Hola chicas aquí tienen un nuevo capítulo espero que les guste.

La canción que Seth y Bella cantan es de Shania Twain –  Man! I feel like a woman!  Para meterse más en la historia les aconsejo que pongan la canción mientras leen.

6. Una mami como tú.

Una vez en casa, Seth se puso a jugar al nuevo juego que le compré para la Wii. Mientras él estaba entretenido jugando con la consola yo empecé a hacer la comida. Antes de empezar a ponerme manos a la obra, me encerré en la cocina, puse mi móvil en la encimera por si me llamaban y puse música. Cuando empecé a cortar las patatas para hacer el puré, sonaba mi canción favorita y sin pensármelo dos veces empecé a bailar y a cantar por toda la cocina.

I'm going out tonight-I'm feelin' alright
Gonna let it all hang out
Wanna make some noise-really raise my voice
Yeah, I wanna scream and shout

No inhibitions-make no conditions
Get a little outta line
I ain't gonna act politically correct
I only wanna have a good time

The best thing about being a woman
Is the prerogative to have a little fun and...

Oh, oh, oh, go totally crazy-forget I'm a lady
Men's shirts-short skirts
Oh, oh, oh, really go wild-yeah, doin' it in style
Oh, oh, oh, get in the action-feel the attraction
Color my hair-do what I dare
Oh, oh, oh, I wanna be free-yeah, to feel the way I feel
Man! I feel like a woman!

Cantaba a todo pulmón la famosa canción mientras que me inventaba una coreografía muy curiosa por toda la cocina. En ese momento entró Seth a por agua y cuando vio mi espectáculo privado se unió a él chillando más que yo y bailando de una manera descontrolada.

Cuando acabó, los dos quedamos exhaustos. Justamente en ese momento nos quedamos mirando fijamente el uno al otro y después estallamos en carcajadas. Momentos como estos eran los que me hacían levantarme todas las mañanas con una gran sonrisa en la cara. En ese momento recordé las visitas que tendríamos esa tarde.

-Enano, esta tarde tenemos visitas, y había pensado que podríamos hacer galletitas para merendar. Que te parece? – le pregunte aunque yo ya sabía la respuesta, ya que las galletitas eran su postre favorito

- Si mami, pero yo te ayudo a hacerlas, vale? – me pregunto muy sonriente

- Claro que si pulga. Pero primero ayuda a la mama a poner la mesa para comer y después cuando tengamos la barriguita llena las haremos – conseguí convencerlo para que me ayudase a poner la mesa.

- Yupi! Galletitas para merendar. Por cierto mami, que hay para comer? – ahora viene lo peor de todo contarle que le toca comer pescado.

- Pues hoy toca puré de patatas – le dije mientras él se relamía los labios – y de segundo pescado – cuando escucho la última palabra se le transformó la cara, en una mueca de desagrado.

- Pero porque mami? A mí no me gusta!! – y ahora viene el momento del berrinche.

- Venga que si te comes todo el pescado, te doy un helado de postre –

- Bien!!  - dijo saltando, de repente se paró y me miró serio – pero me pones muy poquito de pescado, vale? –

- Anda, ves a poner la mesa – le dije una vez que me convenció, es que no podía negarle nada a este niño.

Después de comer, nos pusimos nuestras ropas de cocina y cogimos la cámara para hacer fotos y así poder enseñárselas a Jacob.

Al principio empezamos a hacer las galletitas muy concentrados, pero después empezó una guerra de harina, de la cual los dos terminamos llenos de harina. Al final, después de llevar tres horas haciendo galletitas las acabamos. La verdad es que a pesar de lo que había pasado en la cocina las galletas habían quedado deliciosas.

-Seth ve a bañarte ahora mismo, que dentro de poco vendrá Sophie –

- Vale mami, pero yo me quiero  bañar contigo como hacemos siempre – me miró con una cara de súplica, la cual había aprendido de la malvada de mi mejor amiga Lucie, por cierto ahora me acuerdo que la tengo que llamar para explicarle todo lo que me ha pasado.

- Anda, trae los juguetes mientras yo voy llenando la bañera para que nos bañemos los dos –

- Bien!! – dijo mientras salía corriendo por el pasillo en busca de juguetes a los cuales pudiere sumergir sin que se rompiesen. A los dos minutos llegó con dos coches de juguete.

 Después de una hora de juegos en la bañera los dos salimos envueltos en nuestras toallas hacia mí habitación donde se encontraban las ropas listas para ponernos. Seth se puso unos pantalones negros ajustados con una camiseta blanca y unas bambas Nike de color blanco. El blanco le quedaba fantástico a mi niño, ya que al ser tan moreno como su padre el blanco le hacía resaltar sus encantos.

El simple hecho de encontrar la ropa que ponerme fue una tarea más complicada, ya que una no tiene todos los días en su casa a su amor de juventud. Por ese motivo se quería ver realmente linda, pero a la vez natural.

Al final opté por ponerme un vestido blanco que me llegaba un poco más arriba de la rodilla, con unas bailarinas del mismo color que el vestido. El pelo lo dejé caer en cascada por mi espalda y me maquille de una manera muy sutil, haciendo que se me viera muy natural. Realmente, ese conjunto me daba un toque de inocencia que creo que le gustará a Edward.

Justo cuando acabé de acomodarme el pelo el timbre sonó de una manera muy insistente. Cuando abrí la puerta una eufórica Sophie se abrazó a mis piernas.

-Bella, tenía muchas ganas de volver a verte – me dijo cuando yo me agaché y la abracé.

- Yo también princesa, pero nos hemos visto esta mañana – le dije, en ese momento una risa me hizo mirar hacia arriba y darme cuenta de la presencia de Edward.

- Hola Bella, te ves realmente hermosa – me dijo mientras me abrazaba por la cintura y depositaba un beso en mi mejilla.

- Tu también te ves muy guapo – le dije provocando unas risitas detrás de mí.

- Y tu de que te ríes pequeña? – le preguntó Edward a su hija

- Es que parecen una parejita feliz – dijo la niña de una manera que parecía que a ella le gustaba esa idea. En ese momento Edward y yo nos miramos fijamente a los ojos y me dedicó una hermosa sonrisa.

- Buena pasad, que os tengo esperando en la puerta. Seth, sal a saludar – le chillé al enano que aún estaba jugando a la consola.

- Hola Sophie, Edward! – dijo el enano mientras se asomaba por el pasillo.

- Sophie estoy jugando, quieres jugar conmigo? –

- Dentro de un ratito jugaré contigo, ahora quiero estar con Bella –

Cuando pasamos al comedor nos sentamos en el sofá y yo fui a sacar la galletitas y algo para beber.

-Estas galletitas las hemos hecho mí mami y yo, probadlas haber si os gustan – dijo Seth muy orgulloso de su trabajo

 - Mmm, Bella están muy ricas. Algún día podremos hacer las dos juntas galletitas? –

- Claro que si pequeña – le dije mientras ella se sentaba en mi regazo.

- Bella sabes hacer trenzas? – asentí con la cabeza – me puede hacer dos trencitas? Es que mi papi no sabe –

En ese momento empecé a hacerle unas preciosas trenzas en su dorada cabellera, mientras le decía lo bonito que era su pelo.

-Sabes que Bella. Yo siempre he querido tener una mami como tú – me dijo mientras me daba un abrazó. Esas palabras me dejaron impactadas. Pero a Edward pareció no impresionarle mucho, como si supiese porque decía la niña esas cosas. Quizás algo le pasaba a la pequeña con su madre.

-Sophie cariño pro que no vas a jugar con Seth – le dijo Edward

- Vale papi – le dijo, pero antes de irse me dio un besito en la mejilla.

Cuando la figura de Sophie se perdió por el pasillo, Edward empezó a hablar.

-Bella tenemos que hablar – me dijo muy serio y con una mirada de disculpa.

Por favor, sigan dejando comentarios. Para saber lo que piensan de la historia. Muchas besos.