Destino

Autor: Ainely
Género: Romance
Fecha Creación: 29/01/2011
Fecha Actualización: 18/06/2011
Finalizado: SI
Votos: 6
Comentarios: 13
Visitas: 47172
Capítulos: 22

 

FINALIZADO!!

 

En el pasado se enamoraron, pero no declararon su amor. Ahora, cinco años más tarde el destino los vuelve a unir.

Pero cuando hay niños de por medio, las cosas no son tan faciles.

¿Serán capaces de aprovechar la nueva oportunidad que les ha dado el destino?

 

De este fic existe secuela y es : Lo que significas para mí.

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Capítulo 5: El parque

5. El parque

Bella POV

- Mami, podemos ver una película de dibujos en casa? – me preguntó Seth desde el asiento trasero de mi auto.

- Claro que si amor, si quieres antes de ver la película podemos hacer palomitas – cuando le dije eso se le ilumino la cara.

Y aquí estoy yo, con mi pequeño sobrino Seth montada en el coche camino a mi nueva casa. Después que encontré trabajo, me busqué un lugar en el que pudiera vivir. Ahora, por fin he conseguido independizarme.

Seth es mi pequeño sobrino, hijo de mi mejor amigo Jacob. Todo empezó cuando mi pobre amigo se enamoró locamente de una chica llamada Leah en la universidad. Yo nunca llegué a aceptarla, ya que la veía una mujer muy fría, y eso me provoco numerosas peleas con mi amigo. Hasta que al final mis sospechas fueron acertadas. Leah quedó embarazada, y si no hubiera sido porque un día se le escapo delante mío que quería abortar, creo que ese angelito que va conmigo en el coche nunca hubiese llegado a nacer. Después de muchas peleas Jacob consiguió convencerla para que no matara al bebé, pero con la condición que en cuanto el niño naciera ella se iría y nunca más volverían a saber de ella. Y eso fue lo que pasó. En cuanto Seth nació, Jacob y yo nos encargamos de arreglar todos los papeles haciendo que ella renunciase la custodia de su hijo, así nos evitaríamos problemas en el futuro. Seth nació sin conocer a su madre, pero para eso estaba yo allí. Yo fui la que me dedique a cuidarlo y amarlo junto con Jacob. Seth sabe que yo no soy su madre pero él dice que me quiere como si fuera su mami y que siempre me querrá.

-Mami!! – me sacó la voz de mi pequeño de mi ensoñación.

- Que quieres peque – le dije mientras lo miraba por el retrovisor.

- Llevo un montón de rato hablándote y no me hacías caso – me dijo enfurruñado

- Lo siento mi amor. Que es lo que me estabas diciendo? –

- Que quienes eran con los que hablabas en la cafetería – me preguntó

- Pues cuando era pequeña ellos eran mis amigos –

- Pero el chico de ojos verdes, ese no era tu amigo. Lo sé porque a todos los has abrazado menos a él y te portabas de una manera muy rara. Como si estuvieses enfadada – este niño es demasiado inteligente a pesar de tener tan sólo cuatro años.

- Bueno de pequeños, no nos llevábamos muy bien nosotros dos – El hecho que Seth me recordase ese momento me trajo muchos recuerdos a la cabeza. Cuando lo vi pensaba que era un sueño. En la preparatoria yo estaba locamente enamorada de él. Pero él siempre me molestaba y me trataba muy mal y eso me hizo mucho daño. Pensaba que todos aquellos sentimientos estaban enterrados, pero cuando esta mañana lo he vuelto a ver las mariposas de la adolescencia han vuelto a surgir en mi estómago. Lo que no me esperaba era la noticia que Edward fuera padre y para ser sincera he de decir que aquella niña es un angelito.

Pero tengo que quitarme de la cabeza a Edward, aunque he de reconocer que me sorprendió mucho que él quisiese mantener el contacto conmigo. Pero no tengo que hacerme ilusiones y menos con él. El único hombre al que he amado en mi vida.

-Ya hemos llegado!  - chillo la pulga que tenía detrás de mí.

Cuando subimos a mi nuevo apartamento Seth se quedó maravillado, ya que él nunca había venido antes, además que la idea que tuviese una habitación para él le encantó, pero lo que más le gustó fue cuando entró y se dio cuenta que estaba llena de juguetes que compré especialmente para él. Aunque Seth no fuese mi hijo biológico, lo quería como tal.

-Dios mío, esto es impresionante. Mami te quiero! -  me dijo mientras se tiraba a mis brazos haciendo que los dos cayésemos al suelo entre risas y besos.

- Bueno enano, me voy a hacer la comida. Que quieres? –

- Quiero espaguetis! – dijo eufórico.

- Pues espaguetis serán señorito Seth – le dije haciendo una reverencia, que provocó que el empezara a reír de una manera muy estruendosa, este pequeño tiene la misma risa que su padre.

Ese día comimos entre risas y juegos. Más tarde Seth me ayudó a lavar los platos, pero al final acabamos nosotros más mojados que los platos.

Al final de la tarde, una vez que ya estábamos bañados y con el pijama puesto nos pusimos a ver la película de buscando a Nemo. He de decir que Seth es adorable cuando intenta hablarme como las ballenas, tal y como lo hacía Dori en la película.

A la mañana siguiente, Seth se despertó con las pilas cargadas y con una energía desmesurada. Por lo que decidí llevarlo al parque para que se desahogase un poco.

Cuando llegamos al parque, Seth se fue corriendo a jugar con un amigo suyo de la escuela, mientras que yo me sentaba debajo de un árbol y aprovechaba para leer un poco mientras vigilaba al terremoto de Seth.

Estaba muy concentrada en la lectura cuando una vocecita me sacó de mi burbuja.

-Hola Bella – cuando levanté la cabeza me di cuenta que se trataba de la pequeña Sophie.

- Hola preciosa, que has venido a jugar al parque? –

- Si he venido con mis abuelos. Me puedo quedar contigo un ratito Bella? – me preguntó con una carita de súplica a la que no me pude resistir.

- Claro que si pequeña. Ven que te cojo en brazos – Una vez que estuvo sobre mis piernas se recostó en mi pecho y me abrazó.

Así nos pasamos mucho rato, mientras que ella me explicaba cositas que para ella eran muy importantes. Esta niña es un cielo.

-Bella, ese niño es tu hijo? –

- No cariño, él es el hijo de mi mejor amigo –

- Pero el te llama mami y tu lo cuidas como si fuera tu hijito – me dijo extrañada.

- Sophie él no es mi hijo pero yo lo quiero mucho, tanto que lo cuido y lo quiero como si fuese mi bebé –

- Que suerte tiene Seth de tener una mami como tú – me dijo apenada.

- Porque dices eso princesa? –

- Yo tengo un papi que me quiere mucho y es el mejor del mundo. Pero mi mami no me quiere y nunca está conmigo y siempre que se acerca a mi papá o a mi es para decirnos cosas feas – me dijo llorando, provocando que mi corazón se estremeciera – Yo quiero tener una mami como tú Bella – me dijo abrazándome mientras lloraba.

- Cariño yo no sé lo que pasará en tu casa pero si quieres puedo hablar con tu papi y decirle que te quedes todas las veces que tú quieras en mi casa. Ah y por cierto tu papi tiene mi número de teléfono dile que te lo de y así cada vez que quieras hablar conmigo tan sólo me tendrás que llamar – le dije provocando que saliera una sonrisa en su carita.

En ese momento me di cuenta que Esme, Carlisle y Edward estaban buscando a la niña. Por lo tanto me levanté y le hice señas a Edwrad para que me viera.

-Oh Sophie nos has dado un susto muy grande, no te vuelvas a separar sin antes avisarnos vale? – le dijo a la niña mientras la abrazaba.

- No te preocupes Edward, Sophie ha estado conmigo todo este rato –

- Muchas gracias Bella, por estar con ella – me dijo mientras me daba un abrazo, provocando que me quedase parada porque no me lo esperaba.

- No ha sido nada, esta niña es un angelito – le dije mientras hacía cosquillas a Sophie y Edward me miraba con un sentimiento que deducí que era amor, pero deseche esa idea.

Así estuvimos hablando un rato más, hasta que Seth vino corriendo diciendo que estaba cansado y se quería ir ya a casa.

-Oye Edward, si quieres puedes venir con la niña esta tarde a mi casa y así hablamos. Claro si quieres – le dije

- Oh por mi encantado, además creo que a Sophie le encanta la idea –

- Sí, quiero ir a tu casa – dijo dando saltitos.

- Bien, esta tarde te enseñaré todos los juguetes que mi mami me ha comprado nuevos y si quieres podremos ver alguna película de dibujos – dijo Seth emocionado. Me parece que estos dos acabaran siendo buenos amigos.

A Edward le di la dirección de mi casa y nos despedimos. Lo que no me esperaba es que cuando nos despedimos él lo hizo dándome un beso en la comisura de mis labios.

Capítulo 4: Volverte a ver. Capítulo 6: Una mami como tú

 
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