuenta?  El destino de su felicidad cambiara.

Los personajes de esta historia no son mios sino de la escritora "Stephenie Meyer". Pero la historia si me pertenece.

Esta es mi 2º historia , aquí les dejo el Link de la otra:
 "Mi vida es mejor cuando estás en ella"

Mi perfil en Fanficcion: MariaCullen14

Espero que les guste

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Capítulo 8: Mis Kisses

Hola a todos, lamento el retraso pero aquí les traigo el capitulo 8.

Espero que les guste.


 

BPOV

 

Nunca he sido muy buena con las personas, se podría decir que soy un poco antisocial; tampoco soy buena demostrando mis sentimientos justo como Charlie. Cree una barrera para guardar mis sentimientos pero cuando estoy con Edward, la barrera se rompe en pedazos, lo que provoca que me comporte así, como una persona fría y siempre trato de esconder todo lo que me hace vulnerable a cualquier dolor.

 

La razón del porque soy así se debe sin duda a la muerte de mi madre. Ese día perdí más que a mi madre, perdí los cálidos abrazos, las comidas hechas con amor, los sábados  de juegos o películas, la sonrisa de felicidad de mi padre y la dicha de ver a mi familia unida.

 

Recuerdo ese día como si hubiera sido ayer; Renée me levanto como todas las mañanas para ir a la escuela, me sirvió el desayuno. Antes de que mi padre me fuera a dejar a la escuela me dio un abrazo que me dejo sin aire y me dijo “Recuerda que te quiero más que nada así que no te preocupes, volveré por ti”. Yo no entendí el significado de sus palabras pero como hacía mucho frio y parecía que iba a llover solo le sonreí y le di un beso en la mejilla como todos los días.

 

Fue la última vez que la vi.

 

Cuando llegue a casa después de haber ido a casa de una compañera para hacer la tarea, la casa estaba a oscuras era como si toda la vida en casa había muerto, entre con miedo llamando a mis padres pero nadie me contestaba. Encendí las luces de la sala pero no había nada, entonces subí hacia el cuarto de mis padres y ahí estaba mi padre… sentado en el suelo recostado en la pared. Corrí hacia él y me di cuenta de que estaba llorando, me puse de rodillas frente a él haciendo a un lado el teléfono y unas páginas que se encontraban en el suelo junto a él.

 

Estaba tan sorprendía al ver a mi padre llorar que las palabras no salían de mi boca pero de alguna manera le pregunte que le pasaba, el no contesto así que tome el teléfono y llame a mi abuela. Después de unos minutos de solo escuchar los sollozos de mi padre mi abuela llego y le pregunto qué le pasaba, este sin parar de llorar dijo  “Esta muerta, está muerta”. Y entendí porque ella no estaba.

 

En el funeral no me acerque al ataúd, aunque estaba cerrado no quise acercarme y que la gente empezara a decirme que lo sentían o que ella era una gran persona, cuando nunca le hablaron, me senté en una esquina lo más alejada que pude, pensando en todos los momentos felices, tristes que pase con ella y en las últimas palabras que oí de ella, también preguntándome porque estaría en un avión.

 

-Llegamos – dijo Edward sacándome de  mis pensamientos, lo mire sorprendida ya que sentí que apenas hace un minuto salimos de la casa de sus abuelos.

 

-¿Qué? –Mire por la ventana y ahí estaba la casa de mi padre- pero si acabamos de salir de la casa de tus abuelos.

 

-Si por acabamos te refieres hace 15 minutos, entonces si- dijo con una sonrisa en el rostros que desapareció al verme a los ojos- ¿Estas bien?

 

-…solo manejas demasiado rápido- desvié la mirada hacia el volante que misteriosamente se veía más interesante de lo normal.  

 

-Bella- su tono demandante me hizo estremecer, empecé a mordisquearme el labio inferior con nerviosismo, llevo su mano a mi barbilla, la levanto apretando un poco lo que provoco que dejara de morderme el labio. Lo vi a los ojos  y me di cuenta que por unos segundos estaba viendo mis labios para después verme a los ojos- Mírame a los ojos cuando hablo, ¿Estas bien?

 

-Estoy bien- conteste embozando una sonrisa que no llego muy arriba- solo que el pueblo me recuerda muchas cosas.

 

Llevo su otra mano a mi hombro, me acerco a él y me dio un abrazo, un abrazo tan cálido como los de Renée.

 

-Sabes que siempre estaré aquí para ti –dijo en mi oído, se separó lentamente, llevo una mano a mi mejilla y la otra a mi cuello. Me miro a los ojos y vi algo en ellos que no pude reconocer, estaba a unos centímetros de mi rostro y seguía acercándose, por un segundo pensé que me iba a besar pero llevo sus labios a mi frente- vamos.

 

Salió del auto, lo rodeo y abrió mi puerta, me ofreció su mano la cual acepte sin pensarlo dos veces y caminamos hasta la puerta. Mi padre abrió la puerta y me recibió con un abrazo.

 

-Te extrañe papá- dije mientras lo abrazaba.

 

-Yo también- dijo mientras se separaba y miro a Edward que se había quedado enfrente de la puerta – Vas a entrar o prefieres entrar por la ventana.

 

Me reí al ver el miedo que Edward le tiene a mi padre y no lo culpo yo también le tendría miedo a la persona que me apunto con una pistola. Cuando cumplí 14 a Edward se le ocurrió por las noches entrar por mi ventana, estuvo así como por  seis meses hasta que un día se quedo dormido y mi padre lo encontró dormido en la cama junto a mí. Charlie no reacciono muy bien que digamos y desde entonces Edward hace todo lo posible para que mi padre no se enoje.

 

-¿Y Sue? –Pregunte mirando en todas direcciones en busca de la novia de Charlie.

 

-Seth regreso unos días- Seth, el hijo menor de Sue y esta en la universidad de Alabama- así que ella y Leah pasan todo el día con el.

 

Me alegra que Charlie encontrara a alguien, Sue es una gran persona desde que la conocí hace 3 años, me pareció una mujer extraordinaria que daría todo por sus seres queridos y sus hijos son igual que ella, además sé que quiere mucho a mi padre y aunque no estén casados lo más importante es que lo hace feliz.

 

Después de haber almorzado, recogí los platos para lavarlo dejando a Edward solo con Charlie y cada vez que volteaba a verlos parecían muy metidos en la conversación, me alegra que mi padre ya no quiera volarle el cerebro o al menos que trate de contenerse. Hablamos de muchas cosas como por ejemplo el paradero de mi aventurera abuela.

 

-La última vez que llamo dijo que estaba en Las Vegas- dijo Charlie. Cuando cumplí 14 mi abuela decidió recorrer el país dejándome sola con la excusa de que ya tenia quien me cuidara, caí en depresión cuando se fue y fue la razón por la que Edward se escabullía por mi ventana con la intensión de animarme.

 

-Mmmm… ¿no te dijo cuando volvía? –Pregunte.

 

-No, al parecer esta muy feliz con su nuevo novio –contesto.

 

-¡¿Novio?! –Pregunte alzando la voz.

 

-¿Cómo dijo que se llamaba? ¿Román? ¿Ronaldo? –empezó a murmura tratando de recordar el nombre de su futuro padre- ¡Robert! ese es su nombre.

 

Las 6 de la tarde llegaron así que tuve que despedirme, le di un abrazo a mi padre y le asegure que volvería a visitarlo pronto, el me pidió que me cuidara y le dijo a Edward “Cuídala” mientras le daba unas palmada en el hombro.

 

-Creo que me sigue odiando –dijo Edward mientras manejaba.

 

- No te odia… solo no le caes bien.

 

-¿Se supone que eso me tiene que hacer sentir mejor? –Pregunto quitando por unos segundos la mirada de la calle- Por que si es así, no esta funcionado.

 

-¿Adonde vamos? –Pregunte cambiando de tema- La casa de tus abuelos no esta en esta  dirección.

 

-Iremos a comprar algo- Frunció el ceño como que si lo que diría le molestaba- Puede que ese idiota este allí…

 

Por idiota se a de referir a Mike Newton quien fue nuestro compañero en el instituto y por alguna razón siempre lo a odiado. Como el pueblo es demasiado pequeño solo hay una tienda que tiene casi de todo y esa es la de los Newton. Parqueo el auto en el parqueo de la tienda.

 

-¿Si te pido algo lo harías? –Pregunto sin verme.

 

-¿El que?

 

-Te quedarías en el...- antes de que terminara de hablar abrí la puerta y Salí de auto- ¿No te dijeron en el kínder que es de mala educación dejar a una persona hablando sola?

 

Lo ignore y empecé a caminar hacia la puerta, lo oí maldecir provocando que en mi cara se formara una sonrisa.

 

-Te gusta hacerme enojar- Dijo junto a mi que me encontraba frente a la puerta automática de la tienda. Me sorprendió cuando llevo su mano derecha a mi cintura y me acerco a el- No te alejes de mi.

 

Solo pude asentir porque en verdad sentía que mi corazón iba a salirse de mi cuerpo y después mi cuerpo ardería en llamas, ya que cada parte que tocaba se encendía y sin hablar de mi cara, que debía estar como tomate. Además olía tan bien para ser un hombre, una combinación entre el jabón de baño y el 212 de CH.

 

Recorrimos los pasillos sin complicaciones, a pesar de que la faceta posesiva de Edward abrumaba mi mente, estoy segura que si me preguntaba algo en este momento diría cualquier incoherencia. Para variar el idiota calienta bragas Cullen se divertía con mi reacción y cada vez que veía la oportunidad se acercaba más a mi, a lo cual yo reaccionaba dramáticamente y lo hacia reír.

 

-Quiero Kisses –dije cuando vi los chocolates que se encontraba en un mostrador junto a la caja. Edward me miro y me enseño su sonrisa torcida.

 

-Por mi no hay problemas- dijo acercando su rostro al mio.

 

-C…Chocolates –Murmure tartamudeando, no me hizo caso y siguió acercándose, pero un idiota nos interrumpió.

 

-¡Bella! –Exclamo el muy idiota de Mike que apareció como por arte de magia. Magia Negra. Me miraba y parecía muy feliz pero cuando vio a Edward su expresión cambio radicalmente – y Cullen

 

-Hijo de puta –musito Edward para si mismo y me reí entre dientes.

 

-Mike –dije mostrándole una sonrisa falsa- ¿Cómo has estado?

 

-Muy bien –contesto sonriente- ¿Y tu?

 

-Fantástica.

 

- ¿Regresaste para la reunión de mañana?

 

-Si regresamos por eso –dije haciendo énfasis en “Regresamos”.

 

-¿Dónde esta el cajero? –Pregunto Edward que se encontraba irritado- Llevamos horas esperando.

 

-¿Qué? ¿Adonde fue Embry? – Se pregunto Mike a si mismo – Yo los atenderé.

 

Paso todos los productos por el lector de códigos de barras, Edward le dio la tarjeta de crédito, agarro todo las bolsas, me tomo de la mano y casi le doy un beso al suelo cuando empezó a jalar de mi hacia la puerta. Dejo las bolsas en el baúl y empezó otra vez a manejar como loco.

 

-Edward- lo llame con tono inocente pero me ignoro-  Edward… Edward –algo que no tengo es paciencia, así que lo golpee en el brazo mientras gritaba su nombre- ¡Edward!

 

-¡¿Qué?! –Grito mientras me volteaba a ver con el ceño fruncido y llevaba su mano para sobarse en donde lo golpee- ¿Quieres amputarme el brazo?

 

-No seas exagerado apenas te toque- dije haciendo un movimiento con la mano para quitarle importancia.

 

-ja casi salgo volando fuera del auto- Se burlo- Ya sabia yo, detrás de tu figura delicada se esconde una troglodita.

 

-¿Troglodita? –Pregunte fingiendo estar ofendida- si soy troglodita, tu eres algo mucho peor.

 

-Yo la persona más educada, atractiva y genial del mundo- Edward ego titán salió a flote, solté un bufido tras su descripción de si mismo- ¿Qué? ¿Acaso querías seguir hablando con ese idiota?

 

-No…pero tampoco tenías que casi arrancarme el brazo.

 

-Lo siento- se disculpo- por el brazo, no por lo de Newton.

 

-No me compraste mis Kisses- dije con un puchero mientras cambiaba de tema, ya que no quería hablar de Mike.

 

-No te preocupes -dijo con su sonrisa torcida- Mañana tendrás todos los que quieras.


¿Qué les pareció?  

Gracias a todos los que leen, comentan y votan por mi historia, se los agradezco.

Dejen sus comentarios y díganme si les gusto.

Capítulo 7: Recuerdos Capítulo 9: ¿La buena o la mala?

 
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