BELLA POV:
Me quede mirando embobada a Edward cada vez que entraba o salía o se acercaba a mí para traer los papeles, sus ojos verdes me aceleraban el corazón cada vez que los veía y Alice me hizo ciertas bromas que yo solo pude contestar con un rubor. Pero seguramente no era nada serio, solamente era lindo y me gustaba pero nada serio porque ¿lo conocía hace exactamente cuatro horas y ya me tenía así? No, no podía ser, debía tratar de dejar de comportarme como una chiquilina, el vino acá a trabajar, no a dejarse mirar por su jefa.
Se hizo más tarde de lo previsto y Alice y Edward entraban y salían de mi oficina como locos ya que hubo unos problemas con unos clientes. Edward se comportaba como un profesional parecía como si estuviera trabajando en esta empresa por años en vez de solo unas cuantas horas y me gustó que se haya adaptado tan bien aunque le haya tocado uno de esos días complicados.
-¡Al fin terminamos!-exclamo Alice suspirando ruidosamente y yo la imite.
-Sí, pero tú sabes cómo son los jueves, por dios me muero de hambre deben ser más de la una, pobre tu hermano, es su primer día y mira como lo pasó-me sentí verdaderamente apenada por Edward.
-Pfff, no te preocupes por él, me ayudo un montón creo que hizo la mitad de mi trabajo, es un divino-yo le mire con la ceja levantada.
-Ay, Al, eres imposible. Ahora vayamos a comer por favor, es jueves por lo que hoy nos toca comer afuera-me incorpore y busque mi bolso.
-Oh, cierto, pero Bella invite a Jasper también y a Edward, espero que no te moleste-murmuro Alice.
-Por supuesto que no, está todo bien-le sonreí-ahora vamos que muero de hambre.
Salimos de la oficina y me encontré a Edward charlando animadamente con un rubio de cabello rizado que estaba de espalda nuestro. Pero antes que pudiera acercarme Alice corrió hacía él y le tapo los ojos con la mano.
-¿Quién soy?-pregunto ella divertidamente.
-Mmm…la duenda más linda del mundo-Jasper se dio la vuelta y alzo a Alice para darle un tierno beso en los labios.
-Sí, duende, aham-murmuro ella mientras sonreía-oye tengo hambre, vamos a comer, bájame-le pidió y el la deposito en el suelo no sin antes darle un último beso.
-Hola Jasper-le salude.
-Hey, Bella hacia mucho que no te veía ¿Cómo estás?-pregunto pasando sus brazos alrededor de Alice.
-Bastante bien, aunque muero de hambre vayamos a comer por favor-pedí y todos estuvieron de acuerdo.
Fuimos a un restaurant que quedaba a una cuadra de la empresa por lo que caminamos hacía él ya que no queríamos mover los autos. Al llegar nos sentamos, yo al lado de Edward y Alice y Jasper juntos.
Hablamos infinidades de cosas que muy poco sentido tenían y reímos mucho, me fui dando cuenta de cómo Jasper y Alice se miraban o se hablaban, se notaba que ahí había algo enserio y yo por mi parte hable más con Edward que con ellos dos, es que él era muy entretenido, aparte de lindo y buena persona. Cuando llegaron con nuestros pedidos todos nos quedamos callados por un buen rato, cosa que el restaurante entero celebro, y nosotros no podíamos más de la vergüenza y las risas.
Al terminar con nuestro almuerzo pedimos unos helados, Edward y yo para mi sorpresa, pedimos lo mismo, helado de chocolate con fresa y bañado. Alice un helado de vainilla y Jasper uno de frutilla con salsa de caramelo.
-Y dime Bella ¿hace cuánto trabajas en la empresa?-pregunto Edward llevándose un buen trozo de chocolate a la boca.
-Mmm…diría yo como un año y medio o dos-respondí y el asintió.
-Es extraño ver como tres chicos que no cumplen ni los veinticinco trabajan en una empresa como esa-se carcajeo Alice-y todo gracias a Bella.
-Pues, supongo que sí, pero es solo cuestión de esmero y trabajo lo bueno es que mañana es viernes-suspire realizada.
-Oh, sí mi dios al fin viernes-exclamo Alice-Y hablando de viernes…sábado y domingo, bueno quiten el domingo, ¿Qué les parece si hacemos algo? Los cuatro, lo estamos pasando tan bien que estaría bueno salir por la noche, el sábado, ¿sí?-pregunto Alice haciendo un puchero del cual ninguno pudo zafar-Les parece ¿Edward y Bella?-entonces recibí una pequeña patada debajo de la mesa y dirigí mis ojos asesinos hacía Alice que se estaba aguantando la risa.
-Por mi está bien-acordó Edward.
-Sí está bien-murmure sin dejar de apretar los dientes y mirar a Alice fijamente.
-¡Perfecto!-exclamo Alice y aplaudió dos veces alegremente.
-Bueno será mejor que nos vayamos yendo ¿Qué hora es?-pregunte.
-Las tres y media de la tarde-respondió Jasper e hizo una seña a la moza para que nos trajera la cuenta.
Pagamos y nos dirigimos a la empresa por nuestros autos, Alice y Jasper iban delante de nosotros tomados de la mano y Edward y yo atrás en un silencio un poco incómodo.
-No me quiero imaginar a donde nos llevara el sábado-susurro Edward para que Alice no oyera.
-Ni yo, pero conociéndola será una sorpresa muy…intensa-respondí y Edward se rio entre dientes mientras pasaba su mano por su cabello color bronce y creo que le quede mirando más de la cuenta porque sus ojos verdes que me dejaban sin aliento se enfocaron en mí y me observaron quedadamente.
-¡Llegamos!-exclamo la voz chillona de Alice lo cual me hizo dar un respingo y darme cuenta que estaba en la empresa y que mi auto se encontraba enfrente mío.
-Está bien, pues nos vemos mañana-murmure en dirección a Edward.
-Nos vemos mañana jefa-inesperadamente se acerco y me dio un beso en la mejilla que provoco un estremecimiento en mi cuerpo, el sonrió y se dirigió con pasos elegantes a su Audi mientras que yo me metí en mi Volvo a controlar mi corazón.
|