Sentía que me movían, pero no quería despertar no tenia fuerzas para asimilar todo lo de ayer
-¡Bella! ¡Bella! ¡Bella! ¡Bella! ¡Bella!- gritaba Alexa
-mmm- no pude decir mas no encontraba mi voz
-Bella sé que estas despierta
-¿Qué pasa?- me levante y ella tenia una mirada extraña- ¿Por qué me miras así?
-¿Bella porque lloraste?
-tranquila no es nada malo
-sé que te pasa algo no me vengas con eso
-te lo contare luego ¿si? Ahora debo despertar a los niños- vi la preocupación en sus ojos pero me levante y me fui al baño.
Las duchas normalmente me relajaban esta vez solo venían las imágenes de ayer a mi cabeza, no pude soportarlo y salí rápidamente, me puse una blusa de tirantes negra, unos shorts blancos y unas converse negras
Fui al cuarto de Azariel quien dormía plácidamente con una almohada encima de su rostro, me senté en su cama y empecé a moverlo suavemente
-Az, Az, cariño despierta- nunca me había gustado que mis hijos durmieran tanto, pero mis padres los acostumbraron y ahora todos los días eran iguales
-mmm no, Zad primero
-cariño levántate, así tú despiertas a Zad- se levantó abruptamente
-¿puedo despertarlo como yo quiera?
-si cariño, pero levántate-amplio su sonrisa en una completamente maliciosa juntando sus manitas frotándolas-Azariel no puedes hacer lo de la ultima vez- recordé
-pero mami no fue mi culpa, el vaso se resbalo solito
-no, le aventaste toda el agua del vaso
-si, pero es que Zad estaba con fiebre y yo lo quería enfriar
-ok, vamos a despertar a tu hermano
Zadkiel estaba dormido, abrazando a su almohada con brazos y piernas, Azariel empezó a tomar impulso y se tiró encima de Zad
-¡mamaaaaaaaaá!- gritaba Zadkiel
-hermanito, que formas son esas de despertar- decía irónicamente Azariel
-fuiste tú- lo apuntaba con el dedo-sabes que odio cuando me despiertas así-Zad estaba enojado y eso no era bueno
-pero, estabas gritando y pidiendo ayuda, yo te salve de tu sueño
-eres un mentiroso, no te enojes si desaparece uno de tus autos- Az lo veía aterrorizado y Zad con suficiencia
-no te atreverías
-tranquilo “hermanito” no lo voy a hacer hoy, o eso creo- bien creo que esto no debería pasar
-Azariel ve a tu cuarto a cambiarte-
-pero mamá Zad se va a llevar mis autos
-ve a tu cuarto cariño
-Okey- se fue resignado
-mami-me llamaba Zadkiel
-que pasa cielo¿?
-porque no me levantaste primero
-porque tu dormías tan tranquilo y- trate de mentir pero me cortó rápidamente
-no mamá tu sabias que Az siempre me hace eso y lo dejaste- dijo haciendo sus pucheros
-oh, cielo lo siento, te prometo que a ti voy a despertar antes ¿si?
-perfecto así obtendré mi venganza
-no es bueno que te estés vengando- reproche
-no me voy a vengar solo le voy a devolver el favor
-Zad, no hagas nada
-esta bien
-¿lo prometes?
-lo prometo mamá- se acercó a abrazarme pero pude ver claramente como cruzaba los dedos, decidí pasarlo, por esta vez
-bien ve a cambiarte, estaré abajo- me levante y cerré la puerta
Con los niños desayunamos tranquilamente o eso creía hasta apareció Alexa
-¿Qué hacen ahí?
-desayunamos tía no es obvio- decía Zadkiel
-ya sé que desayunan enano, pero tenemos que irnos
-¿a donde?- dijo un curioso Azariel
-como que “¿A dónde?", al parque
-Alexa no decidimos ir a ningún lugar hoy- le dije
-te iba a decir en la mañana pero te metiste al baño y no pude, pero ahora vamos al parque
-¡si! Hay que ir porfis mami si vamos- exigió Zadkiel
-pero hoy tienen escuela se nos va a hacer tarde
-Bella todo ya esta listo además solo será un ratito- insistió Alexa
-por favor mami, mira no vas a dejar a estos pobres niños encerrados, sin salir, sin ver a nadie, solos, en una gran casa, tristes y abandonados, ¿verdad?- decía Azariel con un adorable puchero
-esta bien vamos
-no fue tan difícil-murmuró Zadkiel como para que no lo escuchara
-bien ¡vamos! ¡vamos! ¡vamos!- - gritaba Alexa dando saltitos
Nos subimos al Toyota negro. Los niños (y Alexa) jugaron, rieron y saltaban por todas partes. Hasta que mis niños empezaron a pelear por una pelota con uno de 13 años, al parecer este les había quitado su pelota y ellos solo esperaban una señal para abalanzarse contra él. Después de muchas discusiones lo empujaron y le quitaron la pelota y salieron corriendo ahí
Al llegar a casa mis niños se ducharon y cambiaron, realmente se veían encantadores, los llevamos a la escuela y prometimos volver a tiempo
-vas a venir, mamá-decía Zadkiel
-tú también tía Alexa-dijo Azariel
- claro, vendremos las dos, ¿verdad Bella?
-si, tranquilos y por favor no hagan nada malo
-mami, sabes que nos portamos bien-decía Zad
-si nosotros solo nos defendemos si nos hacen algo-dijo Azariel
-si pero no es bueno tirarse encima de alguien Az-dije
-si, si bueno ya nos vamos-dijo Zadkiel
-adiós mami- dijeron a coro, agite mi mano en forma de despedida
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-Bella me vas a decir lo que te pasa- estábamos en el sofá con Alexa, tomadas de las manos
-¿eh?, yo…yo…lo vi-agache la mirada, mi hermana sabia a lo que me refería mas que nadie
-¿donde? – preguntó
-él estaba en el mall
-y bueno hablaste con él
-no… estaba con su familia
-Bella ninguno de ellos te iba a comer, Carlisle y Esme son…-la corte
-no esa familia, él ya tiene su propia familia
-¿Qué? Bella no te entiendo- empecé a contarle todo con lujo de detalles, ella sola se limitaba a bufar y fruncir el ceño por las cosas que le decía, a este punto yo ya estaba soltando unas cuantas lagrimas, Alexa me abrazó con fuerza para que no me derrumbara
-oh Bella no llores, sé que él no te espero, pero no llores por él, tienes que ser fuerte por ti y por los niños
-pero no entiendo porque lo hizo, yo nunca lo deje y él se fue con la primera que vio-sollozaba
-tranquila, pero tienes que superarlo, hermanita sabes que algún día te lo podrás encontrar y él no te puede ver así- la miré con horror, ella tenia razón, algún día lo vería de nuevo y ni yo misma estaba segura de como reaccionaria
-pero lo amó
-tienes que ser firme, no puedes estar llorando toda la vida, sobre todo frente a él-lloré aun más sabia lo cierto de sus palabras pero no podía derrumbarme así frente a mis niños, ellos me necesitaban y no podía estar triste para siempre
-esta bien-dije con la voz ronca, me limpie las lagrimas que restaban en mi rostro y le sonreí
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