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Llegamos a la sala tomados de la mano, había llegado el momento, y decirle a mi familia que estaba embarazada de gemelos, pero lo haría en orden, primero quería que supieran como me había enterado y lo mucho que me había ayudado Renata. Llegamos a la sala y me senté en un sillón. Edward se sentó junto a mí en el brazo del sillón. Apiré y expiré un par de veces, y Edward me hizo una señal de afirmación con la cabeza para que fuera yo quien diera la noticia. - En los dos días que he pasado en el castillo de los Voulturi …– pude ver como mi familia cambiaba su semblante, no esperaban que tocara ese tema, pero era necesario hacerlo, lo necesitaba – necesito contarles todo, no puedo guardarme esto dentro – todos asintieron y me miraban con ternura – hubo una persona que me ayudo y me salvó la vida y no solo la mía – me llevé las manos a mi vientre y todos sonrieron – cuando Renata supo que estaba embarazada cuando me ayudo en el baño en el momento que estaba vomitando la cena. Ese es el don que ella tiene, puede sentir los estados de ánimo, los bebes y las cosas que van a suceder a la persona a la que toca. No exactamente lo ve, pero si puede saber si serán cosas buenas o malas. Se encargó de hablar con Aro para poder arreglar las cosas para mi vuelta. Y cuando Victoria intentó… - llevé las manos a mi cuello hasta la marca que tenía en él. Edward apretó sus dientes de modo audible, y yo continué - cuando Victoria intento matarme, Renata estuvo a mi lado – Hice una pausa para tomar aire, y busque con mi mirada la de Edward, aunque lo que iba a decir lo iba a hacer delante de toda la familia, quería mirarlo a él a los ojos – Pero no sólo fue eso lo que Renata vio. Estoy embarazada de gemelos. Los ojos de Edward estaban abiertos como platos, casi se le iban a salir de las cuencas. Una sonrisa enorme iluminó su cara y sus ojos abiertos aún por la impresión se llenaron de alegría. Una de sus manos viajó hasta mi vientre ya abultado, y la otra hasta mi mejilla. No dejábamos de mirarnos a los ojos. - GEMELOS? EN SERIO? – Dijo emocionado. - Eso creo – le dije tímidamente. Me dio un beso apasionado y me levantó del sillón por la cintura. Toda la familia estalló en carcajadas y aplausos. Edward me dejo en el suelo y pegó su frente al a mia. - Te amo Isabella Marie Swan, soy el hombre más feliz de éste planeta – me dijo con los ojos ardiendo por la pasión. Nuestra familia se había acercado a felicitarnos y abrazarnos. Todos estábamos contentos, todo había pasado, y al fin la familia estaba reunida otra vez. Rosalie y Alice estaban llorando de la emoción, eran las únicas que podían, a parte de Mike y yo, así que allí estábamos las tres abrazadas llorando como magdalenas. Mi hermano Mike estaba un poco más apartado, y vi como se acercaba tímidamente. Él no lloraba, pero tenia sus ojos vidriosos por la emoción del momento. Llego tímidamente hasta donde estaba yo con mis primas hablando y se acercó. - Bella…la próxima me avisas que me voy contigo – me dijo mi hermano antes de lanzarse a mis brazos y empezar a llorar como un bebé. Todos se quedaron atónitos ante la reacción de mi hermano, era la primera vez que mostraba sus sentimientos en público de ese modo. Yo ya sabía que mi hermano había cambiado y eso era la confirmación pública de ello. - TENEMOS QUE ADELANTAR LA BODA O NO VAS A CABER EN EL VESTIDO!!!!!!!! – gritó Alice eufórica. - Y cuanto crees que la podemos adelantar Alice? Podrías tenerlo todo listo digamos…en dos semanas – le dijo Edward divertido. - DOS SEMANAS? SOLO DOS? NECESITARÉ MUCHA AYUDA!!!!!!!!!!! – Rosalie, Esme, Renné y Mamá, desde hoy la prioridad es la boda de Bella y Edward, tenemos muchas cosas que organizar. Todos nos reímos de lo histérica que estaba Alice, parecía que la que se casaba era ella! Sabía que confiarle a ella los preparativos de mi boda era la mejor opción posible, era lo organizaría todo de un modo perfecto y en un tiempo record. Edward me abrazaba, estaba feliz, y yo era feliz, por estar con él, por mis hijos que venían en camino, y por toda la familia que tenia.
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