Arriesgándome

Autor: AxiisDaniiela
Género: General
Fecha Creación: 29/03/2010
Fecha Actualización: 01/04/2010
Finalizado: SI
Votos: 11
Comentarios: 47
Visitas: 77823
Capítulos: 36

Amar es arriesgarse a que no te quieran. Esperar es arriesgarse a sentir dolor. Intentar es arriesgarse a fracasar. Pero hay que arriesgarse. Porque lo más peligroso en esta vida es no arriesgar nada…

Espero que disfruten de mi segundo Fic!....

Espero sus comentarios y sus votos :)

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 5: Capitulo 5

Estuve un rato más hablando con Alice, contándole cosas sobre mi antiguo hogar, mi colegio y mis padres, cuando Emmett entró al cuarto.

-Chicas vamos a ver “Actividad Paranormal”, ¿quieren venir?- preguntó

-Si- dijo Alice mientras se levantaba de la cama y me levantaba con ella. Odiaba las películas de terror, pero no podía decirles que no a estos chicos.

Cuando llegamos a la sala Emmett se sentó al lado de Rosalie, Alice se sentó encima de Jasper y solamente quedaba un puesto libre al lado de Edward.

-Pequeña siéntate con Eddy, cualquier cosa si te asustas lo abrazas- dijo Emmett mientras me guiñaba un ojo. Sentí como mi cara se iba poniendo roja. Levanté mi rostro y me encontré con los ojos de Edward, estaba sonriéndome y no dejaba de verme de una manera muy tierna y linda. Este chico iba a hacer que mi corazón se saliera de mi pecho. No me había dado cuenta que ya había oscurecido y calculaba que debían ser como las 6 pm.

Caminé hasta sentarme junto a Edward y la película comenzó.

-Odio las películas de terror- dije bajito mientras me sentaba junto a Edward, del lado del brazo del sofá. Edward me sonrió de lado y me desplomé sobre los suaves cojines.

-A mí tampoco me gustan mucho, tranquila- dijo Edward susurrando en mi oído. Esto hizo que la corriente eléctrica reapareciera en mi cuerpo. ¿Será que él no se daba cuenta de esto?

Miré un rato a los ojos a Edward y luego traté de “ver” la película. La película comenzó normal, como cualquier película de terror puede comenzar, pero cuando comenzó a ponerse fea la cosa, subí mis piernas al mueble y coloqué mi frente en mis rodillas, esperando que esto me ayudara a no salir corriendo de aquel apartamento.

-¿Quieres que esperemos en las escaleras hasta que acabe?- susurró Edward en mi oído. Yo solo quería salir de ahí, así que asentí con mi cabeza y me levanté y salí de aquella sala sin ni siquiera ver a la pantalla.

Llegamos a las escaleras y recordé que no había llamado a mi casa, así que saqué mi BlackBerry del bolsillo de mi short y comencé a marcar todas las claves para llamar a casa.

-¿Alguien importante?- preguntó Edward haciendo referencia a mi desesperada manera de marcar los números. Tenía un leve rastro de algo en la mirada, y su sonrisa había desaparecido casi por completo.

-Más o menos- dije mientras terminaba de marcar los números- Tengo que llamar a mi casa, le prometí a mi mamá que la llamaría cuando estuviera instalada y todo el cuento- le dije mientras le sonreía.

-Oh, claro- dijo y pude ver que su rostro comenzaba a ruborizarse lentamente- entonces… ¿te dejo?- preguntó de repente.

-No, no- contesté de inmediato- es decir, será rápido- dije tratando de reparar lo que dije. Él solo sonrió y se sentó en las escaleras.

Caminé hasta uno de los balcones del pasillo y me apoyé ahí hasta que cayó la llamada.

-¿Hola?- dijo la voz soñolienta de mamá.

-¡Hola mamá!- grité entusiasmada.

-¿Bella?- volvió a decir con voz soñolienta.

-Si mamá, no tienes más hijas- dije riendo- ¿te desperté verdad?- pregunté al recordar su voz

-Sí, un poco, ya me estaba quedando dormida, pero sabía que ibas a llamar en cualquier momento. ¿Qué tal todo por allá? ¿Ya tienes tu habitación? ¿Qué tal los chicos? ¿Alguno lindo?- preguntó mamá recuperando su tono normal.

-Todo es muy… verde- dije riendo- Si ya tengo habitación, estoy compartiendo un apartamento con dos chicas, una va a estudiar diseño de modas y su nombre es Alice, la otra me da miedo, pero creo que nos llevaremos bien, ella está cursando segundo semestre y su nombre es Rosalie, creo que ellas dos se conocen desde antes de entrar en la universidad, todavía no les he preguntado- dije- Alice tiene dos hermanos que también estudian aquí, al igual que el hermano de Rosalie, los tres son muy amables, sobre todo Emmett… ¿Puedes creer que él subió solo mis dos maletas sin problema alguno?- le dije riendo- y si… si hay un chico lindo- dije mirando rápidamente a Edward, quien me estaba viendo también y cuando nuestros ojos se encontraron, me regaló una gran sonrisa que me hizo suspirar.

-que bueno hija, de verdad me alegra que todo esté bien y que estés comenzando a hacer amigos- dijo mamá- Me tienes que decir más acerca del chico hija, ¿te gusta? ¿Es lindo, lindo?- preguntó acelerada Reneé

-Mamá, apenas estoy llegando- dije riendo- si es lindo, y lo mejor es que no entiende nada de lo que te estoy diciendo, porque está aquí al lado- terminé más bajito.

-AY BELLA- dijo Reneé riendo también -  Bella, te dejo entonces para que termines de hacer todo, te prometo que te llamo yo mañana hija, te quiero mucho, buenas noches- dijo mi mamá.

-Ok mamá, yo también te quiero, dile a papá buenas noches de mi parte- dije.

-Claro hija- dijo- adiós- y colgué el teléfono.

Suspiré y me volteé para encontrarme con los ojos de Edward fijos en mi rostro.

-¿Todo en orden?- preguntó serio.

-Sí, creo que la desperté- dije sonriendo.

-Ups- dijo sonriendo mientras se encogía de hombros- ¿Te molesta si te hago algunas preguntas?- preguntó todavía sonriendo.

-Para nada, adelante- dije mientras me sentaba con él en las escaleras, con mi espalda recostada de la pared y viéndolo de frente.

-Mmmm… ¿Qué te hizo venir a USA a la universidad teniendo apenas 16 años?- preguntó con interés.

-Mis padres- dije- Ellos han trabajado por mi educación prácticamente desde que nací- terminé sin dar muchos detalles.

-¿Tus padres?- preguntó no dejando pasar mi poco detallada respuesta.

-Es por ellos- dije- siempre se han esforzado muchísimo por mí, no solo por mi educación, sino también en darme cualquier cosa que necesitara. El día que llegó mi carta de aceptación debiste ver sus caras, estaban totalmente orgullosos- dije viendo al suelo. Edward deslizó delicadamente su mano bajo mi barbilla e hizo que levantara mi rostro, quedando a escasos centímetros del suyo.

-Ese es el trabajo de los padres Bella, guiar a sus hijos…- comenzó a decir Edward mirándome directamente a los ojos, todavía con su mano en mi barbilla- deberías hacer esto por ti, no por ellos- terminó y dejó caer su mano.

-Nunca dije que no lo estuviera haciendo por mí- dije, arrepintiéndome de inmediato, ya que vi como en sus ojos se iban formando millones de preguntas.

-Entonces dime la verdad- dijo sonriéndome- ¿Porqué aceptaste la beca?- preguntó.

Respiré profundo antes de contestarle. –Quería que mi vida fuera diferente. Ya no quería seguir siendo la niña cerebrito del colegio, quería comenzar de nuevo…- dije viendo al suelo- Listo, lo dije- le dije viéndolo a los ojos.

-Esa me parece una respuesta muy sincera- dijo sonriendo un poco- Sabes, yo también te googleé- me dijo y eso si me sorprendió.

-¿De verdad me googleaste?- le pregunté- Si te soy sincera, ni siquiera sabía que mi nombre estaba en Google- le dije sonriendo.

-Pues sí, sales en Google, deberías buscarte- me dijo riendo.

-Ya bueno…- dije después de un rato de disfrutar su melodiosa risa- ¿Qué más me quieres preguntar?

-Ehhh… ¿de verdad no tienes novio?- preguntó.

-¿Qué, Google no te dijo?- le pregunté de vuelta riéndome.- No, no tengo novio… ¿Porqué todos preguntan eso?- Ups, lo dije en voz alta.

-Porque eres muy linda y es sorprendente que estés soltera- me dijo mirándome directo a los ojos con una leve sonrisa en sus labios.

-Mmmm, si tu lo dices- dije restándole importancia a lo que dijo, pero de verdad me encantó. ¡Edward me había dicho que era muy linda!- Bueno, ¿no te importa que ahora pregunte yo?

-Dispara- me dijo riendo un poco.

-Ehhh… ¿cuántos años tienes?- pregunté, tenía muchas preguntas, pero esa era la primera.

-17- dijo muy rápido

-¿En serio? ¿Igual que Alice?- le pregunté

-Somos mellizos, lo que pasa es que yo soy mayor por algunos minutos- dijo con aire agrandado.

-¿Mellizos?, pues no se parecen mucho debo decirte- dije riendo.

-Así se supone que deben ser los mellizos Bella- dijo riendo conmigo.

-Está bien… ¿Cuál es tu color favorito?- pregunté

-Marrón- respondió después de un rato y me vio directo a los ojos.

-¿De verdad? ¿Por qué?- pregunté

-Por…. Siguiente pregunta- dijo esquivando mi mirada, pero sin dejar de sonreír mientras que un leve rubor ocupaba sus mejillas.

-Está bien, pero no se me va a olvidar que no me diste una respuesta concreta de esa pregunta- dije sonriendo

-No lo dudo- dijo riendo.

-¿Qué vas a estudiar?- pregunté

-Medicina- dijo sonriendo

-¿De verdad?- dije sorprendida.

-Si- dijo sonriéndome.

-¿Desde cuándo se conoces todos ustedes?- pregunté refiriéndome a los Cullen y los Hale.

-Desde siempre creo, éramos vecinos en Forks y estudiamos toda la vida en el mismo instituto, juntos- creo que podemos decir que somos como hermanos- terminó sonriendo.

-¿Forks?- pregunté extrañada por el nombre de la ciudad… si lo traducía, el nombre era “tenedores”, por lo que no pude evitar soltar una pequeña carcajada.

-Sí, Forks- dijo riendo conmigo- queda como a tres horas de aquí, ahí viven mis padres y los de Rose y Jasper. Deberías ir alguna vez, es muy tranquilo- terminó sonriéndome ligeramente

-Ok, se me acaba de ocurrir otra pregunta- dije entusiasmada.

-Dímela- me dijo sonriendo.

-¿En serio te daba miedo esa película?- dije mientras señalaba con mi mano hacia la puerta.

-Ya que tú fuiste sincera conmigo hace rato, yo también seré sincero contigo- dijo y me miró directo a los ojos- estabas tan nerviosa desde que comenzó la película que cuando pusiste tu frente en tus rodillas decidí que te tenía que sacar de ahí antes de que comenzaras a hiperventilar, además, quería pasar un rato contigo, me caes bien- dijo sonriéndome.

Esas últimas tres palabras destrozaron cualquier ilusión que pudiese haber tenido hasta ese momento. Edward me veía como su amiga, una niña nueva en su vida, pero nada más de ahí. Seguro hasta tenía novia o algo así. Mi mirada estaba clavada en mis rodillas y sentía como algo oprimía mi pecho y no lograba entender porqué. Apenas conocía a Edward, ni siquiera lo conocía, apenas sabía algunas cosas de él, más nada y lo peor de todo es que me lograba hipnotizar con su mirada, su risa, su voz e incluso con su respiración. Edward era el chico más espectacular que me había encontrado en mi vida y sencillamente no era para mí, debía entender eso. Esta sería una vez más en la que uno de los chicos lindos del lugar solo se me acercaba para pedirme ayuda con alguna materia, más nada; ya estaba acostumbrada a eso, pero esta vez me dolía de verdad…

-¿Estás bien Bella? ¿Por qué lloras?- dijo Edward preocupado mientras pasaba una de sus manos por mis mejillas, limpiando las traicioneras lágrimas que se escapaban de mis ojos.

-Si- dije liberándome de sus manos- ya me voy a dormir, estoy cansada, nos vemos luego Edward- le dije sin voltear a verlo.

Entré caminando más rápido de lo normal, pasando frente a todos directo a mi cuarto.

-¿Qué pasó pequeña?- dijo Emmett riendo.

En el momento que me  volteé para verlo, todos se quedaron en silencio. “Perfecto, se dieron cuenta que estoy llorando”  pensé.

-Lo siento, me voy a dormir- dije muy bajito mientras se guía caminando directo a mi cuarto.

Cerré la puerta detrás de mí y me dejé caer a la cama… dejando que unas cuantas lágrimas silenciosas siguieran cayendo sobre mi almohada.

Capítulo 4: Capitulo 4 Capítulo 6: Capitulo 6

 
15098406 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 11085 usuarios