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Capítulo 6: La visitas y el prodigio (I parte)
--- Yo --- dijo Ben parándose y tomando el libro dejando confundidos a muchos.
De los que más se habían acostumbrado a eso de estar con vampiros y no sabían cómo reaccionar los Cullen, pero decidieron dejarlo pasar, total esto apenas estaba comenzando.
Pero antes de que cualquier cosa pasara una luz morada y de repente estaban ahí dos niñas, una de unos dieciséis y otra de catorce años. Una era de piel morena, cabello negro largo y lacio y unos ojos cafés claros muy bellos y la más pequeña era de cabello café, piel un poco más clara y ojos verdes claros. Nahuel abrió los ojos y se puso rojo, fulminando a Nessie de paso.
--- Con que ahí estabas idiota --- dijo la chica rubia mirándolo con rabia --- y yo preocupada de que algo que pasara.
--- Hola Mary-Lu --- dijo este encogiéndose de hombros.
--- Nada de “hola Mary-Lu2, ¡Imbécil, tarado! --- dijo mirándolo con furia y se dirigió a Nessie --- ¿No sabes lo que están sufriendo en ese lugar verdad?, no creo que ni te interese.
--- Si me interesa, solo es cuestión de días --- dijo está encogiéndose de hombros.
--- Ness, deberías ser más paciente y sobretodo no hacer las cosas tan precipitadamente --- dijo la otra mirándola con algo de seriedad.
--- Miren quien habla ¿Cómo llegaron hasta aquí? --- pegunto Nahuel levantando una ceja.
--- Bueno, eso es algo cómico --- dijo enseñando sus dientes --- Holly nos ayudó, pero…
--- No se pueden ir hasta que los libros sean leídos hasta la última página --- dijo Nahuel con sarcasmo --- y nosotros somos los imprudentes.
--- De perdido Quill sabe lo que hice --- dijo como solución a su problema y todos rodearon los ojos.
--- ¿Quiénes son ellas? --- pregunto Sam todavía asustado.
--- Le dices tú María Luz o le digo yo --- dijo Nahuel excepto.
--- Ándale dile --- dijo esta --- dile de quien soy hija y que estoy imprimada de ti.
--- ¿Cómo se imprimaron? --- preguntaron los lobos y los vampiros.
--- Es un semi-vampiro --- dijo Mari-Lu rodeando los ojos --- y por alguna razón ellos se pueden imprimar de los lobos, no nos pregunten, es algo que todavía no sabemos del todo.
--- Pero debieron de ser mas responsables --- dijo la otra, que la mayoría creía saber quién era --- o de perdido habernos llevado con ustedes somos sus amigas después de todo ¿no?
--- Lo siento --- dijo Nessie volteando la cara y mirando al resto --- no diremos quiénes somos hasta que el tercer libro se termine, y después se podrán pelear y todo el mugrerío.
--- Está bien --- dijo Bella mirando a los invitados con mucha intriga.
--- Continuemos leyendo para que ellos se puedan ir a casa --- dijo Edward asintiendo en dirección de su hija, con una mirada de a mi si me dices.
--- Estoy en problemas --- dijo ella mordiéndose el labio.
--- Y en uno muy grande --- dijeron los otros tres de sus amigos.
--- -EL PRODIGIO --- leyó Ben mirando a las nuevas integrantes, quienes estaban sentadas a lado de Nessie.
--- ¿Es el padre de Dany verdad? --- pregunto Cary en un murmullo que solo los vampiros y hombres lobos pudieron escuchar, Nessie se limitó a asentir.
Algo había cambiado cuando abrí los ojos por la mañana. Era la luz, algo más clara aunque siguiera teniendo el matiz gris verdoso propio de un día nublado en el bosque. Comprendí que faltaba la niebla que solía envolver mi ventana.
Me levanté de la cama de un salto para mirar fuera y gemí de pavor.
Una fina capa de nieve cubría el césped y el techo de mi coche, y blanqueaba el camino, pero eso no era lo peor. Toda la lluvia del día anterior se había congelado, recubriendo las agujas de los pinos con diseños fantásticos y hermosísimos, pero convirtiendo la calzada en una superficie resbaladiza y mortífera. Ya me costaba mucho no caerme cuando el suelo estaba seco; tal vez fuera más seguro que volviera a la cama.
--- Estoy de acuerdo contigo --- dijeron Edward y Jacob al mismo tiempo y varios rieron.
--- No entiendo --- dijeron Mari-Lu y Cary confundidas.
--- La expresión de Nessie es torpe no se compra con ella --- dijo Nahuel en modo divertido y las otras dos no quisieron insistir, una todavía seguía enojada con su novio.
Charlie se había marchado al trabajo antes de que yo bajara las escaleras. En muchos sentidos, vivir con él era como tener mi propia casa y me encontraba disfrutando de la soledad en lugar de sentirme sola.
--- Lo dice porque no ha estado sola en esta casota --- dijo Cary mirando a su alrededor --- en una pijamada que hicimos casi salimos corriendo.
--- ¿Quién les manda ver películas de terror tan tarde? --- dijo Nahuel rodeando los ojos --- cualquiera diría que ustedes tres no tiene por qué temerle a nada.
--- Yo no le temo a nada --- dijeron las tres en modo ofendido.
Engullí un cuenco de cereales y bebí un poco de zumo de naranja a morro. La perspectiva de ir al instituto me emocionaba, y me asustaba saber que la causa no era el estimulante entorno educativo que me aguardaba ni la perspectiva de ver a mis nuevos amigos. Si no quería engañarme, debía admitir que deseaba acudir al instituto para ver a Edward Cullen, lo cual era una soberana tontería.
--- No creo que sea tontería --- dijo Nessie pensando y después sonrió con burla --- mejor si es tontería.
--- No te entiendo --- dijeron todos a la vez confundidos.
--- Bueno, que es una tontería ir a ver a Edward --- dijo ella rodeando los ojos y al ver que nadie la entendía explico --- es como que un ratón fuera a ver a un león y se instalara en su jaula, pensando que no se lo comería y luego que el león se coma al ratón, es irónico en mi opinión.
Nadie respondió nada y sus amigos pensaban en ahorcarla por semejantes palabras, pero Edward la miraba y veía a su Bella y a él en una extraña mescla.
Después de que el día anterior balbuceara como una idiota y me pusiera en ridículo, debería evitarlo a toda costa. Además, desconfiaba de él por haberme mentido sobre sus ojos.
Aún me atemorizaba la hostilidad que emanaba de su persona, todavía se me trababa la lengua cada vez que imaginaba su rostro perfecto. Era plenamente consciente de que jugábamos en ligas diferentes, distantes. Por todo eso, no debería estar tan ansiosa por verle.
Necesité de toda mi concentración para caminar sin matarme por la acera cubierta de hielo en dirección a la carretera
--- Bueno, ahora es toda una Azaña --- dijeron varios y Bella rodeo los ojos con desesperación.
; Aun así, estuve a punto de perder el equilibro cuando al fin llegué al coche, pero conseguí agarrarme al espejo y me salvé. Estaba claro, el día iba a ser una pesadilla.
Al terminar de leer esto todo el mundo se empezó a reír de eso, era curioso como a poco tiempo los lobos se sentían más relajados que de costumbre.
Mientras conducía hacia la escuela, para distraerme de mi temor a sucumbir, a entregarme a especulaciones no deseadas sobre Edward Cullen, pensé en Mike y en Eric, y en la evidente diferencia entre cómo me trataban los adolescentes del pueblo y los de Phoenix.
Tenía el mismo aspecto que en Phoenix, estaba segura. Tal vez sólo fuera que esos chicos mi habían visto pasar lentamente por las etapas menos agraciadas de la adolescencia y aún pensaban en mí de esa forma. O tal vez se debía a que era nueva en un lugar donde escaseaban las novedades. Posiblemente, el hecho de que fuera terriblemente patosa aquí se consideraba como algo encantador en lugar de patético, y me encasillaban en el papel de damisela en apuros. Fuera cual fuera la razón, me desconcertaba que Mike se comportara como un perrito faldero y que Eric se hubiera convertido en su rival. Hubiera preferido pasar desapercibida.
El monovolumen no parecía tener ningún problema en avanzar por la carretera cubierta de hielo ennegrecido, pero aun así conducía muy despacio para no causar una escena de caos en Main Street.
Cuando llegué al instituto y salí del coche, vi el motivo por el que no había tenido percances. Un objeto plateado me llamó la atención y me dirigí a la parte trasera del monovolumen, apoyándome en él todo el tiempo, para examinar las llantas, recubiertas por finas cadenas entrecruzadas. Charlie había madrugado para poner cadenas a los neumáticos del coche. Se me hizo un nudo en la garganta, ya que no estaba acostumbrada a que alguien cuidara de mí, y la silenciosa preocupación de Charlie me pilló desprevenida.
--- Así que era eso --- dijo Edward pensativo y Bella lo miro con curiosidad --- cuando paso eso estaba intrigado por lo que te había enternecido de repente.
Ella asintió, mientras que Nessie los miraba con ternura, le encantaba ver a sus padres compartieran recuerdos y más con ella.
Estaba de pie junto a la parte trasera del vehículo, intentando controlar aquella repentina oleada de sentimientos que me embargó al ver las cadenas, cuando oí un sonido extraño.
Era un chirrido fuerte que se convertía rápidamente en un estruendo. Sobresaltada, alcé la vista.
--- ¡MEJOR QUITATE DE AHÍ! --- gritaron todos los que habían presenciado el accidente.
--- Estaba en shock --- se justificó.
Vi varias cosas a la vez. Nada se movía a cámara lenta, como sucede en las películas, sino que el flujo de adrenalina hizo que mi mente obrara con mayor rapidez, y pudiera asimilar al mismo tiempo varias escenas con todo lujo de detalles.
Edward Cullen se encontraba a cuatro coches de distancia, y me miraba con rostro de espanto. Su semblante destacaba entre un mar de caras, todas con la misma expresión horrorizada. Pero en aquel momento tenía más importancia una furgoneta azul oscuro que patinaba con las llantas bloqueadas chirriando contra los frenos, y que dio un brutal trompo sobre el hielo del aparcamiento. Iba a chocar contra la parte posterior del monovolumen, y yo estaba en medio de los dos vehículos. Ni siquiera tendría tiempo para cerrar los ojos.
--- ¿Cómo fue eso? --- pregunto Ángela sorprendida mirando a todos --- se suponía que te salvo ¿no?
--- sigue leyendo --- dijo Bella mirando a Ben y este asintió.
Algo me golpeó con fuerza, aunque no desde la dirección que esperaba, inmediatamente antes de que escuchara el terrible crujido que se produjo cuando la furgoneta golpeó contra la base de mi coche y se plegó como un acordeón. Me golpeé la cabeza contra el asfalto helado y sentí que algo frío y compacto me sujetaba contra el suelo. Estaba tendida en la calzada, detrás del coche color café que estaba junto al mío, pero no tuve ocasión de advertir nada más porque la camioneta seguía acercándose. Después de raspar la parte trasera del monovolumen, había dado la vuelta y estaba a punto de aplastarme de nuevo.
Me percaté de que había alguien a mi lado al oír una maldición en voz baja, y era imposible no reconocerla. Dos grandes manos blancas se extendieron delante de mí para protegerme y la furgoneta se detuvo vacilante a treinta centímetros de mi cabeza. De forma providencial, ambas manos cabían en la profunda abolladura del lateral de la carrocería de la furgoneta.
Entonces, aquellas manos se movieron con tal una sostuvo la carrocería de la furgoneta por debajo mientras algo me arrastraba.
Empujó mis piernas hasta que toparon con los neumáticos del coche marrón. Con un seco crujido metálico que estuvo a punto de perforarme los tímpanos, la furgoneta cayó pesadamente en el asfalto entre el estrépito de las ventanas al hacerse añicos. Cayó exactamente donde hacía un segundo estaban mis piernas.
Reinó un silencio absoluto durante un prolongado segundo antes de que todo el mundo se pusiera a chillar. Oí a más de un persona que me llamaba en la repentina locura que se desató a continuación, pero en medio de todo aquel griterío escuché con mayor claridad la voz suave y desesperada de Edward Cullen que me hablaba al oído.
--- Eso no es posible --- dijo Mike mirando a Edward --- primero estabas en un lugar y te moviste demasiado rápido y para detuviste un auto con tus manos.
--- Al seguir leyendo se enteraran --- dijo Carlisle mirando a su hijo con orgullo y algo de lastima.
--- No, quiero saberlo de una maldita vez --- dijo Mike mirando a Ángela y Jessica --- no es justo que nos tengan aquí y no nos digan que pasa.
--- Solo estas para tener algo que molestar --- dijo Nahuel en tono bajo y por suerte no lo escucharon, al menos los humanos, los vampiros y lobos se rieron de eso.
--- Todo eso es muy raro --- coincidió Jessica molesta --- ¿Qué diantres son ustedes?
--- lo que somos o no somos, la verdad no es de tu convenciera --- dijo Rosalie molesta --- mejor cállate y deja que sigan leyendo.
--- Yo quiero saber que son ahora mismo --- dijo Mike y Jessica asintió --- sino, les juro que nos vamos de aquí y le contamos a todos lo que sabemos…
ESPERO QUE LES GUSTE Y ME COMENTEN, UN GRAN BESO Y NOS LEEMOS PRONTO SE LOS PROMETO
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