—Te tomó mucho tiempo despertarte.—
Edward miró en dirección a su madre,mientras ella atravesaba el cuarto para poner lo que él sospechaba que era la ropa del repartidor al pie de la cama.Esme arqueó una ceja en asombro ante la cara de Edward y se encogió de hombros.
—No podía creer que tuvieras un sueño tan pesado.Yo desperté cuando estaban a medio camino de las escaleras.Estaba comenzando a pensar que tendría que venir personalmente a intervenir cuando ella finalmente pudo golpearte.
—Tuve problemas conciliando el sueño esta mañana—le explicó Edward con un gesto de disgusto.Eso era una forma de decirlo.Había ido a hablar con Mike,discutido la situación del saboteador con él,entonces había venido a la cama,pero se había quedado acostado y despierto repasando el ataque del día y preocupándose por el hecho de que si él salía e intentaba alimentarse,él podría estar marcando a quien fuera que escogiera para morir…algo que él no haría.
Debió haber sido después del mediodía cuando finalmente lo había podido dejar y sumirse en el sueño, por lo cual le había costado tanto despertarse.
—Después del mediodía—murmuró Esme,obviamente leyendo su mente.Ella sacudió su cabeza—.Lo cual explica por qué te ves aún tan confundido.—
Edward asintió.
—Aliméntate—le sugirió Esme—.Cuando hayas terminado,borraré su memoria y me aseguraré de que se vaya.—
Edward casi protestó a su madre por cuidarlo,pero se rindió.Estaba cansado y aunque debería tener demasiado orgullo para impedir que dos mujeres lo cuidaran,se sentía tan bien que estaba dispuesto a dejarlo pasar.
De todas formas,con Bella tratando de cuidar de él también,se veía diferente.Le hacía sentirse bien en vez de triste.Le hacía sentirse querido de una manera especial,en vez de como un hijo,pobre y digno de lástima.
—Tú nunca fuiste un hijo,pobre y digno de lástima,Edward—dijo Esme suavemente—.Ahora,aliméntate.—
Edward se bajó de la cama y caminó hasta el repartidor.
Hizo un trabajo rápido con su comida,después dejó al chico a los tiernos cuidados de su madre y fue al baño de su habitación a ducharse.Estaba de un humor excepcionalmente bueno,e incluso se encontró a si mismo silbando los temas de programas de televisión en la ducha.
Si alguien le preguntara por qué estaba tan contento,su respuesta podía haber sido una sola palabra.Bella.
A decir verdad,Edward no debería estar tan feliz como estaba.Un saboteador estaba afuera intentando arruinarlo,la gente a su alrededor estaba siendo herida e incluso asesinada y ahora él temía alimentarse y arriesgar a la gente de la que lo hiciera.
En efecto,Edward debería sentirse miserable.Y probablemente lo haría,si no fuera por una cosa...Bella.
Tanto como él podía decir,Emmett había estado en lo correcto al enviarle a Bella.Edward tenía plena confianza en su habilidad de resolver rápidamente el problema del saboteador.Pero eso no era por lo que se encontraba a sí mismo sonriendo mientras se lavaba el cabello y cantaba,—Voy a lavar a ese saboteador de mi cabeza,—tomándose libertades con las letras de las canciones mientras lo hacía.Edward estaba sonriendo por lo que Bella acababa de hacer.Y anoche,ella había ordenado la pizza con la intención específica de asegurarse de que se alimentara.Él sabía que esto iba contra su propia naturaleza y creencias.Esta era la mujer que se había ofendido cuando lo pescó merendándose a uno de sus trabajadores,aún así,cuando su madre había comentado que él necesitaba alimentarse,ella inmediatamente se había girado a Jacob y le había ordenado que pidiera una pizza.
Estaba muy sorprendido de que Bella se estuviera permitiendo a sí misma cuidar de él,sabiendo por Emmett que tenía una cierta indisposición a los inmortales y habiendo sabido acerca de James leyendo la mente de Jacob.Pero él estaba feliz de que ella lo hiciera.Mientras más sabía sobre ella,más le gustaba y más se encontraba atraído por ella.
Después de ducharse y ponerse unos jeans y una camiseta,Edward trotó escaleras abajo y entró a la cocina muy contento.
—¡Buenas tardes!—dijo brillantemente al trío sentado a la mesa mientras hacía su camino hacía la cafetera.Una olfateada al aire le dijo que había café recién hecho y suspiró con placer.Edward sospechaba que se estaba volviendo adicto a la bebida y no le importaba.Cargando su café de vuelta a la mesa,se sentó en la silla frente a Bella,le sonrió ampliamente y entonces se las arregló para poner su expresión más solemne y dijo—¿Y bien?¿Pasó algo mientras estaba durmiendo?¿Y que vamos a hacer hoy?—
Bella abrió su boca para hablar,pero antes de que pudiera decir ni siquiera una palabra,Edward agregó:
—Gracias por mi desayuno,por cierto.Fue realmente muy dulce.Nadie nunca me había traído comida antes.Siempre he cazado por mí mismo.Bueno,excepto cuando era un niño,por supuesto,nosotros teníamos enfermeras entonces,pero nadie me había traído comida desde que empecé a cazar por mí mismo y esto fue aún más especial,trayéndome el desayuno a la cama así.
Bella parpadeó con sus palabras,comenzó a sonrojarse y Edward sonrió.
Ella se aclaró la garganta y dijo:
—Lamento haberte despertado.Le pedí a la farmacia que enviaran a alguien a las 2:30.Llegó temprano.No estaba segura de qué hacer cuando llegó y entonces decidí que sería mejor para ti alimentarte mientras él estaba aquí.Siempre podías volver a dormirte después de eso.
—Oh no,no más sueño.Estoy levantado ahora y muy despierto.He dormido lo suficiente—le aseguró,provocando una clase de ronquido de su madre.Afortunadamente,Bella no pareció oírlo.
Sonriendo y con un humor mucho mejor del que había tenido después de su incidente con el chico del reparto en su habitación,ella asintió.
—Bien.—
—Así que,¿qué hacemos ahora?—preguntó Edward,poniéndose de pie mientras vislumbraba los panquecitos en el mostrador de la cocina.Jacob había hecho panquecitos de mora azul.Dios,amaba al enorme tipo.Era un excelente cocinero y siempre estaba preparando las cosas más deliciosas.Moviéndose hacia el mostrador, Edward agarró uno y miró a los de la mesa para preguntar:
—¿Alguien más quiere uno mientras estoy levantado?—
Él esperó hasta que todos habían dicho,—No,gracias,—y regresó a la mesa.
—Ese chico no estaba drogado o algo así,¿cierto?—le preguntó Bella a Edward mientras este se sentaba y empezaba a quitarle el papel de hornear del fondo.
Edward parpadeó con sorpresa.
—No.¿Por qué podrías pensar eso?—
—Te ves,este,bastante...feliz—dijo ella finalmente.
Edward abrió su boca para decir que sí,que lo estaba,pero entonces recordó que no debería estarlo.Tenía que cerrar sus obras,gente estaba muriendo.Aro,un buen amigo y un excelente vicepresidente,había sido atacado.El hecho de que a él le gustara Bella y que tal vez a ella pudiera gustarle él no debería anular ese hecho,se sermoneó a sí mismo.Y no lo hacía,se dió cuenta.Pensar en Aro y en la pobre chica muerta de la cual él se había alimentado se las arregló para empapar un poco de su alegría.
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