Estoy en un aprieto, rodeada de tres vampiros, los cuales dos de ellos quieren probar mi sangre, algo que no quiero que hagan ninguno de ellos aún no es el momento creo; pero hoy era mi primer día habitando con  los Volturis  y lo arruine lastimándome con los gajos de ese árbol.

-¿Qué esperas?- dijo Demitri a Santi, dios será que pueda escapar mientras ellos tienen un conflicto, pero el de ahí no ha movido ni un milímetro de su lugar.

Demitri va perdiendo contra Santi, algo que le molestaba Demi, se convirtió en una pelea dispareja dos contra uno pues el acompañante de Drácula entro al combate; -esta es mi oportunidad- pensé, empecé a gatear lo más silencioso posible aunque sería algo ridículo pero hay que intentar ¿no?  De esta manera me fui alejando del campo de batalla.

-¿de quién te escondes?- pregunto la voz de una mujer, mire hacia arriba, la dama con ojos violetas, de cuerpo excepcional, bella ante los ojos humano como vampiros le pertenecen a Heidi.

-Santi…Demitri…Sangre…pelean- palabras salieron de mis labios algo incoherentes, pero me preocupaba Santiago que por mi culpa está en ese conflicto, mientras ella me examinaba de abajo hacia arriba.

-así que el olor a sangre eres tu ven te limpio- dijo dulcemente, le quede viendo desconfiada- no te preocupes, apenas hace un rato tome un aperitivo- exclamo con un sonrisa extendiendo su mano hacia mí la cual tome, me llevo a un recamara  saco un botiquín de primero auxilios de un closet- metete a bañar ahorita traigo tu ropa- me dijo terminando de curar esos rasguños culpables de que salga herido Santi; hice lo que me dijo Heidi, sin demora me metí al baño.

Santi Prov.

Por tratar de ayudar a esa niña humana me he metido en un problema con Dimitri, también me ardía la garganta como nadie tiene idea; lo más raro fue que no había sentido la presencia de esa cría ni el latir de su corazón, la pude presenciar gracias al crujido de la rama que se cayó y sus rascuños que sangraban pequeñas cantidades lo suficiente para que un vampiro perdiera el control; esa pequeña humana tenerla entre mis brazos una oportunidad perfecta para beber de su sangre, pero no, es algo prohibido mientras este a la mira del amo Aro será mejor que la lleve para que la cure.

Eso es algo puedo hacer, pero para mi suerte Dimitri y otro colega se atravesaron en mi camino así se comenzó una pelea entre nosotros, Dimitri iba perdiendo en eso entra su acompañante en este conflicto de sangre, perfecto dos contra uno que mal pero al menos ha logrado escapar  la niña humana ahora debe de estar escondida en alguna parte de estos pasillos.

Esta pelea va ser eterna como nosotros, hasta que uno se rinda uno de los dos; pero de algo estoy seguro ninguno se dará por vencido.

-¿qué pasa aquí?- retumbo la voz de jane alto y claro, pero ninguno de los dos se detuvo, digo los dos ya que el otro se fue, no puede ir tras el así que espero que esa niña este bien; empecé a sentir un dolor infernal que me hizo que me retorciera de dolor, al parecer no era el único se escuchaba los gemido de Dimitri a un costado mío.

-ja...jane- entre gritos ahogados trataba de decir su nombre  para que pretara atención- para- decíamos ente gemidos Demitri y  yo pero no hacia caso al contario llegaba mas dolor en todo mi ser.

-Jane, ¿por qué les causas dolor? - ahora Alec estaba junto a su hermana como espectador, ya que no tiene intención de detener a su hermana o tal vez no quiere que use su don sobre.

 -Detente Jane- al final del pasillo se oyó el grito de una niña, a lo que ella ignoro por completo era de esperarse de alguien sádica como ella, sentía más dolor de lo que ya podía sentir acaso no se va a detener- Jane detente!!!- se escuchó más cerca esa voz dan diminuta no sé qué habrá pasado, me sentía débil para poder ver claramente lo que sucedía pero de lo que si estoy muy seguro es que en ese instante aquel dolor mortal se desvaneció por completo, puede que esa pequeña…