Fui directo a mi casa, me esperaban en los coche, Rose y Emmett en el convertible  y  Esme y Carlisle en el Mercedes. Supe que Alice había llamado para avisar lo que había pasado ya.

Nadie dijo nada, ni siquiera Rosalie, fui directo a la casa donde deje bajo las tablas los regalos de Bella.

Me volví y subí al coche de mi padre y partimos.

Carlisle conducía a 130, lento para mí. No tardamos en llegar a aeropuerto de Washington, no tenía claro donde iba a ir, los vuelos se estaban retrasando para mi desgracia por el asunto de la lluvia. Realmente no me importaba nada,  solo quería huir, y en mi mente el rostro de Bella destrozado.

- Hijo ya vamos a abordar – Me dijo Esme con voz suave.

- Lo siento Esme pero no voy a ir con ustedes.

- Ya lo sabíamos, Alice nos lo dijo- Dijo Emmett.

- No quiero que nos separemos- Protestó Rosalie. 

- Lo siento.- Repetí

- Estas seguro – Pregunto Carlisle.

- Es lo mejor.

- Nosotros iremos a Denali-Señaló Emmett.- Y luego veremos que hacer.

Asentí sin ganas, Esme me envolvió en sus brazos, me besó en ambas mejillas y dijo:

- Cuídate por favor.

Asentí otra vez, pero le mire a los ojos y en ellos se reflejaba una gran tristeza.

- Lo haré.- Prometí.

Emmett abrazo a Rosalíe con uno de sus brazos y puso la otra mano en mi hombro y ambos me miraron.

- Ya sabes que siempre puedes contar con nosotros.- Agrego Emmett.

- Gracias.- Les dije.

- Que harás ahora.- Me pregunto Carlisle.

- No lo se- Conteste- Lo que si quiero es estar solo.

- Toma el mercedes.- Me pasó las llaves.- Tus cosas están en el maletero.

- Gracias.

- Te queremos hijo, Mantente comunicado por favor.- Me rogó Esme 

- Ya sabemos a donde ira mamá, Alice también nos dijo- Señalo Rosalie.

Esme miro a Rosalie con cara de pregunta.

- Recorrerá el país buscando a alguien.

Esme puso mala cara y miro a Emmett quien estaba serio. Luego se puso al lado de Carlisle y le tomó la mano.

Nos distrajo el anuncio del vuelo que estaba por despegar con destino a Alaska.

- Por favor no se preocupen por mí.- Pedí.

Luego me despedí de cada uno y ellos se alejaron y  abordaron afligidos por mi estado, yo solo estaba concentrado en pensar como estaba ella ahora ¿Estaría en el bosque aun? ¿La habrían encontrado ya? ¿Que habría pensado su padre? tenía claro que no podría volver Forks. Pero que podía hacer y se me ocurrió llamar a alguien preguntando por Bella, pero a quien, por mi mente pasaron varios y se me quedo Ben en la mente claro el novio de Ángela, nos habíamos juntado durante los recreos, y teníamos bastantes cosas en común, era una buena persona. No lo dude y tome el móvil y marque su numeró.

- Dija- Contestó

- Ben, soy Edward, disculpa la hora, necesito de tu ayuda necesito saber algo pero quiero que nadie se entere que yo lo se, ni siquiera Ángela, puedo contar contigo.

- Esta, esta bien dime.

- Bien quiero sabes si han encontrado a Bella.    

- Si ya esta en su casa, yo pensé que estabas con ella.- Respire hondo un poco aliviado

- No es así, Gracias Ben es todo lo que quería saber.

- Es verdad que tu y tu familia se han marchado de Forks.

- Si, es cierto.

- Ya veo, no te preocupes no le diré a nadie.

- Gracias, sabia que podía contar contigo, adiós Ben.

- Cuídate.  

Me sentí mas tranquilo, Bella no correría mas peligro estaba en su casa sana y salva.

Me dirigí al coche a paso lento, pero el dolor que sentía por dentro no paraba de crecer al pensar que su amor lo había  perdido, la llovizna me mojaba suave a medida que me desplazaba por el estacionamiento, recordé sin querer aquel episodio cuando le salve de la camioneta y vi sus ojos que me miraban profundos, ya no los iba a ver mas, sentía su  olor estaba impregnado en mi ropa, cerré los ojos y ya los recuerdos eran dulces, las imágenes pasaban por mi cabeza la primera vez que la besé, cada vez que me dijo que me quería en sus sueños, la primera vez llegamos juntos al Instituto, cuando el corazón le latía fuerte y rápido con una sola caricia, cuando se escondía en mi pecho y respiraba mi olor,  en mi cara se dibujo un intento de sonrisa.

Cuando entre al coche no tenia un rumbo fijo, no sabia que iba ha hacer, mi existencia no tenía ningún sentido al estar lejos de Bella, me largué a conducir.

El día apareció por el horizonte. No sabía donde estaba solo veía las líneas del pavimento, por un momento pensé en la despedida en el aeropuerto y recordé las palabras de Rosalie, cuando dijo que Alice le había dicho que recorrería el país buscando a alguien, pero a quien y por que, entonces caí y en voz alta dije:

- Victoria.     

El último peligro al que estaba propensa la vida de Bella, era mi obligación atraparla  antes de que quisiera volver por nosotros, pues yo y mi familia no estaríamos para protegerla y eso me mantendría ocupado por un tiempo.

Lo único que ahora necesitaba era un rastro.

Hola de verdad muchas gracias por leer y y por los votos.

Mañana subire otro capi. Un abrazo.

Cami