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		 La Push, Washington. 
El aire daba de lleno contra mi cara, jamás había sentido tanta adrenalina y el hecho de venir abrazada a Paul hacia que la sensación fuese simplemente genial. 
Llegamos a una pequeña casa, más bien parecía una cabaña ya que estaba hecha de ladrillos. 
-¿Y qué hacemos aquí Paul?- 
-Preciosa ésta es mi casa y venimos a dejar la moto- 
-Paul mi niño-una mujer salió de la pequeña casita gritando y miraba a Paul con adoración- 
-Ma estas avergonzándome- 
Carol ella es Lillian mi madre-inmediatamente le ofrecí mi mano a su madre y ésta en lugar de tomarla me dio un abrazo y besó mis mejillas y mi frente. 
-Cariño que gusto de conocerte Paul no ha parado de hablar de ti desde el jueves que se conocieron-Paul me miró avergonzado. 
-Ma iremos a la playa ¿de acuerdo?- 
-Vayan cariño, mientras les preparo algo, los chicos van a comer en casa?- 
-Así es ma-y Paul comenzó a caminar y de nuevo tomó mi mano, cosa que evidentemente ya no me incomodaba. 
-Y aquí está- me giré y frente a mí había una hermosa playa de aguas cristalinas, a pesar del frío lucía resplandeciente. 
-Es hermosa Paul- 
-Te lo dije- 
De pronto hacia nosotros se dirigía un grupo de chicos. Eran tan enormes como Paul, y también tenían sus músculos muy bien torneados. 
-Paul ¿qué hay hermano?- 
-Nada Jacke, les quiero presentar a alguien- 
Me tomó de la mano y me acercó a él. 
-Chicos ella es Carol- 
-Carol ellos son Sam y Emily su novia, Jacke y Leah su novia, el es Embry, el es Quil  y ese de allá es Seth hermano de Leah- 
-Mucho gusto Carol-esbozaron todos al unísono 
-Bien, ¿comenzamos ya la fogata?- 
Los chicos trajeron leña mientras nosotras nos encargábamos de acomodarla, cuando estuvo lista comenzamos a encenderla- 
-Y bien ¿quién tiene una buena historia de terror?- 
-Bien por qué no dejamos que nuestra nueva amiga nos cuente una-habló el chico que respondía al nombre de Seth. 
-Si esa me parece una gran idea-exclamó Emily con un dulce tono de voz. 
Para estas alturas ya estaba anocheciendo. 
-Bien no me hagan mucho caso pero mamá solía decir que en las noches de luna llena como hoy salían los hombres lobo y al acercarse a las luz lunar se transformaban, pero eso dejó de existir cuando un anciano le tiró balas de plata a la última manada existente, es  la historia-pude notar durante mi relato como todos miraban atentos, pero cuando terminé de narrar todos excepto Paul se estaban carcajeando de mi historia yo inmediatamente me sonrojé. 
-No les hagas caso Carol son unos tarados-Paul me susurró en el oído y pude ver como Jacke le arrojaba una vara justo en la cabeza y de nuevo todos comenzaron a carcajearse. 
-Chicos mamá iba a preparar de cenar ¿vienen?- 
-Que pregunta tan tonta Paul sabes que tratándose de comida te siguen como perros-ésta vez fue Leah quien hizo el comentario y una vez más todos comenzaron a carcajearse, a decir verdad todos eran muy agradables incluso las chicas. 
Al llegar a casa de Paul me impactó que cupiéramos todos, parecía que estábamos todos metidos en una casa de juguete ya que lo enorme de los chicos y lo pequeño de la casa daban un toque muy cómico, me impactó ver como los chicos devoraban toda la comida. 
-Chicos no se atraganten y dejen a las chicas algo que por eso están tan flacas-La madre de Paul los reprendió y pude ver como Jacke le servía un plato a Leah igual que Sam  a Emily y Paul a mí. 
Así transcurrió la cena entre bromas y risas la verdad que lo estaba pasando muy bien pero era hora de volver a casa o mi padre comenzaría a preocuparse, además debía hacer la tarea y dormirme temprano ya que mañana era día de colegio. 
-Paul ya debo irme- 
-Mmm cuanto lo lamento preciosa me gustaría que te quedaras- 
-Yo también lo lamento fortachón pero en verdad debo irme- 
-Jacke me prestas tu auto, debo llevar a Carol a casa- 
Jacke le lanzó las llaves a Paul y este las atrapó. 
-Vuelve pronto querida- su madre me habló desde la cocina. 
-Lo haré señora-y me despedí con la mano 
-Llámame Lillian cariño- 
-Lo haré Lillian, hasta pronto chicos- 
Paul me abrió la puerta del copiloto, si algo era seguro era que Paul era todo un caballero. 
Al llegar a la puerta de mi casa estaba a punto de bajarme y Paul me tomó del brazo pero sin llegar a lastimarme- 
-Carol quieres ser mi novia-esto si que no me lo esperaba y no era que Paul no me gustara pero como ya lo había dicho no estaba en mi mejor momento. 
-Paul verás, yo justo ahora no estoy en mi mejor momento pero cuando esté lista te tendré una respuesta-y justo después de eso Paul me beso, fue un beso realmente tierno y muy dulce mi corazón latía como el de un colibrí, la verdad era que era un excelente primer beso. 
-¿Y qué piensas ahora preciosa?- 
-Aún debo pensarlo-y le dí un corto beso en los labios. 
-Carol al fin apareces- 
-Papá te llamé y como no contestabas te dejé un mensaje en tu móvil- 
Mi padre revisó y escuchó mi mensaje. 
-Cierto cariño, quieres cenar?- 
-No papi debo hacer la tarea de acuerdo?, hasta mañana-y salí disparada rumbo a las escaleras. 
Cuando estuve en mi cuarto me puse a pensar en el beso y entonces tomé una desición, esperaría a que pasara un mes y le daría el sí a Paul. 
  
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