-¡Estás loca! No me pienso poner eso Alice-exclame horrorizada viendo que me quería poner un vestido demasiado atrevido, demasiado…

-Uf, Bella yo me cambiare aquí en tu casa ya traje mi ropa. Y este vestido es lindo-vio mi semblante, suspiro y siguió buscando en la maleta que trajo llena de ropa para probarme y dejarme algunas ropas que me compro, yo toda mi ropa “linda” se la debía a Alice, ella era la que me compraba mi guardarropas.

-¡Te pondrás esto y no hay quejas! Además al lugar que vamos le sienta perfecto este estilo, ten pruébatelo-suspire y entre al baño a cambiarme.

Salí y Alice me analizo con la mirada para despues asentir con una sonrisa.

-Te queda magnifico-el vestuario consistía en una pollera de encaje corta y negra con detalles, unos tacones negros de plataforma, que ya estaba empezando a odiar, y una remera dorada con ciertos detalles.-Quieras o no es el vestuario que llevaras, a Edward le va a encantar, se le saldrán los ojos de sus orbitas al verte.

-Ten muy en cuenta que no creo que suceda mucho esta noche entre Edward y yo, además que todavía estoy indecisa Alice, es muy complica…-ella me tapo la boca con su mano.

-¡Cállate! Si yo digo que entre tú y Edward va a haber algo, va a haber algo y es enserio, lo digo porque va a pasar yo lose, hasta hable con él y me confeso…-Alice cayó de repente.

-¿Qué? ¿Qué te dijo?-pregunte ansiosa.

-Mmm…nose si decírtelo pero Bella a Edward le gustas, el mismo me lo dijo, al diablo con todo al final terminaran siendo una pareja-no entendía como podía ser tan optimista entre la relación de Edward y yo, pero había algo bueno, el gustaba de mí, lo que me dijo Alice hizo un efecto en mi estómago, un cosquilleo que era agradable y entonces sonreí.

-¿Enserio dijo eso?-pregunte con una nota de esperanza en la voz.

-Lo juro, gusta de ti y yo se que puedo afirmar que tú también, son más obvios-rodo los ojos-está bien se hace tarde iré a cambiarme y luego nos iremos, Jasper y Edward creo que ya están allá.

Me maquille mientras Alice se cambiaba y acomode mi cabello como siempre lo hacía, luego, cansada de esperar a que Alice saliera del baño me propuse mirar televisión.

-¡Ya estoy lista!-grito Alice y yo agradecí al cielo por eso, estaba tan…ansiosa.

-¡Vamos Alice!-grite irritada-¡Tardas un milenio!

-La espera vale la pena-Alice apareció con un vestido rojo pasión corto y unos flamantes tacos y su labio casi del mismo color que su vestido.

-Te ves fenomenal pero vamos ya-le urgí abriendo la puerta de mi departamento.

-Aw, ya sé que quieres ver a Edward, se te nota en los ojos-ella empezó a reír y yo la empuje hacia afuera.

Alice condujo hacia el local en el que se encontraban Jasper y Edward, aparcamos en frente de este y todo me indico que aquí había mucha pero mucha fiesta.

-Alice-le tome del brazo fuertemente-Si ves que estoy muy borracha por favor cuídame, tome la pastilla pero igual por favor-le pedí y ella asintió.

-Si tomaste la pastilla no hay muchos riesgos pero igual te cuidare y Edward aún más-me guiño el ojo y yo suspire-Bella te advierto que hoy quiero que haya un gran avance así que vamos.

Entramos en el club y se escuchaba la música fuerte, luces, chicos bailando en la pista, alcohol y descontrol.

-Están en el bar de arriba, ven –Alice me tomo el brazo y yo la seguí entre todo el alboroto.

Subimos las escaleras y pude ver que todo era al menos un poco más tranquilo, entonces lo vi a él, su pelo color bronce rebelde como siempre y llevaba un vestuario que lo hacía verse muy pero muy guapo, cuando su mirada se enfocó en la mía, mi cara se volvió roja ya que él no quitaba la vista ni un segundo de mi cuerpo, me observaba de arriba abajo al igual que Jasper a Alice que soltó una pequeña risita y me pellizco para que avanzara. Nos acercamos y Alice fue directamente a los brazos de Jasper y empezó a atacar sus labios yo por mi parte me senté junto a Edward y este se acercó y beso mi mejilla que ardía en llamas.

-¿Pidieron algo para beber?-pregunto Alice divertida.

-Pues no, queríamos esperar a que ustedes llegaran-contesto Edward.

-¿Bella?-pregunto una voz femenina que tanto conocía y cuando me doy vuelta ¡Rosalie! Estaba tan bella como siempre, su pelo rubio y ondulado, sus mejillas con hoyuelos y su cara perfecta.

-¡Rose!-me pare a abrazarla y ella me devolvió el abrazo-¿con quién viniste?-pregunte.

-Y con el fanfarrón de mi marido, ¡Emmett! Ven acá-Emmett apareció y yo me encogí de hombros, el marido de Rosalie era enorme, su pelo negro rizado y sus grandes músculos me abrazaron fuertemente.

-¡Bella! Hacía mucho no te veía ¡Hola Edward! ¡Alice!-saludo Emmett y los dos le sonrieron.

-¡Hermanito, no iba a ser raro verte por aquí! Espera que se lo cuente a mamá-Alice le amenazo.

-¡Ja! Espera a que yo le cuente a papá, además que yo sepa el mayor aquí soy yo-dijo Emmett y Alice se encogió de hombros.

Emmett y Rose se sentaron con nosotros y todo fue de risa en risa.

-¿Qué van a pedir?-pregunto una mujer joven con grandes ojeras en el rostro.

-Yo quiero un Tequila-pido Alice.

-Que sean dos-agrego Rose.

-Yo nunca probé así que deme uno también-pedí yo.

Los hombres nos miraron con cara de incrédulos totales y se echaron a reír.

-¿Qué es tan gracioso?-pregunte a Edward que me miraba con expresión divertida.

-Oh, nada solamente que la chica aplicada se va a bañar de tequila-se echó a reír y yo me uní a sus risas.

-Pues…quiero ver quien termina peor yo o tú-le rete.

-¡Nadie peor que yo! Deme un Vodka y más le vale seguir apareciendo por aquí porque esta mesa no para hasta estar desmayada-grito Emmett y todos nos echamos a reír.

-Para mí un Vodka-dijo Jasper

-Yo lo mismo-pidió Edward.

La mesera nos trajo nuestros pedidos y no fue como yo pensé, que nos traían el vasito con el trago, no, acá te traían la botella y el vasito. Cuando la mesera se fue y cada uno quedo con su respectivo pedido y yo con mi Tequila, mi enorme botella de Tequila, Emmett grito:

-¡Bella parece como si nunca viste alcohol en tu vida! ¡Te enseñare como tomar!-Emmett abrió su botella de Vodka y sin usar el vaso se incrusto la botella en la boca y bebió…mucho. Yo le mire con los ojos abiertos como platos.

-Oh, pobre Bella tiene miedo, de seguro yo gano mi apuesta-dijo Edward con una sonrisa triunfante.

-Eso crees-entonces abrí mi Tequila y comencé a tomar y tomar, bueno…todos empezamos a tomar y tomar, llego un momento en el que Alice se sentó arriba de Jasper y empezaron a besarse intensamente y ni hablar de Rose y Emmett, solo quedábamos Edward y yo hablando muchas incoherencias.

-¡Pero yo te digo que Tom era el gato y Jerry el ratón!-él decía entrecortadamente.

-Pero yo digo el conejo ese gris con el pato negro…-mi lengua se entremezclaba.

-¡Bella! ¡Bella! Vamos a bailar-decía Alice estúpidamente-Chicos quiero bailar y el que no baila se las verá conmigo… ¡vamos!-grito Alice y se trató de parar y con ella a Jasper pero ambos estaban tan borrachos que terminaron en la silla de nuevo-¡Quiero bailar! ¡Vamos Jasppper!-todos nos paramos, forzadamente y tratamos de bajar las escaleras Alice y Jasper fueron los de mejor equilibrio y Rosalie ayudo a Emmett mientras que yo me prendía del brazo de Edward y este reía sin parar.

-Baja las escaleras…escaleras, son tan lindas-susurre yo prendiéndome fuertemente del barandal y de Edward hasta que tras uno que otro tropezón llegamos a tierra firme.

-Vos vas a bailar conmigo-dijo Edward mientras me agarraba la cintura.

-No, no, no yo nose bailar-negué-me estoy cayendo-mis rodillas flaquearon entonces Edward me sostuvo para que no terminara en el suelo.

-Me parece que es un em…empate-logro decir entrecortadamente-estas borracha y sexy.

-Vos también estas borracho y sexy, Alice me conto tu secre...creto, vos gustas de mi-entonces me tire para atrás y solté una fuerte carcajada.

-Alice es chusma, era mí...mi secreto. Me gustan tus labios…-trazo con su dedo el contorno de mis labios y ese contacto provoco una descarga eléctrica en mi cuerpo.

-A mí me gustas pero…está el peligro…no toques mis labios-le mordí el dedo.

-¡no me muerdas! Yo quiero tus labios-me sujeto de la cintura porque mi poco equilibrio me estaba traicionando.

-¿Y entonces porque no me besas? Tú ya me besaste pero ahora yo quiero besarte, Alice me obliga a que te bese-le susurre con un tono de voz muy ido

Entonces flaquee y mis piernas se doblaron por décima vez pero Edward me sujeto fuertemente contra su cuerpo y al tenerlo así, borracho, yo también borracha y ya que ambos nos gustábamos…

Ataque sus labios y pase mis brazos alrededor de su cuello acariciando sus cabellos color bronce, el me sujeto de la cintura con ambas manos y me apretó aún más contra él, el beso fue excitante, sentía que mi cuerpo ardía y las mariposas de mi estómago explotaban, se sentía tan bien estar así con él, como si sus labios me pertenecieron toda la vida y fuera algo común besarlos.

-¡YO SABIA!-grito la voz de Alice fuertemente y Edward y yo nos separamos abruptamente.

-¡No molestes!-exclamo Edward atrapando otra vez mis labios.

-Alice, vete…-logre decir.

-¡OH DIOS! Edward y Bella se están besando, Rose mira, mira esto-chillo Emmett.

-Qué lindo…pero quiero que tú me beses-y ya no escuche más a Emmett y a Rose.

Pasaron horas o quizá minutos pero la cuestión es que termine bailando con Emmett, Edward y Rose alocadamente mientras Edward y yo de vez en cuando nos dabamos unos besos que provocaban la misma sensación que el primero.

-Creo que ya es hora de irnos-murmuro Jasper, el más controlado, ya que no bebió ni la mitad de lo que nosotros lo hicimos y era el quien iba a conducir mientras que el auto de Alice lo recogería después de dejarnos a todos en sus respectivas casas.

-Pero yo quiero seguir bebiendo…-se quejaba un Emmett que apenas podía caminar y Rose lo llevaba abrazado hacía el auto mientras se partía de risa.

Una vez que todos entramos al auto empezamos a cantar y todos nos moríamos de la risa por cualquier cosa, ya sea por un auto de color rojo o una casa o un árbol, la cuestión es que Jasper llego a mi casa y yo no tenía ni la conciencia necesaria para buscar mis llaves por las que Edward metió mano en mi bolso y las encontró. Salí del auto con dificultad y me encaminé al edificio.

-¡Chau!-dije yo saludando con una mano y luego trate, con un grandísimo esfuerzo, abrir la puerta de mi departamento.

Y al entrar y prender las luces lo primero que hice fue ir corriendo al baño.