Pánico. Me sentía alarmada. Solo era consciente del nerviosismo de Edward hablando con Carlisle, yo me quede estática, no me había preparado mentalmente para esta ocasión y más ahora que fue todo tan inesperado.
-Carlisle dice que nos vayamos, él está preparando todo, tranquila amor todo saldrá bien-me dijo Edward besando mi frente y cambiándose a las apuradas.
Entonces reaccione cuando un dolor algo más intenso que los anteriores me invadió e hizo que chillara, ya, era momento. Me cambie como pude y obligue a Edward que buscara el bolso que habíamos preparado, tome mi celular y Edward me ayudo a llegar a la cochera y subir al auto, entonces tomo rumbo a casa de sus padres.
A mitad de camino empecé a sofocarme por los dolores que seguían y pegaba algunos que otros gritos cuando las contracciones eran fuertes.
-¡No tienes idea de cómo duele esto!-exclame mientras Edward trataba de calmarme.
-Lose mi vida, respira ya llegamos-me dijo y yo le mire consternada.
-¡No lo sabes!-grite histérica acallando otro grito a causa del dolor.
En unos minutos que me parecieron tortuosos Edward al fin aparco frente a casa de sus padres y con esfuerzo me llevo hacía el interior de esta.
-Oh, Bella, hija tranquila, respira, inhala y exhala-dijo Esme ayudándome a llegar a la sala en donde tenían todo preparado.
Prácticamente me arrastre a la habitación en donde Carlisle y Edward me ayudaron a cambiar mi ropa por una bata para después recostarme en la cama médica. Carlisle empezó a revisarme y yo inhalaba y exhalaba con difcultad debido a las contracciones.
-Bien Bella, según estimo falta alrededor de unos minutos como mucho, debes prepararte para las contracciones más fuertes-me dijo profesionalmente y yo le mire con los ojos bien abiertos.
-¿Contracciones más fuertes que estas? Ay mi dios-exclame cuando otro dolor hizo que apretara la mano de Edward con fuerza.
-Sí y serán más seguidas-dijo tratando de sonar tranquilo pero no lo logro.
-¡Quiero la epidural! Me duele, por favor-demande ya que sentía como si de mí cadera para abajo me arrollara un tren.
-Te podre ponerla pasados diez minutos, aguanta un poco-se acercó a acariciar mi mejilla-¿Cómo lo llevas hijo?-le pregunto a un Edward que estaba con una cara de nerviosismo total y aferraba mi mano como si su vida dependiera de ello.
-Por ahora me encuentro bien-murmuro y Carlisle asintió con una sonrisa.
-Alice, Jasper, Emmett, Rose y tus padres están viniendo para acá. Solo se lo dije a tus padres y estos llamaron a Alice y ella se encargó de decirles a todos-dijo Esme entrando a la habitación y tomándome la otra mano con cariño.
-De acuerdo pero cuando llegue el momento quiero que queden afuera, por favor-pedí ya que sabía que al tener a todos a mi alrededor complicaría más las cosas.
-¿Dónde está? ¡Bella!-se escuchó la voz de Alice y luego vi a todos los integrantes de la familia entrando a la habitación.
-Mi niña, oh mi princesa ¿te duele mucho?-pregunto mi madre tomando la mano que Esme sostenía mientras que Alice acariciaba mi cabello. Mi padre y Jasper me observaban desde la puerta mientras que Rose y Emmett, que llevaba en brazos a su hijo dormido, me veían sonrientes.
-Es tortuoso-le respondí abatida.
-Se por lo que estás pasando-agrego Rosalie que me miraba expectante.
-Esperemos que a Eddy no le agarre un ataque de pánico o algo, solo miren su cara-dijo Emmett y los demás se rieron por como Edward trataba de respirar con normalidad.
-Emmett, deja de molestar a… ¡AHHHHHH!-grite fuertemente dejando escapar lágrimas cuando una contracción dolorosa me atravesó.
-Oh, dios, su hijo está impaciente, ya está en posición. Chicos quiero que salgan de aquí-gruño Carlisle revisándome a gran velocidad mientras que los demás salieron quedando en la habitación Carlisle, Edward y yo que seguía lamentándome por las contracciones.
-¡Quiero la maldita epidural!-chille ya que el dolor era inhumano.
-No hay tiempo Bella, su bebe quiere nacer ¡YA! Cuando te diga que pujes lo haces-me ordeno alterado y no me quedo otra que asentir.
Edward aferro mi mano con fuerza y entonces otra contracción fuerte como la anterior me atravesó el cuerpo lo que provoco otro grito desgarrador de mi parte.
-Vamos Bella ¡Puja! ¡Ya!-grito Carlisle e hice lo que me dijo puje con todas mis fuerzas apretando mis dientes y la mano de Edward.
-Bien, otra vez, no pares Bella sigue-volvió a gritar Carlisle totalmente concentrado e hice lo que me dijo soportando el desgarrador dolor que sentía, era insoportable me sentía cansada, ya sin fuerzas.
-No puedo más-exclame derrumbada.
-Vamos mi amor, por nuestro hijo, hazlo, un poco más y estará aquí-me alentó Edward.
Entonces puje con toda la fuerza que me quedaba acompañado de un grito ensordecedor para después escuchar como un magnífico llanto inundaba la habitación.
-Es una hermosa niña-murmuro Carlisle conmocionado.
Una niña. Renesmee, una perfecta pequeñita.
-Quiero verla-sisee.
-Primero corta el cordón Edward-dijo Carlisle.
Edward se incorporó y corto el cordón que la unía a mí y Carlisle se la coloco torpemente en sus brazos donde se mancharon con sangre, Edward la acerco a mí y pude apreciar lo perfecta que era nuestra bebe, tan chiquita y con el color de pelo de su padre embarrados en sangre, no pude evitar soltar una lagrima y extender mis brazos para que me la diera, quería sentirla, saber si era real, Edward la deposito cuidadosamente y la pequeña se removió.
-Es hermosa, simplemente perfecta-susurro Edward observando a nuestra hija maravillado, como si por primera vez un ciego viera la luz del sol, estaba absorto en nuestra pequeña.
-Renesmee, mi preciosa niña-dije emocionada.
-Gracias mi amor, es la bendición más hermosa que me has dado, te amo, las amo-murmuro Edward depositando un dulce beso en mis labios.
-No podía haberlo hecho sin ti, yo también te amo-le conteste volviéndolo a besar.
-Muy bien chicos, la limpiare y llamare solamente a Esme y a Reneé para que la arreglen ¿De acuerdo?-pregunto Carlisle sin apartar la vista de mi bebita.
-Está bien-conteste tomando la manita de mi bebe que se cerró alrededor de mi dedo.
Unos minutos después Esme entro a la habitación seguida por mi madre y al ver a la bebe sus lágrimas se hicieron presentes.
-Oh mi dios, es hermosa-susurro Esme acariciando suavemente el cuerpito de mi hija.
-Es una mini Edward-dijo mi madre limpiándose las lágrimas.
-¿Cómo se llama?-pregunto Esme y le sonreí.
-Quisimos ponerle una combinación de los nombres de nuestras madres Reneé y Esme por lo que les presento a Renesmee Cullen-musite y ellas me abrazaron a mí y a Edward.
-Gracias chicos, significa mucho-dijeron ambas.
-Prometemos que será la bebe más consentida de todas-dijo Carlisle acercándose a nosotros.
-No lo dudo-respondí.
-Bien. Bella necesito limpiarla-pidió Carlisle y yo sin ganas le entregue a mi bebe.
Mi bebe nació un 10 de junio y peso 3 kilos 300. Carlisle, Esme y Reneé se encargaron de limpiar a mi niña mientras yo escuchaba el llanto de esta lo cual me alteraba. Edward se quedó a mi lado agradeciéndome y besando mis labios una y otra vez. Pasados unos minutos Esme traía en sus brazos a mi bebe con un hermoso conjunto color blanco y un gorrito que la dejaba aún más adorable.
-Esta ropita le queda hermoso-opino Reneé que tomaba una manita de mi hija, sus abuelas estaban enloquecidas con la nueva integrante.
-¿Cómo te sientes Bella?-pregunto Carlisle con un brillo en los ojos, se notaba que estaba feliz.
-Adolorida y cansada-conteste sin rodeos.
-Es normal, luego debes dormir un rato ¿Está bien?-inquirió pero lo que menos quería hacer era dormir, solo quería a mi hija en mis brazos y Esme lo noto por lo que me la deposito suavemente sobre mí.
-Le diré a los chicos que pueden pasar o Alice tirara la puerta abajo-dijo Reneé y yo asentí para después observar como Alice, Rosalie, Emmett y Jasper entraban alborotados a la habitación.
-¡Oh mi dios! ¡Es la bebe más hermosa de todas!-grito Alice con emoción acercándose a mí al igual que Rosalie que sonreían conmocionadas.
-Felicitaciones chicos, sinceramente es hermosa-dijo Jasper que se acercó a sostener una manita de mi bebe.
-Gracias-conteste sonriendo.
-¿La puedo cargar?-pregunto Alice con su notable panza limpiándose una lágrima, yo asentí y se la pase con cuidado, mi bebe se removió e hizo gestos con la cara mientras Alice la acunaba.
Y así nuestra Renesmee paso de brazos en brazos y no pude evitar sentirme algo preocupada cuando estuvo en brazos de Emmett, pero la supo tener perfectamente, de seguro era la práctica. Cuando les anunciamos el nombre de la bebe todos dijeron que era perfecto y les gusto, en especial a sus abuelas que no paraban de dar elogios. Cuando mi padre la cargo una ola de emociones cruzo su rostro y con los sentimientos a flor de piel sonrío depositando un suave beso en la cabecita de Renesmee. Luego empezaron a pelear sobre a quien se parecía la bebe si tenía más parecido a su padre o a su madre y el resultado final era claro, es idéntica al padre. Y ese padre ahora mismo arropaba a la bebe en sus brazos dándole suaves besitos y mirándola con un intenso amor. Luego de despedirse cien veces de Renesmee, Alice, Jasper, Emmett y Rose se retiraron y nos desearon muchas felicidades por lo que nos quedamos con mis padres y mis suegros que veían sonrientes a la pequeña en brazos de Edward, yo apenas podía mantenerme con los ojos abiertos, estaba tan cansada y bastante adolorida pero sabía que si cerraba mis ojos me perdería de ver a mi hija y lo que menos quería era sacarle un ojo de encima. Pero entonces empezó a removerse y su llanto se hizo notar, me removí para ver que le sucedía y Edward trato de calmarla pero fue en vano.
-Creo que ya sé que es lo que quiere-adivino Carlisle sonriente.
-¿Qué?-pregunte viendo como mi bebe chillaba.
-Creo que es hora de retirarnos y dejar que Bella alimente a su pequeña hija-inquirió Carlisle y todos se pusieron en pie saliendo de la habitación.
-Nose como hacerlo-confesé cuando Edward la deposito en mis brazos.
Me sentí algo nerviosa ya que era la primera vez que amamantaba a un bebe por lo que tome aire y la acerque a mi pecho descubierto, Renesmee no dudo ni un segundo en apoderarse de él y succionarlo con fuerza, Edward me miro divertido ante la desesperación de nuestra hija. Al principio fue algo incómodo pero luego al verla tan en paz y sentir como se iba durmiendo poco a poco para después soltar mi pecho y quedarse tan serena, tan pacifica durmiendo en mis brazos, sonreí con ganas. Edward le beso la cabecita suavemente y luego mi mejilla, éramos una familia hermosa, amaba a mi hija más que a nada y que a nadie, ella era por quien lucharía hasta el final, por ella daría todo lo que tengo, solo por mi hija. Yo no permitiría que alguien me arrebatara la felicidad que ahora mismo disfrutaba no dejaría que le tocaran ni un solo pelo a MI hija, la defendería con mi vida, yo lucharía por ser feliz.
Chicass acá les dejo otro capítulo, espero que lo hayan disfrutado. Ahora creo que se imaginan el rumbo que tomara la historia, será bastante interesante.
Les comento que estoy por empezar una nueva historia, no tengo bien clara la idea pero si me animo a publicarla en la página dejaré el link. Gracias por sus comentarios y votos, no se olviden de hacerlo, besossss.
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