Hope

Autor: vickoteamEC
Género: Drama
Fecha Creación: 16/02/2012
Fecha Actualización: 27/03/2012
Finalizado: SI
Votos: 12
Comentarios: 106
Visitas: 26627
Capítulos: 11

Y aquí estaba otra vez… recostada sobre la cama de él. Él… que aún me parecía un hombre completamente extraño. 

Y yo aquí, preguntándome de nuevo cómo había terminado en aquella situación.

Viendo cómo acariciaba suavemente y hablaba con dulzura, recostado sobre mi prominente vientre.

 

 

 

El amor no termina ni muere.   Sólo se transforma en un sentimiento más sublime, que sobrevive en el tiempo y vive alimentándose del recuerdo.

VICKOTEAMEC          


*******


Los personajes principales pertenecen a Sephenie Meyer, la trama es de mi total autoría. 

 

 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 7: CAMBIANDO DE PAGINA

 

 

 

 

No son los pocos años cumplidos que determinan la juventud en una persona; hay jóvenes prematuramente viejos.

Luis Fernando Betancourt

 

 

 

 

 

Palabras… palabras… la verdad, no encontraba ninguna precisa. Ninguna era lo suficientemente perfecta, detallada y especial para describir lo que existía entre Edward y yo.

El tiempo se consumía de a poco, demasiado hermoso como para recordarlo por siempre y demasiado rápido como para olvidarlo. Cada día al lado de mi Edward era una nueva experiencia, llena de cosas maravillosas, de pruebas cada vez más complicadas y sentimientos cada vez más sólidos.

Lo que más me hacía feliz era que mis seres queridos también estaban en una etapa de gran felicidad en su vida.

Mi tía era feliz en su trabajo, había entablado una linda amistad con Charlotte y juntas habían fundado un centro de apoyo para personas de escasos recursos, su labor era hermosa y toda la familia estaba involucrada.

Jake… bueno, él sí que me sorprendió; un día llegó rebosante de felicidad luciendo tremenda ¡argolla de matrimonio!, sus citas misteriosas eran nada más y nada menos que con Irina, hicieron un viaje en crucero que terminó en boda. Me daba gusto por los dos, más por Jacob que, por primera vez, parecía estar total y perdidamente enamorado… y era gracias a ella. Les auguraba muchos años juntos y un final feliz.

Leah y las niñas siguieron formando parte de mi vida, las tres eran felices juntas, visitando a su nueva familia “adoptiva” de vez en vez y compartiendo con su papá y su nueva madrastra; Leah y yo estábamos muy contentas por Jake.

Alexandra y Rick estaban preparándose para su boda doble. Rosalie y Emmett también se casarían. Todo era una locura, pero como ellos mismos decían “mataríamos dos pájaros de un tiro”. La familia crecía cada vez más, era increíble y hermoso cómo había amor flotando en cada espacio, en cada mirada, en cada charla y suspiro.

Mamá y Carlisle lucían como dos jóvenes enamorados. Cada vez más joviales, sonrientes y radiantes. Por fin, mi madre veía recompensados tantos sacrificios, sus hijas estábamos en una feliz y maravillosa etapa en nuestras vidas y ella tenía a su lado al hombre de sus sueños. Siempre pensé que él era lo mejor que le pudo haber pasado. Eran perfectos, el uno para el otro.

Mi prima y su esposo, Zack, con todo y una que otra diferencia, eran una pareja excepcional. Él amaba a Emily tanto o más que Silvia y no dejaba de sorprendernos con lo detallista que era con ellas. Mi querida prima merecía ser feliz y agradecía enormemente que lo fuera.

Dereck y Sophie amaban a Alexein sobre cualquier cosa, eran una familia hermosa. Era de lo más gracioso cuando mi tía Lichi los presionaba a ellos o a Sela y su marido por que le llenaran la casa de niños. Por el momento sólo eran ellos tres. Juntos eran realmente encantadores.

Alice cada día se veía más enamorada de Jasper, para nada me sorprendería que un buen día decidieran formalizar su relación. Nunca había visto a Alice así, su forma de comportarse con Jazz era… totalmente diferente a la Alice que yo conocía. Pero eso no era malo, al contrario, sacaba lo mejor de ella, lucía feliz, plena, hermosa… radiante. ¿Qué más podía desear a la persona que siguió cada uno de mis pasos y que estuvo conmigo en todo momento? ¿Qué otra cosa que no fuera felicidad? Sentía mucho afecto y gratitud hacia ellos, eran una de las maravillas de las que siempre estaría agradecida.

De Adelbert sabíamos poco, continuó con su trabajo foráneo, nos visitaba de vez en cuando y, en una de sus visitas, nos presentó a una linda chica llamada Sonia. Lucían muy lindos juntos y todo apuntaba a boda. Sólo el tiempo diría.

Emily, mi princesa, cumplía años. Ella había escogido una fiesta temática de princesas. Para el asombro de todos, ese día aparecí disfrazada de reina, fui la sensación entre las amiguitas de Emy que no paraban de acercarse para admirar los detalles del disfraz y sacarse fotos conmigo. El evento fue todo un éxito. Para el final, ya sólo quedaban el maquillaje y peinado como rastro de que había sido la reina roja de la fiesta.

Estábamos en la sala de Lichi, todo mundo caminaba con algo en brazos: regalos, comida, pastel, dulces, adornos, en fin. Yo estaba sumamente ocupada, sentada en el sillón-mecedora de mi tía, con el pequeño Alexein acurrucado entre mis brazos, susurrándole canciones de cuna y meciéndolo suavemente.

Poco a poco se fue quedando dormido, igual que cuando era bebé y lo mecía hasta dormirlo. Sabía que alguien me observaba, podía sentir su presencia a mi espalda y alcanzaba a ver la silueta de su sombra en el piso.

-¿Qué pasa, Edward?- dije sin quitar la mirada de mi niño.

-Nada- dijo quedito. Entró de lleno a la sala y se sentó en el sofá de al lado.

-¿Por qué me miras así?- pregunté intimidada.

-Te ves hermosa- murmuró, haciendo que mis mejillas se enrojecieran      –Es verdad, Bella. Luces encantadora en tu papel de mamá.

-Gracias- dije en un suave susurro.

-Niños, vengan a cenar comida de fiesta y pastel- anunció mi tía.

-¿Cómo se está portando?- dijo Sophie entrando a la sala.

-Está dormido- dije pasándolo a sus brazos.

-Voy a acostarlo para ir a cenar- asentí y me puse de pie.

-Vamos- dije tomando la mano de Edward.

Mi sobrina jugaba por algún lugar, Alexein dormía y el resto cenábamos en el gran comedor de Lichi. En total éramos quince personas, por lo que tuvimos que añadir cinco sillas. Las conversaciones eran muy variadas, pero llegó un momento en el que logramos concentrarnos en un solo tema simultáneamente.

-Bueno…- dijo mi tía llamando la atención de todos –estoy muy contenta de recibirlos a todos en mi casa, su casa. Quiero hacer un brindis por todos ustedes- dijo y alzó su vaso de refresco, haciendo que imitáramos su gesto –Por cada feliz pareja que hoy me complace con su presencia, porque vengan muchos años de felicidad, muchas reuniones como ésta y porque pronto me llenen la casa de niños- involuntariamente cada uno nos volteamos a ver con nuestras parejas.

Chocamos los vasos y continuamos comiendo. Un par de segundos después del alboroto, mi prima se puso de pie, haciendo que desviáramos la vista hacia ella.

-Mamá… pues, por lo menos… por mi parte, comenzaré a cumplir tu deseo.

-¿Qué? Silvia, ¿tratas de decir lo que creo que me quieres decir?- preguntó mi tía haciéndonos soltar una risita.

-Pues si crees que lo que crees que trato decir es que estoy embarazada… pues sí crees bien, mami.

Todos pegamos un brinco y un grito de ovación al unísono. Felicitamos a Sela y Zack entre una ola de besos y abrazos. La familia crecía, era estupendo. Después de la cena y un par de horas de conversación, cada quien se fue a su casa.

En cuanto crucé el umbral de la puerta de nuestra habitación, Edward se prendió a mi cuello como un alocado vampiro, dejando besos y leves mordidas.

-Edward… ¿qué haces?

-¿Ahora no puedo consentirte?

-Sí puedes. Pero… ¿qué haces?

-Juego.

-Ah…

-Bella- dijo poniéndose frente a mí -¿Qué tan mala te parece la idea de formar una familia?- mis ojos se abrieron como platos.

-Es…a…algo muy… serio…ammm…

-¿Tan mal te parece?

-¡No! No es eso, es que… me tomaste desprevenida- me senté sobre la cama. ¿Edward hablaba en serio? ¿En verdad quería un bebé? ¿Un hijo mío? ¿¡Nuestro!?

-Sé que no es como si compráramos un cachorrito, aunque claro… si lo compramos tendríamos que cuidarlo, vacunarlo y todo eso. Que es una decisión importante…

-Exacto, es una decisión muy importante.

-¿El perro o el bebé?

-El bebé.

-Pero… ¿qué piensas sobre eso?

-Que sería hermoso… en el futuro. Podríamos planearlo…

-¿Planearlo? No, lo mejor se da de manera espontánea- le sonreí -¿Qué tal si hacemos el primer intento?- dijo insinuante derribándome sobre la cama, besando todo cuanto estuviera a su alcance y haciéndome reír.

-Sabes que no funcionará- dije entre risas.

-¿Por qué no?

-Edward, bien sabes que tomo anticonceptivos.

-Deja de tomarlos y ya.

-No puedo- se separó para verme.

-¿Por qué?

-No creas que los tomo por gusto, me los recetaron para ayudarme con un descontrol hormonal que tuve después de… bueno, después de Debie.

-Oh. Y… ¿has intentado dejarlos?

-Algunas veces. Pero siempre termino tomándolos de nuevo- él agachó la mirada –Eso no significa que no pueda disfrutar de…

-¿De qué?- dijo alzando una ceja en tono de fingida inocencia. 

-Ya sabes…- rió y pasamos esa noche como muchas otras, en una interminable y agotadora lucha llena de pasión y sin tregua.

Aún no había método alguno que detuviera el tiempo, éste seguía igual de rápido y altanero. Llevándose un día más tras otro y trayendo nuevos momentos que rápidamente se convertían en recuerdos.

Unos días antes de la boda doble; Alice, Jasper, Rose, Emmett, Alex, Rick, Sophi, Dereck, Edward y yo; fuimos a un sport-bar con karaoke y mesas de billar, nos instalamos en una mesa que estaba en una esquina, justo entre las mesas de juego y la pista. Desde que habíamos entrado nos dimos cuenta de la buena música, el ambiente misterioso y a la vez sensual y bueno, el menú de aperitivos no se quedaba atrás, mucho menos las deliciosas bebidas.

“Stayin’ alive” comenzó a sonar por todo el lugar, instintivamente comencé a mover los hombros al son de la música, Emmett se puso de pie y comenzó a bailar muy al estilo de los 70’s. Edward pasó un brazo alrededor de mi cintura y me pegó a un costado de él.

-¿Bailamos?- dijo en mi oído, de la forma más endemoniadamente sexy que jamás había oído.

Sonreí y le di un empujoncito con la cadera para que me diera espacio para ponerme de pie. Llegamos a la pista tomados de la mano, nos posicionó justo al centro, se puso frente a mí y comenzó a moverse sorprendiéndome una vez más, casi se me cae la baba pensando que tenía a éste “John Travolta” sólo para mí. Comenzó a girar a mí alrededor, sin perder el ritmo en ningún momento, sin despegar mis ojos de los suyos comencé a moverme a su ritmo e intentando seguir sus pasos. Mi cara pareció una copia exacta de un tomate cuando me di cuenta que los demás se abrían a nuestro alrededor para apreciar nuestra interpretación, en ningún momento dejé que eso me intimidara, seguí los movimientos de Edward como un rompecabezas. Cuando estuvo cerca de mí me habló rápidamente al oído.

-Lo haces excelente- aduló y seguimos el juego hasta que la canción terminó.

Al final, vi que los chicos estaban en “primera fila” viéndonos bailar, gritando y aplaudiendo igual que el resto de los presentes. Después llegó Emmett a nuestro lado cargando un micrófono, pasó un brazo alrededor del hombro de Edward y las primeras notas de “Child o mine” de Guns and Roses se escucharon por todo el local. Los demás nos rodearon, nos dieron otros dos micrófonos y nos quedamos ahí para cantar y bailar la canción. De repente llegó Edward detrás de mí, me abrazó por la espalda y me cantó mientras seguía mis movimientos. Obviamente, Alice fue la gran voz en nuestra interpretación. Cuando la canción estaba en la parte del solo de guitarra, un chico de la banda del lugar lo hizo en vivo, en ese momento volteé a ver a Edward, ahí fue cuando me di cuenta del brillo en sus ojos que me decía que la noche apenas estaba comenzado y que al juego de la seducción… podíamos jugar dos.

La estábamos pasando genial. Hacía mucho que no nos divertíamos tanto. Después de un rato de risas en nuestra mesa los chicos propusieron jugar un poco, pero me negué automáticamente.

-¿Por qué no quiere jugar mi bella Bella?- preguntó Edward.

-Es que… no sé jugar- dije sonrojándome.

-Yo te enseño- dijo con una enloquecedora voz ronca.

Sonreí al sentir cómo con sólo esas simples palabras me hacía estremecer hasta la punta de los pies. Mientras los demás tomaban sus lugares para jugar entre ellos, Edward y yo nos fuimos a la mesa más alejada para mis “lecciones”. Las canciones sensuales y decadentes no dejaban de sonar, incitándome a portarme muy, muy mal. Edward me daba indicaciones sobre cómo debía inclinarme sobre la mesa para lograr un buen golpe.

-¿Así?- pregunté con inocencia apenas inclinándome sobre la mesa.

-No, un poco más- dijo y pude notar el tono de su voz alterado.

-¿Así?- dije inclinándome un poco más. Volteé a verlo mientras mordía mi labio inferior.

Vi que apreciaba lo que mi faldita había dejado a la vista para él. En una escena muy cliché se acercó a mí por la espalda, acomodó el taco entre mis manos y me ayudó a golpear la bola blanca. Después de tres o cuatros tiros más no pudimos reprimirnos, Edward me sentó en la mesa para besarme sin piedad. Estaba a nada de olvidar en dónde estábamos y que había gente a nuestro alrededor. Lo bueno (muy malo para mí) es que Alice, siempre tan “prudente”, intervino en el asunto.

-¡Hey!

-¿Qué quieres, Alice?- dije sin despegar mis labios de los de Edward.

-¡Que te bajes de ahí! ¿Quieres que nos cobren esa mesa en la cuenta?-Reí y me bajé de un salto.

-¡Ya! “Gracias”- dije con sarcasmo.

-Cuando quieras- contestó ella con una gran sonrisa, como si hubiera hecho una buena acción –Edward, los chicos te esperan allá- dijo apuntando hacia donde estaban los demás.

Ellos cantaron a coro “Simple irresistible”, la loca de Alex nos propuso seguir los pasos del video para distraerlos… y así lo hicimos. Los teníamos embobados con nuestros movimientos perfectamente sincronizados. Creo que si lo hubiéramos ensayado antes no hubiera salido tan bien. Luego de eso nos quedamos en la pista bailando un par de canciones más. Di un brinco de alegría cuando “Rock Dj” comenzó a sonar, prácticamente me adherí a Edward para bailar como uno sólo. Mis movimientos de cadera eran seguidos por sus manos, sus labios atacaban los míos de vez en cuando y yo creía enloquecer en cualquier momento. Nos comportábamos como adolescentes y ¡era genial! no podía ni imaginar lo que pasaría después de tantas provocaciones.

Cuando pasó nuestro erótico momento en la pista, en algún lugar comenzó a sonar “All I wanna do is make love to you”, una chica la interpretó estupendamente, su voz fluía en sincronía con la música. Edward y yo la bailamos entre miradas llenas de fuego y sonrisas cómplices. El poco autocontrol se quedó en la nada cuando me acerqué a él para susurrarle y después morder el lóbulo de su oreja: “All I wanna do is make love to you, say you will want me too. All I wanna do is make love to tou. I’ve got lovin’ arms to holdo on to”. Prácticamente me arrastró al coche, no supimos qué pasó con los demás, sólo queríamos estar nosotros dos, sin interrupciones.

Nuestra casa estaba muy lejos, así que terminamos metiéndonos a un lindo y exclusivo hotel de paso. Edward pagó cuatro veces más la estancia permitida, para que no hubiera interrupciones. El tiempo apenas alcanzó para derrochar un poco de todo lo que éramos capaces de dar.     

Alex y Rick, y Rose y Emmett se casaron una linda tarde de otoño en una ceremonia espectacular y despampanante. La fiesta no se quedó atrás, hubo lujos y destellos por todas partes. Era como un cuento de hadas hecho realidad. No podía estar más feliz por mi hermana, dije las palabras más hermosas que pude: desde el corazón. Y dediqué otras a Rosalie, mi amiga y compañera en algunas aventuras. Alice y yo les preparamos un video de memorias como regalo, les dimos nuestros buenos deseos a ellas y a nuestros cuñados y disfrutamos en grande del festejo.

Llegaron las fiestas decembrinas, esa ocasión la anfitriona fue Reneé. Desde temprano había una agitación en torno a la casa, entraba y salía gente por todas partes, la cocina estaba hasta el tope, todo mundo tenía algo qué hacer y fue hasta el atardecer cuando nos pudimos disipar un poco para alistarnos para la cena.

Al sentarnos, dimos gracias siguiendo las palabras de tía Lichi, Charlotte, Reneé y Carlisle. Luego todos convivimos como una gran familia, cenamos juntos, jugamos en el patio, al dar las doce nos dimos un abrazo, fuimos un rato a la capilla que estaba cerca y al regresar intercambiamos regalos.

El regalo de la noche lo dio Sophie al confesarle a mi primo su recién descubierto embarazo. Sela lucía una linda pancita de seis meses; ella y Sophie brincaron de alegría, sus bebés sólo se llevarían siete meses. La cena concluyó de maravilla, algunos nos quedamos en casa de Reneé, mientras otros iban con Lichi o Charlotte.

Nuestro regalo nos lo dimos Edward y yo al siguiente día, en la privacidad de nuestra casa y bajo un mar de mantas que fueron testigos de la magia.

Faltaba poco tiempo para que cumpliéramos nuestro primer aniversario, a pesar de ser sólo el primer año, sentía como si lo conociera desde mucho antes. Esos doce meses me habían parecido una eternidad a su lado, una donde lo había conocido a fondo, donde había ofrecido mi alma como libro abierto para él, mientras Edward me dejaba leer cada gesto, cada palabra y cada caricia suya. Sabíamos lo que queríamos sin siquiera decirlo, podíamos calcular nuestro siguiente movimiento premeditadamente, éramos tan iguales que daba miedo y tan diferentes que encajábamos perfectamente.

No sabía qué más nos esperaba a la vuelta de los años, sólo estaba segura de que daría cualquier cosa porque fueran a su lado.

 

 

*****************

 

Holaaaa!!!!!!!

por fin sabadito!! y con eso la actu de "hope" n_n

Antes que nada... mil gracias a quienes me han dejado sus hermosos comentarios!!

- Martha!! ya no sé qué haría sin tiii! siempre tan atenta!! n_n gracias, linda!! 

-Primoooor de mi corazooooon!! *_* me tienes exactamente = con tu fic!!! ahh! ya quiero leer más y más!! Mil gracias por leerme!! tqmmmmm!!

-Mami!!! siempre tan hermosa tuuuu!! te adoro!! gracias por el apoyo!! me encanta tenerte como mi lectora, como mi madre y como parte de mi vida!! Eres la mejor!!

-Maya!! primis hermosaaaaa!! Gracias por leerme!! espero cumplir tus expectativas ;D TQQQQQ besos!!

-Mi mou!!!!!! sabes que aún falta!! así que creo que te evaporarás de tanto empalague :S jajajjajjaj xD tqqmmmmmm mi nina-Mou-d'-Fw!! 

 

Mis niñas que se dejan ver pero no me dices quienes son... GRACIAS!! espero que les esté gustando el fic. 

Por fiss!! por fis!!! °-°   

Dejenme sus comentarios!! y si ya de plano les gustó un votito y si no.... pues tb dígamenlo siiii??? 

Les dejo muchos besos de bombón!! Nos vemos el próximo sábado

;D

 


 

Capítulo 6: EL MISTERIOSO HOMBRE CONOCIDO Capítulo 8: ¿QUÉ MÁS PUEDE PASAR?

 
15128310 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 11112 usuarios