Edward Pov:
Mientras manejaba rumbo al hospital en mi Volvo me di cuenta de que habían pocas personas transitando las calles de este pequeño pueblo. Normalmente las calles de Forks estaban abarrotadas de la gente que salían de sus casas a dar un paseo en la noche con sus familiares. La temperatura no era la mejor, pero si vestías una camisa manga larga y chaquetas de cuero era excelente.
Personalmente considero que el clima de este pequeño pueblo se ajustaba perfectamente a mi, los rayos del sol no se asomaban por estos lares, la lluvia era lo que sobraba en este lugar. Todos y cada uno de los días que llevo viviendo en este lugar llueve, por eso había decidido mudarme a este lugar, el cielo expresaba lo que yo quería expresar con las lágrimas, era perfecto para mi.
Pero... Hoy era diferente, no había caído ni una gota y no habían nubes cargadas de agua alrededor, mas bien, el cielo estaba perfectamente despejado, y aunque era de noche se podía ver la luna llena, grande y redonda con todo su esplendor,no podía creer que tuviese 9 años sin ver la luna, la última vez que la vi fue...
*Flashback*
Me encontraba en mi cuarto leyendo Cumbres Borrascosas, era mi novela favorita, la había leído casi 5 veces en lo que va del año, nunca me cansaba de leerla al igual que Romeo y Julieta, como me encantaría tener un amor así como Julieta y creo que hoy lo encontré.
Estuve pensando en Tanya y en su belleza por un largo hasta que Emmet tocó la puerta de mi cuarto. Eso si que era raro, Emmet no respetaba mi privacidad aunque le pagara, ya me había sorprendido varias veces masturbándome. Era desagradable se la pasaba haciendo bromas sobre ello a las chicas, pero ese día tocó la puerta era extraño...
-Hola Edward- dijo mi hermano con una sonrisa en la cara, se recostó en el marco de la puerta, estaba cruzado de brazos y me miraba fijamente, algo serio debía estar pasando...
-¿Qué pasó Emmet?- le pregunté sin más preámbulos, su silencio me estaba matando por dentro, mi curiosidad por saber qué pasaba era infinita...
-¿Qué? ¿Tiene que pasar algo para que venga a saludar a mi hermano?- preguntó fingiendo incredulidad y tratando de sentirse ofendido ante mi pregunta.
-No es muy normal que llames a mi puerta antes de entrar. Además no sabes fingir así que escúpelo de una buena vez.- ya me estaba cabreando, necesitaba saber qué pasaba.
-Esta bien, esta bien tú ganas- respondió mientras levantaba las manos fingiendo derrota... -¿Recuerdas la mansión de los Johnson?
-¿La mansión que se ve desde tu cuarto, que es de nuestros antiguos vecinos que no vemos desde hace 2 años y que mamá quería comprar?- le pregunté un poco confuso, no se que tenía que ver esa mansión con la seriedad de Emmet. Si la había comprado no tenía ganas de mudarme, estaba muy cómodo en mi cama.
-Exactamente. ¿Adivina quiénes son nuestros nuevos vecinos?
-¿Alexis Texas?- le pregunté refiriéndome a la famosa pornstar, era mi amor platónico...
-No Edward- respondió Emmet poniéndose más serio de lo que se encontraba, hasta miedo me dio.
-¿Entonces?- ya me estaba desesperando, no entendía nada.
-Tanya Denali es nuestra nueva vecina- se me dibujó una sonrisa en la cara al escuchar su nombre, me traía loco. -Y tengo una vista increíble de su cuarto.- dijo sonriéndome pícaramente.
Me cara se encontraba en una perfecta incredulidad, acababa de recibir la mejor noticia de todas.
Sin previo aviso me levante de la cama de un salto y me dirigí a la habitación de Emmet que se encontraba enfrente de la mía. Al entrar a su habitación me acerqué hasta la ventana y pude ver a lo lejos la luna llena que iluminaba todo a su alrededor. Al instante se prendió la luz de una de las habitaciones de la mansión de los Johnson, bueno ahora de los Denali, y era la habitación de ella. Alcancé a verla, y cuando lo hice mi corazón latía frenéticamente, bueno en realidad mi "amiguito" palpitaba frenéticamente bajo mis bóxers, acababa de salir del baño, ya que traía su cabello rubio mojado y estaba envuelta en una toalla. Esa fue la mejor visión que tuve de ella en mi vida, ya que no pude hacerla mía porque me la arrebataron...
*Fin del Flashback*
Las lágrimas comenzaron a descender por mi mejillas ante esos recuerdos, debía concentrarme, así que limpié mis mejillas y pisé en seco el acelerador para llegar al hospital que estaba a menos de 5 minutos.
Una ráfaga de viento atravesó mi cuerpo dejándome con un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo de pies a cabeza, debía apresurarme, tenía un mal presentimiento...
Al llegar al hospital iba a atender a mi primer paciente hasta que vi a mi hermano sentado en la sala de emergencias. Algo malo tuvo que pasar, su turno debió haber terminado hace media hora...
-Hola hermano, ¿Qué pasó?- le dije acercándome hasta donde se encontraba Emmet tratando de parecer relajado y despreocupado, pero en realidad estaba muy preocupado y sorprendido.
Inmediatamente Emmet alzó la vista y me miró con los ojos como platos, sus ropas estaban rotas y sucias, era algo realmente grave porque me contestó casi gritándome, tuve que alejarme un poco de él.
-¡¿Dónde demonios has estado!? Tienes que atenderla urgentemente, se está muriendo.
-Cálmate Emmet ¿de quién me hablas?- traté de tranquilizarlo. Justo cuando me iba a responder pasaron frente a nosotros tres enfermeras que empujaban una camilla hasta la entrada del hospital para recibir a la ambulancia. Me volteé a ver a mi hermano y vi que iba detrás de las enfermeras y me gritó -¡EDWARD HAZME EL FAVOR Y MUEVE TU TRASERO PARA ACÁ!- y fui corriendo hasta donde se encontraba él.
-¿Qué pasa Emmet? Le pregunté a mi hermano completamente angustiado.
-Un accidente, debes operarla está gravemente herida, eres el único que puede salvarla!- dijo entrecortadamente.
-¿A quién?- le pregunté cabreado, me estaba desesperando.
-A ella.- respondió señalando la mujer que estaban depositando sobre la camilla.
Al enfocar mi vista en ella se me cortó la respiración, mi corazón volvió a latir después de 9 años y una fuerza desconocida me movió hasta donde ella se encontraba. Tenía el cabello de color marrón chocolate y le caía en ondas sobre sus hombros, se veía que era de estatura media y delgada, era como de mi edad, aunque yo era todo un espectro por la falta de sueño y comida.
Me dirigí al lado de ella y la llevé a quirófano, su aspecto era realmente grave, tenía balas incrustadas en el cuerpo y se había roto un par de costillas, había perdido demasiada sangre.
Al colocarle el oxígeno empezó a reaccionar y abrió sus ojos lentamente, tenía los ojos del mismo color de su cabello, chocolate. Me perdí en esos ojos unos instantes hasta que volvía a caer inconsciente, y antes de lo hiciera las palabras salieron de mi boca...
-Quédate conmigo, no te vayas, ¡Voy a salvarte!.
Justo después volvió a caer inconsciente y empecé la cirugía lo más rápido que pude...
Hola chicas, este el capítulo 4. ¿Qué tal les pareció? :D estoy abierta a sugerencias, opiniones y votos :D... No dejen de leer la historia que cada vez se va a poner más interesante :) Nos vemos! :D.
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