Media hora más tarde,Bella miraba impacientemente cuando el último de los aparatos estaba siendo apreciado,incluyendo un microondas de cromo negro.
—No tendremos sitio en el coche para todo esto—precisó—.Y todavía tienen que conseguir la comida.
—Me encantaría hacer que uno de nuestros empleados le llevara sus compras a su casa—dijo el encargado servicialmente.
—¡Oh,perfecto!—dijo Edward y Bella intentó no rodar sus ojos.Decidió que a él le gustaba ir de compras.
El hombre había estado relajado y alegre durante las dos horas extenuantes que habían pasado en el almacén.A ella le habría gustado coger una cafetera y platos de papel,pero a Edward no.
Edward había dicho que ya que iban a hacerlo lo harían bien y había continuado tomándose su tiempo escogiendo el modelo de vajilla,así como el estilo de la cristalería que iban a usar para beber y luego había insistido en la armonía del color en todos los utensilios.
Bella sacudió la cabeza.¿Quién se preocupaba si la tetera era de plástico blanco,la máquina de cappuccino de cromo o la olla para cocinar al vapor era azul?Edward lo hacía.Él quería todo en negro y cromo,para que hiciera juego.
Suspirando con impaciencia,cambió sus pies de sitio cuando Edward entregó su tarjeta de crédito.
—El hombre que se encuentra en casa se llama Jacob.Si la puerta está cerrada y tienen que llamar,sólo dígale que ésta es una entrega autorizada por Bella—le explicó Edward.
—Le llamaré para advertirle de que van ustedes para allá—dijo Bella impacientemente—¿Podemos irnos ya?
—Ella es muy perspicaz—advirtió Edward al encargado—.Acaba de llegar de Nueva York.Usted ya sabe cómo son los neoyorquinos.
—Oh…Sí—el encargado cabeceó solemnemente,le miró como si quisiera ofrecerle sus condolencias por tener que tratar con ella.
Encontrando el asunto exasperante,Bella dio media vuelta y se dirigió hacia las puertas automáticas.
—¡Vuelvan otra vez!–dijo el gerente encantado cuando Edward la siguió.
—No vamos a hacer esto en el supermercado—dijo Bella con gravedad cuando arrancó el motor del coche de alquiler—.No vamos a comprar todo el supermercado.Eres un vampiro,se supone que no comes.
—Y tú una mujer.Se supone que debería gustarte ir de compras—respondió Edward suavemente—.Pienso que las cosas,no siempre son lo que parecen¿No crees?
En su impaciencia,Bella logró calar el motor del coche.Sintió cómo su cara se enrojecía debido a la vergüenza,apretó los dientes y trató de arrancar de nuevo el motor.Haciendo una pausa,tomó una profunda aspiración para estabilizarse.
—Debe de ser el cansancio del viaje—refunfuñó en un susurro bajo cuando sacó el coche del aparcamiento.
—Sin duda—dijo Edward.
—¿Es que estás condenado a estar siempre contento?—preguntó ella con irritación.
—Habitualmente,siempre—él le aseguró con una amplia sonrisa.
Bella expulsó el aire hacia fuera en un suspiro.
—No te pareces nada a Emmett.Él es…
—¿Serio?¿Sobrio?¿Solemne?¿Y todas las otras eses?—Edward sugirió divertido.
—Muy maduro—dijo ella secamente.
—Él es un hombre de negocios.Yo soy actor—le indicó Edward como si esto lo explicara todo.
Bella frunció el ceño.Lo había olvidado,pero él era también un hombre de negocios,con su propia empresa.Esto hizo que se maravillara de su comportamiento alegre,era fácil empresa para el teatro.
—¿Tienes la lista de Jacob?—preguntó Edward cuando caminaban dentro de la tienda de alimentos unos diez minutos más tarde.
Bella metió la mano en su bolsillo y sacó el trozo de papel.Jacob se la había dado en el camino hacia la puerta.Ella lo desdobló,leyó una palabra sola en la parte superior,parpadeó y se echó a reír.
Con curiosidad,Edward cogió la lista de ella.Sonrió débilmente.
—Bien,realmente le hiciste escribir «todo» en la lista.
—Sí—Bella estuvo de acuerdo con un suspiro,admitiendo que no sabía cómo iba a agradecerle que no fueran a hacer la compra rápido aquí tampoco.Necesitaban de todo;la casa de Edward carecía de cosas básicas,como la sal o la pimienta.
—Aquí—Edward metió la mano en su bolsillo y sacó un poco de dinero.Dándoselo,señaló al extremo del almacén—¿Por qué no vas a por un par de bebidas para nosotros y comenzamos a comprar?
Bella siguió el dedo de Edward hasta el letrero de cafetería al final de la tienda y movió la cabeza con alivio.Una dosis de cafeína lo haría todo soportable.
—¿Cómo quieres tu café?
Edward parpadeó con la pregunta.
—¿Normal?
Bella arqueó sus cejas.Su respuesta le decía que él normalmente no bebía café.Sin embargo,ya que le daba un respiro con las compras,lo pasó por alto y simplemente se dirigió a la cafetería.
Diez minutos más tarde ella había bebido la mitad de su cappuccino y se había sentido aproximadamente cien veces mejor.Aún no le importaba que Edward quisiera mirar todo lo que había sobre los estantes.El hombre prácticamente estaba salivando cuando miró las fotos de la comida impresa sobre las cajas y latas.Sus reacciones la hicieron pensar que ella tenía razón y él normalmente no comía como había sospechado.
Lamentablemente,cuando ella se lo dijo,Edward solamente se encogió de hombros y mencionó los restaurantes en los que le sirvieron cosas como estas. Bella,suficientemente madura por su inyección de cafeína,dejó ir el asunto por ahora,pero todavía estaba segura de que él no había comido.
Las compras de los artículos de cocina habían llegado a casa y Jacob había guardado en su sitio a la mayor parte de ellos en lo que tardaron en regresar.Esto todavía dejaba a los comestibles.Bella y Edward ayudaron al gigante a guardarlos en su sitio antes de que ella trajera su cartera y la pusiera sobre la mesa.
Recuperando un cuaderno de notas y la pluma,la cerró y puso la cartera en el suelo,luego se sentó y echó un vistazo a los dos hombres.Edward y Jacob trataban de entender cómo usar la heladera...sin molestarse en leer las instrucciones,notó Bella y sonrió interiormente.Esto era típico de los machos.Uno casi podría olvidar que el hombre era un vampiro.
El pensamiento hizo que frunciera el ceño.La última cosa que Bella quería hacer era olvidar eso.Él era atractivo y encantador y...un vampiro.Tenía que guardar la última parte en su mente y no hacer caso del resto.Era por su propio bien.
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