—Ponla en la mesa.—
Edward frunció el ceño ante aquella orden de Cayo cuando el apurado hombre pasaba hacia la cocina y quitaba las tazas vacías del día anterior.
Apilándolas fuera de la mesa con manos rápidas,se las dio a Jacob para que las pusiera en algún lugar,después regresó.
—¿Por qué no estás persiguiendo a su atacante?—le preguntó Edward súbitamente furioso.
—Marco fue tras él.Me quedé para ver si podía ayudar—contestó el hombre concisamente–.Ponla en la mesa.—
Edward dudó,entonces se movió hacia la mesa y puso suavemente a Bella sobre ella.Él la habría llevado arriba y la habría puesto en la cama,pero suponía que tenían que limpiarla primero.Parecía haber una horrible cantidad de sangre.Frunció el ceño cuando la colocó y se enderezó para mirarla.Un montón de sangre,notó aturdidamente,su corazón estaba hundiéndose.
—Dios mío—susurró Jacob con un hilo de voz,su rostro palideció suavemente cuando Cayo movió gentilmente el rostro de Bella para examinar la herida de su cabeza.No era una mordedura,era un rasgón.Su garganta fue rasgada abriéndola con el vicioso intento de asesinarla.Edward no podía examinar la cantidad de sangre que ella había perdido.
Giró alejándose hacia el fregadero y tomó una de las nuevas toallas que habían comprado para la cocina.Humedeciéndola,Edward se apresuró a su lado y comenzó a limpiar ineficientemente la sangre.Estaba en su cuello,bajando por su pecho,empapando el algodón blanco de la camisa que ella llevaba bajo su chaqueta de correr.
El sonido profundo de la voz de Jacob hizo que mirara alrededor.El mortal estaba hablando por teléfono.
—Necesito una ambulancia—dijo urgentemente.
Edward bajó su mirada hacia la herida de Bella.Una ambulancia no llegaría a tiempo para salvarla.
–Cuelga,Jacob.—
Jacob lo miró con sorpresa.
–Pero ella…—
—Mírala. No podemos salvarla—dijo gravemente.
—¿Qué estás haciendo?—le preguntó Cayo con gravedad cuando Edward comenzó a soltar los botones de su manga.
—Voy a convertirla—dijo calmadamente Edward sabiendo por la expresión del hombre que no era la respuesta que esperaba.
—¿Edward?—dijo Jacob inciertamente,pero no se movió a detenerlo y colgó el teléfono.Edward supuso que estaba tácitamente de acuerdo y alegre.No deseaba discutir con el hombre o querer tomar posesión de su mente para mantener a Jacob fuera de su camino mientras hacía lo que tenía que hacer para salvar a Bella.
—Mike dijo que le salvaste la vida a Aro convirtiéndolo—dijo suavemente Cayo.
Edward se encogió con indiferencia.Él no se preocupaba por las reglas o leyes.Se preocupaba por Bella.
—El sangrado ha disminuido a un hilo—dijo Esme y Edward se giró para encontrarla sobre Bella,mirando su garganta mientras ella gemía y cambiaba sobre la mesa.
—Muévete,mamá.Tengo que convertirla—Edward comenzó a enrollar su manga.
Esm lo ignoró,su mirada fija sobre la herida de Bella,entonces observó su rostro y preguntó desconcertada:
—¿Por qué su rostro está cubierto con sangre?—
Edward bajó su mirada sobre el rostro de Bella,notando la sangre alrededor de su boca,pero solo repitió:
—Muévete,mamá.—
—No tienes que convertirla,Edward—dijo rudamente—.Si ha de convertirla alguien,puedo ser yo.Ahora…—
Edward se movió impacientemente.
—Ella intentó ayudarme.Mordiéndolo.—
La mirada de Esme se agudizó.
—¿Ella lo mordió?—
Edward frunció el ceño molestándose con sus preguntas en un momento como ese.
—Él tenía un cuchillo.Lo mordió en su muñeca para evitar que lo usara en mí cuando los alcancé.—
Le dieron la vuelta a Bella cuando gimió nuevamente,más fuerte esta vez,entonces repentinamente,comenzó a convulsionar en la mesa.
—¿Qué está pasando?—preguntó Edward con pánico.Él se encaminó nuevamente hacia la mesa,sosteniendo por los hombros a Bella sobre el tope de la mesa mientras convulsionaba.
—¿Pudo haber obtenido suficiente sangre mientras mordía el asesino como para convertirla?—le preguntó Cayo.
—Es posible—dijo Esme suavemente–.Pero nunca vi a nadie convulsionar durante la conversión.No tan pronto—frunció el ceño–.Aunque ha perdido mucha sangre.Podría ser por eso.—
—¿Qué haremos?—preguntó ansiosamente Jacob.
Esme vaciló,entonces ordenó:
—Rasga una bolsa de sangre,Jacob.—
Jacob se apresuró hacia la nevera inmediatamente,regresando con una bolsa.Esme la abrió con su uña,entonces la sostuvo sobre la boca de Bella.Edward inmediatamente se movió para levantar su cabeza de modo que el líquido pudiera deslizarse por su garganta y llegar a donde necesitaba llegar.
—¿Tienes suficientes sangre aquí para verla convertirse?—
Edward frunció el ceño y miró sobre su hombro para preguntarle a Cayo.Esto era algo en lo que no había pensado y ya sabía la respuesta antes de que su madre lo dijera:—No.—
Para su alivio,Cayo meramente asintió y dijo:
—Trajimos algunas con nosotros.Enviamos algunas antes al hotel.Enviaremos a Marco por ellas cuando regrese.—
—Llamaré a Emmett y traerá más sangre mañana para reemplazarla—murmuró Esme.Añadió—:Necesitaremos una IV también,conseguiremos una.—
—¿Por qué?—preguntó Cayo sorprendido.
—La usamos mientras convertimos a otros.Viene siendo bastante práctico—explicó Esme.
—¿Cuántas veces has tenido que supervisar una conversión?–preguntó curiosamente Cayo.
—Cuatro veces en los últimos tres años—dijo ella con indiferencia.
—¿Cuatro?—preguntó con sorpresa.
—Los compañeros de mis hijos—explicó–.Aunque hubo otros en los seiscientos años de mi vida—añadió Esme con indiferencia–.Podemos con esto,pero necesitaremos más sangre y una IV.—
—Encontraremos una IV,también—le aseguró Cayo,entonces calló cuando Esme removió la bolsa vacía y Edward acomodó de nuevo a Bella en la mesa.Todos se apiñaron alrededor de la mesa,mirando la palidez aún en su rostro.
—Las convulsiones se han detenido—dijo Jacob con esperanza.
Edward asintió lentamente,entonces miró de Bella a su madre cuando ella movió la cabeza de la mesa y usó sus dedos para abrirle los párpados a Bella y buscar sus pupilas.Edward no vio nada,pero ella debía hacerlo,porque asintió con satisfacción y se enderezó.
–Está empezando.Será mejor que la lleves arriba,Edward.¿Tienes una soga?—
—¿Soga?—preguntó confundido.
—Necesita estar atada para que no pueda herirse a sí misma—le explicó Esme.
—También la conseguiremos.Yo…—Cayo pausó cuando la puerta de afuera de la piscina se abrió y Marco entró en la cocina,con expresión austera en su rostro.Cuando Cayo levantó su ceja en pregunta,Marco agitó su cabeza.
Edward sabía lo que significaba eso.El saboteador se había ido.Por un momento sintió rabia de que el atacante hubiera escapado,pero luego lo dejó ir,más preocupado por Bella.
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