Regreso a los recuerdos +18 (nocturnia19)

Autor: kelianight
Género: + 18
Fecha Creación: 13/02/2010
Fecha Actualización: 18/09/2010
Finalizado: SI
Votos: 12
Comentarios: 21
Visitas: 35573
Capítulos: 22

 

TERMINADO

Reneesme y su familia se mudaron de forks hace tres años, dejando atras muchas cosas ¿ que pasará cuando vuelvan?

 

Todos los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, yo solo aporto mi version de la continuacion

Bueno como veis este fic no es mio sino de Nocturnia19 que me  a dado permiso para subirlo aqui.

Aqui os dejos el link de mis otras historias en LNM

http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=964   (corazon de diamante)

http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=550     (el jardin de los senderos que se bifurcan)

 

 

 

 

 

 

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Capítulo 8:

Reneesme Pov

Hojas secas, tierra húmeda, calor… era lo que sentía, note unos brazos calientes a mi alrededor, abrí los ojos lentamente para asegurarme que no estaba soñando.

No lo estaba, su olor, su cuerpo, su respiración profunda me inundaban, era la criatura mas hermosa que había visto en mi vida, todo en el era perfecto, y lo que lo hacía mas increíble aún era pensar que lo amaba y el me correspondía.

Me sentía algo extraña, mi cuerpo un poco dolorido, distinto, supongo que eso era lo que se sentía, después de hacer el amor por primera vez, (y vaya primera vez).

Pude observar de reojo el árbol que cayó cuando Jacob me estampó y… una oleada de calor recorrió mi cuerpo al recordarlo, encendiendo mis labios y mis mejillas. No habíamos sido muy delicados eso estaba a la vista.

Aquella noche había sentido muchas cosas, me había entregado a él con toda la rabia y toda la frustración que llevaban acompañándome tanto tiempo, y creo que para el sucedió lo mismo, estábamos desperados por poder estar juntos y rabiosos por no estarlo, creo que eso fue lo que provocó que el acto fuera tan salvaje, aunque no por eso cadente de amor, había sido la mejor experiencia de mi vida.

Miré a Jake levantando la cabeza del hueco de su cuello, dormía tranquilamente, todavía estaba un poco oscuro, pero estaba apunto de amanecer, y teníamos que volver, por mucho que me doliera romper ese momento tan perfecto.

Puse una mano en su mejilla, y poco a poco deje que mis recuerdos de aquella maravillosa noche se mezclaran con sus sueños, y yo uniéndome a ellos.

Estaba tan absorta, que no note cuando unos labios calientes aprisionaron los míos, con una dulzura infinita, pero sin dejar de perder esa pizca de pasión que lo caracterizaba.

-buenos días- le dije con sus labios todavía rozando los míos

- buenos… ¿días?- me dijo un poco desorientado.

- casi esta amaneciendo, tenemos que irnos- le aclaré

Jacob se incorporo y se froto los ojos, aunque tenía el pelo corto, se le había enredado y estaba lleno de hojas y ramitas secas. No quise ni imaginarme como estaría el mío.

Después de inspeccionar el terreno, encontramos la ropa o lo que quedaba de ella, Jacob Pudo vestirse entero, pero de mi ropa solo quedaban los pantalones y una chaqueta medio rota. Por no pensar en los zapatos, que ya eran un caso perdido.

-Me vas a tener que buscar una buena explicación para esto sabes- le dije señalando mi atuendo, mientras caminábamos hacia el coche.

-mm..... te atacó un lobo en celo-

-demasiado previsible por tu parte- dije rodando los ojos, mientras el se reía.

-Vamos, tampoco está tan mal, solo tienes que cerrarte la cremallera- me dijo mirando fijamente a lo que mi ropa estaba dejando expuesto.

-Esta rota- le dije un poco irritada.

¿que excusa iba darle a mis padres?

-Eso se puede arreglar- me dijo

Ya habíamos llegado al coche, Jake me sentó encima del capó para agacharse a mirar la cremallera.

Pero sus ardientes besos me hicieron estremecerme, tomándome por sorpresa, besaba mi ombligo, e iba subiendo poco a poco, sentía mi estómago vibrar, y mi respiración se entrecortaba.

Cuando llegó a mis pechos se detuvo en ellos, mientras me acariciaba suavemente uno con su mano, me besaba el otro, lamiendo ligeramente mi pezón, para después morderlo con delicadeza, se me empezaron a escapar ligeros gemidos, mientras mis manos agarraban los cortos mechones de su pelo.

Comenzó de nuevo el camino hacia mi cuello para finalmente terminar en mi boca, noté como su lengua traspasaba mis labios, la cual recibí gustosa, perdiéndome en ese húmedo y excitante beso.

Notaba como él subía poco a poco la cremallera que hasta ahora había estado rota, se separo de mí lentamente.

-arreglado- me dijo con una sonrisa triunfante. Y se separó para entrar en el coche.

Me había quedado totalmente ida, como se comportara así conmigo todo el tiempo…

Desperté de mi trance y me subí en el coche, mientras el se reía al mirarme.

-¿que?- le pregunté

- nada, solo que me gusta como reaccionas con las cosas que te hago.-

-¿y como demonios quieres que reaccione, si me haces esas cosas y después te vas?

- no te enfades, ya te compensaré por haberte dejado así- me dijo con una sonrisa burlona-

- pero de momento, mas vale que te vayas inventando una excusa creíble antes de que tu padre me corte la cabeza-

Solo sonreí e intente rezar porque mi padre no estuviera en casa cuando llegara. Absurdo, seguro que estaría allí.

Cuando llegamos a la gran casa blanca respire hondo tres veces, y salí del coche.

-Nos vemos luego, pequeña- fue lo único que me dio Jake sin ni siquiera apagar el motor del coche.

Lo miré extrañada ¿porque esa despedida tan fría? ¿Y porque e seguía diciendo pequeña?

Pude notar como Jake comprendía mi extraña mirada, y se señaló el oído a la vez que apuntaba con la barbilla hacia la casa, claro, nos estaban escuchando.

Sin mas piso el acelerador y se fue

-cobarde- murmure por lo bajo

Y ahí estaba yo, plantada frente a mi casa, bueno, es la hora. Mente en blanco, mente en blanco.

-hola- dije mientras me dirigía apresuradamente hacia las escaleras. Mente en blanco.

- ¿donde vas tan deprisa?- dijo la voz de mi padre.

Mierda mi plan A había fallado.

-¿que pasa ahora papa?-

-¿como que, que pasa? no has aparecido en toda la noche.-

-Oh vamos, dame un respiro por una vez- le solté un poco indignada.

Notaba como papá me escrutaba con la mirada, eso solo quería decir que estaba indagando en mis recuerdos de esa noche, automáticamente, mi mente volvió a mostrar la escena que estaba sucediendo hace dos segundos, cuando abrí la puerta.

Era mi método de autodefensa contra mi padre, volver a repetir en mi mente lo que estaba pasando, estaba segura de que ya había descubierto mi forma de repeler sus intrusiones, aunque no me había dicho nada.

No podía hacerlo, estoy en todo mi derecho de reservar mi privacidad y el lo sabia.

-¿como te lo has pasado?- su pregunta me dejo boquiabierta,

¿ya esta? ¿Tan fácil había sido?

- bien, papa muy bien- le dije un poco confusa todavía por su pregunta.

El asintió y se dirigió al salón.

Bueno, parece ser que me he librado, ahora solo tenía que concentrarme en no cagarla.

Subí a mi cuarto y caí rendida en la cama.

-¡¡¡ Reneesme Cullen!!! ¿Dónde está tu ropa?-

Me sobresaltó un grito, y paso por mi cabeza todo lo sucedido con Jacob, mierda, no, para, para, estaba totalmente aturdida, hasta que pude enfocar la vista en una pequeña figura de pelo alborotado.

-Joder Alice!!- me has asustado!-

La armoniosa risa de mi tía resonó en toda la habitación.

-cuida ese lenguaje, desde luego el perro te lo esta pegando todo. Y hablando de Jacob, ya me puedes ir explicar que ha hecho con tu ropa.-

Me quede blanca, si es que podía estarlo más aun.

-Yo , no , no se de que me hablas Alice-

-Oh, Vamos, nena, mientes demasiado mal ¿sabes?-

Que estaba haciendo nos iba a escuchar todo el mundo. Por dios.

Cuando vio mi cara de descomposición sonrío.

-tranquila, solo estamos tú y yo, los demás se han ido a cazar, así que ya puedes ir explicándome lo que ha pasado si quieres que no corra la sangre a manos de tus padres-

-Tía no ha pasado nada, no se de que me hablas-

-Reneesme, tu tío Jasper solo me lleva a la cama a velocidad vampirica cuando hay en el ambiente una fuerte tensión sexual, y hoy antes de hacerlo estaba cerca del coche Jake.-

-oh, entiendo- le dije, me había pillado.

-No te preocupes cielo, esto iba a pasar tarde o temprano, todos lo sabíamos.-

-¿que quieres decir con eso?, ¿De que me estas hablando?, yo no creo que mis padres se tomen muy bien que me haya acostado con Jacob.-

-A la primera pregunta, no soy yo la que debería contestarte, y a lo de tus padres, tranquila, hay que saber torear bien al toro, en este caso llamado Edward Cullen.

-Además antes de que se entere, voy a saber como reaccionará ¿recuerdas? – dijo mientras se señalaba la cabeza-

-Bueno- me dijo sentándose a mi lado y esbozando una sonrisa misteriosa. La mire con sospecha.

-¿como la tiene?-

-¡¡¡ALICE!!!, déjame en paz-

me estaba muriendo de vergüenza, ¿como se le ocurría preguntarme eso? Seguramente mi cara seria de un rojo radiactivo.

La pequeña vampira no paro de reírse hasta que paso un buen rato.

-lo siento lo siento, es que a veces eres tan humana, podrías haber iluminado con tu cara toda la casa - no pude evitar reírme, llevaba razón.

A pesar de la vergüenza, era increíble, la confianza que tenía con mi tía, me sentía realmente bien con ella, era como una adolescente metida en un cuerpecillo de mujer perfecto, la adoraba.

Nos llevamos toda la tarde charlando y bromeando, en serio me encantaban esos momentos que a veces parecían imposibles en una casa con tanta gente.

-Aquí traigo tus armas de mujer- me dijo mientras venia una bolsa en las manos, la mire extrañada.

-¿ que es eso?- le pregunté mientras empezaba a sacar infinidad de lencería fina

-Con esto vas a dominar el mundo querida, créeme-

-Alice no voy a pon…, - mire bien los conjuntos, me daba un poco de cosa ponérmelos pero… ¡al carajo!

– bueno, ¿porque no?-

Estuve un buen rato eligiendo modelos, era extraño, yo nunca me había entretenido en mirar ropa, me había dado igual, pero ahora solo quería estar lo más espectacular que pudiera para robarle el aliento a ese hombre que me volvía loca.

- y recuerda, como el chucho rompa algo, le arranco esa cosita que te gusta tanto-

Algún día me consumiría en mi propia vergüenza.

Un poco más tarde me llamo Jacob. Nos encontraríamos en La Push.

Capítulo 7: Capítulo 9:

 
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