Luchare por ser feliz (+18)

Autor: vgdm
Género: Romance
Fecha Creación: 11/02/2013
Fecha Actualización: 30/06/2013
Finalizado: SI
Votos: 6
Comentarios: 13
Visitas: 79316
Capítulos: 50

¿Qué sentirias si estás obligado a entregar a tu hijo y qué no puedes hacer nada al respecto?

Esta es la historia de Bella Swan, una chica que se niega por completo al amor debido a la situación que afronta su vida hasta que Edward Cullen cambiará por completo sus ideas y le enseñará a luchar por ser feliz.

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 49: El alma al cuerpo

Luego de un día le dieron el alta a Edward, la verdad es que se encontraba perfectamente, aunque estaba vendado a la altura del pecho.

James no había llamado en estas horas que pase acompañando a Edward y eso me estaba preocupando, aún no teníamos noticias acerca de lo que sucedió con Renesmee.

Conduje hacía la casa y aparque el auto fuera de esta, Edward abrió la puerta de entrada y ambos nos encaminamos dentro, sin dudarlo tome mi celular y dude en llamar a James pero no podíamos dejar todo como estaba ¿Qué había sucedido?

-Llámale, necesitamos saber que ocurrió-me alentó Edward viendo que yo vacilaba.

Inhale fuertemente y apreté el botón de llamada, este sonó unas cuantas veces hasta que la voz de James se oyó.

-¿Hola?-contesto este.

-James, me alegra oírte-dije tomando asiento en el sillón.

-Señora Cullen, el placer es mío, no tengo que adivinar la razón de su llamada.

-Creo que sabe cuál es el motivo, dígame James ¿Qué sucedió?-pregunte a la vez que colocaba en alta voz para que Edward pudiera oír.

-Mmm. Creo que será mejor que se los diga frente a frente ¿Les parece si en media hora paso por su casa?-pregunto James.

-No hay problema, lo esperamos-le conteste y corte la comunicación.

Con Edward nos dedicamos a esperar a James, me encontraba muy impaciente ya que la incertidumbre de no saber el que paso me tenía bastante  alterada.

El timbre sonó y corrí a abrir para encontrarme con James, este me dedico una tímida sonrisa y saludo a Edward, luego tomo asiento y nos miró a ambos fijamente.

-Sin más rodeos señores, les voy a contar la historia, pero quiero que no me  interrumpan y la escuchen hasta el final ¿De acuerdo?

Ambos asentimos.

-Pues, cuando dispararon a Edward todo fue muy confuso, llegue a su lado para atenderlo y mis hombres se decidieron por perseguir a Jane, que corría con su hija en brazos, logramos interceptarla y por mala suerte tuvimos que balear a sus guardias, pero no teníamos otra opción, en fin, interceptamos a Jane pero esta se rehusaba a entregarnos a su hija y temimos que la pueda lastimar ya que estaba sacada de si, se encontraba en muy mal estado tanto mental como físicamente. Tuvimos que llamar al equipo psiquiátrico para que la atiendan, ya que había amenazado con acabar con su vida si tocaban a Renesmee, pero mucho no podía hacer ya que la teníamos rodeada. Cuando sintió las sirenas y se vio amenazada por los médicos no dudo un segundo en correr y alejarse de ahí, temo decirle que su bebe mucho no colaboraba ya que lloraba sin parar. Corrió escaleras arriba pero solo logro subir un piso ya que los guardias habían llegado antes que ella, de nuevo amenazó con suicidarse pero no se lo permitimos, entonces opto por la vía más fácil, en seguida me di cuenta cuál era su intención, por lo que llame a los oficiales y pedí que estuvieran atentos ya que la mujer se estaba por tirar por la ventana, en unos minutos llegaron y se prepararon por si Jane llegaba a saltar.

Me quede estática esperando a que continuara el relato, Edward verifico mi reacción ante lo que contaba James y presiono mi mano.

-Todos estábamos muy nerviosos ya que la mujer se debatía internamente sobre que debía hacer, pero nunca pensamos que llegara a hacer eso, ni yo, porque lo que hizo nos desconcertó a todos. Jane miro a Renesmee y comenzó a llorar desconsoladamente, temimos que le fuera a hacer alguna locura, pero luego con sumo cuidado le beso en la frente, la deposito en el suelo, y coloco una carta al lado de ella, nos observó insistentemente y luego poso su mirada en mí, lo cual me desconcertó pero lo único que logre escuchar fue que les dijera que lo lamentaba mucho. Entonces subió por la ventana y saco una pequeña arma del bolsillo, recuerdo que solo alcance a gritarle que no lo haga pero fue tarde, ni los oficiales ni nadie tuvieron tiempo de actuar. Los médicos se encargaron de su hija y yo corrí a verificar el cuerpo de Jane. Y ahí estaba, sin vida, se lo llevaron en unos minutos. Iba a llamarles y relatarles lo sucedido pero me entere que Edward estaba siendo atendido y que no era el mejor momento por lo que preferí esperar a que ambos estén mejor.

Y así James finalizo su historia, perfectamente se podría decir que me encontraba en un estado se shock total, Jane muerta,  y mi bebe ¿Qué fue de mi bebe?

-¿Renesmee? ¿Dónde está Renesmee?-pregunte instintivamente.

-Su bebe está sana y salva, se encuentra en el hospital para niños.

-¿Es decir que…que…volvió?-pregunte temerosa, no podía asimilarlo aun.

-Felicidades señores su hija ha regresado-sonrío James.

Sin dudas el alma me volvió al cuerpo, Renesmee conmigo de nuevo, mi bebita. Las lágrimas de alegría eran imborrables, solo me limite a abrazar a Edward con fuerza y formar una sonrisa de inmensa felicidad.

-Ha vuelto mi amor, ha vuelto-susurraba Edward en mi oído totalmente emocionado.

-Quiero verla-demande.

-Pueden verla cuando ustedes quieran, es más, esta tarde sería lo ideal-dijo James observando la escena con una sonrisa.

-¿Volveré a ver a mi hija esta misma tarde? Dios mío, todo está pasando tan rápido, pero ¡Me siento feliz!-grite dándole un gran beso a Edward.

-No sabes cuánto esperamos este momento James, muchas pero muchísimas gracias, te debemos tanto-dijo Edward limpiando mis lágrimas con una inmensa sonrisa.

-No me deben nada, el solo hecho de verlos felices ya es recompensa por mi trabajo, si me permiten los llamare esta misma tarde para guiarlos al hospital en el que se encuentra su hija, solo díganle a la recepcionista sus apellidos y esta los guiara hacía ella, sin más, creo que es hora de despedirme y que celebren, les dejo sobre la mesa la carta que dejo Jane-se levantó del sillón y dejo la carta sobre la mesa para después encaminarse a la puerta, Edward y yo lo acompañamos y le agradecimos varias veces más para luego observar cómo se alejaba de nosotros en su auto.

Me gire hacía Edward y me lance a sus brazos que me rodearon con fuerza.

-Lo logramos amor, Renesmee volverá con nosotros, nuestra bebita-susurre dando cortos besos en sus labios.

-Te amo vida mía, no tienes idea de lo feliz que me siento, tanto esfuerzo valió la pena-murmuro con una sonrisa.

-Ahora mismo solo quiero verla ¿Iremos a verla verdad?-pregunte.

-Pero claro amor mío, te prometo que esta misma tarde iremos-dijo.

-De acuerdo, pero ahora quiero leer la carta-le dije y sin más me encamine hacía la mesita y tome la carta entre mis manos.

Me mordí el labio y abrí la carta, era como todas las anteriores, me estremecí al recordarlas. Edward se posiciono al lado mío dispuesto a leer la carta y entonces comencé la lectura.

Queridos Isabella y Edward Cullen.

Como ya saben quién les escribe no hace falta presentación, les comunico que si están leyendo esto es porque me rendí y abandone el juego o porque la situación me sobrepaso, creo que esta última consideraría una de las mejores opciones. Les escribo ahora que tengo un momento libre ya que Nessie ocupa todo mi tiempo, espero no les moleste el apodo que le puse pero se me hace de lo más tierno. Solo les diré que nunca pensé estar tan encantada con una criatura que como lo estoy con Nessie, me ha devuelto la luz que le faltaba a mi oscura vida. Es todo lo que siempre he querido y sé que aunque las circunstancias no han sido las mejores y que el sufrimiento es algo viviente entre ustedes sobre todo en Bella, les digo que no me arrepiento de lo que hice, por fin siento lo que es amor por una persona y por esta bebita siento nada más ni nada menos que ese sentimiento del que todos hablan, cada noche al verla dormir me siento en paz, cada cosa que hace me llena de alegría, pero también de amargura, el solo observarla con atención me recuerda al bebe que nunca tuve, a ese pequeño que imagine tantas veces, en mi mente, es su vivo retrato, y también me recuerda a lo que hice. Es doloroso, pero porque la amo con locura sé cuál es la decisión correcta, no puedo ser tan egoísta y alejarla de ustedes, y puede ser que esta carta nunca llegue a sus manos y que me haya arrepentido de todo lo que estoy diciendo aquí, pero si es lo contrario, solo les pido que le cuenten a Renesmee de mí, que le muestren esta carta y que le digan que la cuidé y la ame como una hija, porque es eso lo que siento por ella, un amor incondicional, un amor extraño pero puro, díganle que fui feliz siendo su madre por el tiempo que duró y que este donde este siempre la voy a amar.

Me sorprendió el no estar llorando ante esta carta, solo estaba asombrada ante la actitud de Jane, ella si quería a Renesmee. Observe la cara de Edward y era un poema, guarde la carta en el sobre y me acerque a un mueble con cajón y la metí allí dentro junto a otras de las muchas que había recibido.

Volví a acercarme a mi marido y este solamente se dedicó a abrazarme fuertemente, no estábamos tristes ni nada por el estilo, tan solo sorprendidos, esto era lo que menos me esperaba de Jane, esta carta que tenía tantos significados y entre ellos el amor que mi hija le otorgó a uno de mis más grandes temores. Renesmee solamente le entrego paz y amor con la inocencia que ella poseía, eso era lo único que conmovió el duro corazón de Jane y también lo que provoco su muerte, ese sentimiento nuevo que la hizo enloquecer.

Pero sabía que no debía preocuparme por eso en este momento, debía concentrarme en que hoy mismo volvería a ver a mi pequeña a esa chiquitita que creció dentro mío y que tanto desee poder volver a ver, el solo pensarla hizo que sonriera.

-Ya, todo está bien-le dije a Edward acariciando su rostro con sumo amor.

-Todo está más que bien y se pondrá mejor-dijo dándome un suave beso.

-No nos preocupemos por nada más que no sea nuestra hija ¿De acuerdo?-le pregunte seriamente.

-Totalmente de acuerdo, iré a ducharme.

-¿No necesitas ayuda?-pregunte ya que aún seguía delicado.

-Estaré bien, tú prepara el almuerzo y luego llamemos a la familia para contarles lo sucedido, se pondrán felices-dijo rumbo escaleras arriba y yo asentí con una sonrisa.

Me dispuse a preparar el almuerzo, raviolis, a la vez que trataba de controlar las mariposas de mi estómago, eran nervios, los nervios de contar las horas que faltaban para ver a mi pequeña hija, el solo imaginarla hacía que usara la fuerza de voluntad que me quedaba para no ir corriendo rumbo al hospital.

Puse a hervir la pasta y prendí la pequeña televisión que teníamos en la cocina y me senté en las bancas del desayunador a cambiar de canal, al menos pretendía distraerme un rato con algún programa. Me rendí ya que no había nada interesante y apague la televisión para después tomar rumbo escaleras arriba a la cuarto de dónde provenía el ruido de la ducha, que era en mi habitación, entre y me desplome en la cama resoplando fuertemente, me sentía agotada pero al fin sabía que esto se acabó y que la tortura de la desaparición de mi hija estaba por terminar hoy mismo. Sentí la puerta del baño abrirse y me percate de Edward que salía del baño cubriéndose con una toalla y dejando al descubierto su perfecto torso, no pude evitar ocultar mi rostro de deseo al observarlo detenidamente.

-¿Ves algo que te gusta mi reina?-pregunto comenzando la búsqueda de su ropa interior.

-Me gusta todo de ti-respondí mirándolo sin reparos y el soltó una risita picara.

Edward soltó su toalla y se colocó su bóxer como si yo no me encontrara allí, lo que hizo que me acalorara al segundo, con locura corrí hacía él y lo bese de sorpresa pasionalmente deslizando mis manos por todo el contorno de su pecho y abdomen, sentí la respiración acelerada de ambos por lo que aumente el beso y pude apreciar como Edward comenzaba a hacer desaparecer mi blusa, entonces como una niña mala me aleje de él y me miro levantando una ceja.

-Se me quema la comida, vístete corazón-le dije coqueta saliendo de la habitación y dejándolo solo con su problema.

-¡Oh Swan te juro que esta noche no te salvas!-grito mi marido a lo que yo respondí con una sonora carcajada.

Cuando la comida estuvo lista, llame a Edward a almorzar, le dedique un puchero adorable ya que seguía algo molesto, este solo sonrió y me beso dulcemente. Una vez que terminamos y limpiamos lo que quedaba tome rumbo a la ducha, no aguantaba más el no estar lista para cuando James nos llame y nos de la dirección del hospital en el que se encontraba mi bebe.

Me duche velozmente y me cambie por unos jeans ajustados color chocolate acompañado con una camisa color marfil, me coloque unos tacones negros y me maquille un poco dejando mi pelo suelto y ondulado, tome mi bolso y baje prácticamente corriendo las escaleras.

-Mmm, veo que te alistaste bastante bien-susurro Edward tomándome por detrás y pegando mi espalda a su pecho.

-Solo me arregle, hoy es un momento sumamente importante, me estoy por desmayar de los nervios-confesé disfrutando como mi marido delineaba con sus manos mi abdomen.

-Estas hermosa y déjame decirte que no debes preocuparte por los nervios, necesito que estés feliz. Hoy Renesmee puede volver con nosotros después de tanto-murmuro jugando con el lóbulo de mi oreja.

-Lose amor, es ese el motivo por el cual estoy nerviosa, ansiosa y feliz a la vez.

-No te preocupes, veras que volveremos los tres juntos a casa-dijo colocándose frente a mí e inclinando sus labios para juntarlos con los míos que los esperaban ansiosos.

Nos besamos por un tiempo indefinido hasta que el celular de Edward comenzó a sonar y tuvimos que separarnos, sabía quién llamaba y lo importante que era todo esto por lo que observe con cautela como mi marido se llevaba el celular al oído.

-James-dijo Edward al contestar.-Perfecto, estamos saliendo en este mismo momento, dime la dirección.

Sentí las mariposas en el estómago atacando de nuevo y mis manos comenzaron a jugar entre ellas.

-Se dónde es, claro. Gracias James, muchísimas gracias de corazón-dijo Edward y se quedó un rato escuchando con una sonrisa para después formular un adiós y colgar.

-¿Y bien?-insistí ansiosa.

-Vayamos por nuestra hija-dijo con una sonrisa a la cual no pude evitar responder.


Holaaa acá AL FIN les dejo el capítulo prometido, estoy con muy poco tiempo sepan disculparme. Les digo una buena y mala noticia a la vez, este es el ante ultimo capítulo de Luchare por ser feliz, el siguiente es el final de esta historia que salio de una locura mía, el proximo capítulo será el final y un epílogo.

También decirles que subire una nueva historia en la que trabaje duro y espero le brinden apoyo, en fin, gracias por todo, nos vemos la proxima..

 

 

Capítulo 48: Sin ti Capítulo 50: Simplemente felicidad: Fin

 


Capítulos

Capitulo 1: Relatando los hechos Capitulo 2: Capítulo 2: La empresa Capitulo 3: Es hermosa Capitulo 4: Un almuerzo interesante Capitulo 5: Acercamientos parte: 1 Capitulo 6: Acercamientos parte: 2 Capitulo 7: Sin mucha coordinación Capitulo 8: Podríamos intentarlo Capitulo 9: No estoy celoso Capitulo 10: Autocontrol fallido Capitulo 11: La verdad Capitulo 12: ¿Tú me quieres? Capitulo 13: Conociendo a los Cullen Capitulo 14: Un placer Capitulo 15: Charlie y Reneé Capitulo 16: Mi mejor amigo al altar Capitulo 17: Noticia inseperada Capitulo 18: Una cena algo incomoda Capitulo 19: ¡Feliz Cumpleaños! Capitulo 20: Cinco meses. Capitulo 21: Una noche mágica Capitulo 22: Tarde de cine Capitulo 23: Dulce Navidad Capitulo 24: Te voy a amar Capitulo 25: Rumbo a California Capitulo 26: California contigo Capitulo 27: Juego en marcha Capitulo 28: Año Nuevo Capitulo 29: Beverly Hills Capitulo 30: La propuesta Capitulo 31: La unión Capitulo 32: Solo con mi mitad Capitulo 33: Imposible Capitulo 34: No reacciono Capitulo 35: Apoyo incondicional Capitulo 36: Sigue adelante Capitulo 37: Enfrentando la realidad Capitulo 38: Juntos Capitulo 39: Todo en armonía Capitulo 40: Milagro inesperado Capitulo 41: Milagro inesperado Capitulo 42: Mi ángel verdadero Capitulo 43: Simplemente perfecto Capitulo 44: Pesadilla I Capitulo 45: Pesadilla II: Noticias Capitulo 46: Pesadilla II: Noticias Capitulo 47: Pesadilla III: Esperanzas Capitulo 48: Sin ti Capitulo 49: El alma al cuerpo Capitulo 50: Simplemente felicidad: Fin

 


 
15095856 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 11082 usuarios