PAULA SHULS (+18) (FINALIZADO)

Autor: señorita_morena
Género: + 18
Fecha Creación: 11/06/2013
Fecha Actualización: 07/10/2013
Finalizado: SI
Votos: 10
Comentarios: 39
Visitas: 27080
Capítulos: 28

 

Paula Shuls es una chica tranquila, que dedica la mayor parte de su tiempo a estar sola en su habitación, una chica que no tiene expectativas y que está terminando sus últimos años de instituto.

No se lleva bien con su padre, ni tampoco con su madre ambos doctores de un reconocido hospital de la ciudad, la señora Esme Cullen y Carlisle Cullen.

Paula no tiene hermanos ni tampoco amigos, es algo peculiar ya que desde hace unos años

le están ocurriendo extraños sucesos y sueños paranoicos que no la ayudan.

 

¿Pero que pasaría su su sueño se hiciese realidad...?

 

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Los personajes son de mi auditoría excepto los ya conocidos por la saga Crepúsculo.

Este fik contiene fuertes escenas de sexo sadomasoquista y lenguaje obsceno, quedan avisados.

Les dejo los links de las canciones que inspiraron

este fik les aconsejo que las escuchen mientras leen, es su banda sonora perfecta.

Mirah - Special Death (LYRICS) - YouTube

Carina Round - do you LYRICS - YouTube

 

NO COPIAR NI COLGAR SIN MI PERMISO!.

También les dejo mi blog para que encuentren mis ficks y también los de la saga de la familia Casannova escritos con Valeria Vulturi.

Familia Casannova

 

Espero que lo disfruten un saludo.

 

SEÑORITA_MORENA

 

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Capítulo 7: ERRORES

La comida estaba buena, eran patatas a horno y carne cocida jugosa y tierna, los platos eran muy bonitos. Blanco con ramilletes dorados y pequeñas mariposas de color rosa pálido y satinado.

Adam miró fijo a quien tenía enfrente. Paula iba peinada con una coleta y estaba algo roja... esta tarde había podido apreciar que él le gustaba... como hasta el momento no le había gustado un chico.

Miró el plato de su comida y cortó la jugosa carne llevándola a su boca que enseguida se deshizo ante el calor de su lengua y su paladar. Su padre miraba a Adam y lo miraba fijo como queriendo advertirle algo... sabía de sobra esa mirada que su padre tenía, sabía de sobra que él no quería que su preciosa hija se acercase a alguien con problemas mentales, pero eso verdaderamente le daba igual a Paula, ella se sentía bien estando cerca de Adam, era como ella, almas gemelas... o eso había leido en alguno de sus libros.

Cuando la cena transcurrió en silencio absoluto y total Adam se levantó de la mesa.

 

-Todo estaba muy rico señora Cullen-.

 

-Puedes quedarte a cenar siempre que tengas terapia-.

 

-Le ayudaré a recoger los platos-.

 

-No hace falta-.

 

Paula se levantó y sus padres la miraron.

 

-Yo también lo haré mamá, siempre cocinas tu, nosotros recogeremos-.

 

-Que chicos tan obedientes- dijo Esme y miró a su esposo que no dejaba de mirar a Adam-.

 

-Muy obedientes- dio un trago a su copa de vino tinto-.

 

Paula cogió su plato y el de su padre, Adam el suyo y el de su madre, ambos fueron caminando hacia la cocina y dejó los platos dentro del fregadero.

 

-Yo los fregaré- dijo él-.

 

-No... tenemos lavavajillas-.

 

-Ah... en ese caso yo lo pondré, si me enseñas-.

 

La mirada de Adam quemaba, tanto que de nuevo dejó a Paula sin respiración... él era tan bello, guapo, misterioso... inteligente e ingenioso, educado... todo lo que se podía pedir en un hombre lo tenía justo enfrente...

 

Paula tragó en seco y miró los platos en el fregadero el agua caía sobre ellos. El rostro de Adam se acercó por detrás a ella y sus labios estaban pegados a su oreja cuando le dijo en voz baja...

 

-A las doce te espero en el ático-.

 

Ella no dijo nada lo miró un largo tiempo y finalmente asintió... ¿se iba a colar en su casa?.

-No puedo esperar a mañana- le susurró de nuevo- tu padre no quiere que esté cerca de ti... pero algo me atrae a estarlo-.

 

Paula fijó su vista en los platos y en el ruido del agua, cuando se escucharon pasos hacia la cocina ella se separó de golpe de él y miró por encima de su hombro a su padre que estaba parado en la puerta.

 

-Adam yo me ocupo de todo, puedes irte a casa es tarde-.

 

-Si doctor, iré a casa, nos vemos la semana que viene-.

 

Carlisle asintió y miró a Paula con mala cara. Ella apagó el agua y esperó a que Adam saliese de la cocina, se despidiese de su madre y se fuese por la puerta principal.

 

-¿Que crees que estás haciendo?-.

 

-¿Perdona?- dijo ella mirando a su padre acusatoriamente-.

 

-Es mi paciente, mantente alejada de Adam-.

 

-¿Y eso me lo dice el hombre que se estaba follando a una veinteañera en la sala de espera...?- su padre no dijo nada, se frotó la cara con sus manos y luego la miró fijo y por largo tiempo- ¿eso me lo dices tu Carlisle? No tienes ningún derecho a prohibirme nada, porque tu ejemplo no es el mejor, ahora ocúpate de tu esposa... si es que aún la sigues respetando como deberías, me pareces una vergüenza como hombre, como padre, como doctor... como todo. Me avergüenza haber salido de tu cuerpo-.

 

-Soy tu padre...-.

 

-Ojalá no lo fuese-.

 

Fuie andando hacia su habitación, su madre lloraba en el salón la podía escuchar desde arriba.

Anna se le apareció en una esquina de la habitación.

 

-No estoy de humor-.

 

-Es tu padre Paula...-.

 

-No quiero ver a nadie-.

 

-Paula...-.

 

-VETE-.

 

Y desapareció dejando un rastro de neblina blanca. Miró el reloj, las once y media de la noche, media hora y podría volver a estar con él, podría volver a verle... podría volver a ser ella misma.

 

 

ҖҖ

 

La doctora Esme Cullen sentía que su cuerpo estaba en el borde de un precipicio inclinado y que no podía parar su inevitable caída hacia la más absoluta miseria.

Había escuchado las palabras de su hija hacia su marido y eran tan ciertas, solo que Paula a pesar de su juventud tenía el valor para decir lo que pensaba y ella se empañaba en hacer algo que no era, como hacer que era la esposa perfecta cuando estaba podrida por dentro.

Carlisle entró y se sentó a su lado, la intentó calmar pero no pudo hacerlo, no soportaba su tacto...

 

-Quiero el divorcio- dijo ella con toda la ira que sentía-.

 

El doctor no dijo nada solo cerró los ojos y una lágrima calló de ellos, una lágrima que representaba todo el dolor que le había causado a su familia... una lágrima que a estas alturas valía menos que nada.

Esme se levantó de ese maldito sofá que ella misma había elegido para su hogar y esto no lo era, cristo estaba a punto de perder los papeles. Salió por la puerta de la casa y allí mismo estaba el paciente de su marido, un joven de veintiun años que no vaciló en acercarse a ella y limpiar sus lágrimas y sin mediar palabra la tomó de la mano, se la llevó hasta el garaje de la casa y la besó en los labios. Esme había olvidado lo que se sentía cuando alguien te besaba así que cerró los ojos, su marido había echo esto con muchas mujeres y no la había respetado ¿porque lo haría ella?, él también lo había echo con mujeres jovenes... así que esta era su venganza lo haría en su garaje con este chico, con este total desconocido.

Adam era atractivo y no dudó cuando ella le quitó la camiseta y pudo palpar a oscuras su torso, él jadeó en respuesta y la cogió del trasero y la sentó sobre el capó del coche.

La falda de Esme desapareció, se rompió en jirones bajo las manos de Adam y este le quitó las bragas de un fuerte tirón.

 

-Adam...- dijo ella en voz baja-.

 

-Shh... Louis-.

 

Ella no dijo nada... si quería jugar a esto jugaría con él, no le importaba nada en este preciso instante. Las manos de Adam eran grandes y la puso contra el capó del coche rojo metalizado.

Esme preparó sus caderas para lo que venía y la polla de Adam era enorme, la sintió cuando la tomó desde atrás con toda la fuerza que pudo. Ella apoyó sus manos sobre el capó y gimió en respuesta.

Cada embestida de Adam era más fuerte que la anterior. Esme cerró sus ojos y se dejó llevar, dolía y no recordaba la última vez que había tenido sexo de este tipo, sucio y excitante. Esme se corrió y Adam hizo lo mismo tras varios minutos de agonía placentera. Fue rápido pero intenso... justo lo que necesitaba.

Adam se alejó y se arregló la ropa en la oscuridad, el aliento de Esme golpeaba contra el frío capó del coche ella se giró y lo miró pero ya estaba de espalda saliendo de allí a paso ligero.

 

 

 

ҖҖ

 

Paula estaba en el desván como le había dicho Adam pero allí no había nada, no fue hasta que escucho el crujir de la madera de la ventana que supo que estaba allí.

 

-Paula- dijo en un susurro y se sentó donde ella estaba sentada a oscuras-.

 

-Hola, has tardado-.

-No voy a poder quedarme, tengo que volver a casa-.

 

-¿Estás bien?-.

 

-Si... mañana nos vemos ¿vale?-.

 

-Vale...-.

 

Paula no entendió nada pero igualmente le pareció que él tenía cosas que resolver, cosas más importantes que ella y eso no le gustó demasiado así que se quedó en silencio y bajó las escaleras que le devolvían al piso de la segunda planta y se sentó en el suelo enmoquetado de color beige claro. Miró al frente al pasillo y a ese precioso ventanal que daba a las copas de los frutales que la casa tenía plantados cuando ellos ya la compraron. Miró fijamente a ese lugar, a esa ventana y vio una metáfora de su vida. Un pasillo inmenso, con muchas puertas, opciones que ella podía o no tomar y al final un ventanal grande que daba a una vida que ella jamás tendrá, a una vida que no será capaz de tener. Libertad. Craso error el pensar que la podía haber tenido.

 

 

ҖҖ 

Capítulo 6: //PERSONAJES Capítulo 8: CONVERSACIONES

 
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