Luchare por ser feliz (+18)

Autor: vgdm
Género: Romance
Fecha Creación: 11/02/2013
Fecha Actualización: 30/06/2013
Finalizado: SI
Votos: 6
Comentarios: 13
Visitas: 79297
Capítulos: 50

¿Qué sentirias si estás obligado a entregar a tu hijo y qué no puedes hacer nada al respecto?

Esta es la historia de Bella Swan, una chica que se niega por completo al amor debido a la situación que afronta su vida hasta que Edward Cullen cambiará por completo sus ideas y le enseñará a luchar por ser feliz.

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 48: Sin ti

BELLA POV.

Una sensación insoportable se apoderaba de mí, me sentía ansiosa y con unas tremendas ganas de llorar ¿Qué me sucedía? Nunca había sentido esto las anteriores veces que hubo una misión ¿Y si les sucedió algo? Mi cabeza empezó a jugarme en contra, ya deberían haber regresado, hasta la familia se estaba empezando a preocupar, cada vez era más tarde y no teníamos ninguna noticia. Mordí mi labio con fuerza mientras me debatía si debía llamar o no, pero de seguro interferiría, lo mejor sería esperar, seguramente están retrasados.

-Bella, toma aire amiga, va a regresar, tranquila-me dijo Alice acariciando amorosamente mi espalda.

Inhale y exhale pero de nada sirvió, ese sentimiento aún se apoderaba de mí y por cada minuto que transcurría se volvía más doloroso.

No sabía qué hacer si llamar o no, aunque sabía que no era conveniente me estaba muriendo por no hacerlo. No aguante más, era una sensación horrible, me estaba ahogando en los nervios y la preocupación, sin dudarlo tome el teléfono y marque el número de James, sonaba y sonaba pero nadie atendió ¿y si habré hecho mal en llamarlo? ¿Los habré puesto en peligro? Con la duda en mente decidí dejar el teléfono y volver a la sala donde se repartían los café, todos querían quedarse hasta la última hora para saber las noticias y Esme llamo hace un rato para informarse. Cuando me adentre en la sala me dedicaron una sonrisa reconfortante a la que no pude evitar responder, aunque ni yo misma pude ocultar lo que en realidad sentía, solo sabía que era lo que debía hacer y no dude mucho en realizarlo.

EDWARD POV.

Obscuridad. Era lo único que podía ver, estaba inmóvil y sentía un fuerte dolor en el pecho, de lo único que fui consciente era de gritos, llantos, sirenas y de la desesperación. Por más que tratara, no podía despertar de esta obscuridad, sentía que me absorbía y cada minuto que transcurría todo se hacía más y más lejano, las voces, los llantos, las sirenas, todo. ¿Y mi hija? El solo recordarla hizo que tratara de luchar lo más que pueda pero no podía, era bastante frustrante y ya me estaba empezando a desesperar ¿Por qué no despertaba? ¿Y si estaba muerto? Él solo considerar esa opción me aterro, no podía dejar atrás a Bella, ella me necesitaba tanto como yo a ella, a mi familia tampoco podía dejarla ir, ellos eran lo más especial que tenía en esta vida. Con mucho esfuerzo logre mantenerme donde estaba, no podía dejar a nadie, solo tenía que despertar, quería despertar, pero no podía, quería moverme, dar alguna señal de que todavía estaba luchando, pero el cuerpo no me respondía, eso era lo que me tenía loco. Pero no iba a dejar de luchar, era necesario que no dejara de luchar.

No tenía idea de cuánto tiempo fue el que permanecía entre esta lucha con la obscuridad y la luz, el dolor y el bienestar. De lo único que fui consiente eran de voces, esas voces que se iban haciendo cada vez más claras, sentí que podía movilizarme por lo que trate de encontrarle sentido a mi cuerpo, mis manos se empezaron a mover y pude captar lo que tocaban, era áspero y a la vez húmedo, un líquido, aunque no sabía con precisión de que tipo. Al poder hacer este gran avance trate de mover mi cuerpo pero solo recibí una fuerte oleada de dolor por lo que me quede quieto al instante y este disminuyo, apreté los ojos con fuerza y fui abriéndolos poco a poco ¿Dónde me encontraba? Solo veía luces poco definidas y escuchaba esas voces, sin dudas eran hombres los que hablaban. Entonces tuve todo claro, me encontraba en el suelo de aquel frio departamento, levante mi mano que había tocado aquel cálido líquido y me di cuenta que era sangre, mi sangre, lo único que hice fue desesperarme.

-Tranquilo Señor Cullen, todo está bien-murmuro una voz cercana a mí.

¿Qué todo estaba bien? ¿Se refería a mí o a mi hija? Roge que se tratara de los dos.

Quise hablar, quise preguntar pero solo me salió un pequeño gemido y mis parpados pesaban demasiado, estaba agotado, por lo que no pude hacer nada más que cerrarlos aunque me esforcé para no perderme de esas voces y verificarme que aún seguía aquí.

De repente sentí unas cálidas y conocidas manos sobre mi rostro, esas manos acariciaban desde mi frente hasta mi barbilla lo que me hacía sentir extremadamente bien, otra vez trate de abrir los ojos pero no respondieron tan rápido como la anterior vez, tuve que hacer un gran esfuerzos para abrirlos mínimamente. Y allí estaba, ese rostro tan sublime, ese rostro que me observaba con lágrimas y me hacían sentir miles de cosas inexplicables, quise sonreírle como un acto reflejo pero fue en vano, quise con mi mano tomar la suya que seguía en mi rostro pero esta no me respondía. Otra vez la desesperación se apodero de mí, el llanto de mi ángel fue haciéndose cada vez más fuerte y eso me partía el alma, no quería verla llorar ¿Por qué lloraba tanto si yo me encontraba bien? Me sentía adolorido y demás pero por ahora podía seguir viendo su rostro, sentir las cosas que me rodeaban, aunque mi cuerpo no respondía y mis parpados se cerraban instintivamente.

-No me dejes-sollozo aquella dulce voz.

Por supuesto que no iba a dejarla, ella era mi vida y no podía irme sin ella, estaba haciendo todo lo posible por permanecer a su lado y lo haría hasta el final, no dejaría de luchar por ella, porque era lo que me daba las fuerzas para soportar todo. Quise responderle y decirle que me quedaría a su lado, pero las palabras no me salían.

-Señora, denos lugar para que puedan llevarlo al hospital-dijo una voz que no reconocí.

En ese instante mi ángel desapareció de mi vista, ya no estaba. Sentí que mi cuerpo se movía y en esos movimientos el dolor aumentaba, me subieron a la camilla, eso pude saberlo, y el balanceo del auto también lo sentí. La mano cálida seguía apretando la mía hasta que el balanceo se detuvo y otra vez los movimientos se hicieron presentes haciendo que gimiera de dolor, o eso creí.

La luz que enfocaron en mi rostro me molesto pero luego me acostumbre a ella. Sentía el bullicio de la gente y esa mano sosteniendo la mía. También me percate de las puertas abrirse y cerrarse y de una voz demasiado conocida, era mi padre, quise abrazarlo y preguntarle que sucedía pero no me creí capaz. El movimiento que estaba sufriendo se detuvo y esa cálida mano volvió a recorrer mi rostro, un pinchazo en mi brazo y un te amo de ese ángel para que después me absorbiera  de nuevo en esa obscuridad.

BELLA POV.

Sabía que me perseguían pero era lo que menos me importaba, lo único que tenía en mente ahora era seguir las instrucciones que me habían dado y llegar a donde se encontraba mi marido. Conduje como loca por las calles de Seattle y los gritos de advertencia no se hacían esperar, fije mi vista en el espejo retrovisor y visualice el auto de Alice a toda velocidad detrás del mío. Seguramente deben de estar preocupados ya que salí corriendo de la casa teatralmente y no les dije nada.

Luego de unos minutos de conducción llegue a aquel departamento, tal como lo describió James, entre sin fijarme en los detalles aunque debía agregar que era demasiado tétrico, corrí escaleras arriba pero no sabía qué dirección tomar, por lo que llame a James y este me indico el camino, luego me empecé a guiar por los gritos y sonidos que se escuchaban cerca de mi posición, corrí con todas mis fuerzas y entonces pude ver todo con claridad. Gente rodeando a alguien, policías y agentes por todos lados, James hablando con alguna persona que se encontraba en…el…suelo. Sangre. Edward.

Empuje a todo aquel que se encontrara en mi camino y llegue donde James, mi cara era la prueba del dolor, mi amor, mi ángel, su sangre y su cuerpo desvanecido en el suelo. Quise gritar y llorar a la vez, aparte a James y con lágrimas de desesperación acaricie su perfecto rostro, no podía dejarme, él no podía abandonarme, no ahora, no sabía que haría de mi vida sin él, esta no tendría sentido.

-No me dejes-solloce.

Su cuerpo se movió en respuesta a mis palabras, tal vez no era demasiado tarde, claro que no lo era, él debía vivir y estar conmigo, con nuestra familia.

-Señora, denos lugar para que puedan llevarlo al hospital-murmuro una voz detrás de mí provocando que me alterara. Ahora venía lo más difícil.

Con pena me aleje de él y observe como lo subían a la camilla y lo metían a la ambulancia, mi amor se quejaba y yo no podía hacer otra cosa que llorar.

Unos brazos me rodearon por detrás y Alice me apretó a su cuerpo con cariño, solloce en su hombro hasta que Carlisle me confirmo que podía ir en la ambulancia con Edward, cosa que no dude un segundo en aceptar, entre con desesperación al carro y allí estaba, siendo atendido por paramédicos. Me acerque y tome su mano, estaba algo fría, por lo que la acaricie con las mías mientras no perdía de vista su rostro.

Llegamos al hospital y enseguida lo trasladaron a la sala de emergencias, su respiración se estaba dificultando, pero gracias al chaleco anti balas estaba en mejores condiciones. Lo prepararon y Carlisle me obligo a salir de la habitación porque tenían que atenderlo, observe su semblante tan sereno y el me observo con dificultad, percibí la aguja acercándose a él y lo último que le susurre fue un te amo para luego percatarme de como cerraba sus ojos.

Salí de la sala de emergencias y desplomada tome asiento en unas de las sillas que había frente a la puerta donde atendían a Edward, tome mi cara entre mis manos y ahogue el sollozo que vino a continuación ¿Por qué sucedía todo esto? Ya estaba cansada, me sentía una completa inútil, impotente, mi marido estaba al borde de la muerte por querer salvar a nuestra hija, yo tendría que estar en su lugar, desde un principio supe que debía acompañarlo en la búsqueda pero no tenía fuerzas, era una cobarde, y aquí tenía las consecuencias. 

Llore por un tiempo indefinido, toda la familia había venido a apoyarme y a saber las noticias, pero lo único que logre es que me acompañaran con mi dolor, aunque nada se comparaba. Alice tuvo que irse varias veces a casa de Esme ya que sus bebes requerían de la atención materna pero siempre regresaba a hacerme compañía y me consolaba lo que más podía, Rosalie me traía de comer o trataba de animarme en compañía de Emmett, cosa que fue imposible. Las horas pasaban y yo me volvía loca, Carlisle no nos daba ninguna señal desde hace tiempo, todo el hospital era un completo silencio y yo me moría internamente.

-Edward va a estar bien, ten fe-dijo mi madre acariciando mi cabello.

-No quiero que nada malo suceda-confesé.

-Y nada malo sucederá, tu tranquila-contesto dándome un abrazo al cual correspondí forzadamente.

La puerta que tanto observaba se abrió de repente y salte cuando Carlisle apareció, corrí hacía el y me mordí el labio.

-¿Cómo está? ¿Lo puedo ver?-pregunte desesperada.

-Él está bien, ya lo atendimos y se encuentra saludable, si no fuera porque tenía el chaleco anti balas estaríamos complicados, pero en este momento está despierto por lo que puedes ir a verlo-relató.

No dude ni un segundo y me encamine hacía la habitación donde se encontraba mi marido, estaba sobre la cama de cirugías y miraba a un punto fijo, no se percató de que me encontraba en la habitación hasta que tome tu mano con la mía.

-Mi amor ¿Cómo te sientes?-pregunte enfocándome en su rostro.

-Bella mi amor, estoy bien, aquí contigo-murmuro con voz pastosa.

-Lose cariño, estas a salvo y fuera de peligro-le dedique una sonrisa acariciando sus cabellos.

-¿Qué sucederá de ahora en más?-pregunto.

-No lose, pero espero que luego de esto al fin podamos ser felices juntos-admití.

-De eso ni lo dudes-contesto y vi una forzada sonrisa en su rostro.

 

Capítulo 47: Pesadilla III: Esperanzas Capítulo 49: El alma al cuerpo

 


Capítulos

Capitulo 1: Relatando los hechos Capitulo 2: Capítulo 2: La empresa Capitulo 3: Es hermosa Capitulo 4: Un almuerzo interesante Capitulo 5: Acercamientos parte: 1 Capitulo 6: Acercamientos parte: 2 Capitulo 7: Sin mucha coordinación Capitulo 8: Podríamos intentarlo Capitulo 9: No estoy celoso Capitulo 10: Autocontrol fallido Capitulo 11: La verdad Capitulo 12: ¿Tú me quieres? Capitulo 13: Conociendo a los Cullen Capitulo 14: Un placer Capitulo 15: Charlie y Reneé Capitulo 16: Mi mejor amigo al altar Capitulo 17: Noticia inseperada Capitulo 18: Una cena algo incomoda Capitulo 19: ¡Feliz Cumpleaños! Capitulo 20: Cinco meses. Capitulo 21: Una noche mágica Capitulo 22: Tarde de cine Capitulo 23: Dulce Navidad Capitulo 24: Te voy a amar Capitulo 25: Rumbo a California Capitulo 26: California contigo Capitulo 27: Juego en marcha Capitulo 28: Año Nuevo Capitulo 29: Beverly Hills Capitulo 30: La propuesta Capitulo 31: La unión Capitulo 32: Solo con mi mitad Capitulo 33: Imposible Capitulo 34: No reacciono Capitulo 35: Apoyo incondicional Capitulo 36: Sigue adelante Capitulo 37: Enfrentando la realidad Capitulo 38: Juntos Capitulo 39: Todo en armonía Capitulo 40: Milagro inesperado Capitulo 41: Milagro inesperado Capitulo 42: Mi ángel verdadero Capitulo 43: Simplemente perfecto Capitulo 44: Pesadilla I Capitulo 45: Pesadilla II: Noticias Capitulo 46: Pesadilla II: Noticias Capitulo 47: Pesadilla III: Esperanzas Capitulo 48: Sin ti Capitulo 49: El alma al cuerpo Capitulo 50: Simplemente felicidad: Fin

 


 
15095823 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 11082 usuarios