No actulizare pronto estoy en examenes, mm espero que sigan leyendo esto realmente me encantan los vulturis siento que son misteriosos y casi no se sabe en exactitud lo que piensan ademas que tienen una vestimenta algo descolorida ¬¬ no vemos
Annabelle prov.
Ya ha pasado un tiempo desde mi primer día en este castillo, a pesar que ya va por un mes todavía no se adaptan a mi presencia lo humanos como vampiros; nadie me dice que paso después que vi a Jane causando dolor a Santi y Demitri, me pongo a darle vueltas a ese recuerdo que es un poco borroso al final, en fin tal vez no recordarlo no me hará daño, será mejor que termine de bañarme si quiero ir con Heidi y Santi, me prometieron que me llevarían al cine aprovechando que hoy sería un día nublado, algo que agradezco al todo poderoso.
-Annabelle ¿ya estas listas? Llevas horas en el baño- exclamo Heidi al otro lado de la puerta, tal vez bañarme con agua calientita no fue buena idea tiene razón llevo más de una hora a dentro de la tina, lo puedo sentir porque mis dedos quedaron como pasas- tienes 10 min para terminar- me dijo en tono amenazador como una madre le dice a una hija.
Me puse la ropa que Heidi me había dado hace una horas una falda rosa que me queda arriba de mis rodillas, una blusa blanca, un suéter color beige y una mascada morada, ah se me olvidaban los zapatos una botas del mismo color que el abrigo.
-Heidi me peinas- pregunte saliendo del baño ya vestida solo que no me se peinar es un problema para mí.
-claro Anna- respondió ella con una sonrisa maternal, en el poco tiempo que llevo conviviendo, mejor dicho sobreviviendo a ellos mas con los gemelos demoniacos- ya esta pequeña- dijo asentando el peine en el tocador de madera color rosa que no tiene mucho que me compro Marcus.
-Gracias Hedí- exclame con mi sonrisa ancha me gusta mucho que me hicieran una media cola y lo demás de mi cabello callera sobre mi espalda.
-toc, toc- se escuchó tras la puerta de mi recamara, en la sala de juegos como lo llamo, más que tengo la colección completa de Barbie, muñecas menudo (algo que no me agrada mucho tenerlas), entre otras cosas como un nuevo juego de te de porcelana fina como es de esperar de los Volturis.
-¿ya están listas?- pregunto Santi atravesando el umbral de la puerta, Heidi y yo solo asentimos con la cabeza, la única diferencia fue que corri a los brazos de el, es con el único que me lanzo de esa forma- veo que si- dijo entre risitas.
-entonce ya vámonos- exclamo Heidi agarrando un bolso con algunas cosa que llevan por mi, de hecho como una pañalera o algo parecido, en verdad piensan que sigo siendo un bebe y no una niña de 7 años que le gana a Demitri en el Xbox o wii, y Felix igual; sin mas demora salimos del castillo rumbo al centro de la ciudad, realmente no se exactamente donde vamos a ir pero lo que sea será bueno viniendo de ellos dos.
Ellos caminaba tomados de la mano fingiendo ser una pareja, mientras yo iba enfrente de ellos caminando felizmente con repirar un aire diferente al del castillo, hasta que choque con algo o alguien.
-lo siento- dije con la voz mas dulce que puede ser de una niña de 7 años.
-no hay problema…-expreso la persona con la que choque, de hecho un señor que se me hizo familiar, hasta creo haberlo visto en alguna parte, incluso el se me quedo viendo como si me conociera o que ha visto a algún fantasma.
En alguna parte de nuestro globo terráqueo…
Anonimo Prov.
Me encontraba dentro del instituto tras haber regresado de un encargo que me había dejado a mi compañero y a mí nuestro jefe; una simple tarea eliminar a una escoria, sin embargo había algo que no esperábamos encontrar al ir a cumplir esta “misión”, ese pequeño detalle era lo complicado.
-buena tardes señor- dije entrando a su oficina, es demasiado amplia se podría decir que es acogedor sin embargo tiene algo que hace que la sangre de uno se ponga fría.
-Me traes buenas noticias, ¿no es así?-pregunto con tono satisfactoria al vernos entrar por esa enorme puerta de ébano.
-...- abrí la boca sin que la palabras salieran de ella, no puedo decir que no cumplimos al pie de la letra sus órdenes.
-ese silencio dice que esa mujer ya no existe- dijo nuestro jefe con ese tono de gozo- espero que no que no hubiera algún problema para exterminar a esa basura-exclamo, con una sonrisa amplia que se podía distinguir entre el oscuro cuarto que solo se encontraba alumbrada por la luz de la luna.
No dije nada como mi compañero, preferimos quedar callados por el momento, no podemos estar seguros que esa niña que escapo de nuestras manos haiga sobrevivido a las llamas de aquel bosque o ¿¿si?? ¿Cómo íbamos a saber que tenia una hija esa dama?
-retírense, es más si desean salir a descansar háganlo- dijo nuestro jefe como recompensa por nuestro trabajo.
-si señor- murmuramos unísonamente ambos, está bien estar unos días fuera del plantel; es más diría que ya tiene tiempo que no paso con mi pequeño Andrew, le encantara salir de estas paredes para cambiar el aire un poco; por este momento no hay que preocuparse si esa cría está viva o no, además el jefe no sabe de su existencia.
No esperemos a que el jefe dijera algo mas, salimos de ese estudio; si mas que decir me fui de aquel lugar para ir a buscar al niño que he criado duran tanto tiempo e ir de paseo a algún lado con el pequeño, iba caminando en el centro de la ciudad, pensando en mil cosas que puedo hacer en estos días con el que no me daba cuenta cuando caminaba.
-lo siento- escuche la voz de una niña que tal vez estaba apenada, solo ese lindo canto me despertó de mis pensamientos indicando que chocamos mientras caminábamos.
- no hay problema…- dije un poco atónito ver a la pequeña criatura en frente de mis ojos, con esos ojos color zafiro que me miraban buscando una respuesta en mi ser, esa cria que estaba ante mis ojos es una copia en miniatura de esa mujer que suplicaba piedad para vivir con su hija, será que sea ella o solo estoy alucinando, su mirada seguí posada pobre mi ¿quién es esa niña que se me hace tan familiar? Con esta pregunta me retire de aquel sitio, pensando que solo es una alucinación que tuve.
|